Once Upon a Time una Halfling que se llamaba Fanatikish. Al nacer, le llamaron así por que cuando salió del vientre de su madre estuvo llorando, sus vecinos más bien dirían gritando, durante dos días seguidos y su cara estaba roja como un tomate y sus pelos alborotados, era la imagen de una autentica fanática.
Desde pequeña demostró hacer honor a su nombre y cuando se concentraba en hacer algo lo hacía con mucho fanatismo. Ganó en cuatro ocasiones la carrera del festival de verano de Sauerapfel, la primera solo a la edad de catorce años cuando apenas levantaba cincuenta centímetros del suelo. Al ganar la carrera surgió el conflicto del premio, ya que este era una cinta del cabello de la Reina del Festival y como era norma siempre ganaba un varón y no una mujer.
Creció en una aldea prospera, rodeada de manzanales que se extienden kilómetros y kilómetros alrededor de la aldea a ambos lados de un río. Vivía en una casita de tonos ocres, en la cual siempre había un aroma maravilloso ya fuese a pastel o a cocido, ya que su madre era la mejor cocinera del lugar. Su padre trabajaba en el puerto, como la gran mayoría de los varones de la aldea ya que el pequeño puerto era el que regulaba el tráfico fluvial que entraba y salía de la Asamblea.
En mi casa éramos muchos, de hermanos éramos solo tres, pero vivían con nosotros mis tíos y tías y muchos más primos por parte de matrimonio, por lo menos una veintena, siempre cogías prestado lo que necesitaras ya fuese una empanada, unas cuantas coronas o incluso una joya, así que la práctica de coger lo que necesito está bastante enraizada en mi personalidad. Así eran las cosas, la ley con la que crecí y así éramos todos felices, después de todo, si son todo familia, ¿para qué íbamos a pedir permiso? ¿Cómo no van a dejarnos que lo tomásemos prestado?
De todos los pueblos de la Asamblea, Sauerapfel es el que más trata con forasteros, y a sus lugareños les gusta pensar que ellos son más sofisticados que sus primos de campo del interior, mientras que los habitantes del resto de la Asamblea se cansan en seguida cada vez que alguien de Sauerapfel se da aires. Aun así, es cierto que Saurapfel y su entorno producen la mayor cantidad de “halflings aventureros” de toda la Asamblea. Cuando les preguntan por qué, los sauerapfelanos guiñan un ojo y contestan, “¡es para huir de todas las emociones que tenemos aquí!”.
Sauerapfel es también conocida por su festival de la cosecha, cuyo tema central son, por supuesto, las manzanas. La festividad se celebra durante la semana del pastel, y está marcada por juegos y concursos de elaboración de empanadas, pescar manzanas con la boca, concursos de atracones y el infame “besa al mangante” (este último juego de parejas es el motivo de que muchos niños no se parezcan a su “padre”). Como muchas otras fiestas en todo el Imperio, la celebración incluye gente vestida con estrafalarios disfraces para mofarse de las cosas a las que temen, como demonios, orcos y hombres bestia. Muchos de los disfraces representan a humanos, y cada uno de ellos oculta a dos halflings, normalmente uno sobre los hombros de otro.
Un día fatídico, con motivo del festival de la cosecha, vinieron algunos humanos a la aldea en sus lujosas caravanas. Fanatikish iba disfrazada de Orco y jugando a pelearse con otros jóvenes de la aldea, como siempre llevaba todo al límite, uno de los jóvenes salió herido del juego y su madre se había enfadado con ella. Mientras paseaba sola con su disfraz de Orco por la aldea y detectó el olor de la algarroba su comida preferida y siguió el rastro de aquel olor.
El olor la llevaba poco a poco a alejarse de la aldea, cosa que no le gustaba en demasia, pero el sonar de su estomago, le hizo entrar en razón e ignorar el peligro, justo en ese momento encontró junto al camino una carreta cargada de algarrobas.
Sin duda - pensó ella - uno de mis primos de matrimonio que viene a traer a su casa tan delicioso manjar para que mi madre haga su deliciosa tarta de algarrobas.
Como no vio nadie alrededor del carruaje pensó que su primo de matrimonio habría ido a la celebración del festival y había dejado el carro parado hasta después de las fiestas.
¡Qué riquísima le va a salir la tarta a mi madre! - pensó - No puedo esperar hasta que llegue el carro.
Fanatikish no las cogió todas, unas cuantas nada más, solo las necesarias para cinco o quizás diez tartas. Con el ruido de su estomago no advirtió que el carruaje estaba orientado en dirección contraria a la aldea, por lo que estaba saliendo de ella y no entrando, ni tampoco vislumbró al conductor que se había bajado simplemente a hacer sus necesidades. El cochero volvió más tarde a la aldea balbuceando que un Orco le había robado las algarrobas que acababa de comprar y que venía en dirección a la aldea.
Y bueno… Fanatikish nunca quiere recordar, prefiere no rememorar ese momento, por esa razón, según ella se convirtió en forajida, que desdicha la mía!! Yo una forajida, que disgusto le di a mi familia, estaban avergonzados de mí.
En realidad el cochero nunca la denunció formalmente por lo que Fanatikish no se convirtió en una forajida buscada por la ley, pero desde entonces abandonó la asamblea, y vivió como tal, comenzando así la historia de su vida.
Buscó trabajo en una cocina, y las cosas poco a poco empezaron a ir a mejor. Pero su afán por creerse una forajida la llevaba a cambiar de pueblo continuadas veces, así que su vida era a todas luces la de una forajida. No había oído que nadie la buscase, no había visto ningún indicio, pero tenía claro que algún día un soldado vendría a por su cabeza.
Con el tiempo las tareas de cocinero y los humanos resultaron parecerse mucho a su vida en Sauerapfel, aburridos. Quizás unas pocas de aventuras no le viniesen mal.
El nombre no esta bien en la escena me llamo Fanatikish, jeje un saludo¡¡¡