Partida Rol por web

Jefe, yo me dirigia a ver al mago a ver si esta vivo o que.

Tranquilo voydeincóngito, no lo decía en modo de reto ni mucho menos; sé que hasta ahora nunca posteaste turnos de un solo renglón y estoy casi seguro que no lo vas a empezar a hacer; pero como luego de la última actualización vos y Rackir pusieron un renglón, solo quise mencionarlo. :D

ACTUALIZACIÓN

Gundan se acercó a Tervallis, preocupado. Se relajó considerablemente al acercarse, porque vio que el elfo respiraba. Sin embargo, un golpe en la sien había hecho que se amontone un poco de sangre y que pierda la conciencia. Más allá de una jaqueca no parecía tener demasiadas consecuencias. 

Mientras tanto, Rackir y Croril siguieron a Ups, que aun tenía la máscara negra en la mano. Caminaron varios metros, alejándose de la costa poco a poco, en un amplio arco. Las huellas estaban nítidas y bien marcadas en la arena, como si el viento no las hubiera afectado nunca, incluso allí donde la arena era seca. 

El lugar seguía desierto, y los únicos sonidos que se escuchaban era el chocar de las olas contra la cosa y una ocasional gaviota perdida. Se alejaron unos cien metros de la costa, y entonces vieron que más allá se recortaba sol una figura contra el horizonte. De ella provenían las huellas. 

Cuando se acercaron un poco más vieron que era la figura era la de una mujer. Una mujer hermosa, de rostro frío y distante, cubierta de telas moradas y blancas. La figura, estaba quieta, observando a los tres compañeros fijamente. Apenas pudieron ver su hermoso rostro, vieron que sonrió.

"Eso que llevan ahi... esa máscara... es mía, la había perdido. ¿no me la devuelven?" Su voz era dulce y penetraba directamente en las cabezas de los compañeros, más que atravesar sus oídos. Un aroma a flores viejas inundó sus pulmones.

 No le gustaba... definitivamente algo en esa patilarga no le gustaba al menudo aghar.

 Sin decir nada, el menudo enano se giró y se largó por donde había venido. Hacia el Steel, el tipo que hasta ahora le había sacado las catañas del fuego. Trotó lo más rápido que pudo con sus pies sobre la arena hasta donde estaba él y el de las orejas picudas.

 - U-una mujé ayá, tra' la curba.- Dijo señalando en la dirección en la que estaban sus otros compañeros.

Tras que el pequeñajo huyera con la máscara, Croril se quedó confundido. Observó a la mujer, luego el rastro del enano, luego a la mujer... la arena, el mar. Suspiró. No sé como resolver esto a garrotazos, pensó mientras observaba el pedazo de viga. De todas formas, no la soltó.

- Eh... hola. Mi nombre es Croril. El suyo? Probablemente volverá pronto con su máscara, no se preocupe. Sabe por casualidad... dónde estamos? Tonto de mí, seguro que lo sabe, ehem...

Rackir, sabía poco en este momento. De hecho no sabía quien era, pero tuvo claro una cosa...

Esta mujer es peligrosa. Y es justo el tipo de mujeres que me gusta.

Rackir, que se había rezagado sonrío para si ante el tituveo del barbaro y sin dudar un segundo, se encaminó hacia la mujer, para hablar con ella.

Encantado, bella dama... Dijo, haciendo un leve saludo