Partida Rol por web

Evil Like Me

♔ 8 de septiembre del 2024 : Una catástrofe como pocas ♔

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05/05/2024, 22:43
Narración

Había llegado la hora. La hora que muchos temían y que solo unos pocos locos añoraban.

Hacía apenas un día, Auradon había hecho un anuncio: todos los jóvenes de entre 14 y 18 años deberían presentarse ante el puente de la isla. Todos, sin excepción, bajo terribles penas de castigo en caso de lo contrario. Y, por una cosa o por otra, todos estaban ahí. Ya fuera por temor a las consecuencias, por curiosidad, o por solo la oportunidad de cortarle la cabeza al emisario que mandaran. Nadie se había perdido ese momento.

Sin un minuto de demora, una limusina negra atravesó el portal y entró a la isla. El público contuvo el aliento, ansioso por saber de quién se trataba. Sin embargo, de su interior solo salió el mismo hombre de traje que lo manejaba, quien se detuvo frente al capó con un pergamino que se dispuso a leer.

Prisioneros de la Isla de los Perdidos —Aclaró la garganta, para llamar la atención de todos, antes de empezar a leer del pergamino.

«La atención de todos» era imposible, claro. Se escuchaban abucheos, gritos, palabrotas, y simplemente vida común y corriente en los alrededores; ya fuera de los mismos jóvenes o de quienes no habían sido citados ese día.

El rey ha determinado, por decreto real irrevocable e incuestionable, que cuatro de vosotros habéis sido aceptados en el instituto de Auradon para recibir una educación completa y, si os comportáis como es debido, la oportunidad de dejar la Isla de los Perdidos para siempre.

Se empezaban a escuchar peleas entre quienes pretendían competir por el puesto cuando el hombre volvió a llamarles la atención.

El rey ya ha escogido. Los elegidos son: Capitán Jim Silver, Asha Hyaenidae, Dysthe y Dyre Hook of Hearts. 

Los abucheos se intensificaron, seguidos de algunos gimoteos de decepción y una que otra deserción del lugar.

Por favor, acompañadme de inmediato —Abrió la puerta trasera, esperando a que los indicados entraran en el coche. Pronto, los mismos elegidos se darían cuenta de que cualquiera que no fueran ellos que se intentara aproximar al coche sería detenido por una fuerza invisible, como un muro que no los dejaba pasar.

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06/05/2024, 13:05
Capitán Jim

Aquel era cuanto menos un día interesante, no siempre se recibía visita en aquel lugar, de hecho nunca se recibía visita en aquel lugar, aquello por si solo ya era motivo de celebración, y si encima era visita de aquellos estirados que habían decidido marginarlos, mejor aun, tenía curiosidad por ver como aquella visita conseguía salir viva del lugar.
Como cualquier pirata que se precie, Jim había intentado escapar mil y una veces de aquel sitio, y que fuera del todo imposible nunca había sido motivo para que cejase en su empeño.

Jim iba preparado con un macuto en la espalda, y vislumbraba el coche desde una pequeña azotea en la cual había preparado una cuerda para lanzarse. Iba ataviado con una gabardina negra y una camisa pirata que dejaba al descubierto parte de su pecho. Usó un catalejo para confirmar la llegada del coche, y vio como un tipo bajaba, daba un discurso y abría la puerta de atrás, su oportunidad. Saldría de aquel lugar y sus padres estarían orgullosos de él.

-¡Abrid paso a vuestro capitán, marineros de agua dulce!- Gritó el joven mientras se deslizaba por una cuerda en dirección a aquel coche.

Que la gente saliese repelida era lo de menos, él lo conseguiría, conseguiría meterse en ese vehículo y salir de aquel lugar, la leyenda del capitán Jim solo acababa de comenzar.
Balanceándose con la cuerda el chico cayó en el suelo, rodando seguidamente por él, para después saltar con éxito dentro del vehículo ante la atónita mirada de todos.

¡Lo había logrado!, su fuerza de voluntad había superado a la de todos los demás, ahora solo necesitaba hacerse con el control de la embarcación y... Fue entonces cuando el muchacho empezó a asimilar el mensaje que había dado aquel tipo, ¡¡¿había dicho su nombre?!!

-Espera... ¿Qué?- Se preguntó parpadeando un par de veces sin terminar de entender.

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06/05/2024, 18:44
Dyre

El hijo de la Reina de Corazones llegó corriendo como alma que lleva el diablo cuando el coche ya cruzaba el puente y la mayoría ya estaban reunidos ahí.

Iba con una camisa blanca con un agujero de corazón en el centro, rodeado de pedrería roja que surgía de ella como arterias, pantalones negros de traje, una chaqueta de cuero roja llena de púas y tachuelas, y unos elegantes zapatos gris oscuro semi brillantes con suela roja. Al cuello llevaba un collar de perlas medio pintado de rojo, con pedrería del mismo color que colgaba de esta simulando la sangre de un cuello cortado, y de las orejas le colgaban dos pendientes que parecían ojos arrancados de sus cuencas. Tenía los ojos y las uñas pintadas con blanco, negro y rojo; sus colores habituales.

Impactó de lleno contra las filas traseras, derrumbando a los que estaban desprevenidos, y siguió atravesando la multitud a empujones para los que no temió usar las púas de su chaqueta con tal de abrirse camino. De cerca, lo seguía una chica de pelo azul recién llegada a la isla. 

Menuda panda de toves atrae-vorpales. Un clanktris y se van de culo —Soltó, seguido de una carcajada, al llegar a la fila delantera. Su risa, cuando era sincera, resonaba con una perturbadora mezcla que resultaba atractiva y aterradora a la vez. Una especie de sensualidad maníaca que llamaba a una distancia segura.

Agarró a la chica de azul del brazo y tiró de ella hacia él, para dejarla pegada al lado mientras escuchaba con ansias los nombres de los pobres diablos que serían elegidos. Daba pequeños saltitos, como si se estuviera preparando para caerle encima a quienes nombraran.

¡JA! ¡Villa Moñas pa ti, mocosa! —Le dio un codazo a Dysthe al oír su nombre.

Justo cuando empezaba a procesar que habían dicho su nombre también, vio a Jim caer por una tirolina directo al coche. Dyre aulló como un lobo desde donde estaba, como si él mismo sintiera la adrenalina de esa entrada dramática, y se olvidó de la pesadilla que sería rodearse de estirados. Al menos, tendría buena compañía de la Isla.

¡¡¡¡aUAuAUUuUuUU!!!!

Y con eso, corrió otra vez, en esta ocasión directo al coche. Subió directo al maletero pisando el coche con fuerza y desde ahí dio un salto hacia el techo con una voltereta en el aire que lo hizo caer directo por el techo corredizo de la limusina, rompiendo los vidrios que cayeron hacia el interior.

Él mismo cayó sentado sobre los asientos traseros, acompañado de una lluvia de cristales que le dejaron algún que otro corte pequeño en la cara y en el labio.

Qué pasa, capi —Cejeó con una sonrisa de oreja a oreja, girándose hacia él medio recostado sobre el respaldo con una mano sujetándose la cabeza como si llevara la vida descansando ahí dentro. La otra mano la hizo un puño para golpear con fuerza el techo unas cuantas veces a modo de celebración.

Notas de juego

Ropa

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06/05/2024, 22:26
Asha Hyaenidae

Asha había llegado con tiempo a la convocatoria…no porque tuviera el más mínimo interés en saber qué coño querían esos estirados sino porque el sermón de su padre desde primera hora de la mañana la había puesto de los nervous. Padre sabía algo de todo esto, estaba segura -No me decepciones, sabes cuál es tu deber- Sus palabras retumbaban en su cabeza, y cada vez la ponía de más mal hostia, estaba harta de él, de sus planes y del futuro que había decidido para ella.

La limusina cruzó el puente a gran velocidad, y cuando paró un hombre salió de su interior con un comunicado que dejó a Asha completamente de piedra -Ese tipo acaba de decir mi nombre y que va a llevarme a Auradon a…estudiar? Está de puta coña, tiene que ser una broma- Asha todavía no había movido un solo músculo cuando vio deslizarse a Jim desde una cuerda hasta el coche mientras Dyre reventaba la limusina - Genial, me tengo que ir al reino de los estirados, con dos idiotas y la peliazul, perfecto, la cosa mejora por momentos- Asha no se llevaba con la gente de la isla, pero los conocía, los observaba; su padre siempre la había mantenido alejada de todo y de todos, y casi que mejor, si algo tenía claro Ash es que no te puedes fiar de nadie y siendo sinceros, no estaba de humor para aguantar las gilipolleces de nadie.

Asha se levantó del barril en el que estaba sentada y nada más moverse la gente de su alrededor abrió el camino hasta la limusina, era un efecto que generaba en los demás, rechazo, y asco, probablemente por su horrible cicatriz…mejor así, menos gente en el medio. Entró en el coche apartando los cristales con su ropa negra a juego con su alma y su humor y una mochila con algunas cosas que había recogido esa mañana. -Ei- Dijo como saludo - Soy Asha, por si no lo sabíais, antes de que crucemos ese puente deberíamos hablar y hacer un pacto; no creo que este viaje sea un regalo, y estoy segura de que acabaremos teniendo problemas con los estirados y tenemos que estar preparados, ¿Qué decís?-Asha era una leona solitaria, pero sabía que sola no podría con todo un reino, había sido muy directa, jamás habían cruzado una sola palabra, pero no quedaba otra.

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07/05/2024, 04:04
Dysthe

Llegue guiada por Dyre pues no tenia ni pajolera idea de a donde teníamos que ir, mas bien no tenia ni puñetera idea de donde estaba nada, así que solo em quedaba seguir al que le faltaba medía docena de tornillos. Realmente tampoco es que tuviera nada mejor que hacer o donde ir siquiera, es lo que tenia que el gracioso de tu puto padre te soltara allí sin explicación y sin tiempo a nada.

De golpe había muchísima gente, no entendía muy bien, pero el cucú se iba abriendo paso y yo detrás el, si alguno caía al suelo la pisaba para seguir avanzando.

Llevaba unas medias de rejilla rotas, botas militares, falda, camiseta y mi cazadora con la calavera y las rosas a la espalda, de uno de mis hombros colgaba una mochila negra con tachuelas y algunas manchas de pintura. Así vestida iba cómoda y sobretodo sin estar llena de agua salada.

Y ahí delante un cochizo, un estirado y… — Que hijo de puta… — Bufé al escuchar mi nombre, es que el cabrón lo tenia todo planeadisimo — ¡Ui si que ilusión! — Conteste a Dyre con su codazo, Villa Moñas, mi sueño hecho realidad.

Claro que el espectáculo empezó, con un tío lanzándose desde una cuera dentro del vehículo, el loco saltando dentro reventando el techo y bueno, al menos parecía que la ultima en entrar lo hacia con normalidad. Poniendo los ojos en blanco di un par de saltitos acercandome al vehículo y quitándole de las manso el pergamino al estirado — Esto me lo quedo no vaya a ser que no sepas leer — Con la mala leche que me hervía por las venas entre para sentarme en uno de los enormes asientos que no tuviera cristales (o menos) y lei varias veces los nombres, joder, joder, joder.

Mire a la chica cuando hablo — ¿Pacto de que? — No seria yo la que dijera que no a un trato… — Capitán Jim Silver y Asha Hyaenidae según dice esto — Eleve el pergamino — Soy la única sin apellido debería buscarme uno…

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07/05/2024, 04:38
Narración

Fuera del coche, el conductor miró al cielo, respiró profundo y exhaló como si se le escapara el alma por la boca. Llevaba dos minutos en esa isla de delincuentes y ya quería bajar a los elegidos del coche y decirles que hasta ahí había llegado la oportunidad.

Para su desgracia, era solo un chofer. Y si el rey dictaba que debía llevarlos a Auradon...

Ya con todos dentro del coche, el hombre se giró y cerró de un portazo. Enseguida se subió por su lado, arrancó el motor y empezó a conducir. No descartaba que, si tardaba un segundo más, alguno de esos payasos acabara por cambiar de opinión y le hiciera el trabajo aún más difícil al intentar resistirse. Ahora agradecía tener puesto el seguro para niños en las puertas.

Esperaba que al menos se distrajeran ahí dentro. El coche en cuestión estaba lleno de snacks, dulces y refrescos. De hecho, tenía hasta una mini nevera, y controles para la música, así como pantallas.

No os matéis. En media hora estaremos en Auradon —advirtió el hombre, para a continuación cerrar el vidrio que lo separaba de ellos con intención de ignorarlos el resto del viaje.

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07/05/2024, 20:11
Asha Hyaenidae

Media hora, tenían media hora antes de llegar a su nuevo infierno multicolor y lleno de felicidad y finales con perdices; iba a vomitar solo de pensar en el destino que les esperaba

-Vamos a hablar claro, esto puede ser una trampa; ¿De repente el rey de los estirados ha decidido que justamente nosotros cuatro podemos irnos a vivir a su mundo de fantasia? No me cuadra, y no me hace ni puta gracia- Ash no tenía claro que esperar de esto, pero una cosa estaba clara; estaban solos -No sabemos qué nos vamos a encontrar al otro lado del puente, y aunque son más que nosotros podríamos darles guerra si la buscan, pero nos necesitamos- Asha miro al grupo, buscando ver en sus expresiones una pista de si iba por buen camino, pero no vió nada así que continuó -No digo que seamos amigos ni ninguna mierda por estilo, pero si que nos protejamos si la cosa se pone fea; si se la lían a uno de nosotros cualquiera puede ser el siguiente- Asha se giró hacia el Jim -Aunque si te dedicas a reventarlo todo y buscarnos problemas, más de los que ya vamos a tener, yo misma te lanzaré a los leones- Asha estaba de los nervios, pero no quería que los demás se dieran cuenta, por un lado la idea de convivir con los estirados no le hacia ninguna gracia….por otro, librarse del yugo de su padre podría ser lo mejor que le ha pasado nunca.

-¿Qué decís? ¿Nos unimos y les damos un poco de guerra a los estirados?- Preguntó con una sonrisilla en los labios.

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07/05/2024, 23:57
Capitán Jim

Jim había aplaudido eufórico a la entrada de Dyre y le hizo una pequeña reverencia como saludo, no sabía si había sido seleccionado o se había saltado las protecciones del coche, pero tampoco le importaba, debía saber alabar las virtudes de sus aliados, y aquel loco apuntaba maneras para contramaestre. Después de eso encontró el tesoro escondido a plena vista dentro de la limusina, así que no perdió ni un momento en comenzar a comer chocolatinas, gominolas, y un refresco de algo dulce que parecía saber a melón, no había visto nada de aquello en su vida, así que lo devoró con toda la ilusión del mundo.
Cuando las chicas llegaron no se detuvo a saludar, demasiado ocupado en su festín, pero si que puso el oído y les echó un vistazo. No tenía ni idea de quien era la peliazul, aunque le gustaba su estilo. A Asha no la conocía personalmente, pero si la había visto alguna vez, siempre con aquella cara de pocos amigos. No entendía muy bien donde quería llegar con toda esa turra de pactos, y sobre todo no entendía porque debía hablar de ello, ¿acaso no formaban ya parte de su tripulación desde el momento que habían subido a su navío? no hacía falta tanta palabrería.

-Está claro que deben necesitar un buen capitán para sus barcos, y se han decidido por el mejor.- Bromeó el chico con la boca llena. No era tonto ni mucho menos, pero sin duda lo parecía. Pero entonces escuchó algo que lo indignó, o al menos se hizo el indignado.- Eh eh, ¡¡eso ha sido Dyre!!, que yo no he roto nada... creo...- Intentó protestar, pero enseguida acabó por reírse.

Aun así, aquella chica le seguía pareciendo demasiado seria y tensa.

-Relájate un poco, ¡vamos a explorar tierras inexploradas!- Le dijo mientras se acercaba a ella para meterle un snicker en la boca con cero sentido del decoro, la prudencia o respeto por el espacio personal.- ¡Prueba esto!- Añadió entre risa.

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08/05/2024, 17:10
Dyre

En un primer momento, Dyre miró a Asha como si estuviera hablando en trabalenguas: con una mezcla de fascinación y desconcierto. A medida que la leona hablaba, él movía la cabeza de un lado a otro siguiendo el sonido de un reloj que solo resonaba dentro de su cabeza.

Podía parecer que no prestaba atención, pero lo cierto era justo lo contrario: el tic tac lo ayudaba a concentrarse. Claro que entre el regaño a Jim y la respuesta de este, acabó por soltar una carcajada y perder la mínima seriedad que había reunido durante esos breves instantes.

No te preocupes, jubjub. Vamos a ir y volver galumpantes.

Se inclinó para tomar la barra de Snickers que Jim le había metido en la boca y se volvió a echar atrás, apoyando un codo en el respaldo. Le guiñó un ojo con una sonrisa ladeada y, aún mirándola, le dio un mordisco a la misteriosa barra café. Se esperaba mil cosas: que supiera a pétroleo, a agua de mar, que le picara, que le diera naúseas, que... cualquier cosa. Lo único que no se esperaba era que fuera tan, pero tan... dulce.

Los ojos se le abrieron de par en par, cada una de las partes de su cuerpo se giró en su lugar una vez como un mecanismo reacomodándose1, y la sonrisa que ya llevaba en los labios adquirió un matiz aún más maníaco, como si el azúcar le hubiese dado un subidón que más temprano que tarde haría explotar su energía. Dio un salto en el lugar, quedando de cuclillas sobre el asiento y empezó a moverse de arriba a abajo como si se contuviera de dar saltitos en el lugar. Incluso tiritaba un poco por la adrenalina.

Estiró una mano hacia Asha aunque, al hacerlo, esta comenzó a girar sin control a la altura de la muñeca. No la apartó. Total, aunque la mano le rotara, aún podía agarrarla. No se le iba a escapar de la muñeca, eso seguro.

Yo te ayudo a darles guerra, y tú me tiras a los leones —Sonrió entusiasmado —¿Trato?

Notas de juego

1 Entiéndase como lo que hace el Sombrerero con su cuerpo al bailar.

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14/05/2024, 02:23
Dysthe

Me acomode en el asiento dejando caer la cabeza cuando el chofer estirado hablo, para mirarlo sin necesidad de girarme, media hora. Estupendo.

Pero entonces la otra chica se puso super intensa y hablar y hablar y yo eleve una ceja mirándola y alargando una mano a una de esas chocolatinas que habían causado tanta reacción en Dyre. Tenían que estar buenas de narices. Y... Joder si lo estaban, no tener de estas mierdas en el infamando debía ser uno de los castigos de mi padre para el personal, porque aquello era una jodida maravilla.

— Lo que quieres es que aunque nos importemos entre poco y nada entre nosotros si alguno de los heroecitos y su séquito la lían alguno de nosotros el resto salgamos en su defensa ¿no? — Pregunte a la chica mientras seguía con la chocolatina ¿Cuantas de estas tendrían en Villa Moñas?

— Que no me parece mal oye, pero a vosotros — La señale con la siguiente chocolatina que me comería y después al tal Capitan Jim — No os conozco de nada y si estáis la mitad de cucus que aquí el amigo — Ahora señale a Dyre — Seguro que la lías de lo lindo.

Cejeé con una sonrisa — Me uno a liarla en conjunto pero si alguno la lea por su cuenta es su problema — Acción y reacción.

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14/05/2024, 22:16
Asha Hyaenidae

Asha estaba bastante estresada con toda la situación, no se fiaba, no se fiaba una mierda de nada de esto, ni de los estirados y sus intenciones, ni de la puta Hada Madrina, ni de los tres idiotas que la acompañaban… - vamos…¿están de coña?¿Comiendo esa mierda que nos han puesto? Sería mas fácil envenenarlos que convencerlos de algo- Asha puso los ojos en blanco, era la única que veía el problema en todo esto.

Asha miró al que se hacía llamar capitán con una mirada gélida cuando se le acercó con una de esas chucherías en la mano - Cómo me toques te reviento- A continuación pasó su atención a Dyre, a ese parecía que le estaba dando un ataque -Joder, ¿no había opciones mejores para cruzar este puente?- Sin embargo no pudo evitar sonreír de medio lado con su cometario sobre lanzarle a los leones - Trato, no desaprovecharía la oportunidad de lanzarte a los leones por nada del mundo-.

La peliazul parecía la más coherente de los tres, lo que decía tenía lógica, aunque su amiguito era el que más la había liado hasta el momento -Me parece justo, les daremos guerra a los estirados pero si alguien la lía por su cuenta…directo a los leones - Dijo guiñándole un ojo a Dyre. No tenía la menor intención en hacerse amiga de esos tres, no confiar en nadie era algo que estaba claro, pero necesitaría aliados si la cosa se ponía fea.

Asha pasó el resto del camino en silencio mirando por la ventana…el agua que los rodeaba parecía en calma y eso le daba tranquilidad, esa tranquilidad que no volvería a sentir mientras estuviera e la tierra de los estirados.

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15/05/2024, 04:38
Capitán Jim

Jim observaba la situación con una sonrisa, si había algo que sabía hacer era mantener la compostura, puede que no fuese muy fuerte, puede que la mayoría de las veces fuese él quien acababa en el suelo después de llevarse una paliza, pero ninguna mirada en el mundo le haría achantarse. Al revés, disfrutaba de la situación, la peliazul no estaba mal del todo, la leona en fin, era cuanto menos difícil de tratar, y el chalado era una caja de diversión, eso sumado a aquel botín en forma de chocolatinas hacía de aquel un muy buen día.

-Que buena tripulación, ¡ese es el espíritu!- Dijo mientras echaba otro trago al refresco, para acto seguido soltar un eructo.- Tenéis que probar eso, hace burbujitas.- Dijo con una risita divertida.

Sinceramente no entendía a la gente que no parecía disfrutar de una ocasión como aquella, pero tampoco le importaba demasiado.

-No deberías dudar de tu capitán.- Le contestó divertido a la peliazul lanzándole un refresco al azar a las manos.- Por cierto, un placer señorita.- Dijo con una pequeña inclinación divertida al darse cuenta de que ni se había presentado.- ¿Cómo te llamabas?- La verdad es que no había prestado ninguna atención a los nombres de los seleccionados.

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15/05/2024, 16:29
Dyre

Cucú —repitió con un tonito musical al escuchar a Dysthe, girando un índice contra la sien.

No disimuló ni un poco la gracia que le hizo la respuesta de Asha aunque, también sea dicho, no era que disimulara demasiado en general. Si es que disimulaba algo, claro.

Genial, así practico mi rugido. El de jabberwocky ya lo tengo dominado —Sonrió.

A veces era difícil distinguir si bromeaba o hablaba en serio. Después de todo, casi siempre llevaba esa sonrisa medio desquiciada en los labios, como si viviera en un permanente estado de euforia. Uno que, por lo demás, lo llevaba a empezar a inquietarse por estar tanto tiempo sentado en el coche.

Se llama Dysthe. Es mía. Y es súper buena, aunque a ratos muerde. En especial si la llamas mocosa  —Miró a la peliazul, divertido —¿A que sí, dizzy?

Más que sonar a algún tipo de posesividad afectiva o sexual, el chico lo hacía sonar como si presentara a una mascota que se hubiese pillado por la calle.

Ya estaba aburridísimo ahí quieto, así que se puso de pie y se subió de un salto al asiento para sacar el torso fuera.  Ahora que esa ventana estaba permanentemente abierta era tontería desaprovecharla. Como quería estar un poquito más fuera, se impulsó con las manos en el techo y alzó las piernas para pisar sobre los muslos de Dysthe y así quedar más alto. Giró el torso, si bien no el resto de su cuerpo, y le sacó los dedos del medio a lo que hasta ahora había sido su hogar.

¡Qué te den, puta isla! —Gritó entre risas, para luego volver a alinearse de frente a Auradon y alzar los brazos en cruz disfrutando de la brisa marina que rodeaba el puente —¡Wujuuuuuu! ¡A Villa Ñoñaaaa!

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16/05/2024, 21:49
Dysthe

Bueno, parecia que la chica se había calmado un poco en su ansia de crear planes, aliados o lo que fuera, la gente que se preocupaba mucho por las cosas me ponía tensa, era imposible prevenir del todo el futuro, estaba bien prepararse un poco pero no valía la pena volverse loco con ello.

Mire al chico de peli rizado y cogi en refresco con una media sonrisa, demasiados capitanes en mi vida ya. Pero antes de poder contestarle lo hizo Dyre por mi y lo mire apretando los labios para contener la risa, aunque ese "mocosa" me hizo poner los ojos en blanco sin perder la sonrisa. Aunque mi rostro rostro algo de sorpresa con ese Dizzy, nadie me había llamado asi nunca.

— Si claro, efectivamente, soy suya y solo muerdo de ves en cuando — Y por como eleve las cejas y sonreí de medio lado estaba implícito el sarcasmo y el "si claro, claro que si" de darle la razón nunca mejor dicho a los locos. — Soy Dysthe, como bien dijo Dy — Confirme a los otros dos.

Y entonces Dyre y su hiperactividad lo hicieron moverse y de golpe lo tenia casi encima, no, segundos después lo tenia literalmente encima, con sus pies sobre mis muslos, asi que deje el refresco y eleve ambas manos para meterlas por dentro de los bajos de su pantalón y arañarle desde la parte mas alta que llegara de las piernas hasta los tobillos, evidentemente con una sonrisa maliciosa, no era un arañazo suave.

Dijo morder, pero nada de arañar.

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19/05/2024, 18:53
Asha Hyaenidae

Después de que Dyre representase con sus dedos en alto lo que los cuatro sentían por esa estúpida isla acabaron de atravesar el puente que los conducía a Auradon. Aquel lugar no tenía nada que ver con lo que estaban acostumbrados; las calles estaban limpias, llenas de flores y setos bien cuidados; las gentes que paseaban tranquilamente se sonrían y saludaban, sus ropas eran de colores vibrantes y todo parecía estar en una perfecta armonia cromática. 

-Este lugar es vomitivo- Dijo Asha sin apartar la vista de la ventanilla -Se les ve ¿felices?- Estaba alucinada, ni una sola pelea a al vista, ningún grito, ni robo, ni asalto, ni estafador…hasta los niños estaban jugando y riendo -Esto va a ser peor de lo que pensaba, menudo coñazo de sitio, solo falta la música…ah no, perfecto…lo que faltaba-Dijo poniendo los ojos en blanco al ver un cuarteto de instrumentos de cuerda tocando una suave melodía dentro de una edificación redonda que no había visto en la vida.

Siguieron pasando por calles similares unas o otras, todas ellas igual de cuidadas y ‘bonitas’ hasta que pasaron por unas grandes verjas y un camino de gravilla con unos setos hasta que un castillo de piedra apareció frente a ellos y la limusina paró -Hemos llegado-Dijo Asha más para sí misma que para los demás. 

El que había sido su chófer abrió los pestillos de la limusina y los cuatro pudieron apearse dejando detrás todo un rastro de papeles de chucherías y latas vacías…a ese hombre le iba a dar algo al ver que tendría que darle una buena limpieza a la parte de atrás. Asha se bajó la primera y se quedó observando todo a su alrededor con una extraña sensación entre inquietud y ansia por ver que les esperaba cuando una mujer les saludó desde las escaleras -Bienvenidos a Auradon queridos- Dijo la señora -Esa tipa me da repelús- Pensó Asha sin darle respuesta a su saludo.