En realidad, cuando ya estaba a punto de dejar la llave, Dex se fijó* en que la llave era muy parecida a las que se usaban en el banco. En concreto era muy muy parecida a las que se usaban en las cajas fuertes del Security First National Bank, situado en el distrito financiero.
Por otro lado la foto le sorprendió cuando logró descifrar el rostro que se veía en ella. No era sino Whitey Alexander, un conocido mafioso. El fondo no costaba reconocerlo, seguramente fuera El Alegría, el casino ilegal que pertenecía a Alexander.
*Tienes contabilidad asi que sabes esto. Luego ya loq ue hagas con la llave lo decides tu :)
Apenas había dejado la llave en su sitio cuando a Dex le vino una revelación. Sabía qué abría y solo tardó un segundo en tomar una decisión. Se llevaría la llave aún a riesgo de que lo descubrieran, bien porque el tipo amenazara a la dueña de la casa para saber quién había entrado en la de invitados o bien porque alguien en el banco se lo dijera. Pero tenía que arriesgarse; necesitaba llegar al fondo del asunto para saber quién y porqué lo habían estado siguiendo.
Aunque al reconocer al mafioso de la fotografía… Por más vueltas que le dio no supo ver la relación que podría tener Whitey Alexander con él, pero lo que sí tenía claro era que debía ir a hacerle una visita, no sin antes pasarse por el banco.
¿Tendría que ver con su actual caso? Eso era algo que aún tenía que descubrir y estaba dispuesto a arriesgarse, no sería la primera vez, para descubrir la verdad.
Intentó dejar todo tal cual lo había encontrado y, cerrando de nuevo la casa de invitados, salió de allí dispuesto a ir primero al banco.
Le devolvió la llave a la dueña y se despidió de ella antes de coger el coche.
Greta parecía decepcionada de que no hubiera encontrado las fotos comprometidas que tenía de ella y con las que le chantajeaba. Estaba claro que los restos de fotos quemadas no tenían nada que ver con ella.
Por suerte para ella Dex no tardó en llegar al Security First National Bank donde pidió acceso a la caja fuerte que correspondía a la llave. Uno de los hombres del banco le llevó hasta una sala con las paredes llenas de cajas numeradas y sacó la correspondiente a la llave y se la dejó allí, esperándolo fuera. Al abrirla Dex encontró las fotos, subidas de tono, de Greta y su exnovia en Berlín. Además algunas imágenes igualmente voyeuristas de Helen con Marshall Daly. También había algunas fotos de Helen saliendo de un hotel, cuyo nombre no se veía, en compañía de otro hombre con aspecto ratonil.
Parecía que el detective había encontrado más de lo que esperaba.
Dex no sabía qué iba a encontrar cuando abriera la caja fuerte pero, cuando vio las distintas fotos, se dio cuenta que el tipo que lo había estado siguiendo no dejaba de ser un vulgar chantajista. Ahora la cuestión era saber si trabajaba por libre o bajo las órdenes de cualquier mafioso de la ciudad.
Pero no solo había recuperado las fotografías de Greta, tal y como le había prometido, sino que Dex se encontraba ante otras en las que Helen salía. La misma Helen cuya desaparición y extraño regreso estaba investigando. Las imágenes en las que se la veía en poses comprometedoras con Marshall no le sorprendieron, pero sí sintió curiosidad por ese hotel cuya fachada no reconocía y cuyo nombre no aparecía. Si conseguía averigüar qué hotel era aquel quizás supiera quién era el hombre que acompañaba a Helen.
Tenía ya varios hilos de los que tirar, pero lo primero de todo era devolverle las fotografía a Greta. Después quizás se acercara a hacerle una visita a Ted, tal vez él supiera quién era el sujeto que salía con Helen del hotel o, en el peor de los casos, que reconociera el edificio.
Cuando Dex regresó a la casa de Greta ya había anochecido, de hecho, por el olor a comida cuando abrió debía estar cenando.
-¿Qué ocurre?-le preguntó sorprendida pues no esperaba volver a ver al detective-. ¿Ha descubierto algo? No debería venir aquí, si Speelmans le ve por aquí nos meteremos en problemas los dos...
Espero no haberla liado con el tiempo pero si no me equivoco fuiste a casa de Greta por la tarde asi que entre unas cosas y otras se ha hecho la hora de la cena. Correcto?
Ya había anochecido y a pesar de la hora tan tardía para realizar cualquier tipo de visita, Dex prefirió llevarle las fotografía a Greta cuanto antes. Había visto a la mujer demasiado intranquila y el detective prefería que esa noche pudiera dormir sin preocupaciones.
—Quería darle esto —dijo, entregándole las comprometedoras fotografías—. Se lo había prometido.
El olor a comida que le llegó hizo que su estómago rugiera con fuerza. En aquel momento se dio cuenta que apenas había ingerido alimento en todo el día y que quizás lo mejor que podía hacer era una parada para comer algo. O quizás su amigo de la comisaría quisiera quedar con él, así tendría la oportunidad de prguntarle tanto por el mafioso como por el tal Speelmans.
La verdad es que ni idea, asi que daremos por bueno que ya es de noche ;)
-¡Oh mein Gott! ¡Las ha conseguido!-exclamo al ver que eran las fotos comprometidas que tenía Speelmans- Gracias, muchas gracias! ¿Cómo puedo agradecérselo? Me ha salvado usted, estas fotos habrían sido mi ruina aquí en Estados Unidos-le dijo ahora con un tono muy diferente a cuando se había ido con las manos vacías.
—Como ya le había dicho, se lo había prometido —dijo Dex, con un tono de voz inusualmente tímido—. Además, gracias a usted he podido registrar la casa de invitados y saber quién era el tipo que me seguía.
No quería seguir molestando a Greta pero, ante su pregunta, una idea surgió en la cabeza del detective.
—¿Conoce a este hombre? —Le mostró el trozo de fotografía donde aparecía Helen con el hombre con cara de ratón—. ¿O le suena qué hotel pueda ser el que aparece?
Greta cogió la foto con cuidado y la miró, pero se la devolvió enseguida negando con la cabeza.
-No, lo siento. No les he visto nunca-le dijo torciendo la boca porque no había podido ayudar al detective que acababa de conseguirle las fotos con las que la chantajeaban.
—Está bien... No se preocupe —dijo, ligeramente decepcionado al no haber conseguido saber quién era aquel tipo—. No la molesto más. Me alegra haberla podido ayudar. Buenas noches.
No tenía nada más que hacer allí así que Dex, dando media vuelta, se fue directo hacia su coche mientras encendía un nuevo cigarrillo. Tendría que hacer una parada para comprar más tabaco pues apenas le quedaban un par más en el arrugado paquete.
Siempre podría hacerlo de camino a la comisaría, su siguiente parada. Esperaba que su amigo estuviera ya libre y así poder invitarlo a cenar y a tomar una copa, de esa forma podrían hablar tranquilamente. Quizás él pudiera saber quién era el hombre que acompañaba a Helen en la fotografía.
Dexter se despidió de Greta, quien insistió en pagarle por haber recuperado las fotos. No tardó en regresar a la comisaría y ni siquiera tuvo que entrar. Esperó junto a su coche unos minutos y finalmente su amigo salió por la puerta colocandose la chaqueta y un sombrero sobre su calva cabeza.
-¿Al final te has pensado lo de ir a tomar algo?-le dijo acercándose a él- Podemos ir a O'Connels y tomar allí alguna cerveza, ¿te parece?-dijo refiriéndose a un pub irlandés que había a la vuelta de la esquina y al que solía ir al acabar el turno.
Dex apagó el cigarrillo nada más que vio a su amigo salir de la comisaría. El plan que le proponía le parecía tan bueno como cualquier otro asi que, asintiendo, se situó junto a él y fueron caminando hasta el pub. Estaba concurrido, pues no era raro que por alli pararan policías fuera de servicio, pero aún asi consiguieron una mesa algo alejada y, tras pedir un par de pintas, comenzaron a charlar.
—Me siento un poco frustrado con el caso de Helen Deakin —dijo, después de las típicas palabras de saludo y saber qué tal estaban—. Voy de un lado a otro como pollo sin cabeza y no consigo ninguna pista fiable... No dejo de entrar en callejones sin salida.
Dex encendió otro cigarrillo mientras buscaba en sus bolsillos la fotografía de Helen y el hombre con cara ratonil.
—¿Conoces a este tipo? —preguntó, mostrandole la imagen a su amigo—. Al menos dime que reconoces el hotel.
- Los callejones sin salida siempre se te han dado bien, Dex-dijo el hombre tras pedir las cervezas-. No te desesperes, yo diría que vas avanzando además cuando se investiga un caso nunca se sabe...-entonces cogió la foto y abrió los ojos con sorpresa-. Joder, claro que sé quien es. Dex, este tío es Phil Block, es el contable de Alexander Withey-dijo el policía. Dex conocía el nombre. Withey era el dueño del casino El Alergía, algunas piezas comenzaban a encajar aunque aún no podía ver la imagen completa. Pero el problema es que Withey era un jefe del ampa, uno lo suficientemente peligroso como para no querer tener que ver con él.
Que no se desesperara decía... Dex a esas alturas se sentía bastante frustrado, sin pararse tan siquiera a pensar en que apenas llevaba un día investigando lo sucedido a Helen.
Bebió de la pinta mientras miraba la reacción de su amigo ante la fotografía. No había que ser ningún adivino para darse cuenta que había reconocido al tipo aquel.
—Joder... ¿En serio? —preguntó con incredulidad dejando de golpe la jarra sobre la mesa—. Esto se está complicando mucho más de lo que yo creía. ¿Qué cojones estaría haciendo Helen, una rica heredera, con un tipo como Block? Esto me huele muy mal amigo... Y creo que voy a remover un avispero demasiado peligroso...
Las cosas parecían empezar a encajar al tiempo que se volvían mucho más peligrosas para cualquiera que se atreviera a investigar al jefe del hampa.
Disculpa la tardanza. Mala semana y además, la segunda dosis de la vacuna me ha dejado un poquito revuelta. No gran cosa pero me ha afectado un poco más que la primera.
-Desde luego una chica como esa no suele juntarse con mafiosos, no se que demonios haría con el contable de uno de los capos más importantes de la ciudad. Desde luego huele mal-dijo dando un trago a su pinta-. Si yo fuera tú lo dejaba, es peligroso... pero te conozco y sé que no me harás caso... Ya sabes que El Sistema tiene al departamento en el bolsillo, si te metes en lios allí... no irá la caballería a ayudarte.
Dex sabía que él tal Whitey Alexander estaba a las órdenes de El Sistema, la organización criminal de los miembros de la élite blanca. Estaba dirigida por Guy McAfee un antiguo policía de antivicio y sus antiguos colegas cobraban una buena pasta por hacer la vista gorda así que si Dex tuviera problemas con ellos no podría contar con el Departamento de Policía.
Pero al menos tenía un lugar al que sabía que podía ir El Alegría, o quizás volver a ver a las hermanas Deakin y tratar de descubrir de que demonios iba aquello aunque en el estado que estaba Helen era difícil que le dijera nada.
Tranquila, espero que ya estés mejor. Ya sabes que si necesitas hablar de algo ando por aqui (o por cualquier sitio :))
Aquella información en lugar de esclarecer algo el tema lo único que le estaba sirviendo a Dex era para preocuparse aún más. Los círculos por los que parecía haberse movido Helen en su etapa de viva la vida no eran precisamente el de unas hermanitas de la caridad. Y lo que Ted le contaba aún le preocupaba más.
Sabía que medio departamento de policía esaba comprado por grupos de mafiosos con mas poder que jueces o políticos y entrar a investigar ese mundo era igual a colocarse una diana en la cabeza. Pero Dex nunca había abandonado un caso y no iba a hacerlo en esos momentos. El peligro formaba parte de su vida y eso era algo con lo que ya había aprendido a vivir.
—Tienes razón Ted. Aquí hay algo demasiado turbio que huele fatal —dijo, dando un largo trago a su pinta de cerveza—. Pero no he venido solo a hablar de trabajo viejo amigo... Me has ayudado mucho así que ahora, disfrutemos de la cerveza y cuéntame que tal te va la vida.
El detective necesitaba asimilar toda la información que estaba recibiendo y darle demasiadas vueltas en esos momentos no iba a ser la mejor ayuda, así que antes de decidir cuál iba a ser su próximo paso a dar, necesitaba relajar un poco el cuerpo pero sobre todo la cabeza. Y para eso nada mejor que unas cervezas en una buena compañía.
Tras un par de horas de animada charla, Dex se despidió de su amigo decidiendo que su siguiente paso sería regresar a la casa de las hermanas antes de ir directamente a El Alegría. Necesitaba encontrar una forma de hacer reaccionar a Helen como fuera, que le indicara cualquier cosa a base de gestos o palabras que le dijera que estaba yendo por buen camino. Ya que tenía que arriesgar la vida que al menos no fuera por un error o una confusión.
Cuando terminó la cerveza con su amigo y salió el aire fresco de la noche le recordó que quizás era demasiado tarde como para hacer una visita a las hermanas Deakin. Estaba claro que, de algún modo, aquella mujer estaba relacionada con algunas personas bastante turbias, pero fuera cual fuese su relación estaba en estado catatónico y no habría forma de saber más si no lograba sacarla de él.
Dex se dirigió a su casa mientras rumiaba un plan. A primera hora iría a casa de las hermanas Deakin para intentar conseguir algo más de información. Quizás si le dejaran llevar a un médico podría pedirle ayuda a su amigo el doctor Mackintosh... o quizás contactar con la tal Clara Nebel y de alguna forma tratar que la devolviera a la realidad... Los pesados parpados del detective se cerraron mientras meditaba en su cama sobre las posibilidades que tenía...
Pasamos de escena!