Partida Rol por web

Max se sorprendió por el comentario.

-Oh, si, claro! Perdón, aquí se siente uno como en casa - dijo mientras se dirigía a ponerse la armadura. Gracias por la tostada, Zabriel! -dijo, conteniendo una risilla.

Las elfas no se sonrojan, las elfas no se sonrojan - se repetía mentalmente Zabriel mientras trataba de serenarse.

Max se marchó y tuvo la gentileza de no hacer ningún comentario al respecto y ella lo miró embobada.

-Claro, claro... no hay problema, hombre...

Podía verle las miguitas de pan aún en el estómago y sintió de deseos de comérselas ella a lengüetazos pero se controló y, cuando él se hubo ido, se puso de pie súbitamente y le arreó con un trapo a Marijne.

-MALA! YA TE VALE!

Luego se fue, hecha una furia y se propuso preparar su propio equipo. En realidad no estaba enfadada con Marijne pero le había hecho pasar mucha vergüenza delante de Erik y de Max.

Me defendí, entre risas, del "ataque" de Zabriel. Era demasiado inocentona para esos lides

- Ya me lo agradecerás cuando te coja entre sus brazos y te diga cosas dulces - le dije guiñándole un ojo a la elfa - Ahora al menos sabe que te gusta... porque si de ti dependiera... pffff... si te gusta alguien lo coges, le das un buen meneo y arreando. Si le gusta ya te pedirá repetir - concluí encogiéndome de hombros mientras se marchaba

- Ahí quieto, fiera - corté a Erik, por si acaso - Los tios os lo tenéis que trabajar más si queréis saborear el fruto prohibido- sonreí 

Zabriel cuando te acercas a tu equipo, la bolsa de la gema no brilla con el tono morado , justo cuando lo revisas compruebas que la gema a desaparecido .... no sabes que ha pasado pero tienes un mal presentimiento, alquien lo ha cogido ... o tal vez fuiste tu, tuviste un sueño sobre la gema, lo habias olvidado compeltamente, pero tienes la sensacion de que soñaste sobre ella.

Max, cuando te acercar a tu equipo, no te habias fijado antes, pero ... tu arma parece diferente, a mutado? o no es la tuya, esos si, cuando lo miras, puedes ver una pequeña gema incrustada en ella, es de un color morado palido.

Ahora que lo piensas, te parece que has soñado con eso esta noche, con tu arma, con una gema, y como la incrustaste en ella ... pero era solo un sueño ... verdad?

La situación había pasado a ser mucho más divertida que antes, con Zabriel media enojadona o muy enojada con lo que dijo Mari, y Máx jactandose de que la estaba incomodando, la elfa es bastante evidente también.

Eso me hacía feliz, muy feliz, pues anhelaba tener una familia, y ellos, mis amigos, se habían convertido en algo parecido familia, además sabía bien que soy apuesto, solo que no soy narcisista como para jactarme constantemente de ello, podría tener a cualquier campesina que quisiera en este mundo, solo que no era así, sería fácil tener a cualquier mujer, pero la fiera que ante mi se encontraba era el desafío que me gustaba, una ves lo supere, no la dejaría ir ni en broma.

Me levanto de la mesa, ya habiendo terminado el café y las tostadas, actué con soltura, mirando a sus ojos, siempre a sus ojos, sin desviar la mirada en ningún momento, y respetando la distancia, ni muy lejos, ni muy cerca.

-En eso tienes razón, las miradas sólo son para contemplarte, pero las intenciones  se demuestran con acciones-

En cuanto a lo del diario, me había puesto serio, pues no quería ni podía seguir con la investigación de ese hombre. 

-En cuanto al diario, no sigamos investigando, por que puede pasarnos lo que a los políticos en nuestro mundo, el poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente, por su puesto no a todos, pero si la gran mayoría-

Miró a todos tras decir aquello, pues algo o mucha razón tenía, solo esperaba que mis palabras no les molestaran. 

-Entonces trabajaré más duro que nunca, ya lo verás-

Devolví su sonrisa, antes de ir y ponerme mi equipo, pues necesitábamos estar listos para la batalla. 

En cuanto me doy cuenta de que no está me vuelvo medio loca y empiezo a registrar todas mis cosas como una maníaca. Entonces, cuando no la encuentro, me siento en la cama y trato de calmarme y concentrarme para recordad.

Buscas y buscas y nada, no está alli, la bolsa parece como si no la hubieran abierto, pero sabes que alguien lo ha cojido o se a vaporizado no sabes. 

te sientas sobre la cama, nerviosa, e intentas pensar ... soñaste algo anoche ... curiosamente anoches ... el sueño fue agradable, pero te surgen sensaciones, deseos, pensamientos rápidos e inconexos, recuerdas coger la gema y llevartela, o algo asi, pero no recuerdas mas, pero no sabes si era la gema o otra cosa, sabes que algo que tomaste y te la llevaste a ti, pero no tienes claro que cosa es ... a tu pecho, a tu traje o tu armas, recuerdas que tomaste algo y lo posaste en algun lado, pero donde?

Examino mis equipo concienzudamente, especialmente la armadura. Me siento muy confundida y experimento una sensación de pánico creciente. Recuerdo entonces que el Doctor se había introducido la gema en su propio cuerpo. Tras mirar en la armadura, me examino mi propio pecho.

-Es posible que lo que recuerdo...? Que haya...?

Max salió de su habitación con la armadura pues ta pero e rostro parecía confuso. En las manos llevaba como si fuera una bandeja su lanza, que parecía... distinta. el color del acero puro había cambiado hacia un tono violáceo y, en donde empezaba la hoja que acababa en punta, brillaba un gema púrpura como la que encontraron en la gruta.

-Eh... No lo entiendo... No sé cómo esta cosa ha llegado a mi arma, amigos. Anoche no estaba así. ¿Zabriel? ¿Has sido tú?

Zabriel escuchó las palabras de Max y salió de su habitación como un rayo, aún sin su armadura y con cara de loca.

-¿Qué? ¿La tienes tú? Oh, dios, pensaba que la había perdido! O, peor! Que me la había tragado sin darme cuenta o algo así! Esta noche he tenido sueños extraños. No lo recuerdo bien pero tenia algo que ver con coger la piedra y colocarla en algun sitio... ¿Es posible que esa maldita cosa me haya hecho implantarla en tu lanza? Que tenga inteligencia propia y se adueñe de nuestra voluntad cuando dormimos?

Salgo de la habitación, apenas me había calzado la armadura de pieles, preocupado, ya que no sabía nada de nada.

-Eso es sorprendente... Cómo es qué... ¿Cómo es que la gema quedó unida a la hoja? 

Estaba poniendo cara de preocupación, ya que esto podría ser algo malo, pero me gustaría saber precisamente que ocurrió, dudaba de que ella visitara a Max por la noche. Por eso apelé al razonamiento de Zabriel, y lo que había leído previo en el diario, podía ser posible. 

-Eso es posible, ¿Recuerdas lo que decía en el diario? Transferencia de almas a objetos... ¿Pero si lo que hay dentro de la gema es un alma con conciencia? Significa que puede tomar control de cualquiera que esté cerca en momentos de vulnerabilidad

Lo que estaba diciendo era descabellado, loco, subrealista, pero en este mundo todo podría ser posible. 

Estaba acabando de vestirme, ajustándome la vaina del espadón a la espalda y apretándome bien el cinturón, cuando los gritos de unos y otros me hicieron correr como alma que lleva el diablo hacia ellos; espada en mano, irrumpí en la escena mirando a lado y lado, buscando al supuesto enemigo solo para toparme con algo mucho más inquietante

- ¡Como mola!- dije anonadada ante el nuevo aspecto de la lanza de Max - ¿Y dices que no la has puesto tu la gema? Que curioso... pruébala ¿notas algo extraño al tocarla?¿se maneja mejor? ¡Explícanos algo más, vaaaaa- añadí impaciente, dando saltitos de excitación por poder comprobar comprobar que nuevas propiedades tenía la lanza, si acaso era eso lo que le había ocurrido 

Justo cuando Marijne saco el espadón de su espalda, un haz procedente de la espada de Max sale disparado hacia la enorme arma y a la vista de todos el arma comenzó a mutar, y surgiendo también en el medio de la hoja en la parte baja, otra gema pequeña, de tono morado, similar a la que mestra la espada de Max

Apenas había acabado de hablar cuando la ¿¡lanza!? de Max me disparó un rayo lila

- ¡Eh!¿¡Por qué narices me atac.... UUUAAAAAALAAAAAAA! ¡QUE PASADAAAA!- exclamé con los ojos como platos al ver como mi espadón se había transformado en un arma digna de los mejores juegos de rol

- Sacad vuestras armas también, a ver qué pasa!- indiqué a Erik y Zabriel 

Zabriel no tenía arma, así que lo que hizo fue sacar su armadura y exponerla a la gema de Max. Si fuera posible que se convirtiera en una forma de armadura más ligera, que no requiriera tanta fuerza para moverse...

Recordaba haber leído que la piedra podia mutar armaduras también pero no estaba segura.

La sostuvo frente a Max, esperando cualquier cosa.

Cuando comienzas a recoger la armadura, y la acercas al arma de Max, parece que no sucede anda ... luces extraña como lo sostienes con cuidado como si fuera darte un golpe, y no eres capaz de soportarla del todo con tus brazos, hasta que te cansas, y la devuelves a su sitio, pero en ese momento rozas tu baculo, tu foco arcano, el cual cae, pero de repente sale un rayo desde la espada de Max de nuevo, 2 haces, uno sobre el bacula y otro sobre tu foco sagrado, el cual se arranca de tu cuello con violencia y se fusiona con el baculo.

Parece que no tiene forma hasta que posas tu mano sobre el, tomando una forma increible 

De repente, la vara se convirtió en báculo y se volvió de metal hasta formar dos cabezas de serpiente, el símbolo universal de la curacion, envolviendo una gema de poder purpúrea.

-Bueno! No está mal tampoco! Parece que tenemos nuevos juguetes... salimos a probarlos?

Me parece buena idea! ¿Qué me dices, Marijne? Salimos y entrenamos un poco?

Salté eufórica cuando el báculo de Zabriel también se transformó, lanzando una mirada impaciente a Erik a expensas de ver como se transformaba su arma cuando Max me invitó a practicar; sonreí ampliamente como un niño con zapatos nuevos

- ¡Claro! - contesté tomando el camino hacia la calle, parándome un segundo mirando a Zabriel con picardía - Tranquila, no le haré daño... no mucho, al menos... aunque si me paso siempre le puedes hacer unas curas ajajaja- me reí con alegría contagiosa

Me sentía contenta. Por fin parecía que había encontrado mi lugar; en aquel mundo empezaba a sentirme realmente bien y, encima, parecía que el destino tenía planeado para nosotros un futuro prometedor...

- Vamos Max, demuéstrame de qué estás hecho - fanfarroneé poniéndome en guardia - Yo no soy uno de esos zombis alelados ...