Partida Rol por web

Los enanos se maravillan de la cantidad de tierra libre de monstruos que hay, solo unas pocas construcciones toscas de piedra, como cabañas de pastor abandonadas salpican la loma de una de las montañas del valle. Pasan las horas, los enanos comen tranquilamente sus raciones de hombre pez, está un poco duro y es insípido, está lleno de espinas pero en estos mundos desolados, se han comido cosas mucho peores.

Casi al anochecer un grupo de elfos acuáticos surgen del lago. Son seres altos y escuálidos, con los dedos largos y finos, las caras huesudas, ojos grandes y orejas puntiagudas... un poco repulsivos, su color azulado puede salvar su apariencia, imaginarles con una piel semejante a la vuestra... ugg repulsivo

Son unos quince, el grupo principal queda rezagado y uno de ellos llega hasta vosotros saludandoos con la mano alzada

Saludos viajeros enanos ¿De donde venís y a donde os dirigís?- Mira con extrañeza a Habib- ¿Y qué... qué sois extraño enano? - El tipo habla de forma amigable, curioso

- Pues ya lo dijisteis. Somos enanos - contesta Zybax con su habitual talante, ya habituado a tratar a su nuevo compañero como uno de su raza - Enanos matadragones! - acota con una sonrisa socarrona - que quieren vender pieles para comprar mercaderías... y que esperan no tener que convertirse en enanos mata-elfos - completa su "diplomática" presentación

Iiiiigh... qué grima.

Ejem, ejem...-Vorth se golpea dos veces el pecho y alza la mano poniendo los dedos en forma de ge-¡Jau! Nosotros ser mercaderes que venir de tribu más allá de laberinto helado... y... Oh, qué complicado es esto... Yo ser Vorth. Venir en son de paz... Nosotros amigos... a-mi-gos... ¿Tú comprender mí? Esto... Nosotros tener pieles. Buenas pieles. Bonitas pieles. Nosotros dar pieles a cambio de comida y herramientas. Trueque. ¿Entender? Tru-e-que-e, trueque.

Si tan solo Karstark estuviera aún con vida... él podría ocuparse.

Vorth se giró para abrir la mochila y enseñar las pieles. Plik estaba dormido. El hechicero cogió a la marta y la puso sobre su hombro, inmóvil. Abrió más la mochila para mostrar el género.

El venido de otro mundo, hermano a éste, estuvo a punto de reírse ante los sutiles, aunque sumamente graciosos, intentos de los enanos de comunicarse con aquel... elfo. Le llamó la atención la anatomía de esa mujer elfo. Su cuerpo era delgado, parecido al de una mujer esbelta y elegante. Pero las orejas eran sumamente largas. Y el tono de la piel, azulado, le daba un toque de misterio extraño. Habib, curiosamente, se quedó sin palabras.

Eh... Tragó saliva. Nunca había tenido tanta sed. 

Pero tras una pausa, logró articular palabra. Soy Habib, señora. Vengo de otro mundo. Busco... busco alguna pista para... A pesar del frío, empezó a sudar. Simplemente enseñó el guantelete, lo que hizo que por fin encontrara las palabras justas. ...Reunificar los mundos en uno solo. Como fue antaño. Hay alguien sabio en su ciudad que pudiera hablar conmigo?

 Zulf se dedicaba a masajearse los hombros y los entumecidos muslos tras la marcha mientras dejaba el peso de la presentación al resto de la comitiva, en un frío silencio, mirando a los elfos a quien nunca antes había visto. Hasta ese momento solo habían sido "alguien" con quien los dirigentes habían comercializado para dotar de la comunidad de los que les faltaban y no podían producir.

El elfo hace una rarísima mueca a Habib y luego se mira sus abultados pechitos que toca con su mano izquierda - Soy... varón... me llamo Varius- Por su voz aflautada y sus rasgos hubiera sido imposible averiguar su género, pues todo el grupo parecía tener los mismos rasgos y la misma morfología. Mira a Habib y su guante - Sí, sin duda, el metal es muy valioso, podemos haceros muchas hachas de eso. Pero no bajareis a nuestra ciudad...

Sin duda yo también espero nos llevemos bien - Responde a Zybax. Con algo más de interés ojea las pieles de Vorth, aunque omite el tono con el que la mascota del equipo y su armiño se dirigen a él por la extraordinaria calidad de lo que le ofrecía - Sí uhmm Uau, esta es genial, me las quedo ya.

Revisa el género que llevais con vosotros - ¿Qué quereis? Hace tanto tiempo que no venían enanos... los últimos fueron de la tribu de Gurson, una tribu de enanos y centauros de más allá de los picos del viento - El elfo hace referencias que los enanos no conoce, pero tampoco parece entenderlo - Encargó unas armaduras pero no ha venido a recogerlas, tenemos también martillos, ballestas de coral y mucha carne de ballena.

¿Os parecerían.... tres armaduras enanas, un cajón de martillos y picos, 20 ballestas de coral y .... y... ¿Donde pensais llevaros la mercancía? - Partieron con un trineo, pero en algun momento los fardos se repartieron y el trineo quedó atrás, de ningún modo ha podido viajar por el peligroso laberinto y su ruta... eso hace caer al más avispado de los enanos en que no han venido por la ruta que seguían los trineos de su poblado. - Miró al desalentado Habib - ¿Quereis intercambiarlo todo por bajar a la ciudad submarina un par de días?

¿Gurson? ¡Ja! No me hagas hablar sobre esos inútiles...-Vorth se giró al resto y se encogió de hombros; a saber quienes eran esos enanos amigos de los centauros; a saber qué eran los centauros-¿No habrás oído hablar por un casual de un tal Rulf, verdad?

En fin... ¡Trueque! Sí, trueque... veamos... ¿Todo esto a cambio de ir a visitar una ciudad? ¿Para qué querríamos visitar vuestra ciudad? Eso es una tontería. ¡Herramientas y comida! Eso dijo el Jefe de nuestra tribu. Olvídate de las ballestas de coral y pon en la oferta carne de ballena. Mucha carne de ballena. Y el cajón de herramientas. Aquí Zulf es... nuestro "experto en herramientas". Zulf tiene que revisarlas para ver que sean herramientas buenas, ¿verdad, Zulf? Para saber si... eeeeeeeehm... dependerá de la calidad de las herramientas cuantas pieles valen los picos y los martillos, claro.

¿Armaduras, chicos? Como que no, ¿verdad? ¡Pues más carne de ballena!-dijo Vorth antes de que Zulf o Zybax pudiesen responder-Es importante tener las prioridades claras.

De momento nos llevaremos... carne de ballena, carne de ballena, herramientas, carne de ballena... Y eso solo a cambio de las pieles de cuero. ¿Qué hay de la piel de dragón? Es buena, ¿verdad? No hay bichos de esos en vuestra ciudad sumergida. La piel de dragón se negocia aparte.

Vorth le empezaba a coger gustillo a eso del trueque.

No te preocupes por el transporte, llevamos mochilas grandes... ouuuh... ya. Sé a qué te refieres, Varius. Nnnnnh... Nnnnnnnnnnnnnnnnnnnh... ¿Por un casual vendéis mapas?

Habib se quedó compungido por un momento. Hombres?

Oh, pido disculpas por mi confusión. Como antes he dicho torpemente, vengo de otro lugar, de otro plano. No conozco a las personas de su especie. Me siento honrado por tener esta oportunidad. Así que, por favor, disculpenme. Les agradecería que lo consideraran sólo un malentendido. Luego rebuscó en su mochila y extrajo una de las varias gemas que portaba. 

Si eran hombres... bueno, no había motivo para ponerse nervioso. 

Yo si quiero comprar la estancia para mí, y, si lo desean, mis compañeros. Son grandes guerreros y merecen un descanso antes de partir. Además, la piel de dragón, la cabeza y todo lo demás, son valiosas y merecen un buen trato. Ustedes, por lo que veo, son célebres por su artesanía. Seguro que algún maestro artesano sabe elaborar un escudo o una armadura. Quiero regalarles el objeto que se pueda crear o la ganancia por su venta. Estoy agradecido por su ayuda y se lo merecen. 

- Armaduras? Que tipo de armaduras? - Zybax descubre, repentinamente que dejar negociar a Vorth significará que solo volveran con carne de ballena y poco más qur carne de ballena.

- Si no son demasiado pesadas yo quiero una armadura - exclama - Y ni pienso cambiarla por una visita a esa ciudad ni a ningun otro lado... nuestras ordenes son claras: Volver con mercaderías. Y una visita no es ninguna mercadería -

¿Rulf? No he oído de él. Tenemos algunos mapas, pero de rutas submarinas, nada que crea os sirva enano, subiremos carne de ballena pues - Hace un gesto al grupo de elfos que aguarda cerca del agua, y varios de ellos se acercan a tasar y evaluar las pieles, comienza entonces un intercambio de raras palabras en élfico entre todos ellos haciendo que un par terminen por meterse en el agua- Las armaduras son intermedias y pesadas, eran para sus guerreros, pero no parece que vayan a venir en bastante tiempo, ya se han retrasado bastante

Cuando Habib saca una de sus gemas la toma y la observa detalladamente, dejandola en manos de uno de sus compañeros que anda trasteando pieles y se dispone a tasarla corroborando su autenticidad y exotismo- Estas piedras son muy raras de encontrar aquí,  pero no lo veo suficiente para pasar la noche en nuestra ciudad. (he tomado como gema la más barata de las que llevas, el ojo de tigre, con gusto y por todos los ojos de tigre os dejará bajar a la ciudad). Nuestros compañeros han bajado a preparar y empaquetaros la carne de ballena señor enano

Habib tomó todas las gemas que eran iguales. Una docena más o menos. 

Tenga, con todas estas será suficiente? 

Los elfos empezaban a parecerle mucho menos maravillosos de lo que se les pintaba. Gente codiciosa había conocido en todas partes donde había ido. Al menos, los enanos que le acompañaban eran gente mucho más generosa. No les tenían nada que envidiar. 

- Pues no tengo muchas ganas de pasar la noche bajo el agua - murmura Zybax - Y que encima nos quieran cobrar por ello -

Con todo, al ver como Habib negocia con los elfos prefiere no insistir en voz alta - Que significa armaduras pesadas... En el hielo? No, gracias. Si no tienen algo bueno y liviano no me interesa - espeta con su habitual falta de tacto - Y nuestras pieles son buenas, muy buenas, demasiado buenas, así que necesitamos muchas mercaderías para llevar de vuelta al pueblo -

Vorth seguía dándole vueltas a la idea de volver.

No lo entiendo... llegamos hasta el muro del dragón. Luego a la derecha. Era el camino bueno. Y no vamos a poder llevar mercancías por el sitio en el que murió Rhaz... ¿Material de escalada tenéis? Oh, qué tonterías digo, vosotros vivís en el agua. Claro que no tenéis material de escalada. Brrr... Está la cosa complicada. Este puede ser uno de los grandes enigmas de nuestro tiempo... ¿Cómo llevar las mercancías de nuevo a casa? Debemos ir ligeros. Quizás comprando menos cantidad pero de más calidad. Pero no... no... Sin la comida la tribu no pasará este invierno.

 Zulf, asiente vagamente ante el comentario acerca de que no saben nada de Rulf. Eso posiblemente pueda dar un poco de claridad al asunto. Posiblemente la tribu de hombres peces era lo que había impedido a los últimos grupos contactar con los elfos y obstruir, por tanto, el comercio entre ambas tribus.

 Ante la posibilidad de ir a la ciudad, Zulf parecía dispuesto. No había motivos aparentes para que debiera recelar de los elfos, y eso les permitiría poder dormir a pierna suelta toda una noche, sin el frío de la glacial noche o el cortante aire.

Habib escuchaba a los enanos. Una sonrisa surgió en su rostro alargado, donde empezaban a formarse las primeras arrugas. Una faz cincelada por el viento, el sol, el frío y el dolor, mas su sonrisa borraba temporalmente todo eso. Aunque en su corazón sentía un mudo pesar por la pérdida de su amigo. Zulf también permanecía callado. Sólo el silencio podía contener el vacío.