Los hombres rodean a los bandidos, que viéndose superiores en número, saben que poco les queda que hacer allí.
- Bendito sea que usted nos dijo sus intenciones de hacer noche aquí - contesta Don Pedro, zarandeando la tea -. Quería verlo con mis propios ojos - y en eso desliza la mirada a un bulto en el suelo, que al iluminar ve a Calixto, degollado - cómo el mal que acecha aquí no es del otro mundo, sino de éste.
Inés se lleva la mano a la boca, al ver el cadáver sobre el charco oscuro de sangre. Ángel Muros la recibe entre sus brazos.
- ¡Tú eres Antón! Te conozco de los caminos. - Grita un vecino por detrás, imposible saber quién es, señalando al líder de los asaltantes.
- ¡Largo de aquí! - Grita otro, desencadenando una jauría de voces.
De repente, de atrás también, sale un tipo recio, calvo y una barriga descomunal. Una auténtica roca. En sus manos porta un sucio cuchillo de desollar.
- ¡De eso nada! Este se viene con nosotros y que sea lo que Dios quiera. - Dice, cogiéndolo del gaznate y arrastrándolo en dirección a Bullas. El resto de gente hace lo propio con los secuaces.
Mientras el cuerpo de Calixto es recogido entre unos mozos jóvenes, incluido el buen Ángel Muros, Fidela atiende a sus compañeros de viaje cuando una mano se posa en su hombro. Es Don Pedro Ramales.
- Creo que ya no es necesario que pasen la noche aquí, es peligroso.
Debido a que Sanar se usa para estabilizar heridas (como hemorragias, perforaciones...), en el ámbito en que Fidela lo usa lo tomaré puramente narrativo.
Grande alivio sintió Yamila cuando los hombres del pueblo vinieron en su socorro.
- Gracias Fidela- dijo la mora a la curandera- ¿ Y tú? ¿ estás bien?- dijo poniendo una mano en su vientre, temiendo que el incidente perjudicara el estado recién confesado de la mujer.
Sin atreverse a moverse para no agravar el sangrado de sus heridas, Yamila agradeció también al grupo su aparición. Sabiendo el temor que la torre despertaba en las gentes del pueblo, tomó aquello como un verdadero acto de valor. Quizá un día se le ocurriera alguna tonada para relatar el episodio.
-Gracias, buenas gentes. Su valor les honra. Aunque no creo que esté en condiciones de abandonar esta torre hasta no haber descansado y que mis heridas hayan empezado a cerrarse. No creo que estos rufianes se atrevan a asomar las narices de nuevo por aquí, pero si lo hicieran, no nos pillarán desprevenidos esta vez. Si tuvieran a bien dejarnos algún arma para defendernos, no les robaríamos más tiempo.
Dado que como dice Yamila, termináis la noche en la torre, ¿qué hacéis cuando todos marchen, hasta que el Sol se levante?
Julián no veía salida a la situación. No una que no acabara con él y sus compañeras en la tumba.
La situación dio entonces un vuelco inesperado. Varias antorchas iluminaron la zona. Los bullenses, si es que ese era el gentilicio, habían acudido a tomar cartas en el asunto, salvándoles el cuello.
Tras unos instantes para similar lo ocurrido, el barbero se relajó. Toda la tensión se desvaneció al instante, y no tuvo otra que buscar donde sentarse.
Los navajazos empezaban a dolerle.
-Gracias- Dijo a la sanadora con su voz impregnada en dolor.
No abrió la boca mientras se llevaban a esos malhechores. No se quejaría. De hecho, los vitorearía si no fuera por su estado.
Ya sin malhechores de los caminos, la noche discurre en paz entre los olivos. Los primeros rayos del sol son la señal esperada, de que la recompensa que habéis de recibir tenéis asegurada. Los de Bullas os han visto pernoctar en paz, pues el peligro de la torre no era más que unos bandidos con un apetito por los dineros voraz.
¡Buenos días tengáis! Ha amanecido y el deber habéis cumplido. ¿Qué hacéis nada más levantaros?
Los primeros rayos de sol despertaron a la mora. Se desperezó discretamente y esperó a que sus compañeros la acompañaran en la vigilia. Algún tiempo tuvo para pensar... dicen que todas las leyendas tienen algo de verdad, y aunque quedó claro que los diablos que rondaban aquella torre eran de carne y hueso y bien mortales... ¿ no podría a bien haber algo de cierto en lo que se contaba de un tesoro escondido?
Recordó el extraño amontonamiento de piedras al que los bandidos habían prestado atención. Se acercó a él para investigarlo mejor.
Fidela asentía a las palabras de Don Pedro, los males del molino no eran otros más que un grupo de rufianes con clara intención de hacerse dueños de lo ajeno, así tuvieran que pecar de la peor manera, quitando la vida a una persona. Una suerte que las gentes de Bullas rondasen las inmediaciones para comprobar si realmente había demonios o no, defendiendo al pobre grupo asalariado por Don Manuel.
La curandera atendió a los heridos y terminaron descansando en paz, una vez libres de malhechores.
- Buenos días, Yamila, ¿qué hacéis en ese promontorio de rocas? - su primera idea era que iba a orinar e intentaba apartarse de la cercanía de Julián para que no la viera en aquella tesitura - Deberíamos ir a conseguir nuestra recompensa. Ya está claro que el pueblo de Bullas conoce las acciones de los bandidos, y Don Manuel debe estar presto a pagarnos. ¿Volvemos a la villa?
No es que Julián hubiera pasado su mejor noche. Pero lo importantes es que la había pasado.
Con los primeros rayos de sol abrió los ojos el barbero. Vio a Yamila rebuscar entre un montón de pedruscos. La miraba preguntándose que hacía. Cayó en la cuenta de algo.
Tal vez la historia de los fantasmas era falsa, pero... ¿Y la del tesoro? Si además de cobrar lo de Don Manuel se llevaban una propina, mejor que mejor.
Con cuidado de no abrirse las heridas, ayudó a la mora. No sin antes dar los buenos días a sus compañeras.
-Si que deberiamoh- Contestó el barbero a la curandera. -Pero vamoh a mirar primero si eso de que hay un tesoro eh cierto-
De acuerdo, aquellos que decidáis escarbar, haced una tirada de Descubrir con un modificador de -25% (debido a lo complicado de buscar entre grandes rocas pesadas). Como algunos de vosotros no tenéis puntuación en Descubrir, no podéis hacer tirada, pero sí podéis ayudar a quien la tenga, trabajando en equipo. Por cada persona que ayude al que haga la tirada, obtendrá un +10% (si ayudan dos, y el tercelo lanza, +20%, que con el -25% anterior, un total de -5%). No olvidéis nunca la Suerte, que la podéis hacer para potenciar vuestras tiradas, aunque se "gastará" vuestra suerte.
Fidela no tenía mucha fe en que fuesen a descubrir nada en aquella región rocosa, aún así se negaba a dejar a sus compañeros solos, por los que se puso a ayudarles para mover las grandes rocas acumuladas, con el fin de que con el esfuerzo no reabrieran sus heridas.
- Si hay un tesoro y lo encontramos pienso comprarme una casa en el pueblo - aseguraba la curandera.
No tengo descubrir, ayudo a quien lo tenga
Yamila, que era menuda, no lograba gran cosa con aquel montón de piedras, pero ayudaría en lo que pudiera a sus compañeros.
Yo tampoco tengo "Descubrir", así que ayudo
Motivo: descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 38 (Exito) [38]
Así es cómo las seis manos de estos afortunados viajantes descubren tras un amontonamiento de rocas cuidadosamente colocadas, una oquedad de la que saldrán ropas de buen brocado, calzas, cinturones con hebilla de metal, algún cuchillejo más decorativo que otra cosa y un saco con no menos de un buen par de centenares de monedas de plata, aunque muchas serán de vellón. No es el tesoro de un príncipe moro…, pero sí el de un ladrón.
Maese Manuel cumplirá con lo pactado, añadiendo treinta monedas más por las molestias. Las gentes del pueblo se reirán de sus tontas supersticiones y con gusto se apuntarán a la tarea de construir el molino, que al fin y al cabo beneficiará a todos.
EPÍLOGO
En el sótano de la mansión, la sangre joven de Estebanillo mana a borbotones de su cuello degollado, manchando las señales diabólicas que maese Manuel, aún con el cuchillo en la mano, ha dibujado en el suelo. Antes de que el velo de la muerte cierre sus ojos, le entrará un helor inhumano y sentirá más que verá la presencia de "algo"…
- TE HAS PORTADO BIEN, MI FIEL ORIEUS. EL MOLINO ESTÁ LISTO PARA LANZAR LA INMUNDICIA. ¿CIERTO ES? - Resuena por algún lado.
- Sí, mi señor Guland, príncipe de los Infiernos. Ahora mezclaré el centeno consagrado con vuestra inmunda semilla con el otro y, los que coman del pan que con él se hará, caerán víctimas de la lepra… ¡Para mayor gloria de mi señor! - Responde maese Manuel.
Pues hemos llegado al fin de la aventura que, como os dije, no era muy larga. Finalmente, encontrasteis el tesoro, que nada tenía de maldito, aunque el epílogo deja una reminiscencia oscura.
Tengo previsto preparar otra aventura, también del manual, llamada Amoris Litterae ad Librum Quendam. Si estáis interesados, hacédmelo saber, por favor. Y si además de estar interesados, queréis mantener vuestros personajes, avisad, pues ganaréis 35 PAp (puntos de aprendizaje) que podéis usar para mejorar a vuestros personajes.
Espero que hayáis disfrutado y perdonad mis errores, pues ha sido mi primera toma de contacto con Aquelarre.
Dejaré la aventura "en juego" un día más, para que comentéis si seguís en la próxima o lo que queráis.
Muchas gracias por la partida máster. He disfrutado la aventura y aprendido un poquito del sistema de Aquelarre, que la verdad, me daba curiosidad por trastearlo ^^
Yo lamentablemente no puedo unirme a la siguiente aventura, a menos que sea para julio porque estoy ahora liada con oposiciones y exámenes de la escuela de idiomas, me espera lo que se dice "un mes fantástico" (Con todo el sarcasmo entre líneas....jajajaja)
Yo lamentablemente no puedo unirme a la siguiente aventura, a menos que sea para julio porque estoy ahora liada con oposiciones y exámenes de la escuela de idiomas, me espera lo que se dice "un mes fantástico" (Con todo el sarcasmo entre líneas....jajajaja)
No sé para cuándo será, la verdad. Empezaré a prepararla en los ratos libres y... cuando la tenga lista. En cualquier caso, tras la siguiente, llegarán más, así que podrás unirte si no a ésta, a la próxima.
Llevaba un tiempo con curiosidad por saber como era Aquelarre y quise entrar en la partida para verlo. Aunque ha acabado no gustándome.
Por lo que mis aventuras con este personaje acabaran aquí. Si cuando abras la continuación quieres utilizar este personaje y dárselo a otro jugador por mi no hay problema. Después de todo, los personajes son tuyos
Perfecto. ¡Gracias a todos por jugar! Espero veros por aquí, en cualquier juego.