Con tus gritos consigues llamar la atención de mucha gente, y no precisamente de los prisioneros que continúan su pesaroso camino hacia las duchas cabizbajos e impotentes. Unos soldados se acercan rápido hasta ti con aspecto amenazante y algo apresurados. Te agarran de la pechera y te lanzan violentamente al suelo. Vaya día llevas hoy, entre unos y otros.
Estás tirado sobre la fría nieve, a tu alrededor hay tres soldados y uno de ellos saca una pistola fina y alargada.
- Es ist verboten, hier zu weinen, du weißt verdammt jude? - solo sabes que se trata de una pregunta, pero su tono de voz es terriblemente sarcástico, y tienes la impresión de que esa pistola va a usarla contigo.
De repente, un hombre delgado y vestido con los simples atuendos iguales al del resto de personas de los vagones se interpone entre tí y los soldados que te acosan con la intención de protegerte.
Un rayo de esperanza cruza fugaz tu mente, pero rápidamente se evapora al acercarse unos cuantos soldados y apartar al hombre que acude en tu ayuda. Frente a tí han puesto al hombre delgado de aspecto pesaroso de rodillas y con la cabeza gacha.
La gente de alrededor continúa su siniestro camino en filas ordenadas hasta la estructura de piedra, pero en sus rostros puedes ver dolor e impotencia.
La sangre te salpica y el cuerpo cae inerte al suelo, con un agujero del tamaño de un puño en la parte posterior de la cabeza.
Gritas asustado y cierras los ojos muerto de miedo. Los hombres ríen grotescamente y te agarran de tu corto cabello tirando fuertemente hasta colocarte de rodillas y de espaldas a ellos. Las gafas reciben un golpe y puedes ver una rotura en el cristal de tu lente derecha, aunque esa es la última de tus preocupaciones.
Empiezas a rezar lo que mejor sabes, seguro de que tu momento ha llegado, aunque los temblores de tu cuerpo te impiden mantenerte sereno. Esperas de la mejor manera posible tu último suspiro, tu último aliento de vida...
[FUNDIDO EN NEGRO]
Perdona la espera no he estado muy activo esta semana. A ver si cuando acabemos el prólogo acelero el asunto un poquito, que le queda poquito ya.
Me tenía que haber sacado la pinga, así verían que no estoy circuncidado y que no soy judío.
Ya me dirás, después del fundido en negro no tengo nada que hacer, ¿no?
Lyon, 7:02 AM
Un horrible estruendo te saca de la oscuridad en la que estás envuelto. Te encuentras en un relativamente cómodo sillón de avión rodeada de gente que, aunque silenciosa, provoca todo un murmullo de sonidos. Te asomas por la ventilla de tu asiento y contemplas el grandioso aeropuerto de Lyon. Por fin has llegado a tu destino.
Estás sudoroso y con una terrible sensación de malestar, así que enciendes el pequeño conducto de aire acondicionado que hay sobre tu cabeza mientras la manga de tu camisa cae por inercia hasta tu hombro. Echas algo en falta: tus gafas, no las llevas puestas. Con la visión borrosa, intentas palpar con las manos a tu alrededor para dar con ellas, pero no las encuentras. Te agachas como puedes y paseas la mano por el suelo que hay bajo el asiento, ahí están !! Menos mal que las has encontrado, pues no tienes ninguna de repuesto. Vuelves a sentarte y te colocas las gafas, y enseguida te das cuenta de que tienen una pequeña rotura en la lente derecha, igual que en tu sueño !!
Sí, por ahora vamos bien, estoy intentando terminar con todos al mismo tiempo, y en breve empezamos con el capítulo 1.
Neil había debido haberse quedado dormido. No ha sido un suño agradable y lo achacó a la comida de los aviones que no solía ser de extraordinaria calidad, aunque no era mucho peor que la de la cantina de la universidad ni por supuesto la que era capaz de preparar en su apartamento compartido.
Teme haber gritado en alto y llamado la atención de la gente, pero no parece haber sido así. Por suerte, no le gustaba llamar la atención.
Rebusca por el suelo y encuentra las gafas. Rtenían un cristal roto. no era nada infrecuente en él que las monturas de sus gafas no tuvieran que ser remendadas con cinta aislante o que tuvieran algún fuerte rayón en el cristal. Inspecciona el desperfecto y se dice a sí mismo que quizás pueda hacer el viaje sin problemas y que no le dificultará mucho la visión. No obstante maldice para sus adentros y se dispone a recoger su mochila del compartimento situado sobre su cabeza dispuesto a encontrarse con algún representante de la editorial en el punto de encuentro del aeródromo lyonnais.
rebusca en la mochila y encuentra el libro de frases ingles-frances, y mientras las azafatas se disponena darnos la bienvenida a Lyon ya aabrir puertas busca alguna frase que le pueda ser de utilidad e intenta memorizarla.
Haz una tirada de estrés, -5/x3
1d20 + ESE - 5 - 1
ESE 6.
-5 lo entiendo, ¿y el -1 extra?
Sea como sea no parece que esté demasiado tranquilo.
Tirada: 1d20
Motivo: estres
Resultado: 9
Cita:
No, era la misma estación por la que llegásteis a Viena. Si te fijas, cuando narro la parte en que seguís a la furgoneta hacia la casa, comenté que salíais de Viena dejando a un lado la estación. Así pues, al volver hacia la ciudad de la casa sectaria, lo primero que os encontrásteis fue la estación, antes de entrar en zona urbana.
Ya le he echado imaginación y os he puesto un ferrocarril con el que pudísteis escapar definitivamente de ellos.
Hazme una tirada de Ciencias Ocultas dif. 8+
OK.
Y perdón por mi intermitencia...
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: CCOO
Resultado: 13(+2)=15
Has leido acerca de los cíngaros y las misteriosas leyendas que rodean esta tribu nómada del este de Europa. Esta gente se caracteriza por su naturaleza amable, cosa poco común ya que han sido perseguidos desde tiempos inmemoriables.
Sobre sus costumbres sabes que celebran fiestas en las que practican una cosa a la cual denominan baile y consiste en atravesar un camino de brasas con los pies descalzos. También sabes que a aquellos extranjeros que participan en el baile se les tiene gran estima.
En cuanto a las leyendas que sobre ellos pesan, no sabes qué hay de cierto y o mentira y en qué medida estas gentes controlan a los animales. Al parecer hablan de que tienen tratos con los licántropos que habitan libremente por los bosques de la Europa Oriental.
Lo que sí sabes es que cada caravana cuenta con una mater que es la guía espiritual del grupo, y en la mayoría de los casos una maga de mayor o menor poder.
Ala, para alimentar un poquito más el frikismo de Neil.
Cita:
Sí, crees que podrás andar sin problemas, aunque quizás el ungüento te alivie la molestia.