Un robo? aquí, en el Campamento? qué raro.. sí que deben haber cambiado las cosas desde que nos fuimos dice entre asombrada y triste pero rápidamente cambia de tema
Así que una trouppe.. seguro que has visto mucho mundo, muchos sitios preciosos y montones de gente amable y simpática empieza a emocionarse y con ello aumenta la velocidad a la que habla Jo, que envidia, yo no he viajado demasiado sólo desde el pueblo hasta aquí y bueno luego fuimos a la Orden... pobre Thesa, pero ella se lo buscó, por borde, quería quemar a Rognar con la chimenea, ¿sabes? Pero conseguimos volver y eso es lo mejor de todo... que estamos de vuelta en casa! ríe contenta. Al terminar deja de hablar para beber de su cerveza, pues tiene la boca seca de tanto hablar.
Sonrio al escuchar hablar a la elfa, me hace gracia que hable tan deprisa.
-Vaya, así que vivís aquí. Siempre es bueno volver a casa.
Habéis sido muy amables conmigo, y os lo agradezco, pero... ¿podría pediros un favor mas? Si sois de aquí quizás podríais ayudarme a saber quien me robo esta noche, o al menos decirme con quien puedo hablar.
Os lo agradecería mucho.
Un robo es competencia de la Guardia que la Entente aposta en los caminos principales. Pero para saber algo, cualquier cosa, lo normal siempre es acudir a un Buentrato. Y la matriarca del clan vive en el mismísimo Campamento, en el almacén Suministros Buentrato, saliendo de la posada a mano derecha.
Tal vez podriamos ayudarte algo pero recuerda que hemos estado fuera un año en otro plano y parece que el pueblo ha cambiado algo en nuestra ausencia....
Dice mirando alrededor intentado reconocer a los que allí gritaban y engullían comida y bebida.
Un par de aclaraciones: el Campamento del Límite es un campamento, no un pueblo. Se encuentra en la región de Lerna, pero nada más.
La Entente es el gobierno, el continente en que os encontráis se llama El Hemisferio.
Estuvimos en la, en teoría maravillosa pero realmente abandonada y muuuuy peligrosa Orden del Inicio del Camino y lo mejor de todo es que conseguimos volver vivos, ¿a que sí? pregunta a Rognar crees que el mediano ese que encontramos, ¿cómo se llamaba?... ahhh sí, Rómulo! ¿estará bien?, él sí que tenía muchas azules...
Si hay algo que se pueda saber, ya sea del robo o de cualquier otra cosa que haya sucedido, seguro que la señora Buentrato lo sabe. Es la dueña del almacén y claro, tarde o temprano todo el mundo va a comprarle suministros... luego podemos ir a preguntarle si quieres, no está lejos.
No te preocupes, en este momento no tenemos nada que hacer, y despues de estar a punto de morir uno ve las cosas de otra forma...
Dice mientras intenta sonreir a su compañera de algun tipo de forma, con esa cara tan hosca y dura...
Se te ocurre que si quieres viajar a Nobletierra, dado que no tienes dinero ya no sólo para apuntarte al torneo, sino para llegar siquiera, podrías comentarlo con tus nuevos amigos. Al menos estos no te han dado la espalda ni te han robado, y te han invitado a comer de corazón.
Tú tranquilo que seguro que la señora Buentrato sabe algo del asunto, lo solucionaremos y así podrás viajar bebe el último trago que quedaba de su cerveza que fresquita estaba!
Como Lirzo, Cristal y los demás tardarán en estar libres, si queréis podemos ir ahora a hablar con ella... Como Lethan siempre decía "Cuanto antes te ocupes de un asunto Meiar, antes dejarás de preocuparte por él", es muy listo sabeis? suspira le echo de menos,termina diciendo algo triste
Si sera mejor que vayamos a hablar lo antes posible, y de un trago se bebe lo que le quedaba en la jarra, con el buche lleno las cosas se ven desde otra perspectiva pensaba mientras se levantaba algo mas relajado para ir a su destino.
Os levantáis de la mesa conteniendo bostezos y abrazos, algunos por educación, otros por quedar bien delante de una dama. Meiar indica a Cristal mediante señas que volverá luego, a lo que esta responde con un sonriente asentimiento. Serpenteáis por entre las atestadas mesas, abandonáis el salón y os entregáis al aire del exterior, que aunque cálido, resulta fresco en comparación con el viciado ambiente de la posada en hora punta.
Camináis tranquilamente hacia el imponente rectángulo pintado de vivos colores sobre cuya puerta se lee, con cuidada caligrafía, Suministros Buentrato. A Meiar le invade la nostalgia, pues ha pasado años visitando ese lugar, fascinada por los cientos de extraños chismes cuidadosamente apilados en las estanterías.
Las campanillas colgadas sobre la puerta os dan la bienvenida a una estancia dominada por varios anaqueles que discurren de forma paralela desde la entrada hasta la pared opuesta, a lo largo de la planta rectangular del edificio. La iluminación está cuidadosamente buscada para mantener cierto aire de intimidad y misterio sin riesgo de tropezar o dejarse la vista tanteando los anaqueles.
Guiados por Meiar, camináis por el pequeño pasillo que, a la izquierda del todo, dejan dos de los largos anaqueles y llegáis al mostrador tras el que flota una mediana de edad madura y aspecto sereno y agradable, ataviada con un fresco vestitido malva y peinada con un erguido moño canoso. Habla con un tipo de oscura melena y maneras hoscas y agresivas, que a Regi no le resulta desconocido.