Partida Rol por web

Tras identificar los dos objetos mágicos, Tamara no oculta una mueca de fastidio.

Pues ya puedes quedarte la varita, Pandarg... espero que puedas sacarles algún partido.

Al comprobar que el bueno de Ikaru comenzaba a hacerse el remolón estudiando el dentado de Otis, el enano de la cadena armada suelta un bufido y se coloca a la cabeza del grupo. Eso sí, seguido de cerca por su hermano de raza.

-Tordek, mantente cerca. Si puede ser, lo suficiente como para que pueda oler esa barba chamuscada, pero sin mariconadas. ¡Juas, juas, juas!

-¡Andando, compañía!--rugió Gunnar para luego comenzar a internarse por el pasillo del que provenía el solitario hombre araña.

Continuáis por el pasillo por el que había venido la criatura que había atacado a Tordek y a Ikaru. Éste se había quedado atrás cuidando de la todavía asustada mula Otis, siendo los dos enanos los que comandaban la expedición, seguidos de Tamara y de Pandarg.

Veis como al fondo del largo pasillo un cuerpo yace en el suelo de espaldas a vosotros.

Otis, vigila a Ikaru. dijo Pandarg mientras se tomaba la varita de Tamara y lanzaba un hechizo sobre Gunnar, tras lo cual se la guardaba en el petate y sacaba a cambio su arco.

Al observar el cadaver a lo lejos, no pudo evitar un Tordek, esta vez trata de no prender en llamas. tras lo cual trató de otear qué tipo de criatura era y si podía tratarse de una trampa.

No prometo nada- responde mientras mantiene su vista en al figura del suelo, con su arma preparada para la acción.

Curtido por la experiencia del trasgo y la moneda, Gunnar avanza con suma cautela para observar el supuesto cadáver más de cerca.

Os acercáis poco a poco al cuerpo. Por el tamaño parece un humano, pero no estáis seguros porque se encuentra tumbado de espaldas a vosotros. 

El pasillo termina y sigue hacia vuestra izquierda a la altura del cuerpo

Gunnar, ten cuidado no vaya a levantarse... indica Pandarg a su compañero. Igual mejor lo toco con una flecha primero por si acaso y luego ya revisas tu esa esquina para asegurar el siguiente pasillo mientras Tordek da la vuelta al cadaver, ¿te parece, Tamara?

Gruñe Tordek- como me estalle fuego en la barba luego tu y to tendremos problemas- a pesar de su comentario, no tenía problema alguno en mover el cadáver.

El ladrón se había quedado atrás, orinando sobre uno de los arácnidos cadáveres, era sabido que los combates se convertían en un diurético para el elfo, haciendo que de su miembro salieran chorros de líquido amarillo.

Rápidamente se incorpora al grupo y se dirige a la vanguardia, mientras pasa por el lado de su preciosa mula, le hace una suave caricia en su frente, entre sus grandes orejas.

-Esperen esperen!!, -dice aún ajustándose los pantalones -Dejen que llegue el experto, ustedes los Enanos no saben distinguir un Trasgo de un Orco, para ustedes todos son pieles verdes.

Ayúdame amigo, -Le dice al enano brujo, quien en ocasiones anteriores había demostrado tener un sentido de percepción misteriosamente anormal para un enano.

Ikaru y Tordek se acercaron al cuerpo que estaba en el suelo de espaldas. Al darle la vuelta comprobaron que era un humano pero que estaba parcialmente devorado. Un gran hueco en su estómago en el que se encontraban anidando un millar de huevos de araña. Al girarlo unos cuantos huevos se rompen y varias diminutas arañas casi sin desarrollar caen al suelo.

A parte de eso el humano lleva una inservible armadura de cuero y nada de valor.

El pasillo gira a la izquierda 

-¡Dioses! ¡Qué asco! Ahora ya sabemos para que nos querían esas malas bestias--comenta Gunnar al tiempo que pisotea alguna de aquellas arañas en miniatura--¡Brrr! Da repelús sólo de pensarlo.

La compañía volvió a la posición habitual. Después de girar a la izquierda y dejar el cadáver del humano atrás, el pasillo volvió a girar a la derecha, volviendo a aparecer ante vosotros un largo pasillo.

Lo recorréis sin prisas, dejando que Ikaru  inspeccione el camino en busca de trampas....aunque todo parece tranquilo, extremadamente tranquilo.

Al final del pasillo volvéis a girar a la izquierda para al poco tiempo volver a la derecha. A estas altura os dais cuenta de la gran idea de Pandarg de ir dibujando una especie de mapa con el camino que vais recorriendo. Esto empezaba a convertirse en un verdadero laberinto.

Continuáis por el pasillo hasta que se bifurca, dejando la opción de continuar al frente o por el pasillo de la derecha. Al fondo Tordek y Gunnar logran distinguir que el pasillo finaliza en otra salida a la derecha