Partida Rol por web

De la mano de mi adorable, sana, ecologista, nudista, liberal... Esposa, volvemos a la habitación para decidir sobre que podemos hacer, la verdad es que ha sido una experiencia mínimo, tampoco esperaba un gran palacio y todo parecía estar ya en orden. Nos cambiaremos de habitación y listo. Una vez regresamos con el resto mi rostro se torna más amable, de mejor humor y todo por mi adorada esposa, ella siempre sabe como animarme.

- Nos quedamos, pero por favor cambiadnos de habitación, el agua natural es un bien preciado para mí pero no quiero que estropee la bonita, sedosa y perfecta piel de mi esposa. Y si no hay inconveniente, mi amor, vayamos al bosque. - digo mientras la miro y de seguido planto un beso en sus perfectos labios. Mmm saben a repollo... Pero será cosa mía.

Tras el beso tomo la mano de mi esposa de nuevo y miro a los demás por si quieren que vayamos todos al bosque juntos, al menos poder conocernos un poco más y que el mal trago que parece que han sufrido algunos sea solo cosa del pasado y el estrés.

- Vayamos todos al bosque, seguro que allí vemos las cosas con otra perspectiva. Será un lindo momento, con la naturaleza y podremos aprovechar y os enseño el porqué debemos de realizar cultivos de secano antes que los demás.

Habíais decidido ir al bosque. El día no era muy apetecible. Se estaba empezando a nublar y, para colmo, la temperatura había descendido. Pero había valido la pena arriesgar todo eso, para estar en la plena Naturaleza; olvidarse de todo un poco y... para qué mentir, conoceros un poco.

Dejasteis el hotel y su bufette libre atrás. Preferíais ir, por raro que pareciese, al aire libre. Cogisteis vuestras mochilas donde habíais depositado vuestros kits esenciales para la vida. A vuestros ojos, claro estaba.

Al entrar en él,  Steve Ross vio en el suelo algo imperdonable. ¡¿Es que la gente no tenía un mínimo de respeto por la señora Naturaleza!? Era un trozo de un mapa creado por niños. Seguramente, con la llegada del verano, el bosque se convertía en todo un campamento.

A uno de ustedes se le ocurrió la tremenda idea de ... ¿por qué no? Hacerlo. Así, os conocíais más.

Al final, decidisteis los grupos con un juego: pito pito gorgorito. El azar.

PRIMER GRUPO:

Steve Ross

Mike L. Taylor.

Gabrielle Hunt.

Carolina Jones.

SEGUNDO GRUPO:

Robet García.

Cooper Jones.

Elena Gassira.

William H.Tate.

- Claro mi amor, salgamos a respirar un poco de aire fresco nos viene bien. 

Y allí estamos en medio de aquel lugar con todo lo que se supone es necesario, aunque podríamos tener cada uno botellas de agua, que estamos en una época de telefonía móvil. No puede ser que sean tan tacaños, ni tan descuidados. Una razón más para odiar este lugar un poquito más si se precia. 

Bueno ya tenemos la mochila con lo que ha tocado, lo bueno es que mis clases de pilate y el estado físico que tengo, ayuda para que pueda aguantar esto como ninguna. Mi cuerpo es mi herramienta de trabajo y claro, lo tengo a la perfección. Así que tras cambiarme y usar un atuendo más deportivo para la ocasión. 

- Bueno parece que toca hacer grupos. - digo mientras descubro que no me toca con mi esposo, hago una mueca de desagrado y luego me conformo. - Te echaré de menos mi amor... - 

Sin dudarlo, reduzco las distancias y le doy un apasionado beso en los labios, claramente somos ese tipo de pareja que vive muy a tope su matrimonio y lo disfruta como tal. Así que poco me importa demostrar aquello con un beso que claramente habla de todo lo que siento desde que nuestras miradas se cruzaron. 

- Te amo... - me despido, sonriendo. 

Y ya con el grupo, sigo el camino que nos toca. 

Finalmente el resto de compañeros nos convencen  a ir hasta el bosque. Grabielle y yo habriamos preferido descansar, pero al fin al cabo, estábamos de vacaciones y un poco de aventura tampoco nos vendría mal. Al llegar ala bosque deciden hacer grupos y que cada uno vaya sin quien vino aquí, una especie de hermanamiento para conocernos mejor. Yo no lo entendía mucho, pero bueno, era un tipo sociable y acepte.

- Bueno Gabrielle, parece ser que tenemos que ir separados. Ten cuidado y sobre todo diviértete. Nos vemos a la noche en el hotel para descansar. Espero me cuentes que lo pasaste bien. 

No me hacia mucha gracia separarme de ella, y menos aún después de lo que habíamos vivido, pero bueno había que vivir la experiencia. 

Tras volver a nuestra habitación, por un cambio de ropa más cómodo, nuestras llaves, mi movil y un par de cosas puede que necesite más tarde, bajamos junto a Mike y el resto al bosque. 

Primera nota: la recepcionista nos ha mentido vilmente, esta claro que el día esta horrible, pero he tenido suficiente de mi mal humor, y estas son las vacaciones que Mike ha planeado durante meses, no puedo permitir que se arruinen, así que sonrió y cuando proponen el juego me uno sin problemas. 

-Será interesante y podemos divertirnos un par de horas -animo a Mike, con ojos de cachorro abandonado, para que apruebe la idea y vayamos a una caza del tesoro, no he participado en una desde hace años, pero es una idea tan buena como otra para conocer a las otras parejas con las que pasaremos los próximos días.

Mi alegría se desvanece ante la idea de separarme de Mike, aunque solo sea una hora o dos siguiendo el mapa, preferiría que no se apartara de mi vista ni un minuto, pero no puedo seguir tocado por la tontería pasada, así que tras apretar un instante su mano con la mía, le suelto recitente. 

-Bueno... - suspiro - ¿nos vemos mas tarde? -sonrió con un poco de decepción y suspirando, susurró en voz baja -te extrañare -

Al parecer todo el grupo que habíamos coincidido nos disponíamos a ir al bosque, a que el aire fresco inundara nuestros pulmones. Antes, Caroline y yo habíamos pasado por la habitación, obviando en todo momento la ventana, para colocarnos algo de ropa más cómoda. Mientras que mi esposa se terminaba de cambiar, se me iluminó la bombilla, vacié rápidamente y sin que se diera cuenta mi neceser en una mochila. Tenía previsto utilizar esos aceites de masaje que tanto nos gustan, en algún rincón bonito para dar rienda suelta a nuestra imaginación.

Cuál fue mi sorpresa que al adentrarnos en el bosque se decidió separar al grupo por sorteo, para seguir un mapa del tesoro. No me parece mala idea eso de conocer al resto de gente, es más, puede ser muy interesante, lo que realmente me jode, es que nos tocó a Caroline y a mí separados.

A la mierda los masajes y el relax en pareja...

- Yo también te echaré de menos cielo. – le contesto con media sonrisa en mi rosto mientras nos miramos a los ojos.

Nos besamos apasionadamente olvidando lo que tenemos alrededor, ojalá estar así todo el día, pero mi grupo espera...

- Te amo cielo, - susurro cariñosamente, contestándola – te extrañaré mucho... ¡y no hagas daño a nadie! – bromeo para intentar quitar hierro al asunto de permanecer separados. Realmente no me preocupa que esté por el bosque, es una chica fuerte y valiente, me lo demostró en innumerables ocasiones.

Me acerco al grupo, que lo forman dos chicos.

El del cadáver en el armario y el que presenció un suicidio…

Y una chica.

La del agua pocha…

- Así que nos tocó juntos, soy Cooper. – saludo al incorporarme al grupo.

Ayayai, ¿por qué se le ocurrió dividirnos? No me gustaba mucho la idea de separarnos, pero si que podría conocer bien a algunos compañeros, y vaya que son guapos algunos. -¡Disfruta el paseo amor!- Le grité mientras lo abracé y besé por última vez antes de dividirnos. Solo desearía que estuviera algo más soleado para poder ir descalza.

Cooper habló primero y se presentó -Pues yo soy Elena- Una vez lo hice, me cayó un poco el peso en la conciencia del elefante rosa, tantos problemas que cada uno tuvo... ¿qué les ocurrió realmente? Igual no dejé de sonreírles, ya averiguaría más a lo largo del trayecto.

-¿Les apetece empezar a caminar?- Comenté finalmente.

Pues nada, parece que lo que se iba a convertir en un picnic relajante en el bosque, comienza primero a estropearse por el tiempo y, acto seguido, por la brillante idea de hacer una búsqueda del tesoro. No sólo eso, si no que además tenemos que hacerlo por equipos y separados de nuestras parejas.

- Pues venga - musito despidiéndome de William - Cuanto antes empezemos antes acabamos -

Quien sabe, tal vez el cambio de aires y planes me ayude a olvidar el hotel y lo mal que han comenzado las vacaciones.

Una vez decididos los grupos con el viejo juego, recuerdo de nuestros tiempos mozos, me junto al equipo que me ha tocado y, antes de separarnos del resto, pregunto en voz alta.

- Y el mapa ese, o lo que sea que es, ¿quién lo lleva? -

No es que sea muy competitivo por naturaleza pero, si esto es una "búsqueda del tesoro", al fin y al cabo habrá un equipo ganador y uno perdedor, y me encantaría poder enrabietar cariñosamente a William con el recuerdo de su derrota en el futuro.

Gabrielle tenía en mente una salida al bosque que no duraría más de una hora, por lo que, una vez abandonados por la recepcionista y habiendo quedado en un plan para ir a almorzar, se aseguro de que la ropa que llevaba encima serviría: vestido floreado amarillo un centimetro por encima de las rodillas y unas sandalias de cuero cerradas, había estado de acuerdo con ello y solo por asegurarse también llevaba un abrigo de verano abierto y un pequeño bolso de mano tejido en paja.

La joven no se tomo muy mal el clima, estaba agradecida de que no pareciese que fuera a llover muy pronto; la idea de separarse de Robert, sin embargo, para ir a hacer un paseo por el bosque no era lo que esperaba, en cualquier caso pareció tomarse el asunto bastante bien. 

Gabrielle asintió con una sonrisa de labios entreabiertos. 

-No temas, me asegurare de pasarlo bien no he hecho un paseo por el bosque desde hace años, ¿pásalo bien, también? - comentó alegremente antes de dejar un beso en la mejilla de Robert. 

Mientras los dos grupos se formaban, la idea de los grupos y que hubiese un grupo ganador al final, la había animado lo suficiente. 

-Hola a todos, ¿nos presentamos? soy Gabrielle - se presentó, parecía animada y había curiosidad en su mirada -Oh, es verdad, en cuanto al mapa ¿le tomamos una foto? - Saco su teléfono del bolso que llevaba  - así podemos cada uno tener una copia en su poder. 

¿Separarme de mi querida esposa? Bueno, ahora la madre tierra era quien me iba a acompañar así que podría estar un rato sin ella, aunque espero que no mucho. Besos sus labios de vuelta y le doy un pequeño toque en el trasero.

- ¡Igualmente mi amor! - digo mientras se aleja y voy hacia el resto de mis compañeros de viaje. Extraño grupo formamos, no parece que ninguno vaya a entender que esto es todo una experiencia, que podemos fundirnos con la naturaleza y disfrutar de un agradable paseo pese a que el día no acompaña.

Reviso el paquete que nos ha tocado y la verdad lo cojo porque debo hacerlo, no pienso dejar tirado eso ahí y que contamine el bosque, pero en cuanto pueda lo dejaría en un sitio adecuado.

- Yo recojo el mapa. - digo con cara de cierto asco hacia el plástico. - Mejor que no lo dejemos ahí o tardará millones de años en desaparecer. Podéis hacer una foto igualmente, yo es que no soy muy de tecnología. - aclaro a la chica de cabello rubio, que para no ser una berenjena no estaba nada mal. Aunque bueno, la de aspecto deportista no desmerece ni un poco. - Me llamo Steve, encantado.

Steve parecía sentirse en su salsa, como si fuera un superviviente. El caso es que, a pesar de llevar él el mapa, no lo convertía en el 'lídel' del grupo, más bien, en un mero consejero. Gabrielle, quien no llevaba el atuendo más específico para ir por el bosque, miraba su teléfono móvil para ir guiando al personal.

 Por el contrario, Caroline, quien sí era una notable atleta por su condición física y extrema de entrenadora-modelo, caminaba con seguridad al lado de Mikel, aunque este iba cerrando el grupo.

Os encontrasteis ante una bifurcación. Izquierda o... derecha. El mapa no lo dejaba nada claro, tan sólo un camino. 

Quien más os podía guiar por la naturaleza, era la pareja de aquel ecologista liberal, Elena, quien caminaba en primera posición llevando el móvil entre sus manos. Seguidos, Cooper y Robert parecían estar en una competición de músculos, enseñando sus bíceps en sus mangas cortas. Cerrando el grupo, William.

Os encontrasteis ante un puente colgante. Abajo había una gran corriente de agua helada, debido a la baja temperatura, que posiblemente si os caíais moriríais de hipotermia o... de un infarto. Quién sabría. Sin embargo, pese a todo, parecía que era algo estable, no mucho, la verdad, para qué engañar,. Pues veíais como el viento lo movía y sus tablas... algunas no estaban.

Al ver el puente, adelanté Elena que aún miraba el puente con atención.

- Vamos chicos, tenemos que ganar al otro grupo. - animé a los compañeros mientras comenzaba a pasar tabla por tabla...

Esto es como cualquier día que salgo a caminar o correr, no requiere de un esfuerzo físico como tal y me divierte en parte. Claramente le he sacado una foto al mapa cuando tuve oportunidad, pero me fío en la orientación del hombre que protege a la naturaleza y la rubia que va con su móvil. No obstante, caigo en la cuenta de que no me he presentado, así que lo hago ahora. 

- Perdonen, mi nombre es Caroline. Un placer, conocerlos. - digo simpática. 

Tras aquella presentación, que claro me resulta más que cómoda ya que vivo en contacto con la gente en mi entorno. Pese a que el nivel socioeconómico que tienen es completamente diferente a los presentes. Claro, no por discriminar, pero hay una circunstancial diferencia entre unos y otro. 

No obstante sigo de cerca a Steve, que parece ubicarse fácilmente. 

- Parece que sabes de esto, que guay. Tenemos dos caminos... ¿Cuál crees conveniente? Me da igual a mi. 

Nuestra separación fue rápida, ya sabía que lo volvería a ver. Pero ahora llevaba el celular y tenía que dirigir mi grupo vaya locura, parece que cada uno lideramos nuestros grupos. -Muy bien, muchachos, ¡por esta vía!- No tenía muchas prisas con al competencia pues quería adorar un poco el ambiente. Me dispuse a cruzar el puente cuando Cooper me sobrepasó -Hey...- Apenas alcancé a musitar cuando vi lo que le ocurrió.