Partida Rol por web

Finalmente victoria, guardo la flecha que había sacado dado que ahora era inútil y que mejor que no tener que usarla. La escena es feliz, pero al mismo tiempo está llena de dolor, los sentimientos se cruzan entre lágrimas de felicidad y tristeza.

Varios van a consolar al clérigo y yo no tengo palabras de consuelo ahora, me siento cansada y extenuada, de forma mental y física. Me arrodillo y me quedo ahí, sollozando finalmente por todos los horrores que vi y sentí en este lugar, un lugar al cual espero no tener que volver.

- Has visto elfa - dice todo pomposo el guerrero mientras limpia el hacha - esta es la fuerza de un verdadero guerrero - se gira y al verla llorando y no admirandolo como esperaba se queda un poco extrañado. - Keyla, ¿qué te pasa guapa? - dice arrodillandose a su lado - ¿estás herida?

El enano estrecha la mano que Leuden le tiende y se pone en pie, reconfortado ante tanta amabilidad por parte de todos.

-Estoy en eterna deuda con vosotros. No solo me salvasteis la vida, sino que además me habéis permitido volver a mi hogar sin la deshonra…

El enano mira en dirección a donde se encuentran elfa y guerrero.

-Vuestra compañera tiene que sentirse agotada tras tantos días… por no decir que vimos cosas que volverían loco a cualquier hombre… Regresemos con mi amado pueblo y me encargare personalmente de que seáis bien atendidos… Llenaremos esos petates como se merecen, toda gratitud es poca.

-…y esta es la historia de aquel grupo de héroes que nació de este gremio… -Termino de narrar el anciano mediano al numeroso grupo de jóvenes oyentes que una noche más le rodeaban alrededor de la chimenea del comedor, la decorada con una cabeza de dragón rojo, oliendo el aroma de los leños de pino al quemarse y sintiéndose arropados con los cuentos del mediano. -Hoy dia, tanto nuestra ciudad, como la Ciudadela de los enanos, cuenta con una alianza reforzada gracias a tal valerosos actos y ambas ciudades han prosperado al hacer, de paso, la ruta de mercado un camino mucho más seguro…

Una de las manos de los pequeños se levanta con gran entusiasmo, pidiendo la palabra al anciano.

-¿Qué ocurre, Billy?

-Señor Horben… ¿Esa historia es cierta? ¿Qué fue de esos héroes?

-Hace ya mucho tiempo que se fueron de viaje tras aquella misión, Billy… Sus aventuras siguieron a raíz de aquello, pensad que Lolth se la tenía jurada... –Dice el mediano, inclinándose hacia los pequeños para dar mayor dramatismo a sus palabras y dejando boquiabiertos a la diminuta multitud.

-En el gremio hay siete dormitorios siempre desocupadas… ¿Adivinas de quien pueden ser? ¡Exacto! Y sus cosas siguen donde las dejaron... –Apremia el anciano al ver el rostro iluminado del joven.
-¡Porque quién sabe… -prosigue- …puede que estén ya de regreso al hogar y nos deleiten con otra exquisita historia! –Exclama el mediano, estallando en risotadas. -Bien… ¿Qué otro cuento queréis que os cuente esta vez?