La jornada de hoy en el velero conocido como Jenevere ha sido dura, primero fue la huida de los piratas al pasar puerto peligro, luego las difíciles corrientes y tormentas que rodean el Ojo de Abendengo y para acabar hace días que el rumbo no es el que debería, o eso os ha explicado Alton Devers, primer oficial de la nave.
Al parecer lleva un par de días discutiendo con el capitán y este no parece entrar en razones, por ello esta noche ha organizado una cena con algunos miembros del pasaje, parte de la tripulación y el capitán Kovack, la idea por lo que os ha contado es pedirle explicaciones por el cambio de rumbo e intentar hacerle entrar en razón...
Así pues son pasadas las 12 y esperáis en la mesa principal junto algunos de los otros pasajeros a los que solo conocéis de oídas o algún tropiezo entre los estrechos pasillos de las bodegas inferiores donde están las literas. Ni Kovak, ni Alton han llegado. Por el tamaño de la mesa faltan algunas personas más por llegar, aunque esta ya tiene unos poco lujosos pero prácticos platos en ella. Según habéis oído os servirán caldo de verduras de primero...
Este es momento para que vuestros PJs "rompan el hielo y se presenten, una vez estéis todos presentados irán entrando los NPCs...
No os olvideis de indicar en Notas vuestro puerto de partida, es importante.
Nerwen se encontraba extrañada por la reunión tan tardía... era cierto que no tenia mucho conocimiento del mundo exterior, pero por lo que había leído en sus libros, pasadas las 12 no era hora de cenas... ¡ahhhh! ¡Como extrañaba sus libros!... aunque debía reconocer que la experiencia del viaje en barco estaba mereciendo la pena.
Estaba sentada en la mesa, con una sonrisa en la cara, al fin y al cabo realmente a ella no le importaba donde ir. Llevaba un vestido bastante escaso, fruto probablemente de que ciertos conceptos como el pudor que inculca la sociedad al tratar con desconocidos, ella no lo había vivido.
En el regazo tenía bien sujeto el bolso, y cuando nadie miraba cortaba un trozo pequeño de pan y lo metía dentro.
Como el capitán se retrasaba, empezó a aburrirse, así que se giró hacia la persona que tenía al lado y la saludó:
-Hola, me llamo Nerwen... ¿sabes que está pasando?
Magnimar
Un pequeño Gnomo entra con la puerta que da a los camarotes -Vaya, parece que había gente con más hambre que yo se burla mientras se acerca a la mesa -Y más de uno tendrían que estar arriba luchando contra el temporal y no aquí se queja -Que esta pasando? y el capitán?
Buffer el Semielfo está tomando una frugal comida. Una simple ensalada de productos del mar, aderezada con algo de carne ahumada. No es un defensor de la ideología de llenarse la barriga siempre que puedas: El enemigo ataca cuando menos te lo esperas, y estar absurdamente atocinado sólo favorece a tus rivales.
Desde luego, esto es preocupante. Tiene sus motivos para querer hacer este viaje. Y encima puede ganar unas monedas... ¡mejor que mejor!
"Yo soy Buffert" dice el semielfo "Y si ¿Es normal este desvio? No soy un experto, pero diría que el tiempo no acusa ni vendabales ni tormentas como para querer tomar este desvio"
Por su forma física, parece un hombre de armas. Pero su destreza, y sobre todo el cómo lo mira absolutamente todo (Y cómo le es suficiente con mirar una sóla vez) revela que es algo mas que un simple guerrero.
Proviene de Magnimar.
Concretamente Sandpoint (Ofrendas Ardientes, primer Adventure Path de Pathfinder) Buffert es uno de los pocos chicos graduados de la academia Turandarok que conocía a sus padres.
-Por eso estamos aquí. Dice un humano de rasgos orientales que se une a la mesa sin mediar más palabra
-Exacto! Replica el gnomo mientras aporrea la mesa con su chuchara -He pagado una buena fortuna por ir hasta Eleder y este desvío tras cruzar el ojo supone un retraso inadmisible, tanto como los modales de la tripulación! se queja
*De momento nadie come, aun no han servido la mesa.
Cansada de mirar hacía abajo, debido a su tremenda estatura, la bárbara decidió sentarse a la mesa. Al encontrarse otra mujer, aunque de rasgos más frágiles que ella misma, decidió sentarse a su lado mientras esperaba que sirviesen la mesa o dieran alguna otra información. Desconocía los motivos del desvío, lo cuál la malhumoraba, para variar, pues quería poner los pies en tierra lo antes posible. Detestaba estar en alta mar, de hecho sentía algunas náuseas que estaban lejos de desvanecerse.
Al cabo de unos minutos de silencio, comenzaron las primeras palabras. Miró de reojo a la joven que se presentó como Nerwen y al semielfo que hizo lo propio al nombrarse a sí mismo como Buffer. No por querer ser cortés sino más bien por no aburrirse, la enorme morena hizo lo propio y con la mirada de pocos amigos a la que acostumbraba habló a esos dos que tenía justo al lado.
- Mi nombre es Winda. Y espero que este rodeo no sea tan largo como parece. Me muero de ganas de pisar tierra de una vez, casi tanto como de comer algo. - Comentó la bárbara.
Al momento, un gnomo comenzó a quejarse, alardeando de su preciado cargamento, lo que distrajo momentáneamente la atención de Winda, que miró en dirección al pequeñajo. - Otro de esos pequeñajos. Creo que podría comer trozos de carne más grandes que él... - Pensó interiormente la enorme joven.
*Cueva de sangre
El gran semiorco entra dando un leve portazo, con pinta de estar malhumorado, como de costumbre, en el camarote. Aunque se ha mojado algo debido a las tempestades en cubierta, esta claro que la higiene no es algo innato en él.
- Perdón, dice el semiorco. Todavia no me acostumbro al balanceo del barco. Una sonrisa hace aflorar los colmillos del orco. Acercandose a la silla que tiene una mayor cantidad de comida más cerca, se sienta sin muchas contemplaciones y se sirve raciones generosas de comida y de bebida.
Mientras acaba de masticar el primer bocado, el semiorco echa un vistazo a los comensales, elfa semidesnuda, gnomo alcahuete, otro mestizo como él, y parandose un poco en la musculosa mujer, alguien que parece interesante.
- Bueno, todo este revuelo porque para evitar acabar siendo vendidos como esclavos en el Grillete, el capitan ha decidido dar un rodeo. Vuelve a sonreir. Mueve ligeramente la cabeza, y antes de darle otro bocado se presenta.
- Soy Grundar, el semiorco y si valorais vuestra vida, no desearias acabar de esclavos. La sonrisa desaparece completamente de su rostro. Os lo garantizo
Abordo el barco en Puerto Peligro.
-Pero que dices gran cerebro! Le contesta el gnomo -Dejamos atrás las grillete hace semanas, tendríamos que haber llegado a Eledere ayer!
Tras el semiorco una mujer tambaleante avanza poco a poco al parecer va borracha como una cuba -Eh! que mirais dice señalando a los presentes antes de volver a darle un trago a su botella -No se supone que tendría que estar el maldito capitán ya aquí?! tartamudea antes de sentarse como puede
El oriental no dice nada simplemente evita el contacto visual con la mujer agachando la cabeza
-Genial, la borracha que no deja de dar problemas también ha sido invitada sigue quejándose el gnomo -En que demonio piensa el primero oficial acaso ha de convencer al capitán con su peste a cerveza barata? o acaso piensa que los argumentos de una ebria serán de ayuda?
En ese momento entra Jon, el cocinero, cargado con una olla enorme que huele a su esquisto el estofado de verduras -El capitán y el primer oficial no tardarán en llegar os comenta mientras sirve
Bueno, a esperar al tifling ahora.
De súbito la puerta del camarote se abre una vez más y en el camarote entra un tiflin, cubierto por un chubasquero que se encuentra calado hasta los topes. Tras colgarlo en un perchero cerca a la mesa, sentándose en una de las pocas sillas libres.
-¿Alguien habló de demonios? dice sonriendo y dejando entrever unos colmillos ligeramente más largos de los normal. Siento el retraso, la cosa está complicada en cubierta y he tenido que echar una mano trepando por las jarcias para asegurar una de las velas. Eso queda un poco fuera de mis responsabilidades como asesor en caso de combate, pero a veces hay que arrimar el hombro.
Soy N'Kai Espadacertera, por cierto.
Embarcado en Corentyn, Cheliax.
GM Edit: Tu pj puede haber embarcado en Cheliax en algunos de los anteriores viajes del barco, pero a lo que campaña se refiere al ser tripulante cuenta que estas desde Magnimar, que fue la salida.
La puerta del camarote se abrió para dar paso a un varana de pelaje plateado y negro, rascándose un tatuaje que tenia en el pecho, la cabeza de un gorila negro, sacudiéndose el pelaje fuera del camarote, el varana entro al interior moviéndose por el interior del camarote con el gesto de quien lo ha hecho un millar de veces antes, a fin de cuentas era uno de los marinos del barco y con el tiempo, ya se había hecho a los usos y desusos del barco.
Oh, saludos a todos sonrió el varana, pese a que no parecía ser muy mayor; claro que con los vanara no es que uno pudiera juzgar; su tono si que parecía el que un hombre mayor soy Silverfront, encantado de conocerlos a todos, creo que ya me han visto por el barco, especialmente en las jarcias, se nos da a bien a los vanara trepar y encargarnos de esos asuntos se encogio de hombros el vanara con una sonrisa sencilla.
Tripulante del Jenevere, desde Magnimar
Finalmente todos os sentais en la mesa, y empezais a comer hartos de esperar por el capitán y el primer oficial de la nave, pero algo no va bien....
Tirada oculta
Motivo: Fortalezas
Tirada: 6d20
Resultado: 9, 20, 16, 13, 2, 3 (Suma: 63)
Bueno, ya están todos los PCs y NPCs de relevancia presentados así que con esto finaliza el prólogo y empieza la campaña con el Acto I.
Como tripulantes, por cierto olvidé decirlo habéis oído un rumor extraño, algunos de vuestros compañeros comentan que el primer oficial y el capitán parece que compiten por el afecto de una erudita Varisia llamada Ieana, unos rumores que nada gustaron al capitán y que acalló rápidamente entre la tripulación antes de que se extendiese entre el pasaje "y llegase a oídos de la erudita"