Freak nadaba en las frías aguas con mucha comodidad. Tenía un físico privilegiado y experiencia, toda su vida trabajó en la sala de purificación y se le daba bien. Estaba tan tranquilo que hasta volvía sobre su hombro para ver que su amada amiga no tuviera problemas.
Si Lily comienza a quedarse sin aire... No quedará otra que le pase aire de boca a boca... Jiii.
Pero para su lamento y tranquilidad en partes iguales, Lily llegó a la orilla sin problemas.
Era un momento de festejos, el corazón de Freak estaba alegre, hasta que Bill empujó a Andrés mientras tenía un semblante de preocupación.
-¿Kiiiuuh?- Sollozó Freak que se había puesto triste, no le gustaba ver a sus dos amigos pelear.
Andrés no quería indicar lo que Bill sugería, sino solo que siempre se ponía en lo peor. Menos mal que Lily si adoptó una postura más tranquila.
-Gracias, Lily. En realidad... lo hice por todos. Es cierto que no estaba seguro... pero tenía confianza en que pudiéramos lograrlo. Aunque se me había olvidado Kummy. Hay que ir a buscarla -dijo Andrés.
En ese momento, el padre de Lily se acercó a esta.
-Kummy está bien? Menos mal. No sabíamos si lo conseguiría. Fue... muy difícil empujarla para que se fuese. Entonces debemos ir a buscarla. ¿Verdad, mamá?
El padre de Lily se volvió hacia ella. Estaba tumbada en la hierba, cerca de la orilla. Tenía los ojos abiertos y parecía ir a decir algo, pero no tardasteis en daros cuenta de que no lo haría nunca más. Sus pupilas estaban dilatadas y su pecho no se movía.
Estaba muerta.
Liam acababa de salir del agua, puesto que había sido uno de los últimos en entrar, y se aproximó a ella con rapidez. Comprobó su pulso y también su respiración, mirando a Lily y negando con la cabeza. Vuestro padre entonces caminó hasta ella y se arrodilló a su lado.
-Nunca se rindió. Estaba enferma y sabía que no lo conseguiría, pero siempre dijo que vosotros estabais vivos -dijo, mientras la abrazaba entre sollozos, rodeado de amigos que no sabían cómo consolarle. Era un dolor que nadie podía ayudar a paliar, aunque sus hijos estuviesen a su lado.
Tras haber podido salir de las cuevas por medio del río subterráneo, los supervivientes habían podido reunirse para tomar decisiones, sin esperar la joven pelirroja que Bill le recriminase a Andrés el riesgo que habían corrido.
- Oh Bill, no te enojes - Le pidió con suavidad en su voz - No teníamos muchas alternativas. Si hubiésemos salido por donde entramos, quizás hubiéramos encontrado muchos más guardias. Nos podían haber detenido, esclavizado o peor aún, matado... Es una suerte que Andrés sepa tanto de cuevas - Razonó la mujer, mediando entre ambos.
Lily escuchó entonces el lamento de Freak, el cual determinaba algo que ya sabía. No le gustaba que los amigos discutieran. Ni a la muchacha que su Lucke estuviese mal de ánimo.
- Ya está Luke. No pelean... ¿Ves?... Son amigos... - Le tomó de la mano y le acarició el dorso, señalando a Bill y Andrés, apretando con suavidad su extremidad, como si quisiera indicarle que estaban juntos y no había problema alguno entre ellos.
Kummy era la única persona que faltaba para que la familia Benz estuviera al completo. Ya habían dispuesto ir a buscarla cuando algo inesperado sucedió. La madre de Lily había emitido sus últimas palabras, quedando muerta sobre la hierba de aquel paradisíaco lugar, una verde pradera al lado de un lago. Un lugar idílico donde descansar eternamente. Lástima que Lily no se lo tomara nada bien.
- ¿Mamá?... Mamá... ¡Mamá!.... - La duda pasó a incredulidad y luego a un bramido de dolor - ¡Mamáaaaaaaaa!.... - Las lágrimas corrieron a raudales por las mejillas sonrosadas de la bonita joven, la cual arrodillada frente a su progenitora, la abrazaba con todas sus fuerzas, mientras gritaba presa de dolor - No mamá. Tú no.... ¡Tú no!....
Su padre tampoco parecía haberlo tomado bien, a pesar de la lógica de las palabras dichas. Sintiendo un dolor profundo al ver cómo la abandonaba su compañera de vida. Lily no podía, ni quería, separarse de aquel cuerpo inerte que en algún momento del tiempo, había sido el origen de su propia existencia
-Si, lo sé, perdón, Andrés, es el estrés de la situación.- Se escusó. -Todo ha salido bien así que te lo debería de agradecer, al igual que todos.- Le dió una palmada al armero.
Entonces Bill escuchó los gritos de Lily, todo parecía indicar que su madre no lo había logrado.
El pánico lo hizo mirar en todas las direcciones buscando a su Rose, el botánico enamorado fue corriendo junto a ella. ¿Estaría bien?
Una fina y delicada rosa no debería tener que vivir toda esa mierda.
-¡Rose...!- Se fundió con su amada en un profundo abrazo.
¿Qué pasaría si al llegar a la aldea la joven se enterase de que su prometido estuvo a punto de procrear con otras mujeres?
Los ojos de Freak se llenaron de lágrimas cuando notó la mirada vacía en la madre de Lily y la angustia de su amiga.
-Kih...- Margaret... Ha ido al cielo.
No había tratado mucho a la señora, solo un par de veces en las que la mecánica fue a arreglar los filtros en la sala purificadora dónde Freak trabajaba y vivía. Recuerdo que me llevó muffins de vainilla con chispas de chocolate, y tenía una sonrisa amable, ella era buena... Si, como Lily...
La familia Benz estaba reunida alrededor de la mujer, él no sabía bien que hacer, así que hizo lo recordó que una vez leyó en algún libro infantil, cuando los angeles iban al cielo.
Tras caminar un poco por las orillas del río, regresó junto a la familia, y se arrodilló junto a la mujer.
Una a una comenzó a poner margaritas en el cabello de la señora, todas las que pudo recolectar, que no eran pocas. Llamaba la atención que alguien tan grotesco físicamente como Freak estuviera haciendo algo tan delicado.
-Kiuhh...- Acarició a la señora en la frente y se apartó. Cuando estuvo cerca de Lily la tomó de las manos y las beso. Pobre, mi Lily, ella es buena.
Al cabo de un rato, Bill buscó a Andrés.
-Vamos, amigo.- Le dijo mientras le daba uno de los picos que tomó de uno de los esclavos. -Tenemos que darle un entierro apropiado, y no creo que ellos estén con las fuerzas para cavar la tumba ahora mismo.- Miró a la familia Benz.
Entonces Bill miró las flores con las que Freak había adornado el cabello de la mujer.
Margaritas para Margaret... ¿Lo habrá hecho apropósito, o fue solo una coincidencia?
-Mis condolencias...- Bill no sabía qué más decir a la familia cuando se acercó, y tras unos segundos, el botánico agregó. -¿Saben? En la vieja civilización, decían que las margaritas son el símbolo de la pureza, la inocencia, la amistad incondicional y el amor puro.-
Se acercó a Liam apoyando su palma en la espalda del hombre y le susurró.
-Oye... hemos cavado una tumba con Andrés para darle un descanso apropiado... cuando estén listos nos avisas, sin prisas... ¿Si? Ella está en un lugar mejor ahora.-
No había demasiado tiempo, porque al final, cada minuto contaba y la posibilidad de que fuesen detrás de vosotros era real. Pero todo el mundo necesitaba sentirse vivo de nuevo, respirar el aire libre de minerales y opresión, además de permitir que la esperanza regresara a ellos.
Eso hizo que una vez fuera, dispusieseis del tiempo necesario para cavar la tumba y despedir a la madre de Lily como se merecía, acompañada de su familia y con la certeza de que podían regresar a su hogar.
Cuando por fin reanudaron la marcha, todo el grupo lo hizo en silencio, guiados por Organa y Andrés, que caminaban a la vanguardia, mientras el resto se ponía al día y se preparaba para lo que estuviese por llegar.
En realidad, era una camino largo pero no excesivamente peligroso puesto que ahora podíais evitar los pantanos y por tanto, suponer que lo peligros caminaba detrás de vosotros y no delante. Pero eso os obligaba a daros prisa, pues no resultaba extraño que saliesen en vuestra persecución, enfadados y sin nada que perder.
Teniendo en cuenta que habían atravesado el yermo y llegado hasta vuestro refugio una vez, ¿quién podía asegurar que no lo harían al sentir la rabia de haber perdido cuanto habían conseguido?
Cuando la noche se cernió sobre vosotros, todos estaban agotados, pero el temor de que cayesen sobre vosotros era más grande que nunca.
Organa miró a vuestros compañeros y después fijó su vista en el horizonte que dejabais detrás.
-No vamos a poder escapar. Estoy segura de que vendrán detrás de nosotros pero con tantos heridos no seremos capaces de correr lo suficiente -comentó, dirigiéndose hacia vosotros -. Ellos no descansarán esta noche, estoy segura, y al amanecer los tendremos encima. Debemos hacer algo.
La muerte de Margaret provocó varias reacciones, por un lado Freak comenzó a poner margaritas en el cabello de la madre de Lily, un gesto que llenó de más lágrimas los ojos de su amiga, sobre todo por la bondad que desprendía Lucke, haciendo un gesto tan delicado que el cuerpo de la pelirroja mujer parecía ser casi de porcelana.
La joven Benz abrazó a su mutante amigo cuando éste la tomó de las manos y las besó. Freak siempre había sido un pilar fundamental en su vida, un compañero en el camino, alguien a quien confiaría su propia existencia, y allí estaba, siempre aportando, entregando, dando lo mejor de sí. Lily supo entonces del amor tan profundo que les unía, porque allí, en el peor de los momentos, sabía que de todos los presentes Lucke no podía faltar.
Billy se acercó hasta los Benz, valorando las margaritas que Lucke había puesto en los cabellos de la desdichada Margaret, explicando la profundidad de su simbología. Tras esto, dijo lo que nadie se había atrevido aún, a indicar que debían enterrar el cadáver, mientras la pelirroja no dejaba de llorar aún entre los brazos del mutante.
Fue una despedida sencilla, una tumba al lado del lago que cubrirían con flores. Invirtieron un tiempo en dedicar unas oraciones al cielo, como si Margaret pudiera valorar los esfuerzos que hacía la comunidad que habitaba el refugio 252.
Luego debían continuar con su realidad. Caminar, huir, escapar de los esclavistas que habían desgastado físicamente a la madre de Lily, mientras la bonita camarera gestaba en su interior un sentimiento nuevo, extraño y que quemaba como un gas incendiario. Deseos de venganza. Pero sabía que no podía parar, no debían o muchos más podían caer junto a su querida madre. Fue así como llegó la noche y Organa dijo algo que en el fondo, debían saber.
- No debemos escapar. Hay que tenderles una trampa y matarlos a todos - Frialdad. Las palabras de Lily eran crudas, y su mirada mostraba lo peor de sí misma - Solo dormiremos tranquilos cuando ellos descansen eternamente. Nuestros heridos pueden ser el cebo. Pensarán que los hemos abandonado. Y los que estemos bien de salud podemos atacar por la espalda, con piedras... Pero deben morir...
Freak era de los últimos en la caravana de sobrevivientes del centro de esclavitud minera. Subida a sus hombros llevaba a una niña que estaba muy débil para seguir el ritmo de la marcha.
Me recuerda a la niña que Leyla nos encargó proteger. Pensaba el hombretón exuberante, a pesar de que las niñas tenían distinto color de pelo, compartían la misma cara de inocencia perturbada por un mundo demasiado cruel y feo para un niño. Se apenó al recordar a la niña que había muerto de asfixia en la tormenta cuando escapaban de Finder Town. Esta vez... está vez... ¡salvaremos a todos!
-¿Kiahhh?- Preguntó Freak cuando veía que se detenían y sus compañeros se reunían. Aprovechó ese momento para descansar, aunque podía tener un físico increíble, llevar carga le pasaba factura. ¿Qué estará pasando?
No entiendo por qué algunos quieren volver a ese refugio, ni siquiera puede llamarse así, ya quedó claro que no puede refugiar a nadie realmente... ¡Tenemos un bosque! ¡Vida! Todo lo que soñamos... Un futuro real.
El botánico seguía a la caravana sumido en sus pensamientos, odiaba pensarlo, pero poco a poco se convencía cada vez más de que tendría que ponerse firme y convencer a aquellos que el refugio era un caso perdido, así tuviera que pelearse con Lily después de todo lo que pasaron.
Hay que volver al refugio, si... Solo para ir a buscar la reserva genética de semillas, material bibliográfico y la tecnología que sea rescatable... Y nada más... La gente tiene que vivir en el bosque... Protegerlo...
Organa se acercaba a compartir sus preocupaciones, Bill ni siquiera lo había considerado, después de todo, era un hombre de libros, pero todo indicaba que más temprano que tarde los esclavistas les darían alcance.
¡Lily! ¿Tú...?
Parecía que la muerte de su madre había encrudecido el carácter de la pelirroja, mostraba dureza y determinación en aniquilar a los esclavistas.
No puedo culparla, además tiene razón, con ellos existiendo el bosque nunca estará a salvo tampoco.
-¿Estamos lejos de la zona de los manglares?- Preguntó a Organa. -En ese terreno tendrían que quitarse la armadura pesada que llevan o vérselas complicados para moverse, o inclusive...- Una idea se formaba en su mente, y la dejó entrever con una sutil sonrisa. -...para trepar.- Sabemos en qué zona anidan los mokmoths, después de todo. ¿Sería demasiado alocado conducir a los esclavistas hacía allí?
Organa miró al grupo. Ella estaba acostumbrada a moverse deprisa y entre los árboles, a ser dura, a pesar del sufrimiento, pero llevaban una carga demasiado pesada para huir indefinidamente.
Miró a Lily sorprendida, pues no había esperado una reacción así por su parte, pero al menos hablaba con lógica pues ella de verdad creía que no había otra alternativa que enfrentarse a ellos.
Al oír la voz de Bill, se giró hacia él.
-No están lejos, pero tendríamos que reanudar e incrementar el paso para llegar y cuando lo hagamos, no sé de cuanto tiempo dispondremos para preparar algo. Por otro lado, aquí somos muy vulnerables. Dudo que podamos defendernos. Así que sí, quizás sea mejor seguir hasta los manglares. Además, allí no estaremos solos y quizás sea la compañía que necesitamos.
Hablaba, obviamente, de los mokmoth, que había sesgado la vida de los radianos pero que quizás fuese su única oportunidad.
La parada había sido un momento ideal para que todos los presentes se pusieran de acuerdo. Quizás Billy pensara en los bosques y plantas, pero la pelirroja añoraba su cafetería perfectamente decorada, con la gramola sonando de fondo mientras servía café y tortitas de desayuno. Recordaba su cama, con un muy mullido colchón y, por supuesto, las duchas jabonosas que dejaban su cuerpo tan limpio como aromático.
¡Cómo añoraba su refugio! Y allí estaban, en medio de la nada pensando en matar a los esclavistas que los perseguían, y es que si no buscaban el encuentro, pasarían toda la vida huyendo y con miedo, mirando hacia atrás para que un grupo de desconocidos no les diera alcance Esa situación debía revertirse cuanto antes.
- Sí es buena idea ir a los manglares. Está demostrado que allí nosotros sabemos qué podemos encontrarnos, pero ellos no. El problema es la gente que esté debilitada. Debemos idear un plan para ayudarles - Miró a Lucke y comprendió que no estaba al tanto de nada. Pero, ¿cómo explicarle la situación?
La pelirroja hizo mímica, señalando el camino por el que iban a ir, movió los brazos como si nadase y juntó las manos y las abrió, como si fuese una boca gigante. Quizás así supiera que iban a los manglares, con bichos grandes debajo de las aguas. Luego señaló a sus espaldas y volvió a señalar la ruta que seguirían, como indicando que iban a llevar a la gente de atrás hacia adelante. Puede que el radiado varón no tuviera idea de lo que le decía, pero nadie podía negarle que se esforzaba en que le entendiera.
-¿Kah?- Dijo Freak a Lily.
¿Qué hace? No es buen momento para hacer aeróbicos, aunque ahora entiendo por qué Lily siempre tiene el cuerpo tan... Fibroso, jeejeee.
Lily movía los brazos como si estuviera nadando, y también mordía el aire con la boca, quería explicarle a Freak qué es lo que planeaba el grupo, pero el radiano entendía otra cosa.
-Kohhh..- Hmm, mi pobre mi Lily... Yo también tengo hambre, pero debo de haber comido más porque lo estoy aguantando mejor. -Kaeh... Kaeh... Kaaah...- Le daba palmaditas en un hombro para darle consuelo. Ya falta poco, tranquila.
Pero la pelirroja siguió con sus señas, y marcó el lugar por donde venían sus perseguidores, luego a donde irían ellos, y entonces esas brazadas y mordiscos al aire cobraron todo el sentido del mundo para Freak y se le heló la sangre.
Ay, no... Nonono... Por favor, no.... -Kiiuuuuhhh.- Musitó angustiado.
-Muertos por muertos, no hay nada que perder...- El grupo ya se había plantado ante el peligro en el escape de la cueva, preparados para morir. En aquel momento la amenaza había resultado transformarse en una cara amiga, Liam, pero algo le decía que su cuota de suerte ya había acabado, y el inevitable enfrentamiento llegaría.
Abandonar a los más debiles no es una opción.
-Entonces, lo primero, reanudar la marcha.- Bill miró a los esclavos liberados, algunos parecían recostarse a descansar aprovechando aquel momento en el que se detuvieron. Joder... Esta gente ya parecía exhausta desde antes, cuando los vimos por primera vez. Pero... Si tan solo hacen un esfuerzo más... -Lily... tenemos que persuadir a esta gente de continuar, tu siempre has sido hábil para las palabras, ¿Qué les decimos para inspirarlos a seguir?- Se quedó mirando a la pelirroja esperando a ver si tomaba la iniciativa para dar un discurso que realce la moral y voluntad de todos.
Andrés había estado oyendo toda la conversación y por lo que le pareció entender, estaban condenados. No sabía como los demás mantenían aquel ánimo, porque a él le parecía que estaban más cerca que nunca de ser atrapados. ¡Jamás lo conseguirían llevando a tanta gente detrás!
Pero no podían dejarles allí, eso sería peor... que no haberlos traído.
Tenían que moverse... o perecer.
Así que su voz terminó por elevarse, más allá de todas las demás, comentarios, quejidos por el cansancio y el agotamiento, y pensamientos derrotistas.
-¡ESTÁ BIEN, ESCUCHAD! ¡ESA GENTE VIENE DETRÁS DE NOSOTROS! QUIEREN ENCERRARNOS O INCLUSO ALGO PEOR. TENEMOS QUE SER FUERTES Y CONTINUAR LA MARCHA. NO MUY LEJOS DE AQUÍ HAY UN LUGAR EN EL QUE PODREMOS HACER FRENTE, PERO AHORA, DEBEMOS SEGUIR ADELANTE. AQUELLOS QUE ESTÉN MÁS DESCANSADOS O TENGAN FUERZAS, QUE AYUDEN A LOS DEMÁS, PORQUE NO VAMOS A DEJAR A NADIE. NADIE SE QUEDARÁ ATRÁS.
Parecía como si Andrés hubiera revivido de su letargo, quizás comprendiendo que aunque existían muchas posibilidades de morir, también había alguna de sobrevivir... pero no allí, no si se quedaban.
Después de hablar, observó a todos durante unos segundos, antes de pronunciar dos palabras más.
-¡¡EN MARCHA!!
La gente no se esperaba aquello y reaccionó, primero con cierto estupor, mirándose entre ellos sin saber muy bien que hacer, y después poniéndose en pie, ayudándose unos a otros y mirando a Andrés como si él fuese el nuevo líder, o al menos el que necesitaban.
Rose se acercó a Bill y le abrazó.
-Parece que no necesitábamos demasiado, solo alguien que nos recordase que aún había esperanza -le dijo a este, expresando lo que los demás parecían estar pensando.
Era una esperanza muy frágil, pero tampoco disponían de mucho más a lo que agarrarse y sabían que la batalla final se aproximaba. Pero aún tenían confianza. Andrés y todos vosotros, se la habíais devuelto.
Mientras que Freak lamentaba lo que Lili le decía, que iban a regresar donde las criaturas acuáticas, algo que inicialmente le costó entender. Andrés tomó el liderazgo del grupo tras la petición formal que Bill le había dicho a la pelirroja, que dijera unas palabras de ánimo.
Ella normalmente hablaba y consolaba a pequeña escala, nunca de manera general, por lo que inicialmente se vio abrumada ante la propuesta. Aunque bien era cierto que su mayor sueño era ser supervisora, y para eso debía antes demostrar ciertas dotes de carisma a nivel general.
- Como bien ha dicho Andrés, esa gente nos persigue y desea hacernos daño. ¡Pero no debemos tener miedo! Somos más y podemos organizarnos. Solo hay que llegar a un punto, en esa dirección - Señaló el sitio - Para que podamos tenderles una trampa, y así acabar con ellos para siempre - Miró a sus familiares y amigos - Siempre fuimos una gran comunidad. Hoy es momento de demostrarlo. ¡Caminemos! ¡Luchemos! ¡Venzamos!... - Y ante el ánimo que Montenegro había infundido, ella comenzó la marcha posicionándose al lado del hombre, con la mejor sonrisa en sus labios - Me encanta verte con tanta energía. Necesitábamos a alguien que diera el disparo de salida...
La pelirroja se giró y observó a Bill con Rose. Así como Lucke caminaba cerca de ella, ayudando a quien podía. Le encantaba cómo era, siempre dispuesto y atento. No pudo evitar pensar que si él hubiera nacido como Bill, tendría a muchas mujeres interesadas en ser su esposa.
No deberían ser tan frívolas... Un momento, ¿y por qué yo no me he interesado antes por él?...Maldita sea... ¿Soy frívola?... Es el hombre con quien más segura me siento, además de con mi padre y hermano, me cuida, me hace reír, me consuela, me protege....
La pelirroja pestañeó un par de veces antes de darse cuenta de algo. En realidad Lucke para ella había sido un golpe de suerte en su vida.
Oh no, Lucke, no te dejaré escapar...Tengo que conquistarte....
Patrocinado por Disney: La bella y la bestia versión 2.0
Andrés había tomado la iniciativa de animar al grupo, y Lily le seguía detrás, parecía que la gente ya estaba determinada a luchar por sus vidas.
Rose se acercó a Bill a decirle unas palabras.
-Si, mi amor... cuando la tiranía es ley, la rebelión es orden, y como dices, parece que solo hacía falta una chispa para volver a encender la esperanza de la gente.- La abrazó.
Cuando reanudaron la marcha, se acercó al grupo.
-Vamos a necesitar agrupar a los más fuertes y capaces para el plan, frenarnos a esperar a que los esclavistas nos den alcance y desviarlos hacia el nido de mokmoths mientras los más débiles siguen hacia la aldea de los árboles.- Bill sabía que su grupo de amigos estarían entre ellos, había comido bien esos días y no habían padecido el trabajo forzoso en las minas, pero no podía decir lo mismo de los demás. Miró a Liam y a Rose, ellos habían estado entre los esclavos y podían conocer más a los demás. -¿Quienes podrían ser?-
Uy qué bueno, justo a eme.había caído el internet y pensé que había perdido el post de Bill.
Oh no, Lucke, no te dejaré escapar...Tengo que conquistarte....
Notas de juego
Patrocinado por Disney: La bella y la bestia versión 2.0
XDD
Freak no podía oír lo que decía Andrés, pero si podía ver los ojos de las demás personas que parecían vigorizarse al escucharle. Luego Lily hizo lo propio, y ahora todos la miraban a ella, todos iban a notar lo hermosa que era.
Y si ahora que la ven con detenimiento y descubren su personalidad... ¿alguno se enamorará de ella? ¿Cómo podrían no hacerlo? Tendrían que estar locos. Maldita sea.
Freak recordó aquel momento luego de llegar a Finger Town, en el que mientras los demás conversaban con Layla, él fue a dar un paseo en las afueras, entrando a una casa abandonada donde descubrió dos esqueletos que parecían haber estado abrazados al morir. Esa clase de amor y compañerismo, ¿Podré darlo y recibirlo alguna vez? Miró sus nudillos, todavía había alguna leve cortadura a medio cicatrizar del corte que se hizo cuando rompió el espejo que le devolvió su reflejo en aquella ocasión.
Quizás alguien tan grotesco como yo, no pueda tener derecho a esa clase de amor... Pero Lily es buena... Pensó, mientras apretaba con mucha fuerza la empuñadura del bate de béisbol y el machete del Supervisor. Y si tengo que hacer cosas de monstruo para que ella pueda vivir y encontrar ese amor que la haga feliz... seré el peor monstruo de todos.