Flaminia... ¿así? ¡Esto es nuevo! -pensó Gaius, mientras unos generosos coloretes se iban formando en su cara - Un momento... ¿Tendrá algo que ver con el krff? Bueno, yo la noto normal...
Pensándolo mejor... Seguro que están los mismos borrachos de siempre. Creo que me quedaré en casita, escribiendo. -risa pícara
Motivo: descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 58 (Fracaso)
Y... corramos un tupido velo XD rolear sexo por web es demasiado para mi
Después de complacer adecuadamente a Flaminia con el masaje... y la continuación (no notas ni una temperatura anormal en ella, ni olor alguno a krrf), os dejáis vencer ambos por el sueño, descansando adecuadamente.
No te preocupes, a mí tampoco me va este tipo de roleos.
Gaius se despierta a la mañana siguiente (supongo), y con el ánimo infatigable desayuna algo rápido y parte raudo al ensayo general.
En el ensayo, Salima ha vuelto a la normalidad, aunque notas que anda algo abierta de piernas, como si le escociera. Eso, y un par de chupetones en el cuello, te dan a entender que finalmente encontró ayer a alguien que le hiciera caso...
En un momento dado del ensayo se forma un pequeño revuelo, al llegar los perros del Infierno escoltando a alguien. Es el propio príncipe-gobernador Kadakithis, que ha venido a honraros con su ilustre presencia. Se trata de un joven de noble aspecto, con cara de aguda inteligencia, totalmente fuera de lugar en el agujero que es Santuario.
Kadakithis ve unos diez minutos de ensayos y sonríe, complacido. Luego le dice algo en voz baja al autor, que casi se cae de espaldas de la impresión. Al cabo de un rato, la principesca comitiva abandona la sala.
Gaius gruñe ligeramente al ver a Salima.-Esta chica acabará mal... ah... si quién yo sé no fuese capaz de cortármelos con un simple gesto de muñeca... Pero bueno, venga, Gaius. Al ensayo. -Hace sus clásicas gárgaras de vino, totalmente contraindicadas para modular la voz, ideales para que el tiempo pase más rápido y se pierda la poca vergüenza de un actor
Un momento... ese es...se..seese...ese es... es -Si lo era- Por la falda de las musas... ¡Es el maldito príncipe! Debo intentar impresionarle... Sería el perfecto patrocinador para mi obra. Oh, Gaius... ¡De aquí a la eternidad! ¡Estaba escrito en las estrellas!-Gaius tropieza en pleno soliloquio mental, y con un gesto elegante intenta recomponerse, como si no hubiera pasado nada.
Ve cómo el príncipe se retira tras dar lo mejor de sí durante 10 minutos. Por lo menos sólo me he tenido que esforzar 10 minutos...Gaius se encoge de hombros y se acerca al autor
-Oye, ¿Que te ha dicho el príncipe? ¿Algo sobre mí?
El autor, todavía en el Limbo, apenas acierta a decir: quiere que representemos la obra en Palacio. ¡Dios mío, la fama al fin!
En seguida empieza a dar órdenes : hay que prepararse para trasladar la tramoya a Palacio, y mientras los actores tenéis la tarde libre. Reparte unas monedas para que podáis refrescar el gaznate y prepararos para el siguiente ensayo, que será al día siguiente, en Palacio.
¡¿Que?! ¿De verdad?- Gaius mira las monedas con ojos de niño pequeño. Quizás juntándolo con lo que tenía ahorrado podría comprarse un anillo de bodas. O agarrar la melopea de su vida Que cojones... Quizás con un poco de suerte pueda hacer las dos cosas. Y con un paso natural (con las prácticamente todas las monedas escondidas en un bolsillo interior y otra con menor cantidad por si le atracan) se dirige al bazar, a ver si encuentra un buen anillo que esté bien de precio.
De cualquier manera, demuestra una actitud obsesivo-compulsiva por que no le roben el dinero. Lo último que faltaba.
Recuerdas haber oído hablar de un tal Gonfred, que al parecer es el único orfebre honrado de Santuario, y que tiene tienda abierta en el barrio de los Orfebres.
Su tienda pasa por ser inexpugnable, tanto de día como de noche, y de hecho durante un tiempo tuvo lugar una amena competición entre los ladrones de Santuario por robar en dicha tienda. La subsiguiente disminución de la población de manos ligeras que tal actividad comportó, hizo que se dejara por imposible.
Sigo mi plan establecido y me dirijo al establecimiento, dispuesto a comprar un pisapapeles de dudosa calidad.
¿Al Bazar o a la tienda de Gonfred?
Primero a la tienda esa, perdona :D
La tienda de Gonfred se halla en el barrio de los Orfebres y une a la reputada inexpugnabilidad de sus instalaciones una política de precios nada abusivos, que ha hecho del orfebre uno de los más ricos de Santuario.
Llegado allí, debes esperar tu turno (nunca dejan que haya más de dos clientes a la vez dentro de la tienda), y al cabo de un rato puedes entrar en lo que parece un fortín, con ventanas barradas, puerta reforzada, guardias (varios) de 2 metros de alto por 2 de ancho, y el propio Gonfred, que atiende amablemente a la clientela, vendiendo piezas de excelente calidad a precios sorprendentemente modestos.
Buenos días, caballero, ¿qué le trae por aquí?, pregunta Gonfred.
Hola, verá, señor Gonfred -Gaius mira a todos los lados, y tocaría toda la mercancía de no ser por esos gorilas tan... simpáticos -Estaba pensando en comprar un anillo de matrimonio, elegante pero informal. . El caso es que dispongo de unas cuantas monedas para gastar en la tienda... Y proponeros un trato.
Soy un Gaius Hispalis, famoso poeta y dramaturgo y pronto debutaré en la misma corte de Santuario ante el príncipe... y estoy buscando fondos para financiar mi obra después de presentar un clásico rankano en palacio. Y deseaba además haceros partícipe de la mejor oportunidad de vuestra vida. El arte es, por suerte, intangible, compañero. Y no es tan arriesgado, sin duda, como la venta de joyas.
En cualquier caso, primero lo del anillo. Si os interesa, mañana podría llevaros un libreto provisional... No os arrepentiríais.
Motivo: persuadir
Tirada: 1d100
Dificultad: 95-
Resultado: 91 (Exito)
Ante el príncipe, decís, repite Gonfred, pensativo. Vaya, esa es una idea interesante, continúa.
Hace una señal a un criado, que trae té y pastelillos, mientras saca de una cajón sólidamente cerrado una bandeja con anillos de diversos precios, que pone a tu disposición para que examines.
¿Y de qué trata esa obra?
Tira Persuadir.
Oh, veréis, Gonfred. -Gaius se aclara la garganta y se preparara para escupir el ensayado discurso -Tengo en mis manos la mejor obra dramática de todo Santuario, ¡y con una segunda parte en camino! Se titula "Por el amor del ruiseñor". Una tragedia de corte clásico pero de innovadora temática. Se sitúa en el mágico reino de Tarentum, donde un simpático rufián llamado Teócrito desconocedor de sus orígenes es obligado por una serie de trágicos sucesos a acabar con la vida de la princesa Marillia. Cuando a punto de descender en mortal ángulo la daga de Teócrito se hallaba, descubre la encantadora belleza de Marillia, y decide entregarse antes que acabar con ella.
Es aprisionado por el cruel guardia real Javert, que planea ejecutarle y le somete a viles castigos. Marillia decide buscar a los amigos de Teócrito, una vieja banda de comediantes fracasados, que le ayudan a representar una convincente pantomima y consiguen sustituir al apesadumbrado Teócrito por un pelele de paja. Prestos huyen de Tarentum, en busca de la felicidad.
-Sonrío con un gesto ameno y alzo el dedo Sin embargo, en la segunda parte, "El retorno de la daga", Javert parte en su captura con la guardia real de Tarentum, y consigue sobornar a una de los integrantes de la banda de teatro que traiciona a Teócrito y a Marillia.
-¿Que tal lo veis mi señor? ¿Se trata o no de una gran obra? -Me pongo un poquito más serio y añado -Conste que ambas obras están registradas en los almacenes de patrimonio intangible de la ciudad de Santuario eh... -Bebo bruscamente de la taza de té ¡Ah, por cierto! Si vos lo convenís, no debería haber problema alguno para que representaseis a algún personaje en ella... De hecho sería un honor para mi teneros entre el elenco.
Motivo: persuadir
Tirada: 1d100
Dificultad: 95-
Resultado: 25 (Exito)
Plagio de FF IX, con algún que otro nombre de los miserables XD
Muy interesante sí, repite Gonfred. Una vez hayáis estrenado en Palacio, para que me haga una idea de cómo funciona eso del teatro a nivel de producción, seguiremos hablando.
En cuanto a actuar, no tengo habilidad alguna para las tablas, pero si puede haber negocio en ello, no dudéis que me interesa, dice mientras te sirve otro pastelillo.
Bien, bien... Seréis el primero en saberlo -Sonrío ampliamente y añado:
Bueno... ¿Que me podéis ofrecer en cuanto al tema de esos anillos?
Buscáis un anillo de matrimonio, me habéis dicho, continua el orfebre.
Señala uno de bonito aspecto: éste es muy elegante, y al alcance de un bolsillo normal. Y te da una cifra que puedes asumir sin problemas. Incluso te sorprende que el precio sea tan bajo por una obra de evidente buena factura.
¡Oh maravilloso!- Exclamó - Me lo llevo, muy amable
La verdad, no me interesa ni su procedencia ni su calidad... mientras no se deshaga en el agua del baño...
El orfebre te lo pone en un saquillo, y te dice al despedirte: no olvidéis avisarme del estreno.