Rokugán es un mundo complejo y vibrante, que sorprende al viajero que logra cruzar sus fronteras con visiones hermosas, extrañas y a veces terribles. Un mundo de leyendas y aventuras donde no se sabe qué vendrá con la nueva estación. Donde la guerra es un arte que tiene sus reglas. Donde la katana no es un arma, es un símbolo, un estatus, y no la empuña una única mano, si no la mano de todos los ancestros que la empuñaron.
Aquí se irán explicando distintos temas sobre el mundo de la Leyenda de los 5 Anillos.
¿Qué es un samurai?
Aunque cuando uno piensa en un samurai piensa en un guerrero con armadura, los samurai son una casta y no una profesión. Esta casta se distingue por tener una posición más elevada que la mayoría de los mortales y por descender directamente de los kami (espíritus) fundadores de la civilización.
Los samurais serían el equivalente a los nobles occidentales, aunque con una capa de baja nobleza muy poblada. Los samurais son los que cultivan el arte en Rokugán, ya sea el de la guerra, el de la diplomacia, la pintura o el tratar con los kami (espíritus).
Por lo general los samurais son o bushis (guerrero), o shugenjas (magos que hablan con los espíritus), o cortesanos.
Clanes y familias
En Rokugán existen una serie de Clanes en los que se divide el Imperio, poseyendo, cada uno, unas tierras que deben defender y regir en el nombre del Emperador. Posteriormente cada clan se divide en familias. Cada clan tiene, al menos, una familia principal (que desciende de uno de los kamis originales) y un familia de shugenjas.
Los clanes son:
-El Cangrejo: Un clan cuya función es proteger la muralla que separa al Imperio de las Tierras Sombrías, una tierra de oscuridad que ansía destruir Rokugán. La gente del clan Cangrejo está marcada por una vida militar carente de muchas normas de etiqueta. Suelen ser fuertes y resistentes y algo embrutecidos por su cometido. Incluso sus shugenjas suelen tener conocimientos marciales y son el terror tanto de enemigos como amigos.
-El Dragón: Un clan que busca la armonía espiritual, tanto sus guerreros como sus shugenjas, como sus archiconocidos monjes. Viven en lo alto de una cordillera de montañas y buscan con más ahinco que ningún otro clan la iluminación. El clan procura mantener la espiritualidad del Imperio.
-El Escorpión: Un clan que tiene fama (aunque nadie lo admitiría delante de un samurai Escorpión) de poseer espías, ninjas e incluso saber manejar venenos. Se dice que no se puede confiar en un Escorpión, y en la mayor parte del tiempo es cierto, aunque se trate de uno de los clanes más leales a su cometido. En un mundo donde el sigilo y el subterfugio es causa de deshonra, los Escorpiones van contra corriente.
-El Fénix: Un clan de eruditos y talentosos shugenjas (magos). Su labor es la de proporcionar un referente respecto al uso de la magia. En vez de estar gobernado por un señor feudal, sus líderes son el círculo de los maestros elementales. Los bushis del clan Fénix se aplican para defender a sus poderosos shugenjas de sus enemigos.
-La Grulla: Un clan que sabe llevar el arte y el buen gusto a todos los ámbitos. Se caracteriza por sus cortesanos que labran favorables alianzas para el clan, sus artesanos que son conocidos más allá de sus tierras y por sus mortales duelistas que han convertido el duelo de katanas en un arte depurado y letal. Solían tener el honor de que las esposas de los Emperadores siempre se elegían entre damas de su clan, así como solían ser su mano izquierda, la mano política.
-El León: El clan que siempre fue, por excelencia la mano derecha, o mano militar del Emperador, es un clan que ha refinado la guerra, la estrategia y las tácticas hasta convertirse en el ejército más disciplinado de Rokugán. Viven para la guerra y siempre están preparados para ella. Son bastante tradicionalistas y se enorgullecen de tener los más honorables samurais, junto con el clan Grulla.
-La Mantis: La Mantis anteriormente no era un clan por derecho propio, pero con tenacidad y esfuerzo se labró un lugar entre los grandes clanes. Viven en un archipiélago de ricas islas y son, principalmente, marinos. Grandes mercantes son famosos por dominar el mar que rodea a Rokugán. Sus samurais no están tan adheridos a las costumbres de la vida samurai como el resto y suelen utilizar armas rápidas y que generalmente se considerarían de campesinos.
-El Uncornio: Por orden del Emperador el clan Unicornio tuvo que dejar Rokugán para ir a ver qué había más allá del desierto que rodea el Imperio. Durante siglos se creyó que habían perecido pero tras un largo tiempo volvieron, cabalgando unos caballos como nunca había visto Rokugán y habiendo adoptado unas costumbres extrañas. Le costó volver a recuperar su sitio en el Imperio por el cambio sufrido en el extranjero, pero tenían el derecho y el resto de los clanes sólo pudieron aceptarlo. Son conocidos por sus jinetes, ya que la mayoría del clan sabe cabalgar desde pequeño y poseen caballos casi el doble de grandes que los nativos de Rokugán (que se asemejan más a ponis que a verdaderos caballos).
-Las familias Imperiales, los clanes menores y los ronin: A parte de los grandes clanes, hay tres familias que poseen la sangre de los antiguos Emperadores de Rokugán, que tienen un papel mediador entre los clanes, así como clanes de menor poder y cuyos samurais tienen más difícil encontrar un hueco para ellos en las leyendas. Y por último los ronin, samurais sin clan, parias de la sociedad que tienen un puesto en el orden celestial pero que a regañadientes se les conceden sus derechos y que son considerados deshonrosos.
La vida del samurai
La vida del samurai está muy estructurada y es difícil saltarse sus etapas. Ya a una tierna edad (cuatro-cinco años) se le envía a la escuela de su clan para que comience su adiestramiento. Si ha demostrado tener talento comunicándose con los kamis se le enviará a la escuela de shugenjas, si no el padre elegirá su destino según sus preferencias, aunque generalmente se le envía a la escuela de la propia familia.
Cuando el futuro samurai esté preparado se iniciará en su futura vida pasando la ceremonia del gempukku. Una ceremonia en la que recibe un nombre de adulto y en la que se transforma en samurai. Generalmente tiene lugar alrededor de los catorce años. La familia le concertará un matrimonio del que pueda sacar provecho y lo casarán joven.
Tras su gempukku su clan le dará unas tareas, ya sea en el servicio militar, en la corte o como magistrado (investigador, policia y juez). Así el samurai pasará su vida al servicio de su clan, acudiendo a su escuela cada vez que esté listo para aprender nuevas técnicas.
Ua vez ya no pueda ser útil, se afeitará la cabeza y se dedicará a la vida monástica, evitando ser una carga para sus familiares.
Las mujeres son, en Rokugán, iguales a los hombres. Se les llama samurai-ko.
Código del samurai
El código del samurai se llama Bushido y sigue siete dogmas:
1.- Gi (Honestidad): La mentira es deshonrosa, la gente honorable no debe temer la verdad. Esto no quiere decir que la gente no oculte cosas, es normal que un samurai cometa adulterio en un matrimonio concertado, pero mientras sea discreto y se lo oculte debidamente con silencio o con verdades tergiversadas, no hay problema.
2.- Yu (Coraje): Dejarse llevar por el miedo es deshonroso, tenerlo es normal, ya que la vida de un samurai está llena de peligros y horrores, pero no saber sobreponerse es un pecado grave. El samurai da su vida sin titubear por su familia, su clan y su Imperio, aunque no es idiota ni un suicida.
3.- Jin (Compasión): Un samurai debe comprender que su posición por encima de los hombres le otorga una responsabilidad de piedad con aquellos que están por debajo. La crueldad injustificada es deshonrosa.
4.- Rei (Cortesía): Un samurai respeta a amigos, enemigos y desconocidos por igual y se muestra igualmente educado con cada uno de ellos.
5.- Meyo (Honor): El honor es la fuerza que mueve todo en Rokugán. Definirlo es imposible pues aquellos que no lo poseen no pueden entenderlo.
6.- Makoto (Sinceridad): Si un samurai dice algo, es que es (o será) verdad. Las promesas son innecesarias pues un samurai moriría antes de faltar a su palabra, de ello depende su reputación.
7.- Chugo (Deber): Todos en Rokugán tienen un deber que cumplir una lealtad a la que atenerse. Incluso el Emperador se inclina ante el poder de los Cielos.
Si un samurai fuera a caer en deshonra por el incumplimiento de alguno de estos dogmas, ésta se propagaría a sus ancestros, y para evitar esto puede cometer sepukku, o suicidio ritual. Si su señor le niega este derecho, es que su pecado no tiene redención, y debe convertirse en un ronin.
Si la palabra de dos samurais del mismo estatus se contradice, se soluciona como muchas disputas en Rokugán, mediante un duelo de espadas llamado duelo de Iaijutsu. No todos los samurai practican este arte pero los que sí lo hacen pueden aprovecharse de esta situación.
Si son de distinto estatus, el de mayor tendrá razón y el otro quedará como un mentiroso, aunque sería una situación delicada que podría cambiar según testigos de ambas partes.
Los samurais honorables tampoco recurren a determinadas tácticas como son el sigilo, los venenos, las trampas, los juegos de manos, el engaño, la falsificación o el comercio (un samurai recibe todo lo que necesita para vivir de su señor o de lo que tenía su familia). Estas actividades son deshonrosas para un samurai, pero no quiere decir que no todos los samurais las eviten. Siempre gente queriendo lograr alguna ventaja y siempre hay clanes más honorables que otros.
Costumbres y etiqueta
Este apartado sería tan largo que sería difícil cubrirlo todo, pero intentaré hacer más o menos de lo más importante y lo más llamativo.
La sociedad de Rokugán está muy estratificada y todo el mundo suele ser muy respetuoso. Cuando hablas con alguien que es mayor que tú, de un estatus mayor o simplemete quieres mostrar un respeto especial, tras su nombre añades el sufijo -sama. Por ejemplo, si un soldado se dirige a su sargento llamado Ryu, le llamaría Ryu-sama. Si se habla con alguien del mismo estatus o inferior con quien no se tiene una amistad muy profunda o un lazo familiar muy estrecho, se utiliza el sufijo -san. Para un maestro se utiliza el sufijo -sensei. Y para un familiar, un niño o un amigo muy querido se puede utilizar -kun (generalmente para hombres) o -chan (generalmente para mujeres).
Las reverencias también están muy tipificadas. Alguien de menor rango debe inclinarse siempre más que alguien de mayor. Entre gente que se ve a menudo y con la hay confianza un simple gesto de cabeza cubre la etiqueta. Si se trata de un daimyo (señor feudal) o del emperador, hay que arrodillarse y no levantarse hasta que éste lo indique. Nadie puede estar por encima del emperador, así que siempre suele haber una tarima que lo eleva.
La gente en Rokugán nunca come carne roja, sólo comen pollo o pescado. Tan sólo en el clan Unicornio y a veces por falta de recursos en el clan Dragón, se come carne roja, aunque en este último suele ser cabra y se le pone el apodo de atún de montaña para disimularlo. Tampoco tocan la carne roja si pueden evitarlo, ni la sangre, ya que se considera impuro y corrupto. De esta manera, después de un combate en el que se ha manchado de sangre, el samurai se suele purificar en un rito mientras se lava, y si este rito lo puede llevar un shugenja, mejor. Los samurais tampoco se tocan entre ellos a no ser que sea necesario, ya que les resulta incómodo y desagradable el contacto físico con otras personas, y de mal gusto.
El símbolo de un samurai es su daisho, que consta de una katana y un wakizashi (una katana del tamaño de una espada corta) que se lleva en el cinto. Todo aquel que lleve katana de esta manera, es un samurai. Los shugenjas suelen portar sólo el wakizashi, y los cortesanos suelen dejar las armas en casa. Si un shugenja o un cortesano portan katana quiere decir que saben usarla y si les desafían a un duelo, deberán aceptarlo ellos mismos y no elegir un paladín que luche por ellos. La katana porta los ancestros de la familia y dejar que alguien la toque o la empuñe sin el permiso de un samurai sería una gran afrenta. Y el permiso sería muy raro que se diese. Prestar una katana familiar es como arrancarte el brazo y prestárselo a otra persona. Generalmente para combatir con humanos se usa la katana en el cuerpo a cuerpo, es el arma más honorable.
Cuando se llega a una casa o un establecimiento, se deja fuera el calzado, y en algunos lugares también las armas. Es raro que a un samurai se le pida que se desprenda de su daisho, ya que el anfitrión debe asegurar con su reputación y su vida que podrá salvaguardarla hasta que éste se marche. Dentro del establecimiento u hogar, la posición en la que se deja la katana es muy relevante. Si se deja a la izquierda quiere decir que no confías en el anfitrión, incluso se suele considerar un insulto. Si se deposita a la derecha se quiere decir que se confía en el anfitrión.
Los regalos no son improvisados y suelen servir para regular favores. Incluso hay un ritual que siempre se ejecuta, que es el de rechazarlo dos veces antes de aceptarlo. Es una grosería aceptar un regalo a la primera, y también rechazarlo completamente dependiendo de la situación.
El amor está mal y bien visto a la vez en Rokugán. Dentro del ámbito de las personas cercanas, está mal visto dejarse llevar por el amor en contra de la voluntad del clan, aunque si con ello se convierte en una historia legendaria, entonces el caracter romántico de ese amor consigue la aprobación de todos. Por ejemplo, si te descubren enamorado de una persona mientras que estás casado con otra, caerá el deshonor sobre ti, pero si por ese amor te realizas una cruzada épica, será bien visto y se escribirán obras que cuenten tus hazañas.
-Estatus de samurais
La casta samurai es la cima de las posiciones sociales, aunque son el segundo peldaño en lo que se denomina el Orden Celestial. Aunque suponen un amplio rango de nobleza.
Los samurais más Importantes son los Campeones de Clan, las personas que rigen los clanes, únicamente por encima de ellos está el Emperador. A su mando están los Daimyos de cada Familia. Daimyo significa señor feudal. A su vez las familias se dividen entre los distintos daimyos que rigen cada región geográfica, a quienes se les ha dado unas tierras, y genralmente un castillo, y que lo gobiernan a su vez delegando en otros samurais. Así hasta llegar a los samurais que están abajo, que sirven a su señor como en Europa lo hacían los caballeros. La vida de un samurai le pertenece a su Clan, y de ella dispone su superior, que no es su sargento (o también llamado gunso) si no el que posee las tierras donde vive, paga sus gastos y le proporciona lo que necesita.
Si son tiempos de guerra y se le llama a las filas, hasta que no vuelva, su vida le sigue perteneciendo al clan, pero esta vez a través de la escala de mando, desde el comandante al sargento.
Si un samurai tiene alguna rencilla con un samurai de mayor estatus, el de mayor estatus puede desafiarle a un duelo y el de menor debe aceptarlo, declararse directamente perdedor o perder honor por rechazarlo. Pero un samurai de menor estatus pierde honor si desafía a alguien con mucho más estatus que él y éste no tiene por qué aceptarlo. La palabra de un samurai con más estatus siempre está por encima. Esto es un problema cuando se lleva a cabo una investigación o un juicio, si un samurai de más estatus acusa de algo a alguien de menos estatus, éste debe tener a alguien de un estatus similar que lo pueda defender, ya que las artes de investigación en Rokugán no estaban muy evolucionadas y la magia no estaba permitida en los juicios ya que los espíritu son caprichosos y ambiguos. Esto no es así entre gente de distinto clan, ya que el clan intentará defender a los suyos si creen en su inocencia.
Aunque algunas posiciones como las de daimyo son por defecto hereditarias, pueden acabar cambiando de manos por cúmulos de cosas como servicios extraordinarios, intercambios de favores, actos decepcionantes... El estatus también puede mejorarse destacando en el servicio al clan o al Imperio.
El puesto más común a parte del de soldado raso e inmediatamente por encima de éste es el de gunso para la carrera militar o magistrado para los servicios al clan. Los magistrados de los clanes son los encargados de hacer cumplir la justicia, para ellos son a la vez la fuerza legal y ejecutora, jueces y policias. Investigan los casos y ejecutan las leyes del Imperio o del clan.