Partida Rol por web

- Vaya, eso es muy amable de vuestra parte - se sorprende Asperi al escuchar el ofrecimiento - prometemos usarla lo mejor posible -

- Aunque es solo un arma y nosotros somos cuatro, quizás podamos encontrar algunas más en la herrería - propone, reacio a apropiarse del arma y dejar, quizás, indefensos a sus compañeros

- Yo tengo ropa de abrigo, pero si alguien necesita, quizás es momento de comprarla - acota, sin querer reconocer que si la tiene es solo porque su madre insistió en que la llevase

Gracias por la espada. Acabaremos con esas insidiosas criaturas y regresaremos para devolverla.

Tras meditar qué más podría ser relevante, Thandril decide preguntar varias cosas más.

Hay una cosa que no me ha quedado clara: ¿estaba presente ese extraño invierno cuando os internasteis en esa zona o apareció de repente, junto con las criaturas que os emboscaron? Otra pregunta, ¿visteis alguna otra criatura que los dirigiese? ¿O alguna cosa que os pareciese extraña, además de los duendes y el frío? Y, por último, ¿tenéis idea de por qué os atacaron? ¿Intentaron robaros?

Svalk tomó la espada con gesto respetuoso.

-Gracias, yo mismo te la devolveré cuando esto acabe. -le dijo con una sonrisa- Descansa amigo mío.

Tras las últimas preguntas de sus compañeros, Svalk salió con ellos.

-Voy a buscar a Haakon y ya estaré listo para ir al bosque, no deberíamos entretenernos más de lo estrictamente necesario o quizá las posibilidades de encontrar supervivientes se vuelvan nulas. -comentó.

Haakon era el burro que le acompañaba y en el que transportaba sus pertenencias más pesadas, en aquel momento se encontraba en los establos de la posada.

Yuln pareció ignorar al elfo que le preguntaba inquisitivo, pero al final le contestó.
El invierno parecía llevar ya un tiempo. Al principio el bosque no estaba nevado pero más adelante todo estaba cubierto con nieve.
Sólo había bandidos y duendes del invierno. Pero estas criaturas no van muy lejos si no los envían las Brujas del invierno que les congelaron el corazón, y ¡Seguro que hay cosas peores por llegar!
Eran salteadores de caminos, pero al ver que escoltábamos a una noble decidieron llevársela

El herrero del pueblo, Isker os saluda al veros entrar. Por suerte para vosotros tiene disponibles varias cosa de hierro frío.
Concretamente una daga y una lanza. También tiene unas balas de honda mágicas de hierro frío

Asperi, deberías comprar las dos armas si tienes suficiente oro, no solo la lanza. Si te encontrases en un lugar angosto para luchar, la daga sería más fácil de usar.

El bárbaro observó las armas de hierro frío que le ofrecían y, tras revisar su bolsa de monedas terminó seleccionando la lanza. El arma parecí algo más liviana que las que estaba acostumbrado a usar, pero no le resultaba incómoda.

Tras entregarle al herrero las monedas que este solicitaba por el arma la aferró con fuerza en una de sus manos y decidió que, dada su forma y tamaño debería llevarla en la mano. De ser necesario la utilizaría como bastón.

Sin embargo, ante la sugerencia del mago no puedo menos que acotar - No es tan incomoda. Y si realmente estamos en un lugar tan estrecho, podré utilizar mi kukri. O eso espero -

Viendo aquellas armas a la bruja del grupo le dió por pensar en un mas que posible enfrentamiento con esas criaturas que le habían descrito. No era una gran luchadora y esperaba que, en caso de necesidad, sus hechizos la salvarían y pudiese mantener la distancia con cualquier enemigo. A ello podría ayudar la presencia de Asperi que era una mole de músculo y curtido combatiente.

- Muy bien. Parece que esto no será sencillo. No soy muy ducha con las armas pero en caso de necesidad podré ayudaros y apoyaros en el combate... - Se limitó a decir, ya preparada para salir.

Una vez pertrechados, os reunís con Svalk y su asno y os dirigís hacia el bosque.
Cuando llegáis cerca del bosque, la temperatura empieza a ser más frío. La carretera delante vuestro está cubierta de escombros y cadáveres de hombres y caballos. Un carromato está en pie en la carretera, sus caballos han debido soltarse o haberse perdido, otro carromato está volcado y roto junto a los árboles.
. Al sur hay más cuerpos alrededor lo que parece una estatus de hielo. Un rastro en la nieve se interna en el bosque

Thandril contempla la desoladora imagen.

¿Será este el lugar del ataque o serán otros viajeros que también fueron atacados?

El mago observa los cadáveres más cercanos sin tocarlos y mira el carromato por si hubiese algún superviviente entre los restos.

A medida que avanzaban y el frío los comenzaba a envolver, el bárbaro no puedo menos que agradecer los consejos de su madre respecto a su ropa de abrigo. Sin embargo, al ver lo que había sucedido en el camino, casi sin darse cuenta decidió ponerse al frente del grupo

Aferrando su nueva lanza con la zurda, tomó con la diestra una de las jabalinas que colgaban al costado de su mochila mientras proponía a los demás - Asegurense que nadie nos intente emboscar desde la espesura. Yo verifico si hay alguien por aquí -

Dispuesto a soltar la jabalina si debía utilizar la lanza, o a arrojarla si detectaba algo a la distancia que se moviera y no debiera hacerlo avanzó hasta los carromatos y utilizando la punta de ambas armas aprovechó para registrar los mismos

Mientras Asperi se adelantaba al grupo para revisar los carros que habían en el lugar, la bruja sacó su ballesta y la dejó cargada. No era gran cosa en combate pero puede que pudiese ayudar, llegado el caso.

- Ve con cuidado, Asperi. Te cubriremos desde aquí. - Musitó.

Al rato, Kaira cayó en la cuenta de que Svalk era bastante bueno rastreando, entre otras cosas, así que se dirigió a el, que ya parecía hacer su trabajo bastante bien.

- Eres el más preparado y el que mejor se sabe mover por aquí, Svalk. Si puedes ver algo, como esa posible emboscada que comenta Asperi, no dudes en darnos aviso, amigo. Yo haré mi parte y veré que tanto hay mágico o no por este lugar.

Los ojos de la mujer se nublaron y Kaira se concentró, tratando de detectar presencias mágicas o cualquier otra cosa de índole arcana.