No puedo evitar la fugaz cara de asco que se forma en mi rostro al entender sus palabras. Todo lo sucedido estos días queda mas claro ahora. Ella esta poseída, pero de tal forma que quiere estarlo. Ella misma oculta y protege a ese demonio haciendo imposible que lo notase. Para exorcizarlo tendría que matarla a ella.
Así que dejaste que un demonio te poseyera...estando embarazada...con lo que no tienes ni idea de lo que habrá pasado con la niña.Seguro que ni siquiera sabes si es aun humana o tiene un compañero como tu en su cabeza. Tal vez un amigo de tu...amo. Aparto la cara cuando me toca. Soy un exorcista, pocas formas peores de hacerme daño podría encontrar Issy y había dado con dos de ellas en tan solo unos minutos.
Sea lo que sea que tienes que hacer por cuenta del demonio no sera para bien. Eres todo aquello para lo que me educaron combatir.
-¿Te crees que soy idiota? -balbuceaba llena de ira.-Me dio comida y agua. Despues, entro en mi. Despues de haber dado a luz. No iba a poner en peligro a mi hija despues de salvarla... -jadeaba. Lloraba. Gritaba. Estaba tan herida como furiosa.
Y el convento temblo con fuerza. En algun lugar las piedras de los muros cayeron armando mucho ruido.
-Coge a la niña-le grite- Ya han llegado, y vienen a por ella. -Me quede mirandole exasperada.- A mi no me pueden cazar-empece a explicarle- ni humanos ni demonios. Si la tienen a ella, me rendire para que la dejen vivir. Ella es mi talon de aquiles. Lo entiendes? Y por lo tanto. Lo es para Temosare pues a quien buscan. Dentro de mi cuerpo es debil, vulnerable e incluso mortal. Si me matan ,lo matan a el. Y me necesita como yo a el para sobrevivir. Porque sin el estoy muerta, literalmente. -le explique lo mas rapudo que pude entre gritos de la gente del convento. Otro temblor me hiz caer al suelo.- Ve a por ella, y llevatela lejos. Donde ni yo sepa donde esta.
NOgrito Temosare en mi cabeza.
-Rapido -brame mientras trataba de contener a Temosare.-No podre aguantar mucho mas. Y el te quiere para sus planes. -Sonrei mientras me levantaba duras penas-Dejame protegerte y tu manten viva a mi pequeña
La escucho en silencio. Es lo único que puedo hacer por ella ahora mismo. Si abro la boca se que seguiré echándole en cara lo sucedido, todavía demasiado enfadado por sus secretos como para ser coherente. Me acusa de tener una aventura con un mujer, y ella me oculta un embarazo, que esta poseída por un demonio y que la sigue quien sabe que...a ella y a la niña.
La podría matar yo mismo.
Me limito a asentir y entro en la habitación para tomar a la niña, corriendo pasillo abajo hacia una salida sin mirar ni una vez a su madre.
Perdi la consciencia. Mi alma se encontraba en la nada que era mi mente. Crucificada, desnuda, desesperada, ensangrentada. Pero habia algo nuevo. Una hoguera ardia bajo mis pies, sus llamas lamian mi cuerpo haciendo arder en vida. Queria gritar pero no tenia voz, queria llorar pero ya no me quedaban lagrimas. Simplemente me quede alli. Lamentando toda mi vida desde que Temosare me habia poseido. Y el recuerdo de mi niña alejandose de mi, de su madre, con el hombre que amaba y siempre amaria.
El convento estallo en llamas en cuanto Solomon y Mariam se alejaron lo suficientes. Las humanas saltaban por las ventanas en llamas, muriendo en la caida. Habia grito guturales, chillidos estremecedores y voces de ultratumba. El tejado se derrumbo bajo sus cimientos y el edificio entero poco duraria. Y nada se sabia de Issendra. Pero Temosare usaba su cuerpo para acabar con los enemigos demonios que se echaban sobre el. Y uno por uno fueron consumidos por las llamas.
Alguna otra niña y monja se habian librado de las llamas y junto padre e hija observaban con lagrimas de impotencia como su hogar era destruido.