Partida Rol por web

GERBO:

Los hombres esclavizados miraban asombrados pero a la vez con recelo. Vestían pieles curtidas y atadas con tendones de animales. Miraban con gran atención al círculo azul formado dentro de un arco de piedra labrada con forma de dragón y agrietado por el tiempo.
El dialecto en el que te respondieron no era ninguno conocido, ni parecido al común. Son bárbaros, salvajes y desconfían de la magia y los extraños.  

¡No te escapes, pedazo de mierda! Dijo Borkar mientras alargaba su diminuto y rechoncho brazo apuntando el hacha hacia el osgo. Sólo consiguió sesgarle una oreja... su mala suerte lo perseguía... tal como hizo él con su enemigo:

perseguirlo a todo trapo con hacha en mano asestándole golpes repetidamente.

¡Te he dicho que no huyas, apestoso! 

Dench logra hacer sangrar al osgo.

- No huyas ... tenemos que hablar ... si te rindes ... igual salgas bien de esta

Con el ansia de batalla recorriendo su sangre Xiombarg se lanzo a por el osgo que quedaba 

- ¡No escaparas de mi furia hijo de una rata sarnosa! - 

y con rabiadescargo un violento espadazo con la intención de acabar de una vez con la batalla

Al ver como el último de esos animales intentaba escapar de nosotros me concentro todo lo que puedo y, cuando creo que lo tengo, le lanzo mi cuchilla psiónica dándole de lleno en el pecho y hundiéndosela hasta el fondo.

Este no creo que vaya a llegar muy lejos- digo mientras veo como le va cayendo un reguero de sangre por el pecho.

Aaronvir carga de nuevo el arco y se acerca a donde están sus compañeros. Habría preferido quedarse con Gerbo y charlar un poco con los primitivos esclavos, y ya de paso limpiarse un poco la ropa y las botas y colocarse bien la melena, pero prefería estar alerta por si algo se acercaba en la lejanía.

El hacha de Dench, la cuchilla psíquica de Cyrus y el mandoble del bárbaro Xiombarg acabaron rápidamente con la vida de la criatura. Annael se acercó para inspeccionar y vigilar la zona descubriendo que el túnel se bifurcaba a izquierda abriéndose en una especie de estancia y a derecha hasta un recodo mas adelante.

Los pobre montañeses están agradecidos por lo que habeis hecho. Cuando Borkar lava y venda las heridas que los grilletes han hecho en su piel, así como el látigo del Osgo, se convencen de que no sois "malos" y os hacen señas indicando el túnel de la izquierda.

El semiorco tras comprobar que todos se encuentra preparados, encabeza la marcha por el tunel de la izquierda que indicaban los prisioneros.

Borkar intenta comunicarse con ellos. Conseguir más información sobre aquel lugar y los posibles enemigos que pueden encontrarse allí adelante.

Intenta con el común y con el enano si hace falta.

Annael tampoco quería demorarse mucho en aquel lugar, pero tampoco quería ir a ciegas. Así que ciando vio que Borkar intentaba hablar con los esclavos, agarró a Dench de la armadura y le detuvo...más bien le retardó, pues la fuerza del semiorco se impondría, pero por lo menos le haría girarse.

- Ten paciencia, amigo mio. Mejor es conocer antes de saber antes de explorar, que explorar y darte cuenta de que era mejor haberte informado antes- le dijo cuando éste se detuvo y le miró-. Además, es mejor que vayamos todos juntos, ¿no? 

Ahora que hay cierta calma y puedes pensar con claridad, ves algo que no te hace ninguna gracia. Las líneas de fluctuación mágicas del portal que serpentean como pequeños rayos alrededor de su perímetro, se curvan hacia afuera en una línea constante. Es decir, el portal es de un solo sentido. No se puede volver por él.

Gerbo no tenía claro que fuera una buena idea que aquella gente cruzase el portal, si estaban en otra dimensión a lo mejor resultaban ser criaturas extraplanares de algún tipo y el aire de su mundo resultaba letal para su forma de vida.

"Mmmm... parecen humanos pero... nunca se sabe dónde puede haber escondida una bestia mágica tentaculada extraplanar... pueden adoptar múltiples formas" - pensó el gnomo.

La idea del enano le pareció buena y trató de comunicarse con ellos en diversos idiomas, igual daba con algo que al menos se pareciera un poco y conseguía una mínima información de aquella gente. Lo que estaba claro es que eran algo así como esclavos y el sitio donde estaban parecía una mina.

- Saludos, soy el gran Gerbo y estos son mis inenarrables hombres - repitió en el idioma común.- ¡Tranquilos! Venimos en son de paz ¿Qué es este sitio y qué hacéis aquí?

Luego dijo la misma frase de nuevo pero en otros idiomas. Primero en el idioma gnomo:

- Saluti, io sono il grande Gerbillo e questi sono i miei uomini indicibile - dijo moviendo la mano, como era típico de su raza al hablar.- Quiet! Veniamo in pace. Cos'è questo sito e cosa stai facendo qui?

Después probó con el idioma enano:

- Χαιρετισμοί, είμαι η μεγάλη γερβίλου και αυτοί είναι οι άντρες μου ανείπωτη - dijo, frunciendo el ceño e imitando la voz grave de los enanos.- Ησυχία! Ερχόμαστε εν ειρήνη. Τι είναι αυτό το site και τι κάνεις εδώ?

Continuó con el idioma de los dragones:

- Sis, quia ego sum, et illi sint mihi magna, qui ineffabili Gerbil. Silentium Ut nos in pace, Lorem ipsum dolor sit et quid hic agis?

Y por último, aunque le parecía poco probable que sirviera de algo, probó con el idioma de sus odiados y apestosos enemigos, los trasgos:

- Bonjour, je suis la grande Gerbille et ce sont mes hommes indicible - sólo tratar de reproducir el acento de los trasgos al hablar ya le producía arcadas.- Quiet! Nous venons en paix. Qu'est-ce que ce site et que faites-vous ici?

Que acento más raro... a saber de quién aprendiste ese enano.. Murmuró Borkar mientras de espaldas al grupo se puso a examinar el portal, que fluctuaba sin cesar. Nenes... tenemos un problema...  Se detuvo unos segundos, ¿Para dar un instante de misterio? No, él no era Gerbo, sencillimente buscaba las palabras apropiadas.

Este portal es sólo de entrada... ¡Hay que joderse! Los esclavos se tendrán que quedar aquí hasta que despejemos un camino, encontremos donde estamos y por supuesto, encontremos una salida... A pesar de que sea un enano, al cabo de los años echaría de menos las tabernas humanas.

La noticia de Borkar no mejoraba la situación en absoluto. Atrapados bajo la tierra sin saber dónde o cómo salir. Entonces los esclavos bárbaros comenzaron a hablar entre ellos atemorizados. Se separaron de Gerbo con terror y salieron huyendo a trompicones por el túnel. Por sus gritos parecía que hubiesen visto a un diablo. 

El enano miró al gnomo y puso los brazos en jarra y enarcando una ceja dijo en tono gruñón: Bien, ¿Te has dado cuenta de que has usado unos cuantos lenguajes de razas hostiles a los humanos? Hasta yo he estado apunto de salir huyendo si no fuera porque tengo un hacha en la mano.

Luego gruñó del modo cómico que sólo los enanos pueden hacer en todos los reinos y siguió a los esclavos. 

Vamos, al menos los utilizaremos como avanzadilla, ya que dudo que ahora se les pueda convencer de estar con nosotros.

- Cuantos idiomas sabes Gerbo, cada dia me sorprendes mas - exlamo el barbaro que habia estado un buen rato conteneindo la respiración para recuperar la calma despues de su brutal arranque de furia - Pero estoy seguro que alguno de ellos es inventado ¿o acaso la gente habla de tantas formas distintas? ¡Eso es Inconcebible!. ¿Y por cierto? -  siguio hablando Xiombarg que se escontraba especialmente contento despues de la batalla - ¿Que les has dicho para que salgan huyendo de esa manera? -

Al ver salir a los esclavo a tropel, Annael hizo un amago de interponerse e intentar detenerlos, pero luego pensó que no serviría de nada y que por el contrario le estropearían y mancharían sus ropas.

Encogiénsode de hombros, el elfo murmuró.- Adiós a la sorpresa.