Partida Rol por web

Todo transcurría con normalidad. Estabas tranquilamente en la privacidad de tu despacho. Uno de los pocos lugares donde podías quitarte el disfraz sin temor a que te descubrieran cuando una señal llega al panel de tu mesa. Es de uno de tus droides recepcionista, por lo visto a recibido una orden que no puede computar de un cliente.

- ¿Quien osa interrumpirme... - Empecé a preguntar mientras estiraba de la pierna del disfraz recién quitado intentando ponérmelo de forma bastante torpe, y al final, tras un par de intentos y estirones, conseguí ponérmelo. Recogí la mascara y volví a cubrir mi cara con ella. - en mi hora del té? - finalicé tras un silencio. Bien, todo listo. ¿No?

Pulsé un botón rojo cuya función no comprendía aún y dije en voz alta.

- ¡Que pase!

Se oían pasos de alguien acercándose. Me limpié un poco el polvo que cubría el traje, para no dar mala impresión. Pero noté algo. Un momento. ¿Y los guantes? ¡Mierda, mierda! 

Con ruido y destrozo innecesario, mesa bocarriba y sillas por los suelos, conseguí los guantes a tiempo y los enfundé en mis desnudas manos, a la par que en contraste con el desastre, lucía elegante y orgulloso como el gran líder de la empresa frente a la puerta, esperando al cliente inesperado.

Uno de tus droides entra en  tu despacho. Le sigue una persona, no parece humano. Su piel parece estar hecha de barro o madera. En la cabeza una protuberancia verde, no sabrías decir si es un gorro o parte de su cuerpo. Sus ojos verdes dan la sensación que pueden observar a través de las cosas, incluido tu disfraz.  No sabrías decir su edad ya que es la primera persona de su especie que conoces pero sin duda no es joven.
 

-Señor, el cliente- Informa el droide con una tenebrosa voz artificial, dicho esto se coloca a un lado de la sala.

Lamento interrumpir. El droide me ha pedido que pasara- Dice el hombre. Lleva vestimentas Jedi aunque tu mejor que nadie sabes que el hábito no hace a el monje. Me llamo Lourda. Solo quiero ver las zonas menos visitadas de Hallowen Twon creo que el droide no puede computar la orden, me preguntaba si es posible contratar un tour con esta compañía. Para visitar los rincones menos turísticos.

Ah, entiendo. Lo primero es lo primero, encantado, Lour...¿da? - Algo extrañado ante el individuo, le ofrecí la enorme mano blanca para estrecharlas. Un gesto típico de educación. Después, volví esta a mi barbilla mientras pensaba en el tipo de visita que quería aquel sujeto. De todos modos y por extraño que fuera, un cliente era un cliente y de ningún modo podían rechazar una oferta de trabajo. El dinero era dinero al fin y al cabo, también.

Aquí hay tours de todo tipo. ¡Por algo nos llamamos Halloween Tours! - Exclamé para luego pasar a un tono de voz más formal. - ¿Entonces que es lo que quiere? ¿Un crucero por las bellas alcantarillas de la ciudad tal vez?

No vengo a hacer turismo. Soy un Jedi. Necesito encontrar a alguien que se oculta aquí. Su energía se difumina entre todas las personas de Hallowen Twon. Ellos tienen un aura energética diferente muy similar a la de la persona que busco. Prestas atención a que a usado ellos, en lugar de vosotros. Necesito que me lleve a los lugares donde más habitantes originarios de Hallowen Twon haya, sin duda es allí donde se ha escondido.

Recuerdas que hace seis meses una persona había pedido algo parecido, pero no estabas aquí y los droides tampoco pudieron computar la orden así que se marchó. Recuerdas haber visto la escena después en los videos de seguridad. Un hombre de rasgos achinados había entrado en la recepción y había preguntado por lugares donde solo hubiera habitantes de Hallowen Twon. El droide solo tenía información sobre los sitios de visita que oferta a todos los clientes, todos ellos de fuera de la ciudad por lo que era incapaz de computar la orden. El hombre se enfado en ese momento y el robot se retorció arrugandose completamente el metal de su pecho. Hubo que cambiar toda la carcasa.

Así que un Jedi... JE-DI... - Contemplé. Pese a ser joven, había estudiado mucho sobre la mayor parte de los asuntos de la galaxia, y los jedis eran una parte de ella. Formaban en su mayor parte del bando republicano y competían con sus rivales políticos llamados Sith por el liderazgo. Algo así, mas o menos. Total, lo había tocado por encima, pero se hacía el interesante en esos temas y los trataba como si supiera mucho. - Bien, bien, bien... Hablemos de pasta, billetes, dinero, vamos, créditos...

Sí, eran muy rácanos. Siempre con sus tonterías y que todo era por el bien de la galaxia. Bueno, pues lo mío es por el bien de la empresa. Le daría un incentivo...

Uno de sus amigos "Sith" - dijo como si fuera un término que usara todo el mundo. - ha pasado antes por aquí. Buscaba un tipo de oferta parecido. Ofrecía mucho dinero. MU-CHO. - Junté las palmas de las manos mientras me daba una vuelta, y, tras unos segundos, volví a girarme. 

Podría ayudarle. Pero... ¿qué ofrece?

Lourda parecer mirarte duditativo unos segundos, como si reflexionara lo que acabas de decir. Luego se rasca la barbilla, no sabrías decir lo que esta pensando pero parece... ¿Complacido?

¿Así que un sith? Dime Joven, ¿cuánto dinero pides por ser mi guía en persona? Creo que me entenderé mucho mejor contigo que con un droide. Dice sonriendo. Pide la cifra que quieras.

Un momento... - Dijo mientras sacaba una pequeña libretita de uno de los... ¿bolsillos? ¿esto tiene bolsillos? Bueno, que mas da... - Serán unos... 1000 por el tour especial a medida del cliente, más otros 500 por tener que acompañarle personalmente para que no se pierda... más los gastos personales... más negar el trabajo al Sith... más - Siguió nombrando cosas (algunas sin mucho sentido) hasta que finalizó con la lista. - Serán unos 3500 créditos.

Al ver uno de sus numerosos gestos de duda, volví a sonreír tras la mascara.

Recuerde que nuestros servicios son los mejores... 

Te daré unos 2000 créditos, es mucho más de lo que vale. Te dice con naturalidad. Sin embargo tengo especial interés. 

Cuando quieras podemos empezar el Tour. Dice.