Partida Rol por web

Los Grimorlocks se han esparcido... y todos ponen a hacer tareas diarias... como recoger comida de mantarayas muertas en el suelo...

un par de ellos intentan averiguar qué ha sucedido con el mecanismo de la puerta... otros intentan manosear la puerta para ver qué ha sucedido

Si paseáis por la cueva veréis diferentes montículos, con agujeros en ellos... realmente es una ciudad de Grimorlocks y todos ellos van atareados realizando faenas para su supervivencia... Son criaturas sin religión y sin complejas sociedades con lo cual todo lo que observáis os deja perplejos... sobretodo cuando veis a unos cuantos realizar reverencias ante algo gigantesco... 

os acercáis al centro de la "villa" y os aterroriza la siguiente imagen:

Bargoth está a punto de lanzar su arma de aliento cuando observa que la criatura está muerta... diversos rayos de cual procedencia ya conocéis la han atravesado por la mayoría de sus órganos internos... El gigantesco cadáver de BiCoMaLe está en medio de lo que parece un nido, del cual tampoco ha sobrevivido ninguno de los huevos rotos que hay alrededor... 

Cuando os acercáis... los Grimorlocks se percatan de vuestra presencia y dejan de hacer reverencias al bicho y se ponen a hacerlas en dirección a Méredith

---- Tranquila Madre. Todo va según lo determinado ---- Ahora estás protegida por estos siervos y los cazadores no podrán entrar en este lugar... Cuando salga... todo cambiará ---

El enano observó los huevos...el BicoMAle enorme...y a Meredith. Por un momento parecio ir a tener una idea pero todo quedó en un fuerte dolor de cabeza.

Por alguna razón, el aura de Méredith es similar a la de los Bicomales... aunque no siempre ha sido asi... desde que enfermó por el ataque de los BiCoMaLes su aura ha cambiado

Méredith se estremece al ver el gigantesco cadáver, y la pena le inunda al contemplar los huevos rotos -hijo mío, no te preocupes... tu no sufrirás el destino de tus hermanos-

Méredith se acerca y contempla el enorme cadáver. Mientras lo hace, un niño grimorlock se le acerca y acaricia su cabeza con ternura -pobrecitos... están huerfanos...- suelta despacito el aire de sus pulmones y se queda un rato contemplando a los grimorlocks que están postrados

Mientras observa a los grimorlocks, intenta comunicarse con ellos -Hijos míos, vuestra madre está con vosotros- hace una pausa -¿hay alguno de vosotros que pueda responder mis preguntas?-

Bargoth se acerca a Yibril y le comenta al oido.

-El aura de Meredith ha cambiado. De repente resulta mucho mas parecida a la de los BiCoMales. Ha ido cambiando desde el ataque de esos bichos. Y esos huevos... no me gusta.

Ante la nueva extraña acción de Meredith con los grimórlocks y la extraña criatura muerta y sin ninguna nueva mención al "marido" de la misma, y unas palabras al oído de Bargoth sobre la "mujer", el guerrero se pone tenso y prepara sus armas por si fuese necesario y busca una salida, haciéndole un gesto de aprobación al enano y otro de que buscara una salida para abandonar el lugar de una vez por todas.

- Por favor, abandonemos este lugar antes de un nuevo ataque de vete a saber qué.- Mira al resto del grupo haciendo señales para que ignoren a Meredith.

Tras un último vistazo a la hechicera, Bargoth avanzó hacia la oscuridad, determinado a dar con el túnel que los llevara al exterior de una condenada vez.

Méredith continúa mirando al pequeño grimorlock mientras le acaricia la cabeza -¿Te marchas Yibril? ¿Piensas abandonarme en este agujero? ¿Y tú también Bargoth?... de Astaroth o Kobalos me lo esperaba... -hace una pausa -de nuevo os salvo la vida de una muerte segura y así me lo agradecéis...-su actitud se torna un tanto altanera -esperaba al menos algo de cortesía por vuestra parte...- se da la vuelta y mira a Yibril -y también estas pobres criaturas de las que tanto desconfías y que son las responsables de que sea aire y no sangre lo que inunde tus pulmones- dirige la vista hacia la enorme puerta de piedra -Porque todos sabeís que no hubierais aguantado un segundo estando en el lugar de Cyber- hace una pausa por la muerte de éste.

Avanza un par de pasos en dirección al grupo, su mirada altanera se torna desafiante -me temo que ha llegado el momento...- camina con pie firme, y con un leve contoneo de caderas que acentúan su hasta ahora escondida feminidad -he tratado de evitar por todos los medios esta situación, pero...- sus rasgos suaves parecen ahora afilados y en sus labios se dibuja una sonrisa entre siniestra e irónica -no me dejáis otra opción...- los grimorlocks rodean al grupo, y una decena se agolpa detrás de Méredith, escrutándolos con sus diminutos ojos, repiqueteando el suelo con sus garras.

-Estoy embarazada...- su sonrisa irónica de repente se torna amarga, su rostro es azotado por la pesadumbre, frunce un poco el vestido dejando ver el pequeño bulto que forma su incipiente barriga. Algunos grimorlocks miran, otros se rascan, y otros simplemente vuelven a su quehacer. -El padre de mi hijo es Harold, y vine a buscarlo, pero no para sacarlo de estas cuevas sino para...- sus labios gesticulan la siguiente palabra como si todo el peso del mundo recayera sobre ellos -...matarlo- Méredith coge aire lentamente, sus hombros se relajan, como cuando se liberan de una terrible carga. Cierra los ojos, y se toma unos segundos para coger aliento y continuar. Al abrirlos hay un cierto brillo, un atisbo de lágrima que aún guardaba para este momento, ya que a lo largo de su vida había derramado todas las que poseía.

-Se que no tenemos mucho tiempo, pero debéis saber lo que sucedió...- su mirada se pierde y se sume en sus recuerdos -conocí a Harold en mi juventud, él también era un mago, y juntos nos adentramos en el camino del conocimiento arcano. Lo que os conté era cierto, nos enamoramos, nos casamos, pero hace unos meses descubrí algo terrible. Es un hombre sediento de poder... que no se conformó con el conocimiento arcano... fue... mas allá...- hace una pausa, como si recordase algún momento especialmente doloroso, y prosigue -convocó criaturas terribles... de lo más profundo del abismo... no se realmente hasta donde llegó, ni que clase de pactos realizó con ellas, pero en el proceso... perdió su humanidad...- otra mueca de aflicción se dibuja en su rostro -no se en que se transformó... la maldad lo consumió. Cuando lo descubrí, me enfrenté a él, luchamos, pero no quiso matarme... huyó malherido. Al mes siguiente me dí cuenta que estaba embarazada- pone una mano sobre su barriga -supongo que por eso no me mató, él sabía que esperaba un hijo suyo. Descubrí que había venido a esta cueva, no se el motivo. Mi hijo... la herencia mágica de su padre... no estaba segura... pero mi bebé crece más rápido de lo que debería, y eso lo descubrí aquí, en la cueva...- su mirada se ensombrece, se vuelve muy triste -Mi hijo no es del todo humano... y posee un gran poder...- mira a un grimorlock cercano -creo que ellos lo notan, y por eso me protegen... los grimorlocks son sociedades matriarcales, y...- mira hacia el enorme cadáver y los huevos rotos a su espalda -esa criatura de ahí al parecer era una madre y acababa de poner sus huevos, supongo que tras morir, los grimorlocks se han quedado huérfanos y ven en mí otra "hembra" poderosa que está engendrando un hijo y por eso me protegen- vuelve a mirar a sus compañeros -y eso es todo... os preguntaréis porqué os he mentido... pero es bastante obvio... ¿entraríais en una cueva con una mujer embarazada, de un hijo poderoso que en las manos equivocadas podría causar un enorme mal, y sabiendo que quien puede corromperlo también se haya en la cueva? claro que no... Soy una maga, los caminos de la magia arcana son infinitos, y tengo los medios para proteger a mi hijo, y alejarlo de la corrupción de Harold- las piernas de Méredith parecen flaquear por una invasión de emociones contrariadas, pero se sobrepone - Vine a matar a mi marido antes de que naciese mi hijo, sin embargo... esta cueva es terrible, me siento completamente superada... no puedo imaginarme a Harold manejando tanto poder como el de la criatura por la que Cyber se sacrifico, o el cadáver de este monstruo- sus ojos se vuelven casi suplicantes -ahora temo por mi hijo, y está creciendo demasiado rápido, también temo dar a luz antes de lo previsto... y no...- la voz se le entrecorta -no quiero dar a luz en esta cueva, eso jamás- mira uno por uno a los miembros del grupo -espero que entendáis porqué he tenido que mentiros. Ahora, si queréis que os responda a algo más, preguntad-

Miro a la mujer y a sus "crías", miro fíjamente su vientre encinto y veo los cambios en su actitud:

- Si, Meredith, aquí te abandono por que tus mentiras han sobrepasado mi nivel de fidelidad hacia una persona que consideraba "buena".

Tras asir con fuerza mis armas y situar mies piernas en posición de combate por si fuese necesario, continuo:

- Si tan poderosa eres, ¿Por qué nos necesitas?¿Dónde está el tal Harold con el que quieres acabar?¿Nos dejarás marchar en paz, ahora que tienes unos nuevos protectores?- digo señalando con la lanza a las criaturillas- ¿O quieres algo más de nosotros?

-¿Mis mentiras? oh cielos...- se lleva una mano a frente... cansada -Si... mentí por mantener a salvo a mi hijo... aunque no estoy segura que tengas la capacidad de comprender algo así... ¿acaso me consideras una mala persona? viajas acompañado de un tiflin que se sacaría los ojos si pudiera sacar provecho de ello, y de un gnomo que te considera un engranaje más de su reloj- ahora sonríe con ironía -y yo, que te he salvado la vida de una muerte segura, lo que recibo a cambio es que me dejes abandonada en esta cueva... curioso... - mira a los grimorlock -y estas criaturas no impiden que te marches, todo lo contrario, te han acogido en su hogar, curiosa forma tienes de agradecerlo al apuntarles con esa lanza- ahora mira a Bargoth en espera de lo que este tenga que decir.

Mal interpreta mi señal con la lanza cuando sólo los estaba señalando y es entonces cuando sonrío:

- ¿Nada más tienes que decir?¿Nos amenazas y ahora quieres que nos sintamos apenados por abandonarte aquí con tu "hijo"? Te lo vuelvo a decir, si tan poderosa eres, ¿Para qué nos necesitas?. Y quizá insultar cuando se lleva a un extraño ser en el vientre fruto de una relación con un hombre malvado hasta la médula, no creo que sea la mejor opción. Reflexiona sobre tu respuesta o quédate con tus "cachorros", no aguantaré más insultos de ninguna clase, LISTA.

Méredith mira amenazadora a Yibril -No te atrevas a llamar a mi hijo "extraño ser", y de gentes como tú es de quien trato de protegerlo- parece que respira agitada -y no, no soy poderosa, ni tengo intención de quedarme a vivir aquí rodeada de grimlorlocks, lo único que quiero es abandonar este lugar, y huir lejos donde Harold no pueda encontrar a mi hijo... no quiero una vida de fugitiva pero tampoco tengo muchas más opciones- y ahora mira extrañada -y yo en ningún momento os he amenazado, no se a que ha venido ese comentario, de hecho los grimorlocks han sido bastante hospitalarios con todos nosotros...-

¿Para qué preguntarles a estas criaturas? Entra directamente en sus mentes y coge lo que quieras...

Oído esto miras a un grimorlock fijamente y buscas algunas respuestas. Absorbes la información como si estuviera ya en tu cerebro: 

SALIDA: la única existente es la puerta por la que habéis entrado. Hay que buscar la manera de abrirla antes de quedarse sin aire... Los antiguos constructores, unos reptiles humanoides que convivieron con los Grimorlocks les avisaron que mantenerla cerrada mucho tiempo era peligroso.

ENEMIGOS: Hay un modo de bloquearlos... La madre tenía una especie de ojo en el pecho que de vez en cuando abría para usarlo y cegar a los atacantes además de quitarles el camuflaje que usaban. Cuando se vio superada, se lo dio a un Grimorlock para custodiarlo. Ese Grimorlock está en la villa y puedes convocarlo ante ti cuando desees

SOCIEDAD: La madre colocó esporas en todas las criaturas cavernícolas para poder tener vínculos telepáticos con ellas. Si nace un nuevo Grimórlock no tendrá ese vínculo a no ser que coloques espora (esto no sabes como hacerlo) 

Yibril aguanta la mirada de la hechicera poseída sin cambiar su estoica cara preparado para cualquier extraño movimiento, y viendo que el resto del grupo no intervenía:

- Creo que hablas de más y no eres consciente de lo que dices, nos has amenazado y has dicho que eras poderosa para defenderte y matar a Harold, y luego dices que no. Si lo único que deseas es acabar con Harold y luego salir de aquí, utiliza tu magia y tu poder sobre estas criaturas para encontrarlo y te ayudaremos si no nos ocultas más cosas. Si no quieres ser totalmente sincera con nostros, aquí acaba nuestra "amistad". Como te dije antes, reflexiona tus palabras antes de decir de nuevo incongruencias o negar cosas que antes afirmaste. Tengo un corazón noble, pero si no puedo confiar en los que intento ayudar, no puedo ayudarles.

Bargoth había escuchado a Meredith con atención. No le sorprendió parte del testimonio de la humana, pues algo suponia ya al respecto. Sin embargo, pese a que no tenía nada en contra de ella pues ninguna de sus acciones los habia perjudicado, ya no era capaz de confiar en ella.

-Callad los dos un momento. Meredith, nos has salvado, si. Tu grito asustó a esas cosas aunque ni tu misma sepas el por que pero Yibril y yo te hemos salvado tambien a ti otras tantas veces vertiendo nuestra propia sangre, quemando nuestros cuerpos con acido e incluso protegiendote de las dudas de los demas. No creo que ninguno estemos en deuda contigo.

Tu historia es terrible y espero que tenga el feliz final que ansias pero lo dudo mucho. Hay algo en ese niño...tu aura, tu aura ha ido cambiando desde que nos encontramos con el biCoMale. Creo que ese niño no es lo que piensas, ha contaminado tu aura y ahora es mucho mas negra de lo que era. Entiendo que eres su madre y que no creeras mis palabras o no querras hacer nada al respecto pero tienes que entender que ese es tu propio camino y es al que te han llevado tus propios pasos. 

Yo no me opondre a que nos acompañes a la salida pero una vez fuera me temo que tendras que apañartelas por tu cuenta porque no se como reaccionaria si te pusieras de parto y de ti surgiera algo...algo... -observo entonces la estatua de la madre BiCoMale- algo como eso.

Madre... es imperativo que te desagas de ese enano... 

-¿Qué estás diciendo Bargoth?- dice Méredith visiblemente molesta -puede que mi hijo albergue parte de la oscuridad de su padre, pero no es un monstruo. Y yo me encargaré de alejarlo del mal camino- suspira -no olvido que vosotros también me habéis salvado la vida, y os estoy agradecida, de hecho he intentado manteneros a salvo, y por eso estamos aquí en el hogar de los grimorlocks, yo les pedí que nos pusiesen a salvo a todos- coge su morral y los mira -no fui sincera porque no podía ser sincera... no en aquel momento... solo espero que sean mis actos y no mis palabras lo que juzguéis de mí- se dirige a la puerta de piedra -Lo único que quiero es abandonar esta cueva, fui una estúpida al arriesgar la vida de mi hijo, pero jamás imaginé estos horrores. Yibril, los grimorlocks me consideran poderosa, por eso me han elegido tras morir esa... cosa...- se acerca a la piedra enorme que cayó tras el rayo de Cyber -aunque... Yibril, si encontramos a Harold y me ayudas a matarlo... estaré en deuda contigo...- pone una mano sobre la gran piedra -bien... esta es la única salida, no hay otra, si queremos abandonar este lugar, hay que moverla.- a continuación se reúne con un grupo de grimorlocks.