Partida Rol por web

TURNO 2 - 8 RESTANTES

A medida que Jin fue internándose en el lugar, pudo notar como que parecía alejarse del peligro, puesto que cuando doblaba por ciertos pasillos y laberintos, la cosa parecía cada vez más silenciosa. El polvo se acumulaba en el camino, pero los ruidos y pasos que se sentían, estaban muy, pero muy lejos. Los pasillos estaban empezando a angostarse, y, según lo que notabas, habían al menos cuatro caminos que podías tomar para seguir por el laberinto.

Un metro por 1 metro, grande para el tamaño de una niña tal vez, la auténtica duda era si sería un buen lugar en el que buscar, pero para Ivrels eso no era un problema en el que pensar, los gatos tienen fama de colarse por rincones poco comunes y de encontrar cosas insospechadas... Empezó a gatear como si fuera lo más normal del mundo.

Respirando acelerado, asustado, aprieto mis puños lo mas que puedo y levanto mis brazos en guardia.

Me preparo en silencio ante lo que pueda ocurrir, listo para defender en caso de ser necesario pero sin atacar, al menos de momento, observando y sobre todo muy atento a mi alrededor, buscando posibles rutas de escape.

¡¥￦¬$&@#! ¿¡Pero cómo puede estar todavía siguiéndome si no hago ningún ruido!? piensa Pipan, echando una mirada probablemente inútil a la densa oscuridad detrás suyo. 

Se detiene un momento, expira  con resignación, ¡y echa a correr por el interior de las catacumbas, intentando huir de lo que sea que hace ese ruido! 

 ¡Esto es... piensa, proyectando en su memoria imágenes de sí mismo saliendo a todo correr de tiendas elegantes, rodeado de escaparates ...como cuando me dio por llevarme cosas de las galerías comerciales Prixi! ¡Qué subidón aquel!

Kain se sentía como un animal acorralado, tenía los pelos de punta y estaba sudando a chorros, no podía dejar de pensar que pronto se activaría su reacción de pelear, huir o congelarse. Esto lo inquietaba mucho y este no podía hacer otra cosa sino esperar que tuviera la suficiente suerte como para conseguir la superficie alta que tanto buscaba o quizás algo más de interés.

Turno 3 – 7 restantes

Ivrels ingresó en aquél oscuro agujero que se encontraba en la pared. Podía sentir el polvo que había en el lugar y como, al irse arrastrando, se iba ensuciando, pasaba por encima de telarañas, y el lugar se iba achicando cada vez más. Llego un momento donde incluso para ella, el tamaño del túnel era demasiado pequeño, pero los años que había pasado en la naturaleza le habían entregado una gran flexibilidad, por lo que no tuvo problemas para avanzar. Finalmente, tras avanzar unos cuarenta metros, llegó a ver, desde su posición, como el túnel terminaba en lo que era una habitación de piedra, en la que habían unas especies de estanterías hechas de piedra, con lo que parecían ser papeles envueltos dentro, para luego seguir por lo que parecía ser una gruesa puerta de madera.

Turno 3 – 7 restantes

Ciertamente, había tomado la decisión correcta cuando vislumbro mientras corría, como unas sombras se materializaban a la distancia, pero gracias al hecho de correr, se estaba alejando bastante. Corrió pasillo abajo, hasta pasar unas escaleras y finalmente, cuando se dio cuenta, había bajado y avanzado a través del laberinto de piedra, al menos unos tres pisos. Allí, al fin se pudo sentir seguro. Vislumbró sus alrededores y se dio cuenta que estaba en un lugar de lo más particular.

Las escaleras daban a una habitación gigantesca, con un techo de casi seis metros de alto. No parecía haber ninguna puerta en el lugar, como si las escaleras terminaran en esa habitación sin ningún sentido. La habitación tenía un tamaño cercano a los 20 metros de largo por 20 metros de ancho, siendo gigantesca.

Turno 3 – 7 Restantes

Kain tuvo un rayo de esperanza cuando comenzó a caminar cada vez más rápido a través de aquel laberinto, cuando finalmente vio lo que buscaba. En una de las habitaciones por las que paso a medida que avanzaba vio un gran cajón de piedra, en el cual, arriba de este, parecía haber una abertura que daba a un pequeño túnel. Haciendo una corta carrera saltó hasta este, para lograr subir con bastante esfuerzo, pero estaba a bastante altura, y cuando avanzó, pudo sentir que estaba muy seguro. Este extraño túnel por el cuál había entrado parecía estar labrado, tenía un metro de ancho y un techo aproximadamente de dos metros de alto. Le costaba un poco caminar por este, pero a medida que fue avanzando, pudo sentir que este iba en una pendiente descendiente, como si estuviera bajando.

Turno 3 – 7 Restantes

Tiger pudo ver como la criatura de sombras no se detuvo ni un momento, y pareció cargar contra el en una estampida. El suelo temblaba ante el correr de esta criatura, y de no ser por que los pasillos de piedra y el lugar eran amplios, Tiger no habría podido escapar, pero el tamaño de la criatura, y su agilidad, le permitió echarse a un lado para esquivarla. Cuando hizo esto, se dio cuenta que quedó a la espalda de la criatura, y su mejor oportunidad para escapar era correr pasillo abajo, por el mismo por el cuál había venido la criatura.

La joven Enok revisó estantes con mimo, sabía lo que era un lugar histórico y estaba segura de que si llevaba algunos de esos al arqueólogo, éste estaría encantado. Aunque no perdía su principal objetivo de vista, debía dar con algunas monedas, y como un felino el rabillo de su ojo no dejaría de esperar ver algo brillante.

De entre los papeles, escogería un par que pareciesen importantes y los guardaría en su pequeña mochila de viaje, era imprescindible que se mantuvieran secos y protegidos.

Tigger sin pensarlo dos veces, hecho a correr, pasillo abajo, desesperado por salvar su vida, tratando de fijarse en el suelo para evitar caerse.

Por un instante voltea a ver si la criatura le seguia... la peor decisión que pudo tomar en su vida.

Kain se sintió con bastante suerte al de verdad poder conseguir un pasadizo como el que estaba buscando, el sentimiento de peligro hizo que este estuviera en un estado de alerta extrema lo cual provoco que solo se concentrara en escapar de lo que sea que le produjera esa sensación.

Una vez Kain entro en el túnel pudo sentir como si la pesadez que llevaba rato sintiendo se esfumara, tomo un momento muy leve mientras se calmaba y una vez más recompuesto siguió hacia su destino.

Sonríe, con los ojos cerrados, y deja escapar un pequeño suspiro.. 

¡Puf! Mucho mejor. 

Se vuelve un momento hacia la escalera por la que acaba de bajar. Igual me he pasado un poco...Y luego, alzando la antorcha, contempla la enorme estancia en la que ha acabado. 

Aunque no está mal esta especie de sótano.

Con tranquilidad, camina hacia una de las paredes laterales y, siguiéndola con la mano libre, empieza a recorrer la gran habitación subterránea de punta a punta a ver qué encuentra, buscando una salida o algo interesante que no se viera desde la entrada. 

Turno 4 – 6 Restantes

Ivrels comenzó a buscar en la habitación con extremo cuidado, revisando los rollos, y observándolos con mucho cuidado. Se percató que estos estaban en una lengua muy, muy antigua, al punto que no tenía como comprenderlos. Lo que sí pudo hacer, fue encontrar los dos rollos más antiguos que había en este lugar. Entre estos, cuando metió su pequeña mano en uno de los rincones de la estantería, sintió algo frío al tacto, y de un tamaño no muy grande. Cuando sacó la mano, se dio cuenta que había encontrado allí escondida una moneda de oro, con el símbolo que le habían mostrado al inicio de la prueba. Cuando mirabas esta moneda a la luz de la antorcha, pudiste sentir y escuchar, como por la abertura por la que habías llegado, se empezaban a escuchar arañazos, y algo arrastrándose en tu dirección. Sabías que, para terminar la prueba, debías volver al lugar del cuál habías salido.

Turno 4 – 6 Restantes

Tiger pudo ver su oportunidad, y corriendo para aprovechar, trasbilló, yéndose de bruces al piso. Ese segundo la criatura no lo dejo pasar. Esta corrió nuevamente donde Tiger, y moviendo una de sus patas a gran velocidad, impactó a su cuerpo y lo sacó volando por los aires, a tanta distancia que llegó a chocar contra un muro de ladrillos, el cual se derrumbó y lo hizo caer a lo que parecía ser, una habitación. Esta tenía una puerta de acero que estaba corroída por el tiempo, y luego había una cama de piedra, con una trampilla en el piso. Podía escuchar como la criatura se movía por el pasillo, buscando como entrar a la habitación.

No sabía qué o quién arañaba la pared pero no iba a quedarse a comprobarlo, miró el hueco por donde llegó y se lanzó a regresar por donde había llegado. Decían que la curiosidad mató al gato, y no iba a hacer justicia a ese dicho. El tramo hasta el hueco no parecía mucho, pero no debía subestimarlo.

Turno 4 – 6 Restantes

Kain fue avanzando a lo largo de este pasillo, hasta que este empezó a tener escalones, y comenzó a bajarlos. Se preguntó Kain si en algún momento de la escalera había habido, quizás, un compartimiento escondido que habría ocultado una moneda, pero tras ir bajando, desechó la idea. Tras caminar algunos minutos más, llego un punto donde pisó un escalón, y este se apretó, y toda la escalera se transformó en una rampla, haciendo que Kain comenzara a caer si nada de lo que agarrarse por lo que podría describirse como un tobogán. Cuando finalmente llegó al final, cayó en lo que parecía ser una habitación en la que había seis sarcófagos de piedra, para al fondo haber un arco que daba espacio a otra habitación. Todo estaba en un absoluto silencio, y se percibía mucho frío y humedad en este lugar.

Turno 4 – 6 Restantes

Pipan caminó por todos los alrededores de la sala, y se dio cuenta que no encontraba nada. No habían salidas ni entradas, ni tampoco parecían haber aberturas en la roca, al menos, a simple vista. Sentía que entre más buscaba, menos encontraba en ese lugar. No tenía idea de cuál podía ser el truco que la habitación ocultaba, pero ciertamente, se daba cuenta de que algo estaba obviando, puesto que no podía tratarse de una habitación vacía, teniendo una escalera que acababa en aquél lugar.

Tras darse cuenta que el ruido venía del agujero por el que entró, creyó mejor revisar la puerta, ¿Porque las cosas siempre tendían a complicarse?

Sin pensarlo dos veces al ver una ruta de escape, Tiger se puso en pie, tomo la tranpilla como pudo y comenzó a hacer peso desde las piernas, al ver que la trampilla cedía un pequeño grito surgió de su garganta, para de inmediato que cupo comenzar a bajar por ella.