Partida Rol por web

Por desgracia Thomas no tenía la marca, pero Lisa, la hija de O'Ryan, la lucía en su frente. En tanto Thomas mira a Connor como si te pregunta acerca de qué era él fuera complicada de responder. No obstante, O'Ryan se acerca a ti y dice:

- Si el Hijo del Diablo confió en tí, yo también puedo. Seguramente has escuchado que soy algo complicado, y es cierto. Soy inmortal, Kawana. No se por que, pero no muero ni envejezco, tampoco enfermo. Llevo viendo hasta la fecha más de 1500 años.

-"¿1500 años?"

No puedo disimular mi sorpresa, estaba preparada para descubris que Connor era un hombre-lobo, incluso un faerie, me extrañaría mucho que Thomas me hubiera traído a casa de un vampiro, de los que apenas he oído hablar en mis tierras, y la verdad daba por hecho que sería un mago... como yo.

Pero, ¿Un inmortal?, había oído hablar de algunos magos que gracias al manejo de sus artes habían rozado el sueño de los no despertados, pero que debido al empleo de magia tan poderosa al final, a pesar de poder burlar a la hermana muerte no pudieron burlar a los espíritus de la paradoja.

Intento recomponerme, no es bueno demostrar tantas emociones... aunque creo que esta gente serán mis valedores durante los próximos tiempos...

De repente recuerdo el destello que ha pasado por mi mente al fijarme en Lisa, también ella lleva un dragón, es una de las elegidas por el hijo del diablo...

-"¿Y tú?, Lisa, ¿Qué tipo de ser mágico eres?... ¿Y qué clase de criatura es esa que viaja contigo?"- digo señalando al extraño perro con el que me encontré al despertar.

Lisa te mira con ojos grandes y redondos cuando le preguntas. Su respuesta fue m´s inesperada de lo que pudieras imaginar:

- Pues yo... soy humana... por lo menos eso creo.

No hubo tiempo para ahondar más en ese tema, ya que en ese momento entra el sirviente que les abrió la puerta al principio. Anunciaba que unos amigos del señor le buscaban, venian con una dama y su hijo y parecía que estaban en problema. Al preguntar O'Ryan acerca de qué amigos eran, a lo que le resmonden que se trata de Jack McKenneth. Entonces, amablemente, los invita a que lo acompañen a recibir a sus visitas. Al bajar, hay se encuentran con tres hombres acompañando a una chica joven y bonita de cabellos rojos. A su lado viene un chico que viste un pijama. ORyan los saluda cordialmente, pero lo que hablan no te llama la atención, sino que la chica tiene la marca del dragon en el brazo.

Ajena a la conversación y al protocolo que seguir en estos casos me acerco lentamente a la chica con la mirada fija en su marca del dragón.

La cojo con delicadeza por la muñeca y comienzo a hablar mirándole a los ojos.

-"Mi nombre es Kawana Wukengi de los Ndembu, y soy la emisaria del hijo del Exu, tengo que reconocer a los elegidos para que resurja la vieja alianza..."- Le señalo su marca y continúo.-"Y tú eres uno de ellos."

Continúo mirándole a los ojos esperando ver su reacción, y ajena a lo que hacen el resto de los presentes... un poco ¿ida?.

La chica de cabello rojiso queda totalmente descolocada frente a lo que le dices y te queda mirando como una tonta.

- No, no, me temo que te equivocas de persona.... yo no soy esa que dices, lo unico que tengo que hacer es dejar a mi hijo con su padre y averiguar que le ha pasado a mis compañeros, no se nada de ninguna alianza, ni nada parecido.

El otro que te escucha es O'Ryan, quien parece contrariado. Después te dice:

- ¿Qué ocurre, Kawana? ¿La señorita Ni Chonail tiene la marca?

Sin embargo, no alcanzas a contestar pues tu atención se desvía a un hombre joven que acaba de entrar y lleva la marca en su hombro.

-"Connor, la muchacha lleva la marca del dragón..."- Hago una pausa, respiro y señalo hacia la puerta. -"Y ese joven también."

Me acerco a la puerta y me encaro al recién llegado.

-"Soy Kawana Wukengi, de los Ndembu. El Hijo de Exu me ha encomendado reconcocer a los elegidos para que renazca la Vieja Alianza... tú eres uno de ellos, llevas la marca del dragón."

Sin aún estar despierto del todo esto es demasiado para mi. Parpadeo durante unos segundos.

Mi nombre es Mathwolch Fionn, encantado...

le cojo la mano.

Mientras me recupero, voy recapacitando sobre lo que me acaba de decir.

¿Has dicho que alguien te ha enviado a restablecer una alianza?¿que YO soy uno de los elegidos?¿la marca del dragón? necesito un café y seguimos charlando... creo que el viejo Milles se olvidó de explicarme algo...

Intento ir a alguna parte, pero como no sé donde está nada, le pregunto:

¿Sabes donde hay café?

Kawana parece que ha logrado descolocar a O'Ryan, pues ahora mira confuso a cada uno de los supuestos marcados por el dragón. Como para poner orden a todo esto, les dice a todos:

- Quizá debamos discutir esto de las marcas con más calma. Por favor, acompáñenme a mi estudio y hablaremos de eso.

No me voy a separar de los elegidos, es mi misión. Piensa Kawana para sus adentros.

Decidida toma la mano de Mathwolch y comienza a caminar hacia el lugar señalado por Connor, al pasar junto a Brianna hace lo mismo agarrando con suavidad a un elegido con cada mano, entonces continúa hacia el estudio.

-"No nos separemos, estamos juntos en esto, es nuestro destino."

Tu poder surte efecto y parece que los dos elegidos que has encontrado se sienten mucho mejor. No obstante, tu intención de no alejarte de ellos se ve entorpecida por Connor, quien te lleva a un lado y con cara de preocupación te dice.

- Kawana, necesito saber algo ¿Hay alguna otra persona que tenga la marca del Dragón?.

Hago memoria... ante mis ojos pasan como flashes los instantes en los que pude ver un dragón de fuego...

Connor la llevaba en el pecho. Lisa en la frente. Briana en el brazo. Mathwolch en el hombro...

-"No he visto más marcas, tan solo cuatro... Supongo que aunque estuviera tapada por la ropa tendría alguna forma de percibirla..."- Me quedo pensativa y busco en mi cuerpo esperando encontrar una marca también.

Le doy vueltas a mi cabeza al origen de las marcas, como se forman, si tengo alguna forma de detectarlas más allá de mis sentidos mortales. Puede que las marcas sean espíritus, si es así la ropa no sería impedimento, o puede que sean de la quintaesencia...