Partida Rol por web

En aguas inciertas

2. REBELDES CON CAUSA - Después del atentado

Cargando editor
18/11/2021, 11:06
Hans Grüber

Notas de juego

Bueno, previa a mi entrada, explico mi jugada.

Voy a gastar un doblón de primeras para apaciguar las aguas haciendo gala del talento Buena Reputación de Hans. Como hay que justificar una oratoria acertada para que el talento me respalde, voy a intentar usar argumentos de peso para que los piratas me presten atención y, al tiempo, dar a Wanda la oportunidad de coger la pistola si así lo desea.

Si Baalis considera que mi argumentación es adecuada, OK. Si no fuese suficiente, hago una tirada de Comunicación y que él decida si el resultado es suficiente. Si es bajo, gastaré otro doblón. Total, para eso invertí en Carisma cuando creé a mi astuto Hans xDDDDDD

¡ALEA IACTA EST!

DISCLAIMER: Wandita, vas a ver a Hans hacer y decir cosas muy raras. ¡No te asustes! ¡Sé fuerte! ^^

Cargando editor
18/11/2021, 11:14
Hans Grüber

Aquella era una situación de alta tensión con elevadas probabilidades de transformarse de modo repentino en una masacre. Hans tensó la mandíbula, su mente calibrando cómo salir de aquella ratonera letal a gran velocidad. Al final, en la vida todo se reduce a saber elegir de un modo adecuado el bando en el que te alistas, percibir con antelación los vientos del cambio que trae el inevitable azar y mantener siempre la capacidad para anticiparse, pues solo los que saben adaptarse a las impredecibles mareas de la vida emergen triunfantes al final del día.

Hans, desde luego, estaba haciendo un auténtico ejercicio de adaptación a las movedizas arenas que estaba resultando ser la estancia en el Rapaz y su confabuladora tripulación. Desde luego, la capitana Matatigres no parecía cosechar tantas simpatías como para mantener un largo mandato a bordo. Pero como corresponde a esas alimañas sin honor que son los piratas, esta situación no iba a arreglarse fácilmente con palabras, sino con una dosis bien aplicada de pragmatismo grüberiano.

—Damas. Caballeros. Seamos razonables, ¿hm? Invoco esa palabra que paraliza a cualquier pirata digno de tal nombre... PARLAMENTO.

Primera lección del joven orador: CAPTAR LA ATENCIÓN.

Aaaaah, la magia de la oratoria manaba salvaje de manos de Hans Grüber, ese pérfido y taimado genio criminaaaaar.

—Nadie quiere comenzar un altercado que cause estragos en el personal médico de este cascarón que llaman barco, ¿no les parece? Especialmente dado el remarcable estatus de la nave, que les recuerdo vaga a su suerte en mitad de ninguna parte. Convendrán que disparar a quemarropa al señor Amputador o a mi entrañable persona no es, de hecho, lo más inteligente por su parte. Lo que ahorren en eso que ustedes llaman graciosamente raciones diarias lo perderán en calidad de vida... Y no querría estar en su lugar cuando la lengua se les hinche como al señor Mauritz, aquí presente, a causa del anacolutoterrible enfermedad de transmisión sexual que intuyo debe tener algún otro marino a bordo además de él, por cierto—dijo con frialdad, sin parpadear siquiera, extendiendo la mano para señalar al enfermo.

¿Estaba insinuando Hans lo que estaba insinuando...? ¿¡Sodomía a bordo del Rapaz!?

Aquellos ignorantes desconocían a buen seguro lo que era el escorbuto y el sutil juego de palabras hecho por Hans.. Así que con un ligero cambio táctico de nombre -Anacoluto. Llana acabada en vocal. Sin acentuar. ¡JA!- y cierto fervor científico en la pronunciación, podría pasar por una desconocida enfermedad venérea o similar, sembrando el caos entre los piratas del barco. Aaaah, sí... El viejo Hans sabía bien cómo generar el pavor entre las mentes débiles e iletradas...

Se aproximó a Renacuajo despacio, como un profesor que acecha al alumno distraído e incauto en el aula.

—Téngase además en cuenta que algunos podrían lamentar ciertas pérdidas dramáticas en un hipotético baño de sangre, ¿no está de acuerdo, señor Renacuajo? —dijo al pirata al tiempo que volcaba la mirada en Eva de un modo elocuente—. Por otro lado, la señora Eva, una de las pocas mujeres a bordo de esta nave entregada al grog y a la sodomía, convendrá que emascular al señor Renacuajo, por mucha aversión que profese a su innegable aura de seductor tabernario, no es forma de resolver un lance que, de hecho, tiene fácil solución.

Hans estaba desencadenado, generando el caos en las filas enemigas, atacando los puntos débiles de la psique masculina. ¡Qué exhibición de psicología!

—Y luego está el asunto relativo a la posibilidad de que una bala perdida acabe con la vida de mi sobrina, una niña de todo punto inocente, con énfasis en I.N.O.C.E.N.T.E.—Sí, sobre todo inocente, pensó inquieto Hans viéndola acercar su manita a la pistola de Mauritz con aviesas intenciones—. No creo que tal desgracia fuese perdonada fácilmente por la tripulación, señores míos. Creo que sería... ¿Cómo ha dicho usted antes...? Excesivo, sí. En su lugar, y dado que salvar la vida de su capitana me hace sentir imbuido de un halo de invencibilidad ultraterrena, me ofrezco voluntaria y graciosamente a investigar el asunto que atañe al presunto motín —dijo Hans extendiendo las manos con apostura beatífica, pacificando al personal con su vehemencia—. Verán, señores míos, desde el origen de los tiempos el ser humano ha encontrado en extremo sencillo entablar conflicto de interés con el prójimo. Ante tales circunstancias se optó en el principio de los tiempos por aplicar el célebre axioma... Ojo por ojo, diente por diente. Aquello derivó más tarde en otra perla de sabiduría... En el país de los ciegos, el Tuerto es el Rey.

¡Qué dicción! ¡Qué cadencia más lúgubre! ¡Qué declamación más aterradora! ¿Habría acaso tenido carrera en el teatro el bueno de Hans Grüber?

—Pero tal sistema, señores míos... ¡¡¡RESULTA FALLIDO!!! —estalló con una palmada en la mesa de tanatopraxia rústica en la que reposaba Suzanne.

—Es muy fácil acusar sin pruebas. Y tal práctica reducirá drásticamente la población piratil del Rapaz, entre los que, temo recordarles, se encuentran ustedes, damas y caballeros. La única forma objetiva y eficaz de resolver un entuerto como el que se aventura se está gestando en este barco... Es una concienzuda investigación externa —dijo, sibilino y con ojos entrecerrados mirando a los presentes—. Una investigación a cargo de alguien que carezca de todo antecedente con la tripulación, desprovisto de toda inquina personal hacia ninguno de ustedes y, a ser posible, con una deuda de gratitud hacia la aquí presente y todavía de cargo vigente, Suzanne Matatigres...

Redoble de tambores.

—Y resulta, señores míos... Que conozco al hombre adecuado para la indicada cuestión...

Con pausada cadencia, Hans depositó su diestra sobre el pecho al tiempo que erguía el rostro y mostraba su mejor perfil a los presentes.

—Les hablo, claro está, de mi persona... Evidentemente. Con la inestimable ayuda de mi joven asistente y sin embargo sobrina... Dafne Mary.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Si la Buena Reputación no funciona, al menos el segundo doblón arregla el asunto... Diablos, qué tensión.

Edit. He tenido que parar un par de veces mientras escribía porque me estaban dando las carcajadas. Qué lagrimones me caen ahora mismo de la risa, madre mía.

¡ME LO HE DEJADO TODO! ^^

Wandita, ya puedes dispararles ¡AAJAJAJAJAJAAJJAAJAAJJAA! ;-P

Cargando editor
18/11/2021, 19:43
Andrei Demidov.

- No, es cierto que no se hacer nada de eso -concedió, tranquilo-, pero tampoco hace falta. Realmente no estamos buscando un capitán perfecto, sólo alguien que lleve las riendas en nombre de Suzanne mientras se recupera -añadió, con una sonrisa-. Hendrika, sé prudente. Creo que no te pasa desapercibido que la tripulación está prácticamente dividida a la mitad, y que algunos de los que votan por ti, ni siquiera están seguros y tal vez preferirían a alguien más comedido y afín a la Matatigres*, que al fin y al cabo la votación es por ser interino, ya que con suerte y los tratamientos del Doctor Émil, tendremos a nuestra capitana de vuelta en nada. Además, te olvidas convenientemente de que hay 6 personas en la enfermería, de las cuales 4 estoy seguro votarían por mí, porque sí, son miembros de la tripulación dado que ya han dormido en las hamacas.

- Tiradas (2)

Notas de juego

* Tiradilla por Alvin, pero vaya.

** La segunda es por si consigo algo con el discurso.

El post tendría que haber sido más largo, pero estoy copado de trabajo y a contratiempo.

Cargando editor
18/11/2021, 20:53
Annalise

Tras el ataque verbal de recién, Annalise se mantuvo callada porque no quería hacer arder más todo esto. Considerando que Andrei tenía más palabra que ella sin entrar en asuntos escabrosos, así que prefirió estar al lado de su amigo y apoyarlo mientras las barbaridades de Hendrika eran poco a poco aligeradas por el raciocinio de Andrei, que más astuto de momento que la mujer, lograba al menos—o eso esperaba—poner en dudas todo esto. 

No había quien quien frene su mala baba, pero tampoco podía sacar sus poderes para cerrarle la boca. No cuando podría empeorar las cosas. Así que mejor era tener la boca cerrada y dejar al margen de la duda, el hecho de que había más personas dentro que posiblemente no estarían votándola a ella. Tal vez eso le dolía un poco o no. 

Cargando editor
19/11/2021, 01:27
Wanda Weiß

Para desilusión de la bribonzuela Wanda, sus palabras (amén de las lágrimas de cocodrilo) cayeron en saco roto y no consiguieron el efecto deseado en aquellos tipos, carentes de cualquier atisbo de escrúpulos o humanidad. Incluso tuvo que tragarse el orgullo, como buenamente pudo, cuando aquel imbécil la tildó de zorra. Debía controlar su temperamento para no mentar a sus antepasados o su árbol genealógico, pese a que le apeteciera en demasía. Porque, además, no había que olvidar que él poseía un arma y ella no, por lo que a esa distancia hacerse la valiente podía suponer el recibir un balazo letal. Aun así, le atravesó con la mirada, queriendo hacerle desaparecer. "Qué pena que no estuviéramos a solas en otro lugar, te ibas a tragar tus palabras una a una, maldito" —pensó, frunciendo el ceño.

Detectó entonces la indicación tácita que le hacía Amputapatas y la joven observó anonadada el arma que sobresalía del cinto del enfermo Mauritz. ¿Era esa la verdadera vía para escapar de dicho embrollo? ¿Verse envuelta en un tiroteo entre piratas?  Para cuando estaba debatiendo si aquella era la mejor idea, a Hans le poseyó el espíritu de un antiguo vendedor de licores y elixires baratos que te ofrece la Luna por tal de endilgártelos, comenzando un extenso monólogo en el cual pudo notar que los presentes le miraban con cara de circunstancias —algunos— o embobados —el resto—. La distracción perfecta en el momento adecuado.

Con todo el disimulo del mundo, la chica agarró la pistola de Mauritz, apuntando a uno de esos piratas; concretamente encañonaba al que la había insultado de esa forma tan vehemente y primitiva. "Debe ser de los que se piensan que las mujeres solo servimos para las tareas del hogar o para ser madres..." Wanda mantuvo el brazo en alto con firmeza, sin perder la concentración, esperando a que terminara el extenso e inacabable discurso de Hans. Un largo discurso, sin duda. Eterno, dirían algunos.

Y al fin, tras terminar de hablar su tío, ella se dio un instante la vuelta para mirarle, guiñándole un ojo antes de volver la vista a los filibusteros. 

—Eh, tú —dijo para llamar su atención—. Esta zorra que ves aquí te tiene cogido por los huevos —permitió que el aludido pudiera comprobar lo que ocurría, ya que la pistola iba dirigida a ese lugar concreto de su anatomía de un modo amenazante—. ¿Qué dices ahora? 

La pregunta surgía a la vez que apretaba el gatillo y accionaba el disparador, descargando esa dosis de adrenalina que recorría su cuerpo. ¡BANG! Eso le pasaba por paleto.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Bueno, ya podemos decirlo en voz alta. ¡Que empiece la fiesta!

Cargando editor
20/11/2021, 15:02
Director

Hans Grüber invoca el parlamento, institución también conocida como parley en el mundo de la piratería, y hasta estos sucios e ignorantes criminales guardan cierto respeto por ella, más aún con la solemnidad con la que Hans desliza la palabra. Los marineros, sin dejar de mirar cada uno a su objetivo, y con los dedos firmes en los gatillos, dedican exactamente ciento noventa segundos a escuchar el monólogo del doctor.

¡Anacoluto! ¡Sodomía! ¡La posibilidad de que una de las pocas mujeres a bordo muera! ¡La presunta inocencia de Wanda! ¡Una investigación externa! Todo muy razonable, muy lógico, muy atendible. La sola mención de sodomía hace que el pirata que ha insultado a Wanda llamándola zorra se gire hacia su compañero para decirle:

—Lo sospechaba.

Amputapatas se ve reflexivo. Eva mira a Hans, a Renacuajo, a Hans de vuelta, y finalmente baja su sable. Renacuajo deja de apuntar a Eva. Amputapatas baja el trabuco. Un par de suspiros de alivio recorren la enfermería. La posibilidad de un tiroteo ha quedado atrás. El peligro se ha esfumado. Quién sabe qué carnicería podría haberse desatado si alguien hubiera disparado. Una balacera en un espacio tan reducido podría haber concluido con un 70% de muertes y heridas graves. O más.

Ah, pero lamentablemente Wanda no ha llegado a ver el efecto de las palabras de su pseudo-tío en los piratas, que bajaron sus armas luego de que la pelirroja se diera vuelta para guiñar el ojo al tito Émil y mientras ella apunta a los genitales del que la insultó. Llama su atención con unas líneas socarronas y abre fuego.

Y así se desata el infierno.

La entrepierna del hombre desaparece en un estallido de sangre y testículos. Su grito es tan desgarrador que parece congelar el tiempo [1]. Su compañero, el otro escolta que os asignó Hendrika, dispara a Wanda, pero erra y el proyectil pasa zumbando al lado del rostro de Hans y choca contra un frasco de medicina de la estantería. Vuelan astillas de madera y un líquido verde [2]. El pirata castrado a base de plomo se retuerce en el suelo, su temblorosa mano consigue alzar la pistola [3], y apunta sin un objetivo claro, tal vez a Hans, tal vez a Wanda... y finalmente es a Wanda. La bala rasga el muslo izquierdo de la pelirroja causando una herida superficial pero que arde como mil demonios [4]. 

- Tiradas (8)

Notas de juego

[1] 6 de daño al pirata que ahora apodaremos Sinhuevos.

[2] Disparo a Wanda del pirata Conhuevos falla.

[3] No pun intended.

[4] ¡El disparo del pirata Sinhuevos acierta! 2 de daño a Wanda.

(sigue...)

Cargando editor
20/11/2021, 16:02
Renacuajo

Al mismo tiempo que los piratas Conhuevos y Sinhuevos están abriendo fuego, Renacuajo, que hace instantes había depuesto su actitud, traicioneramente vuelve a encañonar a Eva. Eva reacciona por puro instinto con un tajo ascendente de su sable. La sangre mana del torso de Renacuajo: una línea rojiza diagonal que va desde su cadera izquierda a su hombro derecho se dibuja en su cuerpo.

Notas de juego

(sigue...)

Cargando editor
20/11/2021, 16:05
Eva

Renacuajo grita como un sapo pisoteado y aprieta el gatillo. Eva es atravesada a quemarropa en el centro del estómago. Sale despedida hacia atrás y choca contra la pared, deslizándose lentamente hasta quedar sentada en el suelo y dejando sobre los tablones de madera un espantoso rastro de sangre [1]. Se muerde los labios para no gritar, aun sostiene el sable con firmeza, pero tiene la mirada perdida.

Notas de juego

[1] ¡10 de daño a Eva! Está en las puertas de la muerte. Maldito Renacuajo y sus críticos.

(sigue...)

Cargando editor
20/11/2021, 16:11
Amputapatas

—¡HIDEPUTA! —grita Amputapatas, colocando su trabuco en el pecho de Renacuajo.

Pero Renacuajo, pestilente rata miserable, es veloz, y sabiendo que no llegará a recargar su pistola a tiempo, la arroja al rostro de Amputapatas, haciéndole perder el equilibrio justo cuando está disparando. En vez de reventar el pecho de Renacuajo, el tiro le roza el codo izquierdo [1].

—¡HIDEPUTA HIDEPUTA HIDEPUTA!

Notas de juego

[1] Entre el corte de Eva y el disparo de Amputapatas, Renacuajo recibe 5 de daño.

(sigue...)

Cargando editor
20/11/2021, 16:14
Director

La enfermería es asaltada por una ensordecedora cacofonía compuesto por el croar de Renacuajo, los cada vez más débiles lamentos del Sinhuevos, los gritos de guerra del Conhuevos y la catarata de insultos que sale de la boca de Amputapatas. La sangre baña la habitación y es vorazmente bebida por los tablones del suelo.

El Sinhuevos gira sobre sí mismo como una babosa bañada en sal y muere a causa de la pérdida de sangre. Sus ojos inertes quedan clavados en su castradora, Wanda. El Conhuevos desenfunda un oxidado alfanje y, gritando, se dispone a abalanzarse sobre la pelirroja. Entretanto, Renacuajo y Amputapatas han dejado las armas de fuego atrás y están inmersos en un duelo de sables.

Desde la cubierta superior escucháis voces de alerta y pasos acelerados. Pronto bajarán a la cubierta inferior a ver qué diablos está sucediendo.

Notas de juego

El pirata Conhuevos ataca a Wanda, nadie ataca a Hans, Eva está agonizando, Amputapatas y Renacuajo están combatiendo. Todavía tenéis un turno libre antes de que los demás bajen a ver el infierno de la enfermería.

Wolf, ya no haces a tiempo a recargar la pistola y disparar. ¡Toca luchar con pies, manos o dagas! Ambos tenéis dos acciones en el próximo turno: pueden ser dos ataques, dos defensas, etc.

Cargando editor
22/11/2021, 01:36
Wanda Weiß

En su cabeza, había tomado la decisión más arriesgada e irresponsable, pese a que pudiera surtir algún tipo de efecto en sus captores. Sabía que no debía haberse dejado llevar por ese impulso rabioso, pero no podía negar que había merecido la pena reventarle sus partes nobles a aquel desgraciado. Nada más lejos de la realidad: lo que vino a continuación fue un estallido de violencia que se produjo en apenas unos segundos, rompiendo cualquier tregua que hubiera. La herida de bala que recibió en su pierna le escocía y quemaba la carne como si le hubiesen incrustado una piedra incandescente en la misma, aunque eso no iba a detenerla ni mucho menos en su afán por sobrevivir.

Se incorporó, maldiciendo y notando cómo el corazón le palpitaba con fuerza en el pecho, insuflándole energías para no venirse abajo. La estaba rodeando un halo de muerte; sin ir más lejos, acababa de liquidar a un sucio pirata y ni siquiera tenía tiempo aún para procesarlo, porque venía su compañero a hacer lo mismo con ella. "No puedo caer hoy... No hasta que le encuentre..."

Wanda oteó a su alrededor, en busca de algo con lo que defenderse de ese canalla. Entonces cayó en la cuenta del diminuto puñal que guardaba en una de sus botas. Le lanzó la pistola a la cara a su enemigo para ganar unas décimas de segundo antes de agacharse para coger con presteza el arma blanca y encarar al pirata, con un rostro tenso que se reflejaba también en la rigidez de su cuerpo. Era ciertamente una situación complicada y no se había visto envuelta nunca en su corta vida en un duelo a muerte, por lo que la tensión en el ambiente era más que palpable. 

- Tiradas (6)

Notas de juego

He gastado un doblón para ver si podía hacerle más daño, pero con esas tiraditas, solo le haré cortes superficiales me parece a mí :/

Cargando editor
22/11/2021, 09:15
Hans Grüber

Hans pudo sentir cómo la situación se escapaba a su control gracias a aquella malandrina hija del Diablo, que desenfundó la pistola del balbuceante Mauritz y aplicó una castración por deflagración a uno de los escoltas de Hendrika van Haas por llamarla zorra

Sangre demasiado caliente.

Aquello le recordó a Hans cuando en tiempos mozos, luciendo por aquel entonces una perilla imperial, atracó con su vieja banda el castillo Nakatomi y uno de sus hombres, un nórdico de melena dorada, entró en furia homicida cuando un guardia local mató a su hermano Karl. Hans sabía bien que los golpes deben efectuarse con precisión quirúrgica, como si cada integrante del grupo funcionase como el pequeño engranaje de un reloj, y que la sangre fría es uno de los activos más valiosos de un criminal. También uno de los menos frecuentes.

Con el estallido de la escaramuza se sucedió lo inevitable. Es decir, que Hans ignoraba cómo no había cobrado acero ni plomo hasta ahora, pero su suerte era palmaria en aquella ratonera asesina e iba a aprovecharla. El pirata desprovisto ahora de escroto estaba gélido, inerte sobre un suelo que parecía testigo de una terrible y apresurada intervención quirúrgica. Eva se le uniría pronto. Wanda acuchillaba con ahínco pero sin efectividad al vengativo colega del castrado, que ya preparaba su contraataque. Y para rematar, Renacuajo o Amputapatas se abrirían en canal en cuestión de segundos. 

Pronto llegarían los piratas desde cubierta. Y así las cosas, Hans tenía varias opciones, todas ellas razonables:

a) Podía disparar a Wanda y argumentar que había contraído la rabia y que, por tanto, debía ser sacrificada. Dado el nivel de analfabetismo a bordo, era una idea fácil de vender al personal. Así quizás le perdonasen a él. Y además, le apetecía causar algo de dolor a aquella joven inconsciente que, por el momento, estaba contribuyendo de modo decisivo a que los matasen a los dos.

b) Podía disparar al truhan que intentaba ensartar a Wanda, claro. Sería una actitud muy paternalista, motivo por el que no le resultó tan apetecible de momento. Una mojada en el vientre quizás contribuía a tiempo para que la joven aprendiese de su catastrófico error. Si sobrevivían, Hans tendría una agradable charla con Wanda sobre las consecuencias de actuar sin pensar.

c) También podría disparar a Renacuajo, piratón que, era evidente, estaba aconchabado con Van Haas, la auténtica zorra a bordo del Rapaz. El problema de disparar a Renacuajo es que debía ser un disparo fatal de necesidad. Y enfrascado como estaba en duelo singular con Amputapatas, Hans lo veía complicado por el momento.

Y d) Podría disparar a traición a Amputapatas, salvar a Renacuajo y monopolizar así la disciplina sanitaria a bordo -hasta ahora inexistente, recordemos-, haciéndose indispensable para quien quiera que fuese el capitán de aquel condenado navío.

Todas eran opciones lógicas y si bien contaba con dos pistolas ocultas y, por ende, dos balas para diversificar sus posibilidades, decidió ponerse al refugio de la mesa de operaciones y aguardar su momento. Porque a diferencia de aquel hatajo de harapientos y zoquetes piratas, Hans Grüber tenía la sangre de un frescor ártico, oiga.

Notas de juego

Básicamente, me pongo a cubierto como pueda y retraso mi turno hasta que acontezca lo que el azar dicte en los dos combates que se suceden. En función de lo que pase en el Wanda vs. Conhuevos y el Renacuajo vs. Amputapatas, Hans hará su jugada.

Si he entendido bien, el pirata que se enfrenta a Wanda es de bajo nivel y a Eva aún le quedan dos miserables puntos de vida que pueden dar para un golpe de efecto.

Veamos qué sucede...

Qué frialdad. Qué calculador es este Hans Grüber ;-P

¡Wandita te voy a poner la antirrábica! xDDDDDDDDD ¡Qué mala pata de tiradas de daño, leche!

Cargando editor
22/11/2021, 20:41
Hendrika van Haas

Andrei dice que faltan votar los de la enfermería. En la enfermería están el doctor, Dafne, Eva, Amputapatas, Renacuajo y dos piratas que obedecen a Hendrika. Si estos últimos tres votan a Hendrika, ella ganaría la elección por un voto. Excepto que se logre convencer a alguno de sus electores de cambiar su voto, no habrá empate. Hendrika sonríe: está segura de su victoria.

Y justo en ese instante suenan disparos en la cubierta inferior.

Cinco detonaciones. Pistolas. Tras el estallido de las armas vienen los gritos de los heridos. Los disparos suenan desde la enfermería. Hendrika mira inquieta a sus hombres. Le hace señas a un grupo para que la acompañen.

—Vosotros cuatro, seguidme. Bajaré a ver qué ha pasado. Nadie más tiene por qué bajar —dice, mirándolos a ustedes dos.

Hendrika y sus cuatro piratas bajan por la escalera que lleva a la cubierta inferior.

Notas de juego

Hay un tiroteo en la enfermería. Pueden ir abajo, a ver qué está pasando, o aprovechar que ahora Hendrika se llevó a varios de sus hombres y ahora, en la cubierta, solamente quedan 13 de los suyos. Están en inferioridad numérico con ustedes, que tienen a 15. O si quieren hacer otra cosa, bienvenido sea.

Cargando editor
22/11/2021, 21:05
Director

El pirata Conhuevos, empuñando su alfanje, corta a diestra y siniestra en dirección a Wanda. Ella consigue esquivar los golpes como una bailarina, agachando la cabeza para no ser decapitada, haciéndose a un lado para no perder un brazo, echándose hacia atrás para no ser ensartada.

Su suerte no dura mucho: finalmente el alfanje se hunde en su costado derecho de manera perpendicular a las costillas. El filo se queda atorado en los huesos y el pirata no puede retirar la espada [1]. Wanda aprovecha el momento para, a través de la ráfaga de dolor que la azota, apuñalarlo dos veces en el muslo, cerca de la arteria femoral [2].

Conhuevos grita, le da un puñetazo a Wanda en el estómago y el alfanje se desprende de los huesos de la pelirroja con un chasquido seco. El pirata trastabilla y casi pierde el equilibrio. Se mantiene de pie, retrocede unos pasos y se dispone a recargar su pistola, limpiando el cañón del arma con la varilla y cogiendo un cartucho de pólvora de su cinto. Parece que no va a arriesgarse a otra ronda de lucha cuerpo a cuerpo.

- Tiradas (5)

Notas de juego

[1] ¡6 de daño a Wanda! Estás en -2 de vida. Al llegar a -10 mueres. Hasta que no consigas estabilizarte en 0 puntos, todas tus tiradas serán en Desventaja (tirando 2d20 y quedándote siempre con el resultado menor).

[2] 2 de daño a Conhuevos. Aún le quedan 2 puntos de vida.

(sigue...)

Cargando editor
23/11/2021, 12:58
Eva

Eva intenta ponerse de pie. No puede. Aprieta las mandíbulas. La mujer arroja por el suelo su sable a Wanda para que pueda cogerlo. 

Notas de juego

(sigue...)

Cargando editor
23/11/2021, 13:00
Renacuajo

Renacuajo suda no como un cerdo, si no como mil cerdos degollados en proceso de morir, y su sudor huele a naranjas podridas, vinagre y excremento de criaturas ciclópeas. Jadea y está empapado de sangre, su sangre, y un poco de la que Eva le salpicó al dispararle. Intercambia sablazos con Amputapatas y el estruendo de los aceros llena la pequeña enfermería. Cling, clang, cling, clang. Amputapatas tajea a Renacuajo en la sien izquierdo, justo por encima de la oreja [1]. 

Notas de juego

[1] 4 de daño a Renacuajo. Está a poco de morir.

(sigue...)

Cargando editor
23/11/2021, 13:07
Amputapatas

Renacuajo reacciona hundiendo su sable debajo de la axila derecha de Amputapatas. El anciano suelta su espada y cae de bruces contra el suelo [1]. Ha quedado desarmado. Renacuajo se tambalea, debilitado, pero aún tiene acero en sus manos, y se mantiene de pie. La sangre le cae desde la sien manchando todo el lado izquierdo de su cabeza de rojo, dándole una apariencia salvaje.

Amputapatas retrocede a rastras por el suelo, buscando una pistola, una daga, un sable, un algo que lo ayude a seguir luchando. Lo único con lo que se topa es con los pies de Hans Grüber.

Notas de juego

[1] 5 de daño a Amputapatas.

(sigue...)

Cargando editor
23/11/2021, 13:12
Director

Desde afuera, os llega el sonido de pasos de una media docena de personas. Y la voz de Hendrika:

—¡Preparad las armas! ¡Mosquetes cargados! ¡A mi señal!

Notas de juego

Hendrika y sus hombres todavía no han llegado a la enfermería. Están cerca, pero como veis, vienen a cámara lenta :P.

Cargando editor
23/11/2021, 19:05
Hans Grüber

KA-BLAM!

Sonó un estruendo ensordecedor que colmó toda la enfermería.

Desde el otro lado de la mesa, sosteniendo una pistola humeante con brazo de cirujano, se erguía el sombrío Hans Grüber.

Donde antes había un pirata asesino con cara y escroto, ahora había un cadáver con estofado de foca monje en lugar de rostro. O algo parecido. Era bastante desagradable y difícil de describir desde un punto de vista anatómico forense, a decir verdad.

—Usted no necesitará autopsia... —dijo Hans con un deje siniestro en la voz al cadáver desfigurado que caía inerte de espaldas al tiempo que apuntaba su segunda pistola reglamentaria a Renacuajo.

Señor Renacuajo —Amartilló el arma, casi enfatizando la llamada de atención. Los pasos de los piratas golpeaban los tablones. Se acercaban. Debía actuar con rapidez—. En otro tiempo habríamos podido ser socios... Pero señor mío no puedo perdonarle aliarse con estos asesinos de niñas... Así que, muy a mi pesar y como decimos en Herenhout... Yippie kay yi, hijo de puta.

KA-BLAM!

El balazo fue directo al pecho de un confuso Renacuajo y lo atravesó limpiamente, de parte a parte.

—No está mal para un cirujano, ¿verdad? —comentó al desconcertado y atónito Amputapatas.

Era una pregunta retórica, claro.

Restaba el giro de guion, el penúltimo as en la manga de Hans Grüber. Tomó aire y exclamó a voz en grito:

—¡MOOOOTÍÍÍÍN A BOOOOORDOOOOOO! ¡LOS CONSPIRADORES TRATAN DE ASESINAR A LA CAPITANAAAAA! ¡AYÚÚÚDENMEEEE!

Si tenía algo de fortuna, el rubiales y la alquimista, dos con los que sabía que podía contar en estos momentos, estarían bajando a la enfermería. Eso haría saltar las alarmas a los hombres de Jan el Cuerdo. Que diga, Jan el Bello. Quizás se desatase una batalla campal, pero eso le daría tiempo para sanar a Wanda y trazar un plan para salir de allí con vida.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Le llaman HANS UNLEASHED GRÜBER.

Lo sé, lo sé. Los dados me han amado en el día de hoy. LOADOS SEAN LOS DADOS.

Wolf, me debes argo ^^

Si funciona mi argucia el final de la partida va a ser épico y crepuscular.

Cargando editor
24/11/2021, 01:40
Wanda Weiß

El tiempo pareció congelarse en el clímax final de ese duelo mortal. Wanda sintió un frío muy particular recorriendo su cuerpo mientras el líquido carmesí manaba, caliente, de la herida que acababa de recibir en el costado. Los ojos de la chica se habían abierto de la sorpresa y su rostro se demacraba, ahogando una exclamación, al penetrar el frío acero del alfanje de su enemigo en su piel. Estaba prácticamente herida de muerte.  

Se dobló de dolor, hincando las rodillas en un golpe sonoro. Agachó la cabeza, sin todavía creérselo bien, mientras la vista se le nublaba, respirando de una manera entrecortada en un fútil intento por recuperar el aire que le había robado dicho ataque. Clavó entonces sus ojos en el desgastado y rancio suelo de madera, teñido ahora del rojo de la sangre. De su sangre, siendo más concretos.

No... No puedo... No voy a morir aquí... —dijo entre dientes, con debilidad.

Hizo un amago de ir a por el sable que le tendía Eva a la desesperada, aunque le pareció una distancia insalvable en aquellos momentos. Trató de sacar fuerzas de flaqueza de no se sabe dónde para hacerse con él y empuñarlo en una última acción suicida. Era inútil; se había quedado paralizada. Por eso, miró a su verdugo fijamente, jadeante y aceptando, en cierto modo, el que sería su sino. Si le tocaba perecer aquel día, lo haría mirando a la muerte a los ojos y no esquivando su encuentro como una cobarde. 

De pronto comenzó a llorar de rabia, con los puños apretados y notando las lágrimas de impotencia discurrir por su rostro. Se había equivocado. Había traicionado sus propios principios de discreción e ingenuidad y por culpa de esa estúpida imprudencia propia de su tierna edad jamás encontraría a su padre en el vasto océano. Ahora se arrepentía de haber disparado al pirata paleto.

Pero entonces... algo ocurrió. Se escucharon un par de detonaciones y seguidamente dos nuevos cadáveres decoraban la enfermería, que no ganaba para nuevos inquilinos. Wanda no tuvo tiempo de darse la vuelta por completo para comprobar la maniobra que había realizado Hans porque perdió el conocimiento en ese preciso instante. Solo alcanzó a susurrar un tímido "gracias" antes de que la oscuridad la envolviera. 

Los milagros existían.

Notas de juego

Wolf, me debes argo ^^

Te debo la vida y una sopa de foca monje con extra de intestinos ;P