Partida Rol por web

Acabas de llegar al hangar ha salido un encargo y tu jefe Papalopuodos  te ha pedido que vinieras.  Bajas  de tu deslizador junto con tu droide . Tu jefe te espera junto a una nave planetaria. Tu jefe es un piloto humano de 45 años y pico, la nave a su izquierda es blanca en la parte inferior y de un azul claro por arriba. Reconoces el modelo es una Disland de fabricación nacional con un único cañón laser. Tiene capacidad para unas 12 personas y capaz de transportar 500 kilos de carga. Es una nave que se caracteriza por su velocidad.

-Necesito que vayas a recoger a tres personas las cordenadas están en la nave. Su nave sufrió una avería o algo así y acabaron en otra parte del planeta. Hay que ir a por ellos y llevarlos a Nothingan. Se detiene un momento y te mira con preocupación. -Para llegar vas a tener que sobrevolar zonas de atlantes, por eso te he asignado esta nave, si ocurre no cometas ninguna locura. No quiero que te ocurra nada malo. Papalopoudos siempre había tenido una actitud protectora hacia a ti, fue la única persona que se ofreció a darte trabajo, sin embargo no sabes por qué.

Sonrío. Me gusta esa nave, es perfecta para "hacer locuras". Rápida y discreta.

-No te preocupes, yo me encargo. Estaré de vuelta antes de que te enteres.- Dije mientras me acercaba a la nave para tocarla. La abrí y me puse en el puesto del piloto, enroscando mi cola al asiento. Una vez ahí empece a toquetea los mandos para encender la nave.

Arrancas las nave, estabilizas motores y despegas con rapidez. En unos pocos momentos ves Tebas desde las alturas. Compruebas las coordenadas. Efectivamente la región donde tienes que ir a recoger a esas personas es Ciudad del Viento al otro lado del océano atlante.

Ciudad del Viento es una ciudad donde se le tiene un gran respeto a la flora y fauna salvajes. Por este motivo la ciudad se ha construido optimando al máximo el espacio, en toda la ciudad se respira una simbiosis entre el bosque y la ciudad.

El trayecto sobre el océano transcurre sin incidentes y en poco tiempo llegas  a la ciudad. Los árboles se distinguen desde muy lejos, altos, treméndamente altos. Ves la pista de aterrizaje sobre la ciudad a unos 500 m sobre él suelo. Aterrizas con facilidad. Bajas de la nave, a tu derecha hay un ascensor para entrar en el edificio. Hay otra nave, mucho más pequeña que la tuya, un hombre joven de raza india esta cambiando una pieza del motor, pero parece ocupado en su trabajo.

Miré alrededor al bajar de la nave. Me gustaba la Ciudad del Viento y lamentaba no venir más a menudo, pero el trabajo era el trabajo y el mio estaba en Tebas, al menos por ahora.

-Quédate aquí, ahora vuelvo.- Le dije a SK-18 y me dirijo al ascensor. Pensé en hablar con el hombre, pero al verlo atareado pensé que era mejor dejarlo (en caso de que me mire le saludo con la mano).

El hombre alza su cabeza un segundo del motor. Al ver como le saludas te devuelve el saludo con una sonrisa. La gente de ciudad del viento no suele tener muchos prejuicios.

Subes en el ascensor, solo hay dos botones uno que pone pista y otro que pone registro. Supones que todos los pilotos deben pasar por ahí primero. Pulsas el botón y el ascensor baja una única planta. 

Se abre la puerta del ascensor. Da a una pequeña sala de espera. Hay sillones largos para que se siente la gente, un mostrador, detrás del cual hay una chica india. Hay también un dispensador de agua junto a la puerta de salida de la sala.

Tres personas con aspecto de Jedi están sentadas en los sillones. La primera de ellas es una mujer de tez morena, tiene una cuidada belleza, es muy alta y esbelta, no sabrías decir que edad tiene. A su derecha hay un hombre, evidentemente de especie alienigena también es alto aunque no tanto como la mujer anterior que debe rondar los dos metros. Su piel es azulada con unos ojos negros sin pupilas. Enfrente justo hay otra mujer debe tener unos treinta y cinco años más o menos. Esta sentada con los brazos apoyados sobre las rodillas. Tiene el pelo de un color castaño claro y rizado. Los tres visten con ropas Jedi.

Buenas tardes. Suena una voz ha tus espaldas, es la chica india del mostrador. Debe registrar la nave, cuanto tiempo va a quedarse. Te informa con una sonrisa profesional.

Al ver a los Jedis pensé "¡Que sean ellos! ¡Que sean ellos!"

Después me centre en la chica del mostrados. Sonreí ante su amabilidad (aunque no se pudo ver por el caso que llevaba) y le dije (usando un tono de voz suficiente para que también lo escucharan los Jedis) -Vengo de parte de Papalopuodos, me envia a recoger a tres personas que han tenido un problemilla con su nave, así que no creo que quede mucho tiempo.-

Después giré ligeramente la cabeza hacia los Jedis para ver su reacción.

-Ah sí, la estaban esperando. Dice haciendo un gesto haciendo un gesto hacia atrás.

Efectivamente eran los Jedi. La mujer morena se levanta cuan alta era y se acerca para saludarte

-Gracias por venir. Soy Kosca, ellos son los maestros Rozone y Megüin. Necesitamos que nos lleves lo más cerca posible de Nothingan. Los otros dos Jedi se levantan y te saludan igualmente. 

-Si estas lista nos gustaría partir de inmediato. Te dice amable.

¡Genial!

Le agradecí con un la mano a la chica del mostrador que les avisara.

-Encantada de conoceros, mi nombre es Hannah y no os preocupéis, llegaremos a Nothingan en un momento.- les dije energicamente.

Me acerque al ascensor y haciendo un gesto para que pasaran les dije - Adelante Maestros, porque... ¿puedo llamaros maestros? quiero decir... soy Jedis ¿verdad?-

¡¡Aaahhgg! me estoy poniendo nerviosa, menos mal que llevo el casco

Los maestros Megüin y Rozone sonrien antes tus comentarios. Kosca te mira también sonrie pero parece que esta pensando en otra cosa.

Puedes llamarnos maestros o por nuestros nombre, no importa.- Dice Rozone, que es el maestro de aspecto alien.

Llegaís a la pista, el chico que parece que ya ha acabado con lo que estaba haciendo te saluda con la mano sonriendo. Los Jedi suben a la cabina de pasajeros. Sin embargo Kosca se acerca a la cabina del piloto.

Es mejor que no vayas a Nothingan. Dice. Lo que sufrimos no fue una avería sino un ataque. El origen del ataque fue Nothingan el motivo es lo que queremos averiguar, pero no queremos que nos localicen directamente. Por lo que creemos que es mejor que aterrices en una región colindante. Londres creo que sería un sitio adecuado.

Hace una pausa y prosigue. Dime Hannah ¿De donde eres?.

Me gusto la respuesta de los maestros, eran más cercanos de lo que pensaba.

¡Oh! Un ataque, tendré que andarme con cuidado.

-Muy bien, iremos a Londres.- Le dije.

-Yo soy de Tebas.- contesté -Bueno, de cerca de Tebas... allí la gente no es del todo tolerante con los que tenemos un aspecto... diferente, y yo procuro ir poco por la ciudad.- Mientras contestaba iba haciendo que la nave tomase altura.

-¿Y ustedes? ¿de donde son? ¿de donde vienen? Bueno, no hace falta que me lo digan, seguro que es una misión supersecreta...-dije, aunque mi tono de voz fue disminuyendo después de las preguntas hasta desaparecer.

Mientas se elevaba la nave fui pensando una ruta poco frecuentada para ir a Londres (y que no pasase por Nothingan)

Yo nací en De´sirho es un planeta pequeño en el sistema Rasbira. Allí los humanos nacemos solo para ser siervos. Yo tuve inteligencia suficiente como para salir de allí. Cuenta con serenidad.

Hemos venido ha este planeta a buscar a una persona que se oculta aquí. Aunque después del ataque que recibimos probablemente sabe que andamos buscándola.

Vaya... parecia una mujer muy segura de si misma, eso me impresiono.

-Pues, si puedo ayudaros en algo más decidmelo. Para mi será un placer ayudar a los Jedis- Dije mientras pilotaba.

-Y... ¿como te hiciste Jedi?- Le pregunte con cierta curiosidad.

-El maestro Lourda me encontró. Por aquel entonces ya tenía una padawan. Así que en lugar de entrenarme el mismo me llevo ante el consejo. Allí me asignaron al maestro Widow. Lo demás viene solo. Parece que no tiene ningún inconveniente en contarte todo lo que sabe. Siempre pensaste que los Jedi eran más reservados.

-Debo volver con los demás maestros. Si quieres ayudar, siempre puedes venir conmigo en cuanto aterricemos. Me gusta la gente que quiere ayudar. Dicho esto vuelve a la cabina de pasajeros. 

Claro que la acompañare. Pensé para mi, hacia tiempo que quería conocer mejor a un Jedi y era una gran oportunidad.

Lleve la nave tranquilamente pensando en que me depararía el futuro y a donde podía llevarme este encuentro...

Derrepente el radar marca cuatro puntos acercandose tres de ellos son realmente pequeños tal vez de naves uniplazas o biplazas otro de ellos es un poco más grande pero tampoco mucho más en cualquier caso es mucho más pequeño que tu nave.

No estas segura pero es posible que sean bandidos atlantes. 

-Agarraos, creo que tenemos problemas.- les dije a nuestros pasajeros.

Cuatro contra uno no me parecía una buena proporción, así que decidí intentarles sacar ventaja. Aceleré la nave y me dirigí en dirección contraria a ellos. La idea era que, de tener que enfrentarme a ellos, al menos que sea por separado, supongo que las naves pequeñas serán capaces de cogerme, pero la grande no. Tres contra uno es mejor que cuatro contra uno…

Aceleras la nave a fondo. Al ver que aceleras los otro cuatro puntos empiezan a seguirte. Sin embargo tu nave es más rápida esto unido a tu destreza hace que los despistes en poco tiempo. Y al poco parece que dejan de seguirte. 

Sigues volando y al poco dejas el mar. Ahora la ciudad de Londres esta bajo la nave.

Al ver que los dejaba atrás me relajé. Londres nos esperaba.

Al llegar busque un sitio discreto, a las afueras, donde poder aterrizar la nave (no quería llamar la atención).

-Maestros, ya hemos llegado.-les dije al tomar tierra, -Ha sido un placer volar con vosotros, si algunavez volveis a necesitar una piloto, avisadme.- Añadí con esperanza de volver a verlos.