Maldito veía que su idea de destrozarles la casa iba germinando, no quiso que el merito de la misión se lo llevasen otros gatos, así que decidió hablar y coger un sitio en esa expedición, además había comida por medio. ¿Qué más se podía pedir?
- Miauuu ... - Empezó diciendo para atraer la atención del Coronel Bigotitos - Isis y yo tenemos experiencia en eso de entrar en casas y destrozarlas, a la vez de esquivar humiaunos si se enteran de nuestra presencia y cogen el palo diabólico con pelos. - Dicho esto y sin nombrar el atún para que no pensasen que lo hacían solo por la comida termino su propuesta con la pose recta al estilo militar - Isis y yo nos presentamos para formar parte de la misión de destrozar su casa y comernos el atún. - Sin poder remediarlo se lamio sus bigotes, aunque acto seguido se arrepintiese de haberlo nombrado.
- Aparte, los humanos pensarán que fue él el que destrozó la casa, así, si por lo que sea no lo tiran de su "nuevo hogar" como castigo los humanos le cortarán sus cosas más intimas como castigo - Y una sonrisa malvada apareció en el rostro de Maldito.
La perspectiva de una casa llena del prrecioso atún cautivaba a cualquier gato, en especial a Mitones. Sin embargo la gorda gata blanca no había asistido con sus hermanos gatunos a la reunión para ir de paseo a la casa de otros humanos; sino para aportar al plan de los gaticos del mundo...y para ello no había traición posible a ser aguantada.
En ese caso -resonó la voz desde su robusto y peludo cuello- me anoto para irrrr -Una piedra del suelo acariciaba la pata de Mitones produciendo gran placer a la gata- a por Rayas...quienquiera que sea ese traidorrrr
Lamiendo una de sus patitas delanteras, Ophelia escucha con atención las propuestas de sus camaradas. La de las avispas no estaba nada, pero nada, mal. Incluso ella creía que meterlo a algún lugar cerrado con crías de humano era demasiado cruel, así que solo ignoró esa propuesta. Pero la del pelón 2.0 si tenía un poco más de sentido. Destrozar el refugio e incriminar al traidor. ¡Perfecto!
Pero independiente de las decisiones tomadas luego, sobre misiones y castigos, había algo que la gata callejera tenía más que claro. Prefería diablo conocido a por conocer, así que se plantó a un lado de Felicia. Miró hacia el lado un poco sorprendida, pues la gatita parecía haber crecido un poco en su ausencia.
Purrrmiso para unirme a Felicia en su misión, Coronel Bigotitos.
Marfelina veía cómo cada gato elegía la misión que prefería, así que ella hizo lo mismo - Yo estoy con Felicia, preferiría ir a destrozar la casa antes que vengarnos de Rayas, temo cómo acabe... - dijo mientras pasaba sus patitas por su rostro. Preocupada de que el Coronel pensase que era una gatita faldera aclaró sus pensamientos por Rayas - ...pero eso no quiere decir que no se merezca un castigo... Los que vayáis, ¡acabad con él! Bueno... no del todo - dijo preocupada al haber metido la pata - Solo... que se dé cuenta de su error y vuelva con nosotros...
Una vez terminó de hablar se acercó avergonzada a Zoe y le pidió su opinión - A mí me gustaría que hiciéramos la misión juntos, pero si prefieres vengarte de Rayas ve, maullaré por tí y por tus zarpas - musitó mientras pasaba su cabeza por la del gato - ¿Qué haremos con Gutsito? ¿Dejamos que elija lo que quiera o que vaya con uno de nosotros?
Escuchó al resto de sus camaradas felinos y hubo varias cosas que no comprendía. ¿La casa donde estaba Rayas y la casa que debían robar el atún era la misma? No debía de haber escuchado con mucha atención porque ella había creído que eran dos destinos distintos.
-Hummmm…- Se quedó pensando en ello con la cabeza ladeada mientras ese escozor en su cerebro hizo que le picase la oreja, así que cuando se ofreció su amiga Ophelia para acompañarla Felicia se encontraba rascándose su oreja derecha con la patita de atrás. Cuando se giró y la vio a su lado, la observó sin expresión, sorprendida que estaba y empezó a ronronear sonoramente, alegre de saber que irían juntas, las dos últimas miembros presentes del equipo A y no solo eso, porque además eran amigas.
Se levantó de donde estaba sentada y se acercó un poco más a la gatita nórdica mostrando su afecto al acariciarla frotando el lateral de su cuerpo a la vez que le susurró:
-Y esta vez hay atún, y permiso para comer las dos- le dijo con un guiñito relamiéndose los bigotes ante la perspectiva.
Pone su cabecita de lado para hablar con su pareja gatuna entre susurros.
Realmente yo también quiero destrozar la casa, pero he de parecer duro ante nuestro cachorrito, debemos enseñarle lo correcto y en este caso tu tienes la razón, lo llevaremos juntos y haremos que maque todas als almohadas de la casa, te parece bien mi gata guapa?
Zore ronronea mientras acaricia con su rostro el lomo de Marfe.
Zapa escucha atentamente al Coronel... pero sigue sin entender ni papa... no sabe quien es ese Rayas... ni tampoco donde vive... se fija en el resto de gaticos... muchos cachorrillos, muchas gatas.... ¿Que pasa que en este barrio solo hay gatos raros o gatas....? Con tristeza recuerda sus huevecillos que tanta gracia le hacían y que orgulloso lucía con el rabo bien erguido.... con tanta hembra en el vecindario seguro que hubiera sido el rey.... Miaulditos humanos....!!
Finalmente Zapa levanta la zarpa, para llamar la atención del Coronel... mmmrr, Señorrrr.... Prrrr lo que veo aquí todos quieren ir a destrozar la casa de los humanos.... alguien tendrá que ir a buscar al Rayas ese para meterlo en el sitio de los cachorros humanos... Yo me ofrezco voluntario, siempre que me digan donde puedo encontrarlo y como lo reconoceré...
Supergato también veía que el resto de la miaunada se dividía entre dos grupos para los dos trabajos. Cumplir la misión y atrapar a Rayas.
Esperando que todo fuera un malentendido ¡No iba a pensar mal de un gato! decidió ir en la misión a por el felino extraviado.
—Supergato deberá ir también en búsqueda de Rayas. Debe comprobar que se arrepiente de su fechoría... ¡O le dará su merecido!
Se dio cuenta que estaba hablando en tercera persona, algo que le pasaba cuando no tenía cuidado y bajó la cabeza cohibido.
Zoe contestó a Marfelina, dando una respuesta que le agradó mucho, pues ella quería pasar el mayor tiempo con él - Todo lo que dices me parece bien, mi atuncito - dijo mientras el gato seguía acariciando su lomo.
Al oír ronronear a Felicia, Ophelia se alegró considerablemente. Había pensado que la adorable gata aún resentía su error en la misión pasada, pero en vez de eso ¡Hasta parecía feliz de tenerla a su lado! Empezando a ronronear involuntaria y suavemente (porque la enorme gata rara vez hacía esto de manera voluntaria en público) al sentir las caricias de su amiga que se frotaba contra ella, Ophelia le dio un fuerte cabezazo amoroso a la gatita manchada.
Al tan solo escuchar la palabra atún, se relamió los bigotes hambrienta. ¡Cuanto daría por un poquito de ese emparedado de atún con que la habían sobornado la última vez!
Miro de reojo al gato encapado.... ¿ese es el que me va a acompañar a capturar a rayas? ... Vaya pareja, un gatico con capa y otro capado.... cualquier que nos vea le van a entrar un risas que no se vá a poder aguantar... ¿Como humanios un gatico vestido con capa y camiseta va a ir a secuestrar a un gatico Faldero..., si estar vestido es sinonimo absoluto de "falderismo"....
Yo creo que aquí están todos medio locos, y a este de la capa en cuanto se descuide se la quito y la tiro al agua y que se busque la vida para cogerla.... seguro que es uno de esos que le dá grima tocar el agua... con lo divertida y calentita que está la de la ducha y además con jabón que sabe más rico...
Miró cómo los gaticos se repartían y negó, qué iba a hacer siempre le enviaban a novatos para hacer el trabajo de profesionales.
-Rayas debería de estar en la casa de los humanos, lo atraparéis entre todos... Y mientras unos lo llevan a la perrera para cachorros humanos, los otros se quedarán a acabar con todo el atún. Como bien dice Lúculo dejó una misión a medias, por la que ya no espero que castigue a todos los humanos como debería... Pero si liberasen a alguno de los gaticos de las casas vecinas, sería lo mejor- ronroneó, gaticos libres y sangre nueva para sus filas, eso sonaba bien. Si conseguía llegar a esos gaticos podría crear un ejército de gaticos, que cuando volvieran a esos hogares acabaran con los humanos y los subyugaran como debían. -¿Ha quedado claro?
La gata negra de patitas delanteras, barbita y pecho moteado blanco se quedó mirando al Coronel con aquellos ojos azules durante un rato largo, como si su mente hubiese quedado en blanco o hubiese ido a viajar a un lugar muy, muy lejano. Cuando de pronto se sentó en el suelo, moviendo aquella cola atrofiada, inclinó la cabeza y maulló:
—Pues entonces, si vamos todos al mismo sitio, ¿A qué esperamos?— Y como si el suelo no hubiese sido lo suficientemente cómodo se incorporó de un salto y esperó parecía que todo estuviese dicho, aunque quizás no fuese así. Y es que Felicia era una gata muy activa e impaciente.
!Todo el mundo quería comerse el atún! Que malditos, yo tengo mas derechos por pura veterania.
- !Yo lideraré al grupo de destroza la casa! - paso adelante. Cuanto impostor que me quería robar el atún...Atún, en casa había mucho, pero más siempre es bien. Como cuando voy a casa ajena y robo la comida de los perretes apestosos, del sitio que los humanos llaman basura, de los platos sobre las mesas...- Tengo experiencia en destrozar. Me encargaré de que todo quede revuelto y roto. !Es el pago justo por ser un gatico faldero!
!Comida! Ya casi me relamía. Podía oler el atún desde aquí. Atún...
Al escuchar la posibilidad de comer algo delicioso a la vez que castigaban a un traidor a toda la raza gatuna, Azrael se relamió por partida doble.
-¡Miau! ¡Me apunto al escuadrón de destrozo de la casa! ¡No hay cortina que se me resista y soy especialmente eficaz destrozando plantas favoritas!
Diversión y encima atún gratis para todos. Y seguramente también habría queso en esa casa. A todos los humanos les gustaba el queso y ella se encargaría de dejarles con las reservas vacías también. Así el golpe sería doble de fuerte para la moral de esos estúpidos humanos.
-Lúculo os acompañará en esta misión, luego espero que os repartáis como debéis... Sed conscientes que es más importante la misión que su atún- miró de reojo a ciertos gaticos que se habían apresurado a quedarse con la parte del atún antes que con lo de que tenían que destrozar un par de casas vecinas y liberar a los cadetes de gaticos bastardos si era posible.
El gato orondo naranja se puso firme cuando oyó que lo nombraban, algo que duró muy poco pues su posición natural era estar tumbado, sus patitas no podían sujetar tanta majestuosidad.
-Marchaos y no olvidéis dejar a Rayas encerrado en la perrera para cachorros humanos, es de noche y no debería de haber nadie, no tendríais que tener problema alguno. Os esperaré por la plaza para vuestro regreso, intentaré cazar algún ratón y amenazar con ello a los humanos de las casas contiguas.
Se despidió con esas breves palabras el coronel y se fue hacia los cubos de basura a cazar ratones, moviéndose con gracia y equilibrio felino. Sin duda el coronel era todo un gatico bastardo, solo había que verle la cara.
Fin del prólogo.