Partida Rol por web

El Trono de Rubí

Más allá del mar de hielo

Cargando editor
13/04/2012, 13:03
Zulf

 A pesar de lo agotadora de la jornada, el deseo de encontrar a su hermano le daban las energías suficiente como para que continuara ser él quien abrieera la marcha hacia el laberinto de la pared del Dragón.

- Tiradas (1)
Cargando editor
14/04/2012, 05:01
Zybax

Zybax marchaba en silencio. Entendía la firme determinación de Zulf y a su manera la compartía. Solo que lo suyo era más locura que amor fraterno. Sus años como proveedor de l tribu lo habían acostumbrado a estar solo en la nieve, con la única compañía de sus armas y la situación actual, de compartir la caminata con algunos compañeros, le resultaba, por momentos, desconcertante.

Claro que incluso su locura, era un locura enana. Una locura de combatir furioso y hablarle a su hacha. Una locura de considerarse tan peligroso como el hielo. Una locura de no llorar por los compañeros perdidos. Pero su nuevo acompañante tenía otro tipo de locura. Una que Zybax no entendía. Girar asustado al sentir el agua sobre su cuerpo no era normal. No era correcto. No era "enano"... claro que el tal Habib no era un enano. Era un... ¿humano? que vivía en un sitio donde todo era arena y no había agua

Meneando la cabeza, Zybax descartó las imágenes que representaban una locura que lo superaba y continuó la marcha, pisando con firmeza y atento a todo lo que pasaba su alrededor

Cargando editor
14/04/2012, 13:10
Vorth Pok

Está mal de la cabeza, se pone a reír por un poco de lluvia.

Oye Zulf... ¿Estás seguro de que vamos bien? No se yo... No acabo de verlo. Esta planicie interminable de hielo es idéntica a la que había antes de la isla de los tentaculados. ¿Seguro que no estamos volviendo hacia nuestro poblado?

Se para a un lado y mea en la nieve. El calor de la orina levanta una columna de humo. Plik se queda a olisquear y cuando reconoce el inconfundible aroma, tuerce la cara y arruga el hocico.

Karstark era nuestro guía. Ahora sin él no sé cómo vamos a llegar a la ciudad de los elfos. Mis padres dicen que cuando te pierdes tienes que quedarte quieto en un lugar y esperar a que te encuentren.

Vorth y Plik apuran el paso para retomar la seguridad del grupo.

Cargando editor
15/04/2012, 12:49
Director

El día vuelve a ser tan duro como el anterior. Llueve a ratos, chispeando casi siempre y con repentinos aguaceros de escasos minutos. Los nubarrones son más negros que cuando los enanos salieran de su pueblo. La visibilidad es poca o ninguna y tal como dice Vorth, al resto de enanos el paisaje también les parece terriblemente repetitivo, y en todas las ocasiones en que alguien da una profecía de mal augurio el grupo duda de su rumbo, Zulf es tal vez quien más confiado se muestra, aún serpenteando entre la nieve sin dar con una ruta clara.

Escuchais un gruñido, suena agudo y el eco no se propaga alzais la vista a las nubes y os parece ver con relativa nitidez* siluetas de dragones de un fuerte blanco, que recortadas en las nubes negras no llegan a resaltar tanto como deberían antes de volver a sumergirse en el cúmulus. Mirais a vuestro alrededor.... si hay alguno a vuestro alrededor escondido probablemente no lo veríais.... pero los dragones son una buena señal: Estais cerca de la montaña

Frente a vosotros, gigantesca aparece al par de horas de camino, oculta por la neblina de humedad y la lluvia si se tratara de un gigante de escarcha no lo hubierais visto hasta que chocarais con sus botas. Los Aesar (las montañas) se levantan majestuosas, infinitas en su altura para vuestra vista.

Notas de juego

* a las pruebas de avistar >15

450 px para Vorth, Zulf y Zybax

150 px para Habib

Seguimos en la siguiente escena