Partida Rol por web

La noche caía como un manto de sombra sobre todo lo que los rodeaba. El anciano cargaba la antorcha en su regreso al cacerío iluminando solo una pequeña franja a medida que avanzaban, mientras la oscuridad engullía más allá.

Finalmente llegaron sin inconvenientes. La gente ya se acuartelaba en sus hogares y solo emergían las luces por las ventanas y los olores de la comida preparada, que te recordaron el hambre que sentías por tanta energía desperdiciada en los interminables viajes. Estando allí, se agudizó la tentación de hacerle caso a tus piernas y buscar descanso hasta el siguiente día.

Pero había una tarea por hacer. La voz del anciano interrumpió tus pensamientos.

-Ya estamos aquí, dime exactamente que es lo que quieres.... ¿Un cebo? quizá una cabra sea la mejor opción, son más ruidosas.

-Primero quisiera saber donde esta la guardia del trueno. ¿No hay nadie cuidandolos durante la noche?-

Luego de decir eso dijo,...-Una no, cinco si se puede para que hagan alboroto considerable.-

Hizo una pequeña pausa pensando y agrego, -Bueno, y forraje para alimentarlas y tenerlas distraidas, una cubeta con agua, una especie de barril vacio. Yo me encarco de cortar maleza para el escondite, y unas mantas para pasar el frio a la interperie mientras esperamos. Voy a calentar el cuerpo con vino.- ahora si, saco el vino y tomo un buen trago. - ¿Quiere?- le ofrecio y continuo. -Que un par de fuertes y valientes le ayuden con eso. Y necesito un ayudante para que me acompañe en las guardias para turnarnos para dormir mientras esperamos. Yo me are cargo si aparecen los ladrones, no hace falta que sea un combatiente, pero si lo fuera y mientras mas fuerte mejor.-

Ya estaba todo dicho. -Ahora me voy a montar la trampa y el escondite y cortar la maleza que nos ocultara. Si tienen una trampa para osos para poner seria ideal. Y haten a las cabras para que no sean ellas las que caigan en la trampa.-

Habiendo finalizado, se fue a la labor, para regresar y ayudar a montar la trampa, con las cabras y demas yerbas.

Luego construyo un escondite camuflado y se recosto con sus propias mantas de viajero.

Y ordeno todo lo que el anciano le pudo conseguir y le agradecio.

Calento un poco mas el cuerpo con vino y se recosto expectante, cubierto de mantas y follaje, que hacian de cobertura para ocultarse y cobertura del frio tambien.

-Aquí la guardia del trueno solo viene ocasionalmente para cerciorarse que todo esté en orden, aquí nos defendemos como podemos. Por fortuna, aquí nunca pasa nada peligroso... Hasta ahora

Renfunfuñó entre dientes.

Ante la petición de niño, el anciano abrió los ojos de par en par. -No puedo muchacho. Una cabra puedo sacar del establo, pero todo un rebaño es imposible! Tendría que pedir autorización con los ancianos para que aprueben y dudo mucho que suceda. 

El viejo miró de pies a cabeza al muchacho que se aventuraría en solitario a cazar a los responsables de los raptos de los animales y los pastores.

- Los orcos nunca vienen solos ¿Seguro podrás tú solo contra ellos?

-Bueno, solo una cabra, pero consulte a los ancianos por las dudas... ¿Si voy a poder? No se preocupe Ehlenestra nos ayudara.- hizo referencia a Ehlonna con el nombre que le daban los Elfos, La Señora de los Bosques y Amante del Arco...

El anciano comprendió de quien hablaba, pero no le convencía mucho la seguridad del joven. Aún así, por verde que fuera, era un aventurero y ciertamente podría hacer más que cualquiera de la población.

-Allá está el deposito de herramientas -Dijo señalando una pequeña estructura. -Ya estoy muy anciano para esto, despertaré a Gudry para que termine de ayudarte, yo ya iré a descansar si te parece bien. Espero estar fresco mañana y poder llevarlos a la torre de los orcos.

Así el anciano se despidió.

Mientras sacabas alguna cubeta y alguna herramienta que pudiera servirte en la misión, llegó un joven afable de ojos trasnochados y cabello desparramado.

-Mimimimi nombre es Gugugugudry y estoy aquí para seseservir -tartamudeó. 

Niño hecho una leve sonrisa de amabilidad mientras llegaba Gudry... Y se quedo pensativo un momento mientras recordaba que es lo que necesitaba... -Hola Gudry, un placer, necesito una trampa para osos,...- susurro ya que creyo que era momento de ser sigilosos por si en los alrededores ya habia "gente extraña", seria mejor evitar los murmullos altos y por suerte la cabra cubriria un poco el ruido con sus propios ruidos...

Luego siguio con lo planeado, armar el lugar de la cabra, luego el escondite. Y dejar bien atada la cabra, no queria andar por los montes buscando una cabra perdida en medio de la noche...

Y a Gudry, solo le pidio la trampa, ya que era los mas importante ahora mismo, para elaborar una trampa efectiva, o los ladrones huirian,... Efectivamente, como dijo el anciano, del que nunca supo nombre alguno, seria dificil para él, enfrentar una banda completa de lo que sea que aparezca esta noche... O tal vez la noche se torne serena como agua de manatial, ¿Quien sabe?...

La noche empezaba a avanzar mientras niño y el joven organizaban todo el escenario a cierta distancia de la aldea.

Ataron una cabra cerca a un árbol, con una cubeta de agua y bastante comida. Cerca instalaron una trampa de oso que Gudry eficientemente encontró. Ambos se camuflaron bajo unos mantos de pasto y maleza toscamente enmarañado, solo aguardando mientras la oscura noche seguía avanzando. Por supuesto, tuvieron que planear su escondite muy cerca de la cabra, a unos 12 metros de distancia, para poder observar el animal sin que lo engullera la oscuridad de la noche. Encender un fuego no era lo más inteligente si lo que deseaban era pasar desapercibidos.

La cabra lanzaba quejidos mientras comía y mascaba. Ese sonido camufló otro sonido que niño no pudo detectar.... Pero sus ojos lograron ver a un par de metros de la cabra cuatro figuras negras acercarse, las figuras eran grandes y corpulentas, quizáun poco más de dos metros de altura. La noche impedía verles el rostro para identificarlos mejor.... Pero Gudry sabía lo que eran.

-Ooo...ooo..oor..orcos! -Susurró lo más bajo que pudo.

Las figuras empezaron a dirigirse a la cabra, observando los alrededores atentos a cualquier peligro... No todas las noches se encuentra una cabra amarrada en medio del monte. Había un inconveniente: Los orcos si podían ver en la oscuridad, y había algo de posibilidad de que Niño fuera detectado.

    Niño no se percato que los orcos veian en la oscuridad, estaban en clara desventaja frente a orco, Niño salio de la oscuridad encendiendo energicamente una antorcha, esperando deslumbrarlos y sabiendo que la irritante luz seria mas conveniente para él mismo que para los orcos, que en la oscuridad, veian perfectamente mientras que ellos no veian casi nada...
Conociendo la posicion de la trampa, esperaba que alguno quedara atrapado, cosa que hasta el momento no habia sucedido...

Sabiendo que se enfrentaba a criaturas medianamente inteligentes interrogó, -¿Quienes sois? ¿Y que andais buscando por estos lares desconocidos?... Exijo una respuesta o retiraos por donde habeis venido... Hay 20 hombres armados escondidos en la espesura de la noche y trampas por doquier pues, estamos buscando unos bandidos y unos desaparecidos, si no quereis compadecer ante el filo de la espada, hablad honestamente y os perdonaremos la vida...-  los veite hombres tal ves eran solo dos, y las trampas por doquier, tal ves solo era una... Pero habia algo de realidad en las demas cosas que dijo e increpo a los desconocidos esperando averiguar quienes eran y al mismo tiempo intentando engañarlos para vivir al encuentro, eligio esta opcion, por que en la clara desventaja de cuatro figuras de mas de dos metro contra uno, y posibles orcos que veian en la oscuridad perfectamente, intentar pasar desapercibidos era casi imposible. Niño lo penso bien, y creyo que lo mejor seria una idea astuta y energica esperando que las cosas salgan misteriosamente a su favor. Aunque en realidad, tenia todo en contra claramente, y lo que estaba haciendo estaba mas cerca de la locura que de una estrategia "astuta"... -Ehelenestra ayudame...-  fue lo ultimo que penso antes de incorporarse y lanzar su falaz discurso...

Los orcos parecían estar buscando cosas en el suelo, con sus machetes arrancaban yerbas y recolectaban semillas y parecían más curiosos que interesados por la cabra.

Niño encendió rápido una antorcha y los orcos palidecieron ante un ente emergiendo de la nada.

Quedaron estupefactos, como paralizados por el toque de un necrófago mientras niño hablaba. Evidentemente no entendieron ninguna de sus palabras. Uno de ellos respondió en su idioma.

-Vaglsh err dtrosh

Y los orcos, extrañamente, emprendieron la huida a toda velocidad. Uno de ellos soltó una pequeña bolsa y no se dignó a parar la carrera para recogerla. La trampa jamás fue activada.

-Bien Gudry, esta es nuestra retirada, deben de haber ido a buscar refuerzos, corremos peligro aqui. Trae la cabra y hulle a tu casa, y No pises la trampa.- Niño procede a activar la trampa con un palo para que ningun inocente sea perjudicado accidentalmente. Mietras hace guardia unos instantes para darle tiempo a Gudry de escapar y luego recoge la bolsa que se le callo al orco y hulle él tambien, tal ves al establo o a algun lugar seguro para pasar la noche hasta el amanecer. Si los orcos fueron a buscar refuerzos seria muy peligroso intentar dos veces la misma estrategia de antes...

No apaga la antorcha hasta llegar a un lugar seguro para no perder visibilidad y para que un aldeano no lo ataque sin querer creyendo que es un bandido nocturno...

Detras de Gudry y con la bolsa del orco, huye hacia la relativa seguridad de la aldea.

-Te agradezco Ehlenetra, los has espantado por mi...- piensa mientras huye...

Y memoriza las palabras del orco por si encuentra alguien que hable el dialecto orco...

-"Vaglsh err dtrosh"...

-¿Que significara?...

Huyes a toda prisa hasta el cacerío, con la sensación de que te pisan los talones más allá de donde el radio de luz ilumina la negrura de la noche. El lugar parecía completamente desierto, no se escuchaba otro sonido diferente al crepitar del fuego y a las ráfagas de aire fresco que corría.

Para cuando llegaste, Gudry ya había encerrado a la cabra en los establos comunes y se había encerrado en su propio cuarto. Sin pensarlo dos veces te metiste al interior de un almacén repleto de sacos de semillas y granos de todo tipo. Aguardaste sin pegar el ojo el momento en que una patrulla orca decidiera atacar el recinto, pero nunca pasó.

Al cabo de un rato recordaste la bolsa hecha de piel de liebre que dejó caer el orco y procediste a examinarla: No había absolutamente nada de valor. Solo semillas, raíces, granos, bayas y algunas hojas de helechos...

Luego de ver lo que hay en la bolsa apago la antorcha y espero a que amanezca, tomando un poco de vino cada tanto...