Partida Rol por web

En lo más alto de los cielos

Escena 2: La cima

Cargando editor
05/04/2019, 17:02
Director

Notas de juego

Aumento mi valor de viaje a 2 por el desarrollo de mi pregunta filosófica. 

De acuerdo.

Cargando editor
08/04/2019, 13:17
Nathaniel Nox

-Fascinante... -murmuré, observando aquel nuevo descubrimiento-. ¿Qué creéis que le sucedió? Personalmente, no creo que esta civilización colocase a sus eruditos en las cometas durante días simplemente para dejarlos morir. No. Si estos hombres no pudieron bajar de las cometas en las que les subieron, diría que se debió a que esta civilización tuvo un final muy repentino y abrupto, quizá un ataque enemigo o una enfermedad mortífera. No hubo oportunidad de bajarles de ahí*.

Observé el cadáver, con tristeza. Sin duda, permanecer colgado de una cometa, Dios sabe por cuánto tiempo, no debía haber sido un final agradable en absoluto.

-En realidad, no es muy extraño que tuvieran a sus sabios colgando de cometas -agregué, mientras miraba las cometas que se hallaban en el aire-. El ser humano siempre ha querido volar. Desde mucho antes de Da Vinci. Fíjense en el mito de Ícaro. Es muy probable que, mientras se hallaban en el aire, los sabios de esta civilización considerasen estar más cercanos a la espritualidad.

Notas de juego

*Suposición

 

Cargando editor
09/04/2019, 08:50
Director

Notas de juego

Por los pelos, Sr. Nox, pero puedes sumarte 1 Ficha.

Cargando editor
12/04/2019, 08:50
Threkor Ohrin

La suposición del señor Nox era interesante.

Quizás no los abandonaron allí arriba. Quizás los subieron para protegerlos de algo que sucedió aquí abajo. Quisieron salvar a aquellos que tenían los conocimientos de la civilización y la única manera de protegerlos fue llevándolos allí arriba. Tal vez con la esperanza de poderlos recuperar más adelante, pero al morir todos aquí abajo les fue imposible volverlos a hacer bajar.

No era la teoría más ligada de la historia, tenía algún agujero, pero en aquellas circunstancias cualquier idea podía servir para intentar encontrar un motivo a aquello.

Cargando editor
13/04/2019, 21:24
Dra. Sharada Srinivasan

 

Sharada se quedó pensando en lo que había visto en aquellos papalotes.  Por un lado había creído que nos encontrábamos de nuevo en un cementerio, un cementerio flotante en este caso.   Aparentemente la experiencia de las plantas-cementerio aparentemente había quedado en su mente como un patrón posible ,y veía si esta pieza de acertijo, siempre checaba si ahí quedaba.  

Y bueno, de alguna manera si lo era, ¿no?, un cementerio flotante.  Ahí llevaban su tiempo, estables corrientes y buena tecnología aerodinámica los había dejado así hasta estar resecos, momificados, como los de las altas grutas del altiplano de Perú.  Pero más que eso, se parecía a las celdas de un monasterio, donde llevaban anotaciones de lo que veían.  Quizá al principio bajaban y subían, por sus necesidades humanas, como lo hacían los monjes de clausura, sólo lo necesario. O para compartir lo encontrado, como órdenes monacales menos estrictas.  Y, luego su celda se convertía en su cripta.   Debería haber espacio para otros papalotes, amarres, esto es.

Es un tesoro, estas anotaciones, si las desciframos.  -su mirada se perdió en el posible conocimiento, como seguramente hicieron en su tiempo los europeos decimonónicos cuando vieron los jeroglíficos.

Ahora bien, es una cultura viva, ¿no?  Con las llegadas más recientes contemporáneas.   ¿Alguien sabía algo de esta organización? -preguntó a quienes sabían más de ocultismo que ella.

Claro, conforme entre todos habían puesto las claves juntas en algo coherente, lo que surgió en Sharada, con fuerza, era su pregunta filosófica, la primera, con la que había iniciado su carrera:

¿Qué sentido tiene una civilización?  

Que impresión que, con los recursos civilizatorios alcanzados, subieran a entender el aire, a entender el alma, la pneuma, y ver cómo se puede difundir su conciencia, fundir su conciencia, con el aire.  

Realmente, las civilizaciones buscan muchas cosas: abasto, poder, estabilidad, pero también, claramente, ayudar a la gente, a sus colectivos, a la búsqueda de sentido, la búsqueda de conocimientos.   Existimos para preguntarnos. Muy Hegelianos, creo.   El aire observándose a sí mismo.

Se quedó viendo al horizonte.  Alzó la voz, comunicándose:  ¡¿Están ahí?!

Esperó una respuesta, entre incrédula y no.   

¿Bajamos ya por los mecanismos de los molinos?   -dijo a sus compañeros.

 

Notas de juego

* Intento a pregunta filosófica.

Cargando editor
15/04/2019, 10:00
Director

El grito de la doctora se pierde en la infinitud del cielo, quedando sólo el remanente sonido de las múltiples rachas de aire que allí arriba se concentran.

Notas de juego

De acuerdo, Sharada. Súmate un punto de Viaje.

Cargando editor
21/04/2019, 11:21
Alwin Romijnsen

Notas de juego

¿Activamos la palanca, entonces?

Cargando editor
21/04/2019, 11:55
Nathaniel Nox

Notas de juego

Sí, yo la activaría. A ver qué opina el resto.

Cargando editor
21/04/2019, 14:48
Threkor Ohrin

Notas de juego

Activate

Cargando editor
21/04/2019, 18:07
Dra. Sharada Srinivasan

Notas de juego

Va

Cargando editor
23/04/2019, 10:05
Director

Al accionar la palanca, algunas piezas junto a ella giran sobre su eje y oscilan con movimientos pendulares, mientras que sonidos mecánicos suenan bajo vuestras botas. Las aspas del molino giran con fuerza impulsadas por una repentina racha de aie. Algunas rocas pequeñas tiemblan en el suelo, y una plataforma circular de unos cinco metros de diámetros se hunde unos centímetros de golpe, para proceder a descender lentamente como si fuera un montacargas primitivo.

El agujero que va revelando es oscuro, carente de iluminación a excepción de unos estrechos rayos de luz que se cuelan por alguna abertura que queda fuera de vuestro ángulo de visión desde aquí arriba. Calculáis rápidamente una altura de unos diez metros hasta abajo del todo, aunque la plataforma todavía está a escaso medio metro de profundidad.

Algunos detalles más que atisbáis son unas largas formas cilíndricas cerca del suelo, el cual está cubierto de una fina capa de nieve. Dichas formas parecen largas tuberías paralelas, pero no tenéis ni idea de qué pueden ser. Además, unos oscuros bultos del tamaño de balones de fútbol parecen desplazarse o rodar con un suave sonido de traqueteo pero dada la escasez de luz, es complicado distinguir su silueta definida o qué son. Volvéis a mirar y la plataforma ya está a un metro de profundidad. Es ahora o nunca.

Notas de juego

Añado la siguiente Revelación a Diario de campaña, aunque no sube el nivel de Vigilia:

Obtenían toda su energía del viento de gran altura, esencialmente de grandes molinos de viento, que permitían hacer funcionar una red de ascensores dentro de la montaña.

Cargando editor
23/04/2019, 16:02
Threkor Ohrin

El traqueteo nos pilló por sorpresa e hizo que me desestabilizara un poco, estando a punto de caer. Sorprendido, me incorporé y vi como el suelo se hundía ante nuestra vista, dejando al descubierto una especie de chimenea vertical que se adentraba en la tierra.

Señores, toca saltar.

Sin pensármelo dos veces, salté a la plataforma que descendía antes de que estuviera más lejos e impidiera un salto seguro. No sabía donde me llevaría aquello. Quizás me sumergiera en un mar de lava al final del túnel, pero los cobardes no escriben la historia.

Y los muertos tampoco....

Cargando editor
23/04/2019, 16:06
Nathaniel Nox

Las palabras de Threkor fueron como un clic en mi mente, indicándome que era el momento de movilizarse y no perder más tiempo observando. La plataforma descendía, por lo que antes de que siguiera haciéndolo, lo mejor era salta hasta ella y aguardar lo que estaba por venir.

Salté justo detrás de Threkor y, volviéndome hacia mis otros dos compañeros, les indiqué:

-Señor Romijnsen, doctora Srinivasan, ¡vamos!

Cargando editor
23/04/2019, 16:32
Dra. Sharada Srinivasan

¡Vamos!  Saltó. 

Cargando editor
23/04/2019, 18:29
Alwin Romijnsen

Tras aquel asombroso descubrimiento accionamos la palanca y, tal y como pensábamos, un camino hacia el interior de la montaña empezó a abrirse. Deleitado por nuestra acertada suposición me quedé observando cómo los molinos cómo los molinos empezaban a girar más rápido, como queriendo sacar toda la energía posible del viento para accionar aquel mecanismo.

Mis compañeros, uno a uno, fueron saltando, a los cuales seguí un segundo después.

-Ha tocado subir toda la montaña para poder adentrarnos en su interior -comenté, pensativo-. No es un método demasiado práctico, la verdad. Quizás dentro podamos encontrar otras salidas que den a las escaleras por donde hemos subido. 

 

Cargando editor
24/04/2019, 10:57
Director

El descenso sirve para que los ojos se acostumbren a la poca luz que habita el interior, tras lo cual, os hacéis una idea del lugar en el que se acaba de posar la plataforma.

Notas de juego

Continuamos en la Escena 3.