Los ojos del oráculo de La Heredera se tiñieron de una tonalidad azul cian brillante, antes de comenzar a escudriñar los objetos que habían hallado. Mientras paseaba su mirada sobre ellos, era capaz de averiguar si tales instrumentos estaban imbuidos por esencias mágicas. Así, tras un rápido vistazo, Nath determinó que la armadura de cuero, la capa, los pergaminos de la segunda caja y las seis figuras de plata, estaban ungidos con magia.
Mientras el grupo decidía si aquel lugar podía ser adecuado para quedarse y escudriñar los poderes de tales objetos, Rexus intercedió proponiendo lo siguiente:
- Estos documentos seguramente fueran cifrados por los antiguos Cuervos Plateados. Yo me encargaré de transcribirlos, pues poseo los conocimientos en celestial, élfico y strix para llevar dicha traducción a cabo, pero necesitaré tiempo.- dijo el noble Victocora - Mi madre poseía una apreciada amiga y aliada, Laria Caminolargo.- se apresuró a decir. - Es la dueña de una cafetería situada en el Distrito de la Villa, a escasos metros del parque que lleva el mismo nombre. Si vamos allí, quizás podamos pasar la noche, cenar algo y tener una buena charla... ¡¿Qué os parece?!- preguntó al resto de Rebeldes.
Nath presta atención a medias a las palabras de Rexus, hasta que oye algo de una cafeteria y pasar la noche. Justo cuando Rexus deja de hablar, emite un quedo silbido lleno de apreciación. Chicos, aquí hay un montón de cosas mágicas. Les explica los hallazgos sin desviar la mirada de las fascinantes auras. Voto por ir a ese sitio para poder investigar tranquilamente las propiedades de todo esto.
Eklerion se mantuvo al margen de toda la conversación. No era hombre de muchas palabras y prefería permanecer en un estado taciturno aunque siempre vigilante. Apoyado en una pared y con el sombrero calado sobre el rostro mantenía su atención en aquel estanque fangoso por si por un casual volviera a aparecer una aberración como la que habían vencido con tremendo esfuerzo.
Cuando Saeko le tendió una figurita plateada con forma de cuervo la cogió y la guardó sin mucha ceremonia. Los símbolos no le decían nada, eran las acciones lo que definían a los seres, y por alguna extraña razón los Cuervos Plateados habían preparado la siguiente leva con una previsión digna de elogio.
Vayámonos de aquí cuanto antes, no me fío de este sitio.... - fue la escueta aportación del espadachín. Más adelante ya tendría tiempo de valorar los objetos que encontraron y si alguno podría adaptarse a su estilo de lucha y a su garbo en el vestir, se podía ser un matasietes del tres al cuarto pero eso no restaba importancia a la imagen que uno proyectaba. Parecer un señoritingo bien emperifollado hacía que los enemigos lo subestimasen.... Error que descubrían cuando hundía unas cuartas de su buen acero taldano.
Las palabras de Rexus fueron bien recibidas por la ninja del grupo. No obstante, aunque se tratara de un buen escondite, el olor nauseabundo que envolvía el ambiente, no lo hacia el mejor de los sitios para pasar la noche.
- Parece una buena idea Rexus. Vamos, cargue os cada uno con alguna de estas cosas y vayamos en busca de Laria Caminolargo y de su cafetería. Espero que no solo prepare café... - Comentó como colegio la final al bueno del Vitocora.
Así, Saeko cargó con parte del botín que habían encontrado en aquel lugar apestoso. Aunque ella seguía pensando que lo habían dejado para ellos. Puede que, después de todo, los cuervos plateados les estuvieran obserdando desde hacía tiempo. Y si no, ¿Qué sería aquella flauta que escuchó?, se preguntaba interiormente la joven.
Me parece bien, guianos a ese lugar por favor. Y cuidado al salir, todavía no sabemos que era esa flauta.
Tal y como habían entrado Mick no apartó la flecha del arco, preparado para disparar a cualquier sombra.
Chaffeaux asintió con la cabeza dando su aprobación sincera y volvió a mirar con más ilusión la figurilla del cuervo plateado ahora que sabía que encima poseía magia, luego la guardó en el pequeño zurrón donde guardaba la munición y se puso en pie para ponerse en marcha y alejarse de aquel agujero lo antes posible... estaba ansiosa por saber cual era el poder que ocultaba aquel juguetito que ahora teía en su posesión
Y tal como llegaron, se decidieron a marchar. Habían llegado hasta el lugar donde los Cuervos Plateados habían dejado sus documentos y algunos enseres que podían ser de utilidad en días futuros. Cada uno cargó con parte de aquel botín y salieron bastante enteros de aquel lugar cuyo encentro con las criaturas informes habían puesto en entretela las habilidades del grupo. Si querían prosperar en su camino hacia los desaparecidos Cuervos, deberían mejorar sus habilidades...
De entre todos ellos, el más ilusionado era Rexus. El noble tenía en su poder el carpesano con documentos que recogían los últimos días de la facción rebelde en Kintargo. A buen seguro, a medida que fuera descifrando el entramado código que sus integrantes habían utilizado, descubriría datos de interés e importancia para el devenir de la ciudad y así combatir al régimen opresivo y absolutista de Barzillai Thrune.
NOTA DM: Cierro escena chicos. En cuanto pueda os abro la siguiente. Espero que no os aburráis mucho, aunque siempre podéis decirlo... ¡¡Qué no pasa nah!!
ESCENA CERRADA