Partida Rol por web

Mientras los ingenieros intentaban arreglar las cosas, me encontré con tantos pedidos como si de repente estuviera sirviendo para una nave de pasajeros. Además, todos actuaban como si yo fuera un ordenador de combate.

-Soy un androide de servicio, doctor, no de reparación de naves. Sé tanto de ellas como cualquiera de vosotros -protesté, sin elevar la voz, mientras miraba los cables y analizaba en mi base de datos algo que pudiera servir. Por si no fuera suficiente, mientras el doctor intentaba hacer el trabajo del ingeniero, Paul me pidió más cosas. Si no hubiera sido un androide, seguramente lo habría mirado irritada. En lugar de eso, solo lo miré.

-No-soy-ingeniera, Paul. Soy camarera y cocinera.

De todas maneras, intenté hacer lo que me pidió... y tuve suerte. De repente la nave efectuó un pequeño giro y la energía fluyó entre los cables.

-Hecho... pero solo porque he tenido suerte -comenté.

Varias cosas sucedieron al mismo tiempo. La Greta efectuó un movimiento inesperado que os apartó de la trayectoria de los escombros, alejandoos al mismo tiempo de la patrullera. 

Las compuertas auxiliares se abrieron y una sustancia de consistencia amorfa empezó a extenderse detrás de vuestra nave. Envuelta en el vacío, se mantuvo cohesionada como una nebulosa, y al entrar en contacto con la patrullera y sus motores, reaccionó y desencadenó una súbita explosión que impulsó la nave fuera de su camino, destruyendo parte de sus motores y del fuselaje.

Sin embargo, la misma onda expansiva creada os alcanzó en menos de cero coma, empujando la nave súbitamente hacia delante, fuera de la zona de chatarra y lejos, ya de la vista de la patrullera.

A través de los sensores visteis como la nave se movía a la deriva. Aún disponía de energía, pero tardarían seguramente un tiempo en poder repararla, tiempo que sin duda aprovecharíais para distanciaros de ella y salvar el culo... una vez más.

* * *

Las reparaciones tardaron unos cuantos días. En realidad, disponiendo de tiempo, todo era posible. La Greta era una nave vieja pero resistente, y de nuevo había conseguido mantenerse intacta, y a vosotros en ella.  Una vez reparada, no teníais más que dirigiros hacia vuestro destino, esa colonia LV-426, para conseguir que todo mereciese la pena.