Partida Rol por web

Nataly recibió los golpes de Naisher y, incluso con su cuerpo metálico, aquellas cuchillas de energía lograron dañarla, haciéndola retroceder un par de pasos, pero aquello no la pararía, sabía que tenía que hacer algo pero necesitaba una potente técnica para golpear al enemigo y en aquel momento de tensión surgió la idea.

Aquella puñalada de fuego cogió por sorpresa a Naisher y sin saber qué es lo que se le venía encima se quedó paralizado unas décimas de segundo mientras su cerebro mitad robótico lo procesaba, y para entonces era tarde, Nataly lo había atravesado de lado a lado y el impacto lo hizo salir volando… y cuando su cuerpo tocó el suelo, ya había muerto.

Por otro lado, Shiro se despistó por un momento con el combate de su compañero… estaban perdiendo y pudo ver los últimos momentos de la vida de este. Ella no fracasaría, ella… ¿Por qué de pronto todo le daba vueltas? Sus últimos segundos fueron de arrepentimiento por aquel despiste mientras veía como su con sus ojos como se alejaba de su cuerpo, Astrid habría aprovechado aquellas décimas de segundo para cortarle la cabeza con sus cuchillos.

Tras eso, Nataly y Astrid volvieron a su forma normal y mientras lo hacían Astrid no perdía el tiempo pues había cogido la Katana de Shiro y la guarda del cuerpo de esta y se la estaba colgando en la espalda.

¿Por qué sonreía? Le preocupaba que pareciera disfrutar con aquello. Ella sólo sonreía en una pelea cuando sabía que, a pesar de lo divertido que pudiera saber, iba a acabar venciendo. Por eso ella le correspondió con su mirada más peligrosa mientras veía cómo su compañera volvía a fallar contra Rose... Un momento. ¿Aquella no era Rose? ¿O sí? ¿Podía ser que hubiera vuelto a cambiar? Pero sus poderes no eran aquellos...¿no? Joder. No tenía ni idea.

Poco tiempo tuvo de pensar en aquello porque de repente ojos rojos contraatacó y su compañera cayó al suelo, posiblemente muerta, pero de seguro inutilizada. No es que le afectara ni la muerte ni la pérdida pero no veía forma de ganar ella sola contra esos dos. Se fijó en las runas de la piel de la chica pero pensó que sería algo de vampiros. Sin embargo, dejó de tenerlo tan claro cuando vio como el grandullón pasaba de repente a coloso.

Aquel impacto lanzó varios metros a Brooke hacia atrás y probablemente le haya fracturado varias costillas y algún hueso más. Pero aún se encontraba en condiciones para luchar.

¡Había funcionado! Y no solo ella había acabado con aquel enemigo sino que además Astrid había hecho lo propio con la otra enemiga. Observó aquella rebanada, cansada por el desgaste de aquella técnica. Habían acabado con ellos dos en un 2 vs 2 - pues el pobre Frank no había hecho nada de nada- y si de algo estaban ambas seguras es de que el equipo que hacían era mortal. En futuras misiones las enviarían juntas porque eran imparables. Tenían bastantes parecidos: orgullo, confianza, poder, habilidad... Nataly pensaba en aquello mientras observaba a Astrid recoger la katana. Su lazo con la chica se había estrechado bastante, al menos por su lado.

Sintiendo aún una ligera quemazón en su mano derecha, guardó las dagas en las vainas del cinturón y corrió hacia su compañera. Quizás lo apropiado habría sido no decir nada más, pero Nataly no estaba para pensar en aquello:

- Buen trabajo, compañera.- le dijo, mirándola a los ojos directamente, con seriedad y admiración. Y aunque le hubiera gustado extender la mano para estrechársela, aún no sabía cómo podía reaccionar Astrid. Así pues decidió centrarse de nuevo en el asunto que ahora rondaba su cabeza.- Busquemos a Frank. No podemos dejarlo aquí.

¡Joder! El puñetazo la mandó con fuerza hacia atrás, haciendo que se cayera al suelo con brusquedad. Tenía que hacer algo, realmente tenía que hacer algo. No podía quedarse a morir y ya. Lo peor es que estaba devanándose los sesos para utilizar sus poderes pero su cerebro no cooperaba. Sí, podía decir que sólo las armas de filo hicieran daño. Pero con su compañera fuera de combate como parecía estar, ¿realmente ayudaría? ¿No acabaría el combate más rápido para ella?

Su cabeza no funcionaba con claridad. No era cosa del dolor, era el verse sin salida. ¿Qué pasaba si no podía? ¿Si no daba con una solución? ¿Moriría allí? No podía morir allí. No porque fuera joven, no porque fuera ella. Aún tenía una venganza pendiente contra su padre. Tenía que encontrarlo, tenía que hacerle saber todo el daño que le había hecho y luego, tenía que acabar con su vida.

No tardó en medio incorporarse y echar mano de sus otras píldoras. Llevaba dos. De modo que se tomó dos más de la mantis. No iba a echarse atrás. O a por todas o nada. De modo que se tomó una última de grillo topo para aprovecharse del exoesqueleto del insecto.

Mientras este le hacía efecto, corrió hacia adelante para propinarle un nuevo puñetazo al musculoso, haciendo acopio de todas sus fuerzas nacidas de la desesperación.

Se tomó las píldoras y de pronto un dolor frio recorrió su espalda, pero aquello no la paró… notó como su cuerpo cambiaba y se hacía más grande, si no fuese por la gran altura de aquel coloso se habría dado cuenta de que ahora pasaba de los dos metros. Corrió a toda velocidad a por su objetivo con aquel dolor frio recorriendo su cuerpo y preparó su puño, unos puños con unos brazos más grandes de lo normal donde los antebrazos superaban el metro de diámetro…

El primer puñetazo sonó como si una fuerte explosión fuerte metida dentro de algún recipiente y aunque el coloso lo vio venir y se cubrió con los brazos, aquel puñetazo que rompió la barrera del sonido pulverizó sus brazos y lo hizo retroceder varios metros pero… antes de que pudiese reaccionar ya tenía de nuevo a aquella bestia de Brooke encima, que le lanzó otro puñetazo, pero este usó todas las energías que le quedaban mientras buscaba sobrevivir.

El puñetazo generó tal onda expansiva que destruyeron por completo el edificio en el que estaban y pulverizaron al coloso por completo. Brooke suspiró en aquel solar en el que se encontraba… su cuerpo volvía a ser de tamaño normal y con proporciones normales, aunque aún no terminaba de destransformarse, mantenía rasgos de aquellos animales. Cayó de rodillas al suelo, agotada, su cuerpo había superado sus posibilidades con aquel puñetazo que habría podido destruir cualquier cosa y había destrozado todo a su alrededor.

Apareció entonces de la nada aquella chica de ojos rojos cargando con Xin y mirando con enfado a Booke mientras su hombro derecho goteaba sangre pues no había rastro de su brazo por ningún lado.

- No ponía nada en el registro de esta técnica… ¿Qué narices has hecho? Sea lo que sea, estas en las últimas, por lo que ahora te vendrás conmigo y tú y tu amiga la china seréis una de nosotros.

Dejó caer a Xin al suelo y la sangre que salía por su herida formó un nuevo brazo hecho de sangre que parecía más una garra monstruosa mientras que en sus ojos se dibujaba una sed de sangre.

Ante esto, Brooke intentó levantarse de forma instintiva pero sus piernas le fallaron y cayó al suelo tumbada boca abajo con sus ojos mirando a la criatura que iba a matarle, siendo incapaz de mover ni un musculo debido al agotamiento de lo que acababa de hacer. La chica de ojos rojos iba acercándose paso a paso hacia Brooke, que se encontraba inmóvil en el suelo, cada vez más cerca y acercando cada vez más su garra… más y más… y justo cuando estaba a punto de llegar, del cuello de la ojos rojos surgió una Katana, que la hizo abrir los ojos como platos y un movimiento de la Katana separó el cuerpo de la cabeza.

Y al caer el cuerpo, allí estaba Rose, con la Katana de Xin y su respiración agitada, como si acabase de correr una maratón.

Nunca jamás se había sentido tan poderosa. Ya no pensaba. Actuaba porque los músculos se lo decían así. De modo que al lanzar un puño tras el otro contra el gigantón, sólo había sentido la fuerza explotar en su cuerpo y transmitirse a su adversario, al edificio, a todo lo que les rodeaba.

Lo había dado todo. Había dado demasiado. Sus rodillas no la sostuvieron de modo que pronto se encontró de rodillas mientras el mundo daba vueltas a su alrededor. Nada parecía tener demasiado sentido y se sentía mucho más cansada de lo que nunca había estado.

Sólo atinó a ver cómo ojos rojos se acercaba a ella y la encaraba enfadada. Supo que iba a morir. O peor, supo que iba a perder su oportunidad de vengarse porque harían que se uniera a ellos, fueran quienes fueran, y le lavarían el cerebro porque de otro modo no colaboraría. E, inexplicablemente, se puso a reír. A pesar del dolor y del agotamiento, a pesar de la desesperanza, el enfado ridículo de su oponente la hizo estallar en unas carcajadas cargadas de ansiedad. No podía morir ahí. No podía, no podía. No había evaluado bien el coste de sus últimas acciones. ¿Y por eso ahí se acababa todo? ¿Por un error? ¿Por un fallo? ¿Y todo se iba a la mierda sin más?

Intentó levantarse para, por lo menos, plantar cara a aquel ser como pudiera, pero el esfuerzo fue demasiado para su cuerpo debilitado y cayó al suelo mascullando un "joder", con la risa convirtiéndose en un jadeo. Casi sentía ganas de llorar.

Alzó la cabeza para, por lo menos, ver los ojos de su adversario y entonces, cuando pensaba que ya estaba, cuando todo iba a terminar, la cabeza de su adversario fue limpiamente seccionada del tronco y allí apareció Rose con aspecto alterado.

- Justo a tiempo - dijo sonriendo desde su posición -. Espero que me hayas traído el tabaco porque necesito un piti - hizo el esfuerzo de darse la vuelta de modo que el suelo no presionara contra sus costillas. Se sentía hecha un asco. Quizás por eso se permitió ponerse sentimental un momento -. Pensaba que te había perdido de nuevo y luego...pensé que eras tú la que me atacaba...ya puedes decirlo, soy una amiga de mierda.

Astrid caminó sin mostrar su cansancio hacia Nataly, pero al escuchar las palabras de esta se sorprendió sobre cómo se refería hacia ella con tanta camaradería, cuando habían luchado más batallas en equipos distintos que en el mismo… casi ni se podría considerar que hubiesen luchado juntas y lo peor de todo es que había tenido que usar su poder delante de ella.

- No soy compañera de nadie, trabajo sola - fue lo único que respondió, causándole a Nataly un dolor que le hizo cerrar los ojos y apretar los dientes… su voz era suave e incluso bonita, a juego con su aspecto de muñeca, era desconcertante que causase ese dolor escucharla.

Aunque no respondió se dirigió hacia donde había caído Frank y comenzó a retirar tablones sin tardar mucho en encontrar a Frank y tras eso, se quedó mirando a  Nataly con esos ojos que no expresaban sentimiento ninguno pero en los cuales se veía un obvio "No pienso cargar con él".

De pronto una explosión rellenó todo el silencio de su alrededor, unos edificios semiderruidos que no estaban muy lejos de allí habían volado por los aires en una explosión de llamas y distintos escombros caían a su alrededor, pero el más llamativo de ellos fue uno de los últimos que era lo que parecía parte de algún tipo de macaba estatua metálica, exactamente parte de su cabeza donde podía verse un rostro lleno  de terror.

Rose se quedó mirando a Brooke unos segundos cuando esta habló sin dudar sobre sus pensamientos acerca de que la había perdido y de que le estaba atacando sin decir nada al respecto mientras recuperaba el aliento. Soltó la katana, aquella katana con la que había matado a alguien de su especie… especie que todo el mundo creía extinta y allí mismo había dos chicas. Roxy había salvado a su amiga pero Lisa había matado a la única pista sobre la existencia de más de su raza.

Finalmente suspiró - ha sido un mal día para todos, será mejor que os saque de aquí a ti y a la china, esta explosión seguro que atrae a las bestias, o incluso al dragón del otro día - se agachó y agarró a Brooke, cargándosela en un hombro como si fuese un saco de patatas, para ir hacia Xin y hacer lo mismo en el otro lado - Siento la falta de delicadeza, pero no se me ocurre otra forma de ir cargando con las dos a la vez y salir de aquí…

Suspiró. Astrid nunca admitiría que habían hecho buen equipo. Siempre querría ir por su cuenta y era una pena porque las dos eran un equipo increíble e invencible. Pero la pelirroja no le dijo nada más. ¿Para qué enfadarla? Cuando llegaron hasta Frank observó la mirada de la chica mientras Nataly tenía los brazos en jarras. Igual que la mirada de Astrid indicaba que no pensaba mover un dedo por su compañero, Reckless puso mueca de "vale, ya voy yo...".

Sabía que con el aspecto de Nataly no podría cargar fácilmente con Frank. Ni aunque estuviera al 100%. Así que no le quedaba otra que transformarse, ahora, delante de Astrid. No le hacía ni pizca de gracia pero esperaba que la antipática de la chica continuara manteniendo la boca cerrada tan bien como sabía hacerlo. Le dio la espalda a Astrid y se transformó en Nate, llegando hasta Frank y colocándoselo en el hombro derecho. Al volver a dar la cara a la chica ni la miró y empezó a caminar hacia aquella explosión. Compañeros suyos podrían estar allí y necesitar ayuda. Nataly no era de los que abandonaba a sus amigos. Sandra y Brooke podrían estar metidas en aquel lío.

- Vamos.

Le habría gustado pedirle que le cubriera las espaldas ahora que llevaba al grandullón de Frank. ¿Pero de qué serviría?

Estaba extenuada. Realmente no podía levantarse y casi ni quería. Todo el cuerpo le pedía dormir durante horas y ni siquiera necesitaba estar especialmente cómoda. Además, le dolían las costillas al respirar y al hablar. Por suerte, Roxy nunca había sido el alma de la fiesta y Rose era igual, desde luego, cuando estaba con ella - o ellas, según se miraba - Brooke tenía que buscarse sus propios motivos para reír y a decir verdad, no era algo que le apeteciera en aquel momento.

De modo que se quedó allí, esperando a ver si recuperaba un poco las fuerzas para ponerse en pie cuando de repente, Rose la cargó sobre el hombro como si fuera peso pluma - cuando era imposible que fuera así llevando la armadura - sin ningún tipo de delicadeza. Soltó una palabrota pero después simplemente se quedó con los dientes apretados sin hablar, pues cualquier movimiento de Rose le enviaba un ramalazo de dolor que le hacía estar a punto de gritar.

Puede que se esté vengando, pensó con su humor cínico habitual, que había vuelto, acobardado, tras aquella lucha a vida o muerte.

Tras aquellos días de tensión, finalmente todo pasó y todos los estudiantes fueron trasladados de vuelta a Highttdell, la ciudad académica donde siempre habían vivido aunque ahora parecía que habían pasado años desde que habían salido de allí, y ahora la mayoría se encontraban en el hospital descansando.

Tras los distintos combates que muchos de ellos libraron, tanto Maze Storm como los hermanos fueron buscándolos y encontrándolos uno a uno. Parecían de mal humor y es que, aquel al que se referían como "Viper", que era aquel al que se habían enfrentado que parecía todopoderoso así como "Portal", alguien que parecía tener la capacidad de crear agujeros de gusano sin ningún tipo de problema o limitación y era el culpable de haberles separado, habían desaparecido de pronto en mitad del combate.

Otro asunto relevante es que Rose fue aceptada por Maze Storm como "Roxy" al ver que las píldoras funcionaban en ella, por lo que también volvió y ocuparía el lugar de esta como heroína.