Habían pasado cinco días tras el incidente en el campanario de Notre Dame. El grupo Lambda había tenido que dar muchas explicaciones sobre lo sucedido y, aún así, los agentes no las tenían todas consigo. Ni ellos, ni mucho menos François Gallé, el amigo de Jean Gabou.
El juicio era en pocas horas y todos estaban citados a declarar. Incluida Hékate que hacía unas pocas horas había sido dada de alta. Tenía la pierna dolorida. Aquella criatura había estado a punto de partírsela, pero parecía que no corría peligro.
Bien, pues hemos llegado al final. O casi al final. Me gustaría que vosotros me contaseis que pasa al final y que ocurre con vuestro equipo. Podéis hacerlo entre todos. Os recomiendo que dejéis "huecos" en vuestra narración para que otro pueda rellenarlos y contar así entre todos este final. ¿Qué ocurre con Gallé? ¿Es considerado culpable o inocente del asesinato de Deveraux? En todo caso, ¿cuál es vuestra explicación de lo sucedido? ¿Creen la versión que dais o por el contrario vosotros también sois inculpados?
Aquí tenéis libertad absoluta :)
[Conversación telefónica entre Gabou y Gallé el día anterior]
-... No, lo siento, el Código Penal no cubre el control mental... No, la posesión tampoco pero nuestro abogado usará los atenuantes de drogas, enajenación y coherción... no, no creo... quizás diez años... no, diez. Pueden reducirse a ocho con buen comportamiento.
Gabou guardó silencio ante la réplica de su amigo.
-Maldita sea, tus huellas están en su cuello y tú ADN en... ¡ya sé que fue consentido! No, no pudimos recuperarlo: se hizo pedazos... no, ninguno: había una multitud viendo el eclipse... aparentemente, a nadie... Tranquilo, ese anticuario no se escapa... sí, han detenido a más de treinta sectarios... bueno, es una banda organizada... claro que colaboró: ¡el pobre llevaba tres días en mi maletero!
Se llevó un cigarro de verdad a la boca. Con los riesgos que implicaba su trabajo, morir de cáncer era la opción menos mala.
Diez años. A Gallé le cayeron finalmente diez largos años de prisión. No obstante, el abogado del pintor llevó a cabo una alegación a la sentencia. La espera duró ocho largos meses más, pero finalmente consiguió que el internamiento de Gallé no fuera en una prisión convencional, sino en un centro psiquiátrico. ¿Era esa una buena noticia? Para el abogado de Gallé, un reputado y ambicioso letrado, fue toda una victoria.
No tanto para Gallé. Un internamiento en un centro psiquiátrico podía ser bueno para una persona que había perdido la cabeza. Psicólogos y terapeutas tratarían de curar la dolencia de Gallé. Sería sometido a todo tipo de terapia para eliminar aquellos pensamientos irracionales acerca de signos amarillos, voces en la cabeza y entes inmateriales de todo tipo. Además, algunos fármacos ayudarían a eliminar las alucinaciones que sufría.
Todo eso estría muy bien para un esquizofrénico bien diagnosticado, pero Gallé no sufría tal enfermedad. Olvidar lo que había experimentado realmente, porque en efecto había sido así, iba a ser muy difícil. Más para un hombre que defendía su inocencia aún después de haber salido culpable. Y es que Gallé no había matado a nadie por voluntad propia. Había sido... el Rey Amarillo. De eso estaba seguro.
El Grupo Lambda tuvo que explicar más de una vez lo sucedido. Primero a los gendarmes que les prestaron declaración, luego a sus responsables directos y finalmente al juzgado. La manifestación que realizaron fue variando en cuanto a su contenido. De buenas a primeras no ocultaron los factores más increíbles de lo sucedido. No obstante, a medida que iban viendo las reacciones de aquellos a quienes iban narrando los hechos y sus gestos de incredulidad, acompañados de comentarios sarcásticos y de burla, las versiones fueron variando.
Al final las declaraciones de los agentes del Grupo Lambda se centraron en los hechos más verosímiles descartando ciertos detalles sin importancia como eran el control mental, los portales a otras dimensiones o los tentáculos extraterrestres. En conclusión, un grupo de sectarios dementes que creían poder hacer una invocación, a través de ciertos sacrificios. François Gallé pudo haber sido influenciado por ellos para cometer el asesinato por el que se le juzgó y salió condenado. Podría haber otros casos de secuestros y asesinatos, pero nada pudo probarse en ese aspecto y no se llegó a nada demasiado concluyente.
Finalmente fueron condenados por pertenencia a un grupo criminal. Lo que si se pudo probar fueron algunas extorsiones a empresarios, coacciones a algunos de los miembros de la secta, otros cargos menores y por supuesto intento de homicidio contra los agentes del Grupo Lambda que trataban de desarticular el supuesto lugar, cuando habían accedido a la catedral de París sin autorización. Uno de los líderes de la secta, Joseph de la Bastogne un anticuario con bastante renombre, fue el que recibió la mayor de las condenas, cinco años y tres meses de prisión, con suerte en un tres años y medio o quizás menos estaría en la calle.
No se si alguno de vosotros ha descubierto algo más. Si se puede probar que se hayan cargado a alguien o secuestros. De ser así tendríamos que revisar mi post.
Dejo a alguien de vosotros el futuro del grupo. ¿Seguimos adelante, nos cierran el chiringuito, nos ascienden?
Una ves estén cerradas las conclusiones de la partida, creo que meteré un último post más personal de Dominique.
Sentado en su pequeña sala del peligro, Jonah miraba la pantalla principal de su ordenador. Había escrito y borrado el mensaje muchas veces, había hecho pequeños comentarios y había desvelado algunos datos pero hasta ahora no había llegado a sincerarse con nadie ¿Con quién podría haberlo hecho? La experiencia que él y sus compañeros habían vivido en aquel campanario era insólita e increíble, como se había demostrado a lo largo de los meses en la reacción de las distintas personas a las que habían relatado lo sucedido.
Ahora, ocho meses después y tras saber que el pobre Gallé y iba a ser internado diez años en un loquero se sentía sucio por no haber seguido exponiendo la verdad y haber antepuesto su libertad a la de ese hombre.
"Querida Marie_Laveau,
no sé si sabrás que hoy ha salido la sentencia final, diez años en un loquero para un hombre que poseído por una entidad sobrenatural tuve que observar como sus propias manos asfixiaban a la mujer que amaba. Visto desde fuera del caso y desde el escepticismo que la sociedad tiene hacia este tipo de eventos puede parecer lógica la condena, pero para alguien que ha vivido el caso y casi ha perdido la vida a manos de extraños seres no deja de ser una crueldad.
Quiero lo primero agradecerte tus palabras de ánimo, consuelo y comprensión a lo largo de este tiempo; soy una persona solitaria y con tendencia al ostracismo por lo que valoro enormemente que hayas respetado mis silencios y escuchado cuando necesitaba contárselo a alguien. Siento la necesidad por tanto de hacerte partícipe de lo que las noticias no sacarán a la luz.
Por lo que averiguamos y dedujimos, la secta comandada por Joseph de la Bastogne contaba con seguidores en diversos estratos de la sociedad, como la detective Mace. Su misión era traer desde otra realidad a una entidad primigenia llamada Hastur, el Rey Amarillo. Esta entidad o una manifestación de ella es la que controló a Gallé para matar a su amante y manipuló mi ordenador cuando intentábamos saber a qué nos enfrentábamos.
Según parece llevaron a cabo un ritual que requería cierto tipo de sacrificio a través de ese extraño carácter llamado 'El Signo Amarillo' en el campanario de Notre-Damm y que debía coincidir con el eclipse total de luna que se produjo entonces. De alguna manera habían sometido a individuos que llevados por la locura, o quizás también poseídos, sobrevivían en las catacumbas de París alimentándose de personas para que protegieran el acceso secreto al campanario.
Pero estoy desvariando, había prometido contarte la historia tal y como la recuerdo. En la mañana posterior al asesinato recibí una llamada de Jean Gabou, líder del equipo Lambda, nos habían asignado el caso quizás porque se habían producido en extrañas circunstancias o quizás porque Jean era amigo de Gallé......nada en el apartamento apuntaba a que el asesinato lo hubiera cometido una persona distinta a Gallé y su escasa relación con la tecnología no ayudó a aclarar lo sucedido....lo que al principio pareció simple celo por el caso de la detective Mace se convirtió es sospecha fundada al ver un correo en su ordenador dirigido a un tal Gran Maestre...mientras trasteaba el ordenador de Mace a través de la conexión que había dejado abierta fue se escuchó el mensaje a través de los altavoces de mi ordenador 'No te interpongas. Hastur vendrá y no podrás evitarlo'...pero el Passage de la Sorcière estaba cerrado y no había rastro de Hékate...cuando el ser se quitó la máscara o lo que hiciera que se pareciera a Nicole Devereaux liberó el freno del vagón y saltó fuera, dejándome con la disyuntiva de salvarme yo o intentar que no atropellara a mis compañeros...las campanas marcaron un ritmo que se fue acelerando a medida que nos adentrábamos en el la base del campanario...esa criatura aulló y quedé absolutamente paralizado...cuando intenté abalanzarme y sujetar a Jean me golpeé en las costillas y lo siguiente que recuerdo es a Dominique sujetando un pequeño tuvo entre mis costillas...Dominique forcejeaba con Mace, Jean intentaba que liberaran a una inconsciente Hékate y unos tentáculos de varios metros entrabana en nuestra realidad a través de una especie de portal.....me armé de valor y me lancé contra los seres que sujetaban a Hékate...mostré mi móvil triunfante, habíamos detenido el ritual.
Esta es la verdad, la que contamos a nuestro superior en el Ministerio y la que aceptamos tapar para 'proteger a la gente'; según nos recordó la misión del grupo era encargarse de los casos extraños no aterrar a la sociedad y poner en ridículo al Ministerio. Gallé estaba condenado de todas formas así que aceptamos, a regañadientes y amenazados con ser detenidos por obstrucción a la justicia.
Hemos estado suspendidos durante este tiempo en espera de que no la liáramos en el juicio; mañana debemos presentarnos para ser restituidos y recibir un nuevo caso. He pasado la noche sin dormir, con pesadillas de tentáculos, caníbales y la figura con ropas amarillas andrajosas,....como los últimos meses. No me gusta lo que decidimos, si, nosotros, porque aunque nos obligaran la elección fue nuestra, pero intento engañarme pensando que sin nosotros hubiera pasado algo mucho peor así que iré.
No lo hago desde que era un crío pero hoy rezaré por Gallé, yo ya estoy condenado.
Altair"
Movió el ratón hacia el botón de enviar y lo pinchó.
Hékate se despertó en una de esas habitaciones de hospital; de aspecto frío pero en las que te morías de calor. Le dolía todo y notaba el efecto de una venda compresora en la pierna. Abrió los ojos despacio.
Entonces su mente volvió a sus últimos recuerdos. Lo cierto es que no tenía claro cómo había sucedido todo, pero el caso es que algo la golpeó dejándola inconsciente, justo cuando estaba a punto de hacer el ritual del círculo arcano. Esperaba que no hubiera sido necesario. Esperaba que sus compañeros hubiesen triunfado donde ella fracasó. Pero viendo el horror que amenazaba con atravesar el portal ¿acaso pudo haber sido de otro modo?
Miró por la ventana. Hacía un día hermoso. Y tranquilo. No, no podía ser.
Cogió su teléfono móvil. Miró la fecha y la hora. 2 días. Había pasado dos días inconsciente.
Una enfermera entró a verle.
-Oh, ¿así que ya nos hemos despertado? Estupendo. Avisaré a la doctora y una vez la examine, intentaremos comer algo ¿le parece?
La idea de comer le resultaba repugnante. A pesar de haber pasado dos días sin comer, tenía el estómago de punta. Asintió con desgana.
-Por cierto...esto.
La enfermera con una sonrisa le acercó un ramo de flores con una tarjeta y un sobre alargado. Las flores y la tarjeta eran de Marcelle. La cogió. Era una tarjeta blanca doblada por la mitad. En su interior, un mensaje escrito con su abigarrada letra. Sin duda, era suya.
"Lo has logrado. Enhorabuena".
¿Logrado?, ella no había logrado nada. Pero fuera como fuera, sus compañeros lo habían logrado por ella. Le habría gustado pensar que su aportación había sido útil, pero no lo sentía así. Fuere como fuere Marcelle había averiguado lo sucedido. No se explicaba cómo había hecho para librarse de aquellos matones, pero celebró que hubiese sobrevivido.
El otro sobre era más bien un folio doblado en tres sobre si mismo pegado con cola para cerrarlo y con precinto. Venía del Ministerio de Justicia. Rompió el precinto y lo abrió. Era una citación para el juzgado. En tres días. Obviamente, ella y todo su equipo tendrían que responder muchas preguntas.
Intentó incorporarse pero un dolor horrible le hizo desistir.
-¡Oh, joder!
Se volvió a sentar. Cogió de nuevo su teléfono. Pensó en llamar a Marcelle. Hasta buscó su nombre en la agenda, pero no se atrevió a marcar el número. Ya tendrían ocasión de hablar cuando estuviese preparada.
Eres una cobarde, Hékate.
En su lugar llamó a Gabou.
-Hola...Sí, estoy bien. Me duele todo, pero sobreviviré. Sí, he recibido la citación. Sí, claro. No podía ser de otra manera. Oye gracias...y lo siento...
Los días siguientes fueron aburridos. Temía que Marcelle fuera a visitarla, pero eso no sucedió. Tuvo alguna visita. Alguno del equipo y su compañera de piso. Nada más reseñable.
Le dieron el alta el mismo día del juicio, pocas horas antes. Afortunadamente se había recuperado bastante bien y pudo acudir, aunque utilizando una muleta como apoyo. Sonrió a sus compañeros al verlos. Una sonrisa un tanto forzada pues seguía sin sentirse satisfecha con cómo se había desarrollado aquel asunto y cuál había sido su papel en el. Pero no había nada que pudiera hacer ya, salvo responder por sus actos.
- Sin duda es un trabajo muy desagradecido... - Le dijo a Hékate y dio un sorbo a su taza de té. - Todo lo que hemos pasado para acabar siendo los hazmereír del ministerio. - Apretó el puño. - Hemos arriesgado la vida, nuestra integridad física... todo Hékate. Hemos salvado el mundo. ¿Qué crees que hubiera hecho aquella cosa, Hastur como la llama Jonah? - Chasqueó la lengua. - No es que pida un reconocimiento, que nos lo merecemos, pero...
Negó con la cabeza mientras abría su bolso y sacaba un billete de cinco euros del mismo. Lo depositó sobre la mesa, se recogió de nuevo la coleta, se colocó las gafas y se puso en pie. Era el momento de marcharse. Tenía una entrevista de trabajo en una clínica privada. No tenía el trabajo asegurado y posiblemente si la reconocían al verla, no le harían ni la entrevista, pero tenía que probarlo. Hékate le había citado en el café Lacroix Patissier, una de las cafeterías más famosas de París y que pertenecía a su madre, para tratar de convencerla de que o abandonara el grupo.
- Ya te contaré. - Le dijo a Lacroix. - Pero con la suerte que estoy teniendo últimamente, igual el dueño e la clínica es un jodido pulpo gigante. Nos vemos Hékate. - Y dicho ésto se marchó.
Con esto por mi parte, ya nada más que añadir.
Por cierto el café Lacroix Pastissier existe y está muy cerca de Notre Dame XD.
Exteriores de la catedral de Notre Dame, 00:17
—Ha sido alucinante —dijo una chica a su novio mientras caminaba por una de las calles de París. A su izquierda se elevaba el campanario de la catedral donde hacía unos minutos la campana tañía frenética—. ¿Te has fijado en la campana? Se lo han currado tocando a toda leche.
El novio sonreía todavía fascinado por el espectáculo que acababan de ver e inconsciente de lo que estaba ocurriendo solo unos metros más arriba.
—Parece que va a llover —dijo mirando al cielo creyendo haber visto un rayo.
Unos golpecitos de un objeto sobre la fachada de Notre Dame llamaron la atención del muchacho que se acercó al suelo en busca de un objeto que acababa de caer. Lo cogió con suavidad y lo observó detenidamente unos instantes. Levantó la cabeza y miró el largo pelo moreno de su novia y se levantó.
—Cariño.
—¿Qué?
—Ehhh, nada... ha sido impresionante. Es verdad. ¡Qué pena que tengamos que esperar tanto tiempo para ver otro!
El muchacho guardó el objeto en el bolsillo interior de la chaqueta y dio un par de golpes sobre ella.
= FIN =
¡Muchas gracias por jugar esta partida!