El hombre, lejos de alejarse, miró a Sully extrañado. -¿Qu-qué? - claramente la respuesta del pastor lo había tomado por sorpresa.
-¿De qué está hablando? ¿se encuentra bien? -agrega finalmente con ojos escrutadores. -¿Lo ha enviado William?
Jaaaah. El viejo truco.
Por algún extraño motivo, aquel hombre misterioso parecía no haber caído en el viejo truco de "Soy un gato. Miau", ni siquiera cuando se insistió nuevamente con un nuevo "Miau", por lo que la fachada de misterio y de mentira se estaba viniendo abajo, encima del pobre Padre Sullivan quien, aún tenía que buscar una forma de ingeniárselas para lograr su objetivo: Sillón de Hidro-masaje con 5 velocidades y 3 modos distintos para dar el máximo placer y bienestar, reparar las grietas del tejado de la iglesia.
-¿William era la persona a la que destrocé su mesilla de café al no usar posa-vasos o la que tenía los ojos de sapo y cara de beber sangre de vírgenes para desayunar?. -Pregunta el Padre Sullivan, esperando que con esas descripciones de las dos personas que ambos tenían en común y conocían fuera suficientes para que el anciano entendiera y le explicara.- Soy malo con los nombres, disculpe. ¿Puedo?.
Y sin esperar respuesta alguna o permiso, el Padre Sullivan siguió acercándose al garaje, quizás para encontrar un sitio donde sentarse, a fin de cuentas, su aventura estaba repleta de largas caminatas porque "sacarse el carnet de conducir es un dolor de cabeza y las auto-escuelas están compinchadas con los que aprueban/suspenden".
Más perplejo que alerta, el hombre se gira hacia Sully, cuidadoso de no darle la espalda.
-¿Ojos de sapo...? Eso sí suena como William.William Mason, mi primo. O sea que viene de paete suya. Es raro, no tiene pinta de asesino o...del tipo de gente con la que mi maldito primo suele relacionarse. ¿Qué busca usted?-inquiere finalmente el hombre con gesto serio.
Jaaaaaah.
-Cuando era joven una vez atropellé un conejo; luego me di de cuenta que era una bolsa... -Comento el Padre acerca de sus habilidades "asesinásticas" -Por un momento me había sentido fatal, porque: ¿Sabe usted que yo tenía a un conejo mascota llamado Mr. Orejas?. Bueno, al caso...
El Sacerdote aclara su garganta carraspeando un poco antes de continuar con lo que, a fin de cuentas, había venido a hacer; esto es, agarrar a un viejo y dárselo a otro viejo, pero como que estaba demasiado molesto como para agarrar al viejo, por lo que la mejor opción es... usar el don de la palabra.
-Me habían comentado que usted padece de demencia, o quizás no, ya de esa parte no me acuerdo. Pero lo que sí me acuerdo es que usted se había perdido y su familia le estaba buscando, temerosos si usted había caído en una zanja, perdido en el bosque o quizás -esto no me lo dijeron- se fuera de "prestitutas" y hubiera vuelto con una Brasileña de exuberantes senos que dice "Si, Papito" a todo lo que le dices, incluso cuando le preguntas la hora.
Otro carraspeo más antes de continuar.
-Por suerte, parece ser que no tengo que pelear con una "Prestituta" de exuberantes senos venida ilegalmente desde Brasil para ejercer la "prestitucion" y encaramarse a un anciano relleno de pastillas azules... Aunque he de admitir que hubiera sido interesante... -El Padre se levanta y mira alrededor- ¿Hay una de esas por aquí? Dime que sí, he aprendido un ataque nuevo viendo una peli de un chino de esos por la televisión pública.
-¡WOAAAH! -Dice dando un golpe vertical al aire con su palma.
-¿Prostit...? ¿De qué demonios está hablando? -replica el hombre casi ofendido. -No padezco de demencia. Eso es lo que a mi primo delincuente le gustaría. Desde que éramos chicos fue su deseo apoderarse de mi fort-
-Eso será suficiente, William. -sentencia una voz grave que llega de pronto. Un grupo se acercó al par de hombres desde la oscuridad antes de que pudieran detectarlos. Eran cuatro personas en total. Un hombre de saco y corbata de apariencia joven que Sully no había visto nunca, un policía bajito con aspecto de confusión, un desorientado Kyle, y el hombre que encontró a Sully en la plaza de Dublin antes. El Sr. Mason en persona.
-Ya no sigas con esas extrañas historias, querido primo. Nadie te las va a creer. Acompáñanos, por favor.
El hombre más calvo se mostraba renuente a acercarse al Sr. Mason.
-Usted no es una "Prestituta". -Dijo el Padre Sullivan al mirar al Sr. Mason- Sinceramente, no sabe lo que me ha costado encontrarlo, pelee con un manatí en un bar, tuve una huída en parapente, quemé una fábrica de alfombras cuyo dueño se llamaba "Almed" y por último pero no menos importante, tuve la reunión con usted. Todo en ese orden.
El Padre Sullivan saluda desde lejos de manera entusiasta a Kyle.
-Hola Carlos. ¿Que tal teniendo relaciones carnales con el guardia?. Luego ya te podrás pasar a confesar, pecador, que te conozco bien... je, je, je...
Kyle se acerca a Sully con una sonrisa en el rostro. Sin duda parecía un caso cerrado. Sin embargo...
Antes de que el joven se acerque más, el hombre de calvicie incipiente comienza a protestar, casi presa del pánico, mirando a su primo.
-¡Estás enfermo! ¡No te dejarán hacer esto! Tu no eres Arthur. ¡Yo soy Arthur! -al verse rodeado de gente que lo veía como un viejo desequilibrado, el hombre intenta hacer entrar en razón a Kyle tomándolo de los brazos y sacudiéndolo. Nadie más lo nota, pero esto hace que un papel doblado escape de la chaqueta de Kyle y caiga al suelo, frente a Sully.
Controlé a Kyle ya que el jugador no dio más señales de vida.
El bueno de Sully recoge el papel, lo lee por encima sin mucho interés y separa como puede a Kyle del Objetivo de la Búsqueda; todo para acto seguido zarandear al joven al igual que el otro anciano estaba haciendo segundos antes, e incluso propiciarle una que otra bofetada.
-¡Kyle! ¡Reacciona! -Bofetada- ¡Kyle! ¡¿Quien es Arthur?! -Bofetada- ¡Kyle! ¡¿Dónde dejé las llaves del Lampadario?! -Bofetada- ¡Kyle! ¡¿Por qué un ornitorrinco pone huevos?! -Bofetada- ¡Kyle! ¡¿Quien es el verdadero Sullivan?! -Bofetada- -Bofetada- -Bofetada- Espera...
Suelta a Kyle mientras vuelve a leer el mensaje de la nota, esta vez con mucho más interés, y mientras estaba en mitad de su lectura, volvió a dar una bofetada -sin ver- a Kyle; por si acaso.
Kyle no supo resoonder ante ninguno de esos interrogantes mientras se desprendia del agarre del padre Sully. Sólo para recibir una bofetada extra, como postre.
El papel era un fragmento de un historial médico que hablaba sobre un incidente que ocurrió en la juventud de Arthur Mason en el que, por una broma mal empleada, terminó con una notoria cicatriz en el brazo.
El policia frunce el ceño con gesto confundido. -Este hombre no parece desorientado sino simplemente asustafo. ¿Tiene usted alguna manera de probar ser quien es, caballero? -inquiere el policía.
Eso del ornitorrinco es el misterio más grande de todos. Seguro será el centro de otra aventura. =p
-¡Yo lo tengo!. -Saltó el padre Sullivan con el papel en la mano- ¡Un concurso de Striptease!.
No estaba errado del todo, pero tampoco estaba en un acierto absoluto. De hecho estaba, como en muchas ocasiones, lo suficientemente acertado, en concreto, técnicamente acertado con su propuesta y solución al problema, el mejor tipo de estar acertado.
Despues de unos segundos de silwnxio ante la impactante propuesta. El policía responde. -¿Qué demostraría eso, padre? Además de descubrir qué hombre mayor es más sexy. -
Entonces el hombre de calvicie incipiente abre grandes sus ojos. Parecía ser que había comprendido las intenciones de Sully. Sin perder un segundo, se saca la camisa para revelar una fea cicatriz en el brazo. -Si revisan registros mmedicos, pueden corroborar que el verdadero Arthur Mason tiene una cicatriz en el brazo. Hela aqui.
el otro anciano asiente ligeramente, como si aceptara su derrota.
-Bien, Arthur. Estás en lo cierto. Mi intento de secuestro sólo logró hacerte huir y esconderte, pero jamás podría tomar tu lugar. Soy el primo pobre de la familia y tu el adinerado Sr. Mason. Y así seguirán las cosas mientras estés vivo, así que...
sin previo aviso, el agente qque acompañaba al Sr. Mason se abalanza sobre el policia e intenta quitarle la pistola. En el forcejeon pistola rueda hasta los pies de Kyle, quien la levanta del suelo y apunta a los demás.
-Piensenlo, si asesinan ahora mismo a ese policía y a Arthur, puedo compensarlos con mucho. Con mi influencia haria desaparecer estos crimenes y los llenaría de dinero. -dice William.
Arthur, por su parte, también apela a su ayuda. -Muchachos, ustedes saben lo que es correcto lo que no. No se dejen tentar por las promesas de este ser diabólico. Por supuesto que to también los compensaria por ayudarme...
kyle, aún leal a su alianza con Sully a pesar de las bofetadas, pregunta en voz baja -¿Qué hacemos, Padre?
¡Decisión final!
Y todo había salido según tal y como lo había planeado el Padre Sullivan, aunque sin música sensual, movimientos sugerentes y demasiada piel arrugada expuesta. Lo cual, probablemente era de agradecer por parte de todos los presentes y en especial las mentes más jóvenes e impresionables, tal y como Kyle era.
-¡Tengo una idea! ¡Yo seré Arthur!.... -Tras una diabólica sonrisa el padre continua- ¡O mejor seré la reina de Inglaterra!. ¡Me pasearé todo el día por palacio con mis perritos mientras me quejo de la juventud actual!.
Sin lugar a dudas el Padre Sullivan no tenía los mismos pensamientos acerca de la cruda y difícil situación en la que estaban y mientras paseaba por el garaje simulando ser una anciana que vivió la segunda guerra mundial paseando un par de corgis, se golpeó en la rodilla con algún trasto del lugar, algo que le obligó a sentarse.
-Ay, Ay... ¡Qué dolor! ¡Vale, vale... Dios, lo he pillado!. -Aclarándose la garganta respondió de forma seria- Nuestro trabajo era encontrar a un anciano desaparecido y lo hemos encontrado. Ahora lo único que debemos hacer es hacer lo que nuestros corazones nos indican y el mío dice: "Pum-Pum" a intervalos regulares.
Antes de que el "Pum-Pum" fuera interpretado como que disparase a alguien, el Padre continuó explicando la traducción quizás algo rudimentaria de qué significaba ese "Pum-Pum".
-Es decir, hacer lo correcto. No importa quien tenga el dinero, ni quien tenga ojos de sapo, ni quien es un delincuente disfrazado de sacerdote, ni quien sea el verdadero Arthur, ni quien tenga la pistola. Lo único que importa aquí es... ¿Qué hora es?. Creo que es el momento de mi pastilla...
Mientras buscaba su pastilla en el bolsillo, indicó con la cabeza a Kyle que hiciera lo correcto, que no matara al policía y que entragaran a las autoridades al guardaespaldas y al malvado anciano ojos de sapo; y probablemente también le diera permiso para un epílogo bonito con un Flashforward sobre cómo la iglesia ya no tenía goteras y además el padre tenía un Jacuzzi con hidromasaje.
Los asistentes al discurso del padre lo miraban conteniendo la respiración hasta que su gesto final dió a entender su decisión. Claramente lo suyo era la oratoria.
Kyle ensaya unas palabras a su vez. -el emprender esta aventura me ha enseñado mucho. Entre otras cosas, que sabiendo cómo interesar a una persona se puede llegar muy lejos. Puede ser más efectivo amenazar con no usar un posavasos que ofrecerle dinero a un joven que nada en él. Usted, levantese y suelte a ese oficial. Este caso está terminado.
El complice se Mason obedece y ambos son esposados por el policía. -Quién hubiera pensado que el maldito cura iba a ser más maquiavélico que yo. -dijo entre dientes William Mason mientras lo miraba.
Arthur volvió a vestirse y lea agradeció profundamente por su ayuda y cada uno ad fue para su lado.. Un mes despues, una carta llega a la Iglesia del padre Sully. Dentro había información de un número de cuenta que Arthur Mason había abierto para él. Allí habia una considerable suma de dinero que el padre podría usar a su antojo.
Ahora, quien visite la iglesia la encontrará wn un excelente estado. Asientos cómodos, sillón masajeador en el confesionario, asistentes por todos lados, campanas bien lustradas, y un carismático eclesiástico que no puede estar más feliz con el regalo que inadvertidamente le dejó Mason: una cuenta bancaria donde depositar lo que se le antojara sin que la revisaran...
Caso cerrado.
¡Y con esto se cierra la partida! Un gusto haber participado en ella y aunque fuimos pocos, poder llevarla hasta el final. Muchas geacias