Partida Rol por web

Al leerla correctamente Finn Lenguadeplata descubrió que clase de Hechizo tenía ahí guardada y, por desgracia para el mediano, este era uno que excedía sus capacidades de mago de crear ilusiones pequeñas que impresionaban a Goblins y gente de la taberna por igual...

-Ulu me dice que puede lanzar un Hechizo para quien que tenga la capacidad mágica para controlarlo. -Indicó Finn con convicción- Al parecer es una pequeña inspiración para todos que dura una hora y una ligera desventaja contra nuestros enemigos... ¡Una pena que no tenga forma de usarlo!.

Y tras esto, guardó la tablilla ululante, a fin de cuentas, no podía usarla de momento y era más que probable que ninguno de los presentes estuvieran mejor preparados que él para usar magia, un mago.

-Por cierto... ¿No escucháis un poco de alboroto por la otra puerta?. ¿Creéis que estarán bien?.

Tras el ataque de los rápidos lobos, Brent fue el primero en responder con su ballesta, pero los nervios hicieron que el tiro saliese desviado, falló. Y comenzó a preparar la ballesta para otro ataque. A continuación Burí entro en furia y ataco al lobo (3) que le había mordido en la pierna, provocándole feas heridas y haciendo que retrocediese unos metros. Y Karel mordido en el brazo según entraba en la sala, le sacudió un buen golpe a aquel lobo que tenía tanta hambre (4).

Alaia baja rápidamente para ayudar en el combate, mientras que Finn y Dalfrid descubren que la Tablilla es un objeto mágico que pueden usar para lanzar magia, parece un poderoso objeto que podría serles de gran utilidad, o no.

En este momento un lobo ataca a Buri de frente se le nota herido y esta sangrando abundantemente (3) y otro se une a el (2), el valiente enano tendrá que sobreponerse al ataque de estas dos bestias. Mientras tanto un lobo entra y ataca a Brent (1), y el otro lobo herido ataca a Karel. Pero en esta ocasión los aventureros tienen mucha suerte, los lobos fallan sus ataques, y tan solo uno de ellos (2) logra hacerle un arañazo a Buri.

Podéis ver que hay otros lobos en la jaula, pero no parece que quieran atacaros, al menos de momento.

Vuestro turno.

Era evidente que los lobos que habían comentado antes eran un hueso duro de roer, quizás demasiado literal de lo que a aquella banda de salvadores y de recaudadores de impuestos estaban en un principio dispuestos a creer. Y pese a escuchar todos esos ruidos, Finn Lenguadeplata decidió quedarse ahí donde estaba, a la espera de que los lobos dejaran de hacer ruido para, probablemente sugerirle a Dalfrid de echar un vistazo para ver si habían terminado de matar a los lobos o los lobos habían terminado de comer a sus compañeros.

-Seguuuuuuro que están bien. -Comentó Finn sin atreverse a mirar el interior de la otra sala por donde se escuchaban ruidos de los lobos, así como de lucha de los otros compañeros- Y bueno, Dalfrid... ¿Que tal tu vida?. ¿La familia bien y eso?.

Ese lobo ha perdido fuelle - pensó Buri -va siendo hora de rematarlo.

Y girando sobre sí mismo, Buri logra dañar al lobo levemente. Se ve que el giro lo ha ejecutado por el lado romo de las hachas, atestando un golpe contundente sobre el hocico del lobo.

Pfff espero que esto no le cabree más... 

-Vamos muchachos, aquí hay lobo para una buena merienda.

Alaia se dio cuenta de que se había apresurado, y necesitaba algo mas de tiempo para implorar ayuda a su diosa.

Pero ahora que por fin había llegado, era lo que iba a hacer.

-Querida diosa, no tengo tiempo para repetir todas las bonitas palabras que he dicho, pero como ya sabes, necesito ayuda y tú puedes dármela, quizás no sean los mejores héroes, pero al menos aun no han destrozado ninguna taberna... creo…. Así que por favor, ofréceles tu apoyo.

Después de acertar al lobo y ver que resistía mi gran hachazo sin caer muerto, pensé que sería complicado el combate. Había muchas de esas criaturas allí y nosotros solo éramos tres, ya que los demás se habían quedado estudiando la tablilla y no sabría si vendrían o no; pero por el tiempo pasado, no lo creía. Habría que agarrarse los machos y atacar de nuevo. Volví a levantar mi arma y le lancé otro furioso golpe.

-"Cae ya, maldito chucho." Le grité.

Escuché la respuesta de Finn y levanté una ceja, sorprendida de lo que había descubierto, mientras aún seguía con el arco en la mano. Después, viendo que los sonidos de lucha eran cada vez mas fuertes, se interesó por esa sala.

Finn, ven detrás de mí -le propuse, sin responder de momento a lo que me había preguntado, pues yo tenía en la cabeza la situación de nuestros compañeros-. Nos asomaremos a la sala, pues desde aquí no puedo disparar a lo que haya ahí dentro. Está claro que hay problemas, ¡deprisa! ¡Sigue tras de mí!

Animé al mediano a continuar justo tras mis pasos, mientras levanté el arco en dirección a la puerta. Si podía asomarme y disparar desde allí, lo haría.

El hecho de que Dalfrid deseara avanzar después de que este le preguntara sobre su familia hizo que Finn se imaginaria que a Dalfrid le caía mal su familia para tener semejante reacción suicida, o al menos, temeraria. Aún con todo, le siguió el juego.

-Sí, sí, sí... -Le confirmó Finn de que iba a seguirla, pese a no moverse en absoluto del sitio, al menos hasta que dejara de escuchar sonidos del combate- Justo detrás de ti, bueno, quizás un par de pasos detrás... no quiero estorbarte con eso de disparar, no vaya a ser que choquemos y seamos los hazmereíres de los goblins...

Finn se quedo en el sitio, de hecho se apartó un poco de la vista de Dalfrid hacia su izquierda, ocultándose tras la esquina de aquel pasillo, no fuera a ser que los lobos que tanto gruñían salieran por esa puerta a atacarle.

Karel ataca al lobo que le había mordido el brazo, y le parte la columna. El lobo tras emitir un desgarrador alarido cae al suelo muerto. 

Viendo que el animal caía a mis pies tronchado y teniendo todavía la inercia del golpe, balanceé el mango del hacha para asestar otro golpe al lobito que tenía al lado.

-"¡Pilla tú también!" Dije riéndome.

Buri se queda estupefacto ante tal hábil destreza de Karel con el hacha, lo cual le cabrea más… 

En ese momento suelta a Venganza y empuña a dos manos a Vergüenza y amenaza a los lobos con un…

-¡Aaaaagggghhhhh! Venid a miiii….

Brent vuelve a cargar la ballesta y, justo en el momento en el que tiene a un lobo a tiro, este da un salto larguísimo hacia él para morderle el brazo. Los instintos del humano le permiten echarse a un lado en el último momento, pero dispara por error, dándole al techo en lugar de a su oponente...

Tras el enorme susto recibido al encontrarse con un enorme huargo de frente, Finn decide bajar por el pasillo hasta la sala en la que se encuentra el resto del grupo. Lo hace rápido, ya que sabe que dentro de lo que parecía un dormitorio/comedor hay otras tres de estas bestias que podrían regresar en cualquier momento. Finalmente llega hasta la puerta que le separa del resto del grupo, y justo puede dejarla entreabierta para ver lo que ocurre.

El resto veis a Finn a través de la puerta entreabierta por la que desaparecieron los huargos.

Tras el acierto de Brent, tan solo quedan dos lobos atacando al grupo. Uno esta con Buri, que ha sido curado por Alaia, y el otro esta con Karel. A pesar de tener una buena posición defensiva el lobo que ataca a Buri logra darle un mordisco en la pierna izquierda. Mientras que Karel tiene mas suerte y el ataque de su lobo es detenido por un rápido movimiento de su escudo.

Dalfrid y Brent escuchan y ven como enormes huargos se van por la sala de arriba hacia posiblemente la salida de este lugar.

Los cuerpos de los lobos muertos y la sangre, no toda de los lobos, ensucian el suelo de la sala que comienza a tener olor a matadero. Otro de los lobos permanece sentado, sin tener de momento intenciones hostiles hacia el grupo.

Vuestro turno.

Ahora quedaban dos lobos atacantes, puesto que aquel que había logrado calmar con el lenguaje lobezno aguardaba aún sentado más atrás. Por tanto, sin aguardar mucho más, disparé otro par de flechas, dirigidas al lobo que acosaba a Buri, quien era el más malherido de todos. Sin embargo, de nuevo volaron hacia la parte posterior de la sala, sin lograr acertar...

Ahora que ya estaba en posición de ataque, después de parar nuevamente la dentellada del lobo, me dispuse a acabar con su vida. Una vida, por lo que veía, de sumisión a los goblins y de estar lleno de pulgas. ¡Iba a cambiar su sino! Y debía de ser yo, ya que mis compañeros no parecía que hicieran mucho estrago entre la jauría. Repleto de sangre, de arriba a abajo, tenía una pinta diabólica. Mi hacha, regalo de mi padre, se descargó con furia sobre el lomo de aquel desgraciado. Un aullido de dolor salió de la garganta de la bestia.

-"¡He dicho que te mueras, pesado!" Grité.

Finn metió la cabeza en aquella habitación y echó un vistazo a la situación, tal y como este había imaginado, todo estaba yendo bastante bien para el grupo, si se ignoraba el hecho de que algunos estaban algo heridos por el encontronazo con los lobos, claro estaba. Y viendo que los dos únicos lobos que quedaban estaban distraídos atacando a Karel y a Buri, este se adentró con una de las antorchas.

-Buenas noticias, muchachos. -Dijo al grupo- He re-dirigido a unos cuantos lobos hacia la zona de las habitaciones en donde diezmaron a los 3 goblins que había ahí... Aunque me temo que uno de los lobos, y probablemente el resto también si los ha guiado, estén en la salida de la cueva.

Finn se quedó bajo el marco de las puertas, con dudas sobre si pasar adelante a la sala o quedarse en el pasillo, todo dependería si algún lobo le vendría a atacar este, heroicamente, iría a la zona donde no estuvieran los dientes afilados.

Buri recibió otro mordisco. "¿Como es posible? ni sabiendo donde me va a atacar lo paro". En ese momento Buri comprendió que la defensa no sirve de nada, que lo bueno de verdad en un combate es el ataque incesante... ya se cansará el enemigo.

Recompuso su posición de combate tras el mordisco, balanceó a Vergüenza mientras cambiaba el peso del arma. Giró sobre sí mismo y con la rapidez que pudo tras todos estos asaltos dio un tajo horizontal al lobo.

Tras el giro, se se dio cuenta de que el hacha había impactado de lleno en el lobo clavándose en su lomo. Éste aulló como nunca.