No podía creer que lo hubiéramos conseguido. Habíamos logrado salir del interior de la montaña y, lo que durante unos breves segundos me había parecido imposible, había sucedido: Threkor había sobrevivido.
-Ha sido... demasiado intenso -indiqué, cuando le tocó explicar qué habían vivido en las ruinas de aquel yacimiento. Aún me hallaba nervioso, mis manos temblaban por la emoción de la aventura que habíamos vivido y me costaba encontrar las palabras para explicar parte de lo sucedido-. Había cinco puertas y sólo podía pasar uno de nosotros cada vez. No sé si podrá imaginárselo, pero había esqueletos custodiando las puertas que se levantaban cuando intentábamos infligir las reglas de esa civilización. Y cada puerta... escondía detás una parte de nosotros de la que nos teníamos que desprender...
Pensé entonces en mi hermana Helen. La había visto morir cuando la había apuñalado en el corazón, del mismo modo en que uno de mis compañeros había tenido que deshacerse de una versión de sí mismo encerrada en una jaula.
¡Lorena, que bueno verte! -le dijo la dra. Srinivasan.
Ya cubiertos por las térmicas, probaba como manjar el dhal. -Casi me siento en casa. -dijo.
Oyó azorada lo de Threkor. En las volteretas que ella iba dando no había alcanzado siquiera a notar que el joven ocultista hubiera estado tan cerca de la muerte. En ese remolino, que se probó salvador, no sabía donde estaba nadie, ni ella. Sólo adivinaba que pasaba igual con sus compañeros que para ella eran sólo manchones girando con el color de sus parkas. Ni para pensar en morir le había dado tiempo.
... hasta la paz que sentí cuando descendimos lentamente. -acabó de contar lo suyo.
¡Qué bueno que tiraste ese cristal a tiempo, Threkor!
Sorbió su chai, revividor cual más.
Pues hay varias cosas que hacer. Sonaba súbitamente muy ejecutiva, los efectos del chai seguramente. Lo primero es utilizar estas formulas matemáticas, -le enseñó el procesamiento de su ordenador, firmemente instalado y seguro en su backpack seguro ex-profeso AM- para comunicarnos con los vientos dominantes, las almas ascendidas. Tenemos que acordar con ellos el manejo que se le dará a la montaña, a los trabajos en ella, a sus prisioneros, -finalmente habrían de seguir el procedimiento de consentimiento libre e informado del Convenio 169 para pueblor oriundos, firmado por todos los países miembros de la Organización Internacional de Trabajo-. Tenemos que ayudarles a establecer una comisión y una visita a la ONU.
Lo segundo es llevar a analizar los cristales. Es el arma contra los vientos, benévolos y aprisionados. Así que hay que manejarlo con mucho cuidado. Dijo todo esto último en clave -una que ni tú ni yo ni los vientos espiando afuera del camión pudieramos descifrar- Y no usarlos más que en emergencia, y con toda la prudencia del mundo.
Se relajó. Suspiró, y pidió un celular para textear a casa, a su marido y sus hijos, que estaba bien, que los extrañaba. Que regresando lo primero que haría sería ir con ellos a volar papalotes a su colina favorita, pues había todo un pueblo del cual contarles.
Amigos, bien hecho. -sonrió.
Lorena Silva abre los ojos asombrada por lo que acaba de escuchar.
- ¿Almas? ¿Vientos? ¿Esqueletos guardianes? - Lorena se levanta de su silla con una sonrisa de incredulidad, como si se separase de esos argumentos y los dejase sobre la mesa mientras ella toma distancia, pero sabéis que no es así. Sus funciones en Alma Máter incluyen no descartar este tipo de cosas. Mientras se suelta la coleta para que sus largos cabellos negros caigan por su espalda, retoma la conversación. - Desde luego, amigos, parece que ha sido un viaje de lo más divertido. Tendremos que documentar todo esto. - Dice, mientras saca unas carpetas y cuadernos con el logotipo de Alma Máter donde se dispone a tomar notas. - No perdamos ni un minuto. Comencemos ahora mismo. - Termina, haciendo un guiño de OK a una cámara para comenzar la sesión de grabación de las declaraciones.
No ha pasado inadvertida para vosotros una de las carpetas que asoman de la pila de documentos que Lorena Silva ha posado sobre la mesa. De ellas, asoma una imagen por satélite de la Península Ibérica...
Pues con esto, queridos exploradores, terminamos la aventura. Muchas gracias a todos por recorrer juntos el interior de la montaña y averiguar cómo trasciende esta civilización. También deciros que dejaré la aventura sin marcar como "Terminada" hasta mañana, seguramente, por si queréis comentar algo más.
Aprovecho para deciros que en breve comenzaré a preparar la siguiente expedición de Alma Máter y, si estáis interesados, siempre tendréis un hueco en la misma. Ya sea con vuestros personajes, unos nuevos o incluso Lorena Silva. Como ya habréis adivinado, el viaje esta vez es a España.
¡Muchas gracias a todos!
¡Igualmente! Abrazos a todos. Genial viaje que nos echamos.
La Dra. Srinivasan definitivamente anotada para el viaje a España. Con unas semanitas de descanso intermedio, por favor, que debe ir a Delhi a checar a la familia.
No os creais que el hecho de estar a punto de palmar me echara para atras. Estoy listo para la 4? (guau) aventura. Esta ha sido muy reveladora en todos los sentidos.
Otra aventura completada ^^
En mi caso debo decir que tristemente no estaré en la siguiente partida. Me esperan unos meses ajetreados y no puedo comprometerme a más partidas.