Partida Rol por web

Te ves obligado a dar un buen salto para alcanzar la pierna de Siete, pero dado que el robot no estaba tratando de esquivarte ni era ese un movimiento que pudiera esperar, te resulta bastante sencillo engancharte a ella. Siguiente objetivo, inmovilizar al armatoste metálico. No sabías porqué, pero tenías la intuición de que no iba a ser tarea sencilla. Qué razón tenías. Sin dejar de ascender, el robot reparó en tu presencia, simplemente colocó con firmeza uno de sus pies sobre tu pecho, a la altura de la clavícula y dio un tremendo empujón con su pierna. Tus manos se deslizan y este es el momento en el que te encuentras, cayendo al vacío desde más de 30 metros de altura... Pero no pasa nada, en 15 metros toparás con las primeras ramas de los árboles.

La caída se me hace a cámara lenta mientras veo como aquella cosa se larga con aquel monstruo, posiblemente a algun jodido laboratorio donde reproducir el puto suero que tantos problemas estaba acarreando a todo el mundo. Dejando que la inercia actue sobre mi cuerpo, intento girar en el aire todo cuanto puedo para poner mis piernas mirando al suelo y así al menos intentar absorber mejor el impacto, los árboles tambien me ayudan frenando parte de la caída mientras me agarro cuanto puedo a las ramas, que aun así se van partiendo bajo mi peso.

Consigues orientar tu cuerpo lo suficiente para encarar la caída con dignidad, tratando de agarrarte a todas las ramas posibles para amortiguar el golpe final. Es lo que dicen, la caída no es lo que mata, lo que mata es el impacto final... Parece mentira la de chorradas que le pueden pasar por la cabeza a uno cuando se enfrenta a situaciones potencialmente mortales. Claro que eso era antes de que te convirtieran en lo que eres. Ahora eres mucho más duro, más resistente, más capaz... Capaz de salir sólo con algunos cortes (que en otro necesitarían puntos), rasguños y contusiones. Cubierto de hojas de pino y dolorido a más no poder, te reincorporas y examinas tus heridas. Milagrosamente no te ha empalado ninguna rama, ni te has partido el cuello ni nada. El día siguiente seguramente sólo quedará alguna marca, pero ni rastro de tus heridas. Otra cosa es tu ropa, que está hecha un asco. Y tú tienes un aspecto más bien lamentable.

El robot y Siete se fueron en dirección al tren, presumiblemente para retomarlo. El destino más probable es Rotterdam. Ahora la cuestión es: ¿qué vas a hacer?

Me cago en la estampa de aquel jodido trasto de mierda... Ahora por fin comprendo porque aquel monstruo me estaba resultando tan difícil de cazar, ¿estaba acaso teniendo apoyo? Miro a mi alrededor y estoy en medio de la puta nada, necesito llegar a Rotterdam antes que aquel tren y volver a recuperar el rastro, tengo que matar a esa cosa y evitar que repitan los errores del pasado con la mierda de aquel suero...

Busco la carretera más cercana, allí puede que encuentre alguien que me lleve a menos que no haya un buen samaritano en kilometros a la redonda, entonces le robaré el coche a alguien.