Partida Rol por web

Camino mirando la habitación un momento... parecería que no queda más que hacer. Tratar de atacar directamente una cosa semejante como... ¿un demonio?... no, lo mejor sería poner manos a la obra respecto al cántico y asegurarse de que esa cosa no ataque a nadie más.

"- Si Harry se queda como vigilante, lo mejor sería que los demás nos centremos en el cántico y favorecer que el mismo pueda terminarse- comento a los demás-. Ciertamente, sería peligroso incluso que no podamos terminarlo y que lo que sea que se haya liberado siga más tiempo en este lugar".

Harry esperaba que el grupo se dividiese las tareas. - Creo que deberiamos ser dos los vigilantes y dos los que hacen el cántico. No sabemos a lo que nos enfrentamos y cómo pararle los pies, si los tiene y... Siendo uno sólo el que vigila puede que sea una tarea bastante difícil.

- Harry, tal vez comenzar con solo dos voces sea peligroso. En mi opinión los tres restantes deberíamos entonar el cántico, pero dándole a dos de ellos prioridad para dejarlo si ven que estás en problemas, o solicitas ayuda. En este sentido creo que tanto el señor Kramer como el señor Spencer son los más adecuados, aunque no les culparé si creen que no debería ser yo el encargado de que, pase lo que pase, siga el proceso, dado mi reacción en el sótano de la casa Corbitt. En tal caso podría ser el señor Kramer quién obtuviera ese papel -sigo buscando algo con lo que señalizar las posiciones que salen en la hoja en el suelo.

Walter tiene razón, yo seré la tercera voz y el segundo vigilante. Ustedes dos digo mirando a Walter y William intenten concentrarse solo en el cántico sin importar lo que oigan, vean o escuchen. Si algo pasa y el ritual se estropea alguien saldrá herido o peor.

Sera mejor que ustedes vayan preparando el ritual mientras que con Harry haremos lo mismo para enfrentarnos al monstruo...o huir en caso de que sea necesario. Les parece bien?

"- Si así lo creen, entonces con Walter trataremos de continuar hasta el final, pase lo que pase... sin embargo, creo que lo que dijo él -digo señalando a Derrick- es lo mejor... empezar los tres el cántico y que, en cualquier caso, Scott se desembarace y ayude a Harry".

Miro mi reloj... al parecer, las instrucciones establecen que el ritual ha de desarrollarse a medianoche. Espero estemos preparados no sólo para el ritual, sino también para lo que aparezca.

Walter encontró un pedazo de tiza entre los trastos del sótano y comenzó a dibujar la estrella de cinco puntas en el suelo de la sala de la planta baja. Cuando ya se había puesto el sol, Walter terminó de trazar los dibujos. El vagabundo seguía atado en la parte exterior de la casa y el resto, nerviosos, consultabais el reloj cada poco rato.

Al fin llegó la medianoche y, con ella, el comienzo de la ceremonia. Tal y como habíais acordado, Harry se quedó como vigilante mientras los demás entonabais el cántico poniendo especial cuidado en no equivocaros en lo más mínimo. Los primeros veinte minutos transcurrieron sin problemas. Sólo se escuchaban vuestras voces que entonaban la cansina retahíla. Pero entonces ocurrió algo. Se escuchó un golpe sobre vosotros, como si algo hubiera aterrizado en el desván. Entonces se escuchó una fuerte respiración. Malsana, antinatural, que venía del desván. La criatura estaba allí.

Una y otra vez... el cantar resuena en mi cabeza. Al principio no hay lógica en lo que digo, pues no entiendo ni una palabra de las que de mi boca salen... sabía que debía haber tomado el curso de latín en la universidad, pero ya era tarde. Las palabras se hacen eco en mi mente. Una a otra chocan entre sí, desconcertadas más ellas de lo que yo me encuentro al pronunciarlas, pero, llegado un momento, parece como si se entrelazaran, todas ellas, bailando en conjunto. Tal vez un vals, tal vez otro ritmo, otra danza que ahora no reconozco, sin embargo, comienzo a sentir la cadencia que me lleva como si la costumbre obrase a cada segundo y minuto que va pasando.

Un golpe se escucha fuerte sobre nosotros, pero ahora soy presa de la vorágine verbal en la que nos vemos envueltos con mis otros dos compañeros. Aún así, un sudor recorre mi frente, pequeño, casi imperceptible aunque latente. Mi respiración se entrecorta y acelera de a momentos, y no sé si es el miedo y la incertidumbre por lo desconocido a lo que nos enfrentamos o simplemente es el cántico que actúa por sí solo.

Miro a mis compañeros mientras de mi boca salen una a una las palabras del ritual. Mis ojos denotan el obvio temor que me invade... pero hemos empezado y debemos seguir hasta el final. Por nuestro bien, por el de las gentes de este pueblo, por el de todos.

Estaba algo cansado después de despejar junto con Harry la sala y sacar la puerta de entrada a mi no me van a dejar encerrado. Finalmente apenas si tuve tiempo para tomar un respiro cuando estaba por empezar la salmodia, revise mi arma y la volví a guardar en la cartuchera ya no hay mas vuelta atras...empecemos.

El golpe en el desván no hizo mella en mi voluntad esto tiene que terminar aquí y ahora.

Intento concentrarme en seguir con el cántico, pero el sonido de arriba termina por desconcentrarme a ritmo forzado... ¿De verdad sobre nuestras cabezas hay algo más horrible que el señor Corbitt? Si así es, no quiero confirmarlo por nada del mundo.

Los canticos comenzaron a la hora acordada. Harry miraba a sus compañeros como recitaban las estrofas en latín, una a una, sin equivocarse. Manteniendo la máxima concentración para cumplir el ritual y que esa criatura volviese por donde había venido.

Todo se mantenía tranquilo hasta que un tremendo golpe se oyó en el desván. - Ya está aquí. Ha tardado más de lo que esperaba. Miró a sus compañeros y les indicó con la mano, dando unos pequeños círculos sobre su dedo índice, que continuasen. Sacó su pistola de la funda y la empuñó con seguridad disponiéndose a proteger a sus compañeros y evitar que la letanía se parase.

Al cabo de un rato la criatura comienza a emitir un horrible aullido, interrumpido por gruñidos y maldiciones proferidas con una voz grave y gutural. La vieja casa comienza a mecerse y a crujir, temblando hasta los cimientos como consecuencia de las repentinas sacudidas. Escucháis como los objetos que hay en las estanterías y sobre la repisa de la chimenea caen al suelo y ruedan por él.

Intento volver a concentrarme en el cántico, pero no puedo: la criatura, ahí arriba, entiende qué estamos intentando hacer y no va a permitirlo. Aunque el señor Spencer ayude a Harry, no podrán detenerlo si su deseo es interrumpir la ceremonia, y quedaremos a su merced. Instintivamente pienso en cómo acabó la invocación del monstruo.

Me estaba poniendo visiblemente nervioso.

La criatura gritó de una forma espeluznante y la casa comenzó a temblar moviéndose todo el mobiliario. Harry vió como Walter empezaba a perder la concentración. - Continuad, es fundamental que no paréis. Les gritó para animarles. - Esta criatura debe de ser una bestia gigantesca, no sé cómo voy a pararla. Pensó en poner muebles que tapasen la puerta para impedirle el paso pero lo desestimó al segundo pues no serviría de nada. Guardó la pistola en su funda y se dirigió hasta el sofá donde había apoyado su rifle de repetición. Lo cogió y cargó apuntando hacia donde se oían los gruñidos.

Intento mantenerme impertérrito a pesar de que estamos intentando exorcisar un monstruo que no queremos y no sabemos como enfrentar. Mis elucubraciones fantásticas comienzan a florecer y los ruidos del desván disparan un escalofrío por todo mi cuerpo.

Walter comenzaba a acusar la fatiga mental y física que suponía mantener el cántico en funcionamiento. Por si fuera poco, los gritos de la bestia le atacaban a los nervios. Sus compañeros lo llevaba mejor que él, pero sus rostros pálidos le indicaban que el miedo empezaba a apoderarse de todos.

El ruido y la violencia continuó durante media hora más, tras el cual un horrible olor descendió del desván. El hedor vino acompañado de una sustancia viscosa y hedionda que se filtró desde el techo, goteando pared abajo por los muros de la casa. Parecía un extraño ectoplasma, blanquecino y repugnante. Algunas gotas, gruesas y pesadas, cayeron sobre vosotros.

El contacto con la sustancia de la criatura me pone al borde del pánico, pero intento resistir: ya ha pasado bastante tiempo, no puedo abandonar a mis compañeros justo ahora cuando solo se trata de aguantar...

Las palabras del cántico surgen de mi boca más por repetición que por fe.

Una materia viscosa comienza a caer y por suerte, ninguno había caído sobre mi oh mierda pienso al ver como Walter termina bañado y sus ojos se empiezan a desorbitar aguanta muchacho, aguanta!

Pasó media hora más y la criatura se mantenía en el desván. Sus compañeros continuaban con el cántico. - ¿Cuánto tiempo más faltará para que terminen con esto?. Pensó cuando una materia viscosa y un olor putrefacto comenzó a descender del desván. Harry tuvo cuidado de no tocarlo pues pensaba que no sería nada bueno.

La asquerosa sustancia cayó encima del hombro de Walter. Inmediatamente la ropa le comenzó a humear cuando el ácido alienígena penetró en la prenda y le quemó la carne. Gritando, Walter se quitó la chaqueta y se limpió como pudo la sustancia antes de tirarla a un rincón. Scott y William continuaron con el canto.

Una hora había pasado, sólo quedaba otra más y la ceremonia habría terminado y con ella esta pesadilla. Al comienzo de la segunda hora la bestia se queda en silencio y podéis continuar con la letanía. Media hora más tarde se escucha una voz de mujer:

-¡Socorro, que alguien me ayude, por favor! -pide lastimosamente.

Como Scott ha quitado la puerta, puede verse el oscuro exterior. Hay algo que ha salido de entre los árboles, a cincuenta metros de distancia, y se arrastra lentamente entre la hierba alta en dirección a la casa.

-Socorro... por favor... -vuelve a escucharse.