El video me hacia sentir extraño, el se acordaba de que había sido apartado de su grupo de exploración por unos piratas, no sabía si seguía siendo la verdad o hasta que punto había incurrido en hacer el trabajo de matar a ese presidente de alguna corporación, y aunque no sabía ahora hasta que punto le afectaba eso emocionalmente, la idea de un trabajo sin terminar no le gustaba nada, ni siquiera que fuera ese, "no se porque estoy intentando matar a ese tío, pero se que antes fui pillado por unos piratas y no se si estos tienen algo que ver con ello, pero parece que esa tal Priscila sabe mas de nosotros que lo que vamos a saber nunca" hago una pausa y vuelvo a hablar, "tampoco se que paso después de lo que dice las grabaciones, ni si quiera se que hago allí, solo se que salgo en eso, y no se cuantos androides de mi modelo pueden usar un equipo como el mio, pero pocos a ninguno salvo yo"
Aún con los problemas que pudiera ocasionar la presencia de Mori, decidís seguir adelante y no perder un segundo más en esa estación espacial.
Pasáis el control de seguirdad sin problemas al mandar todas las armas por correo a una dirección de recogida del planeta Akiton y embarcáis.
Como se mencionaba, la distancia en ese momento de la estación al planeta Akiton no podía ser más lejana, pero es un tiempo que dedicáis a fortalecer vuestra confianza. Ahora sois extraños en una galaxia sin nada que podáis perder salvo vuestra amistad. Pronto las cosas cambiarán. Pues en Akiton, planeta por excelencia donde se forjan los más duros canallas y las más brillantes leyendas, podréis comprar ropa nueva, armas y comenzar una nueva vida.
FIN.