Partida Rol por web

Asperi se acerca al carromato que sigue en pie y observa que está cerrado con una lanza metida en los manillares de las puertas, y escucha ruido de movimiento en su interior.
Kaira no ve presencia de magia en la zona.
Thandril puede ver que los cadáveres parece haber sido atacado por numerosas alfileres

Svalk permanecía con una flecha claramente artesanal montada en el arco, si les emboscaban más valía estar preparado.

Observó en silencio el bosque, buscando cualquier indicio de que alguien o algo estuviese acechándoles.

Mientras, la bruja se acercó tras él. La escuchó y asintió.

-De acuerdo, os mantengo informados. -tras eso, se puso a observar atentamente las huellas del suelo, tanto para averiguar cuántos enemigos pudieron haber sido, como para saber hacia dónde se dirigieron después.

Svalk no ve ninguna criatura emboscada. En cambio, el rastro es tan evidente que hasta alguien sin las habilidades de Svalk podría seguirlo.

Estos desdichados parece claro que fueron atacados por los duendes esos. Tienen heridas como de alfileres. Seguramente dagas o flechas muy pequeñas, creo.

- Atención, parece que hay alguien aquí adentro - comentó el bárbaro, volviendo a colgar su jabalina de la mochila.

Tras mirar a su alrededor y verificar que sus compañeros estuvieran dispuestos para enfrentarse a lo que pudiera haber encerrado en el lugar se ubicó al costado de la puerta y, lentamente sacó la lanza, dejándola caer a sus espaldas

Incluso antes de que lo que fuera que estuviera encerrado pudiera salir de su prisión aferró con nueva lanza con ambas manos dispuesto a clavarla si lo que saliera del lugar presentaba algún peligro

Thandril se acerca al lugar donde está Asperi y escucha el ruido.

¿Quién anda ahí dentro?, pregunta pensando si es uno de los duendes de los que les hablaron.

Nadie contesta. Solo los ruidos se intensifican

Viendo que Svalk y ella misma llevaban armas a distancia, Kaira se giró hacia su compañero arquero para que este se preparase.

- Svalk y yo apuntaremos a la puerta. Asperi, si abres la puerta, dispararemos ante cualquier signo de hostilidad por parte de lo que haya ahï adentro. - Comunicó.

A decir verdad, el hecho de que no contestaran podría indicar que se trataba de alguna criatura, pero no estarían seguros hasta abrir el carro.

Asperi tira de la lanza y se aparta. Dos muertos vivientes saltan como una exhalación del carromato.

Svalk estaba revisando el rastro, intentando averiguar el número de enemigos, cuando Asperi pareció encontrar algo en el interior del carro. ¿Tal vez un superviviente? Daba igual, no podían bajar la guardia, el hombre tensó el arco y, con una mirada cómplice hacia Kaira, se situó listo por si lo que surgía del interior era hostil...

El joven comenzó a estirar de la lanza lentamente... y en cuanto la retiró, el carro se abrió y surgieron dos muertos vivientes. ¿Cómo habían llegado ahí dentro? ¿Eran quizá lo que quedaba de los guardaespaldas de Lady Argentea?

Mientras se pregunta cómo han llegado esos muertos vivientes dentro del carromato, Thandril piensa en el conjuro más adecuado para esta situación.

Atento a lo que pudiera pasar, el bárbaro estaba más que preparado para reaccionar.

Al notar que lo que salía del carro no eran prisioneros, aferró su nueva lanza con ambas manos y la movió como si de una bastón se tratase, buscando que la punta de hierro frío rasgara el cuerpo sin vida del más cercano de quienes habían salido del carro

- Que se supone que son estas cosas? - exclamó mientras la punta de su arma cortaba el pecho del no muerto mas cercana y daba un paso atrás, para dejar el campo libre a sus compañeros - y quien las encerró allí? -

Un miedo inhumano recorrió la espalda de la bruja del grupo en el momento que aquellos no muertos saltaron del carro hacia ellos. Quizás fue por eso que vaciló y disparó un virote de su ballesta, aunque con tan mala puntería que pasaría bastante lejos de su objetivo.

Svalk apuntó al enemigo al que el joven estaba atacando con su lanza, y disparó su flecha.