Observo el cuerpo, en medio de la estancia, son parpados, de garras afiladas, algo horrible y atroz debe haberle acontecido a eso que tiempo atrás fue un hombre… tan horrible que creo que ni siquiera puedo llegar a imaginarlo. Esos ojos amarillos me paralizan, pero reacciono con el disparo y sujeto el brazo del doctor.
- Agnetha ¡Corra! – yo sujeto la pistola en mi mano, mientras con el brazo aguanto al doctor - ¿Puede caminar? – murmuro, como si intentara evitar que la criatura no escuchara, cuando estoy segura de que él es la casa, y él fue quien me empujó. Es él.
Con la pistola de la escritora en ristre, apunto temblando a ese cuerpo. Nada que está muerto puede volver a morir por un disparo, pero supongo que mi instinto cree que el arma de fue puede salvarnos, y ahora no puedo pensar con claridad. J habla.
- Sí, el fuego purifica, quizás lo detenga. Debéis salir de aquí, el doctor no aguantará mucho más. Yo lo quemaré e intentaré distraerlo, mientras os marcháis.
Sin pensarlo dos veces, J entrego la lampara a Rene. Acto seguido se acerco al doctor Temple y procuro cargarlo de la mejor forma posible que les permitiera salir de alli con rapidez, ya sea sobre su espalda o llevado en brazos como a un niño. La idea es poner a salvo al doctor y darle tiempo a Rene para quemar aquella criatura.
Motivo: Cargar al doc
Tirada: 1d100
Resultado: 18
Creo que seria una tirada enfrentada de Fuerzas, pero no estoy seguro. Igual modo he tenido suerte ñ-ñ*
Agnetha parecía confusa, como si no estuviera allí. Escuchó su nombre y se giró hacia René y empezó a caminar hacia ella con un paso torpe, como siguiéndola sin saber por que. Iba muy despacio y a menos que tirasen de ella no conseguirían que saliera a tiempo de aquel lugar antes de que ardiese.
Por suerte, el que parecía haber recuperado algo la compostura fue el agente de la policía que la agarró firmemente de la muñeca y salió corriendo, tirando de ella siguiendo a Little J y al Doctor por las escaleras.
-¡Quémelo todo, dese prisa!-le dijo a René.
Venga que yo creo que una vez disparado esto ya cerramos la partida :)
Y así fue. René no tardó en disparar contra una de las lamparas. El aceite y las chispas saltaron por doquier iniciando un fuego. Mientras subían las escaleras podían escuchar como la criatura, el antiguo señor Corbitt, gritaba y gemía mientras era consumido por el fuego. Intentando escapar de él lo único que hacía era expandir las llamas por el sotano. Lo último que vió la mujer al salir de allí fueron los ojos amarillentos brillar a través de las llamas.
El humo llegaba al cielo. Un camión con varios barriles repletos de agua, rodeada por el cuerpo de bomberos y por algunos curiosos, se estacionaba frente a ella. El fuego había quemado la casa hasta los cimientos y por poco también las de alrededor, por suerte el incendio no había sido grave y no se extendió.
Al otro lado de la calle se encontraba un grupo de personas que, cansados y con la ropa sucia, ayudaban a dos enfermeros a levantar una camilla con el cuerpo herido del doctor Temple.
El oficial McCallahan había recuperado la compostura aunque su cara seguía pálida.
-Bien, esta será la última vez que nos veamos. Ya he explicado lo que ocurrió. Les acompañe a tasar la casa y había un indigente viviendo en el sótano. Las cosas se fueron de las manos y prendió fuego a la casa antes de que pudiéramos reaccionar-dijo en voz baja a los cuatro.
-No ha habido ninguna criatura, ni apariciones. Les aseguro que no quieren decir eso ante el jurado si no quieren acabar en Bedlham.
El resto asintió sin decir una palabra. Apenas podían asimilar todo lo que había ocurrido allí.
Unas semanas mas tardes todos pudieron volver a su día a día. No se celebró un juicio y nadie hizo preguntas acerca de la casa. A nadie parecía importarle y nunca mas se habló de ella, mas allá del expediente cerrado por el oficial de la policía.
Todo era normal a excepción de que, a veces, cada uno de ellos podía ver en la oscuridad dos pequeños puntos amarillos. Dos ojos observandoles desde las tinieblas...
FIN