Partida Rol por web

Fantasía

Capítulo 1: Los plañidera de Amaris.

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08/01/2022, 04:36
Elof Björgsson (Pj libre)

El que el mismo Elof fuera el que le dijera a Kel que me hiciera caso, me dió cierta sensación de autoridad, tanto como para hacer una pequeña sonrisa en mi rostro en toda esta situación en la que estábamos metidos. Nuevamente me concentro en Kel, quien de a poco parecía volver a concentrarse, aunque sea a medias en su trabajo.

Valak nuevamente llama mi atención, y al escucharlo llego a fruncir más el ceño al igual que ladeo un poco la cabeza. -¿Más?... Oh por la Diosa...- Murmuré por lo bajo en una mezcla de nervios y fastidio, respirando profundo antes de soltar despacio el aire de los pulmones, colocando mi mano en la espalda alta de Roy y haciendo que se encorve más hacia el frente.

Pero con esa misma presión que ejercía sobre su espalda nuevamente mi atención va hacia Valak, el cual observo como de la nada una cuerda de luz se crea y me la lanza. Extendí la mano y la cogí en el aire como si fuera nada, antes de sentir como la "textura" de esta de pronto se trataba de escurrir de la mano. Casi me tomaba por sorpresa, pero fue gracias a mi reacción fue que "estrangule" la cuerda, aplicando toda la fuerza del mundo. Sentía como si está tratará de tirar de mi, pero luego de un fuerte tirón recobraba el control, aún manteniendo mi presión de la otra mano sobre Roy.

Con tantas cosas que pasaban ya empezaba a sudar, a sentir esa presión, al miedo de la violenta tormenta asesina tocando la puerta reclamando por las almas de los que no pertenecían en este plano. Y aún a pesar de todo, el verdadero espectáculo, lo que se robaba mi atención era Kel. Estaba entrando en pánico, en verdadero pavor mientras pequeños vistazos de recuerdos aparecían en el círculo, imágenes que con solo parpadear te las podrías perder tal y como me sucedían... No sabía en qué punto eran recuerdos de Kel, del Espíritu, y si acaso alguno llegaba a ser de Roy, pero en definitiva algo así ya me estaba causando algo de dolor de cabeza. Pero lo peor fue esa sensación reptando de mi interior, como las náuseas inmensas que me dió en el viaje a Amaris en esos barcos voladores la primera vez que ví hacia el suelo y la muerte segura que me esperaría al caer, un escalofrío desagradable de pies a cabeza que se iba arrastrando cuál babosa, lenta pero decidida por mi cuerpo antes de desaparecer.

No sabía cuánto había pasado desde el inicio de todo esto, ni lo que había visto, desde ese momento era una laguna mental con pequeños montones de tierra que sobresalían del agua con las imágenes que había al frente mío y las palabras de Valak... Mis brazos me dolían, la cuerda de alguna forma parecía haberse extendido y parecía pesar igual que un jodido barril. Todo parecía calmarse por un momento mientras el Espíritu aparecía frente a Kel, la que trataba de reconfortarla, justo antes de abrazarla y de que alguna forma se sumerja en ella. El pánico apareció en mi rostro al ver el acto mientras Valak solo parecía dar por acabado todo. Separé mi mano de Roy y solo me quedaba el gran esfuerzo de la cuerda, con esa cara nerviosa en mi rostro mientras solo asentí con la cabeza a Valak sin decir nada.

Eventualmente cada uno fue saliendo y solo me encargaba de sostener la cuerda, hasta que, con una vez Valak fuera, ya todo había terminado. -N-Necesito un trago... Y buena comida.- Me senté en mitad de la calle y me llevé ambas manos en el cabello, hundiendo mis dedos en el cabello, permaneciendo en esa posición por un rato. -¿Entonces, vamos a quemar lo que queda de la mansión o qué?-

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05/02/2022, 16:09
Kel de Amaris

Kel sentía la cuerda asfixiando su cuello, sus manos estaban vacías, o eso creía, pues de repente sostenía una cuerda entre ellas, que inconscientemente había puesto alrededor de su cuello. Conforme la sombra crecía, la cuerda se movía entre sus manos. Su dueño la llamaba, la invocaba a su presencia, habiendo encontrado la rendija por la que infiltrarse y estirar sus cadavéricos dedos hasta ella.

Buscó a Valak con la mirada, desesperada. Pocas veces Kel había lucido aquella mirada en los ojos, pero le sentía, acercándose, cercándola como un animal herido y acorralado. Buscó a Valak aterrorizada, pero solo las paredes de aquella mansión le devolvieron la mirada. Todos habían desaparecido, Roy, Elof, Valak y el espíritu, todos menos ella y el silencio. Y en ese silencio un repiqueteo diabólico la hizo gritar de puro terror. Se acercaba y Kel salió corriendo, atravesando la puerta que tenía a la derecha, pero cuando cruzó el umbral, vio abrumada que estaba en el mismo salón del que acababa de salir.

- No... -murmuró de forma entrecortada entre asustadas respiraciones.

Corrió en otro dirección, buscando otra puerta, mientras el repiqueteo la seguía incansable, pisándole los talones. Cruzó el umbral y la fuente se dibujó de nuevo frente a sus ojos. Las sombras empezaron a engullir la estancia, corrió de nuevo, con el mismo terrible resultado.

- ¡NOOOOOOO! -gritó desesperada.

Y entonces lo vio... aquellas diabólicas pupilas amarillas, brillando emocionadas, deleitándose con el anticipado sabor de su presa.

- No... -sollozó de nuevo, dejándose caer al suelo, sometida por la mirada de su dueño- ¿Valak dónde estás? -sollozó acurrucándose sobre sí misma.

Y todo desapareció. El telón cayó pesadamente devolviéndola a la realidad, dejando su cuerpo sudado y tembloroso derrumbándose contra el suelo; agotada y sin energía.

Astaroth se inclinó sobre ella y acarició su pelo. Miró a Valak alejarse y tras la disculpa entre ellos hubo algo, la tensión podía romper el aire.*

- Encárgate de Roy, Elof -le pidió.

El chico no estaba en mejor estado que la capitana. Aquella interpretación en el Velo entre mundos los había agotado hasta la extenuación. La mirada de Roy estaba vidriosa, las lágrimas empeñaban sus mejillas y no podía apartar la vista de Kel, susurrando en voz apenas perceptible una eterna y repetitiva disculpa.

Astaroth cargó a Kel entre sus brazos y mirándola besó su frente.

- Tranquila, no permitiré que te toque, nunca lo haré. Vámonos a casa.

---

Las calles de Amaris estaban inusitadamente tranquilas cuando el Velo se desvaneció antes sus ojos. La luna seguía en la misma posición en el cielo, pues aunque en el plano espiritual habían pasado horas, allí, apenas unos minutos.

Kel con la cabeza apoyada en el pecho de Astaroth, le susurró algo al oído y éste asintió.

- No es necesario Elof, solo hay que llevar al espíritu allí, yo me encargo de llevarla. Adelantaros hasta "La boca del lobo" -mencionó la taberna de mala muerte.**

Sintió que Valak regresaba, pero algo en el interior de Astaroth le gritaba que la protegiera del mago. "Kel nunca supo escoger bien a los hombres de su vida"

Extendió las alas y desapareció en la oscuridad de la noche con la capitana en brazos.

Cuando Valak apareció solo Elof y Roy seguían en medio de la calle. Roy se disculpó torpemente y se marchó, no volvieron a saber de él.

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Astaroth aterrizó frente a la puerta de la mansión abandonada. Dejó a Kel en el suelo y la chica le miró con un gesto cariñoso, antes de indicarle que volviera a su brazo. Lo cierto era que lejos del plano espiritual Asti se estaba alimentado de su propia energía para mantener esa forma y se estaba consumiendo.

- Duerme, yo lo acabaré -Asti se volvió una sombra, dibujándose de nuevo en su antebrazo.

La capitana con paso lento atravesó la oscuridad del umbral. Se apoyó en la resquebrajada madera que se deshizo entre sus manos. Sentía dos latidos en su interior, pero ambos eran ahora calmados, sabiendo que sus pasos les llevaban al fin de una historia.

La casa, antaño esplendorosa, era ahora una ruina conquistada por la vegetación y las ratas que se escondían silenciosas con los pasos de la mujer. Llegó al enorme salón y las sombras la hicieron temblar un poco, pero siguió avanzando, empujada por esos segundos latidos que se habían alojado momentáneamente en su pecho. La fuente estaba seca y el musgo la había cubierto en su mayoría. Kel se acercó a ella y se dejó caer contra la pequeña construcción.

Hay lugares que conservan un eco, sitios que han visto y sentido tanto, que inimaginablemente ese sufrimiento se mantiene entre sus paredes, reverberando como una resonancia infinita condenada a repetirse durante toda la eternidad. De entre las paredes empezaron a formase siluetas de luz. Tímidamente, hombres, mujeres y niños se materializaron en el salón, saliendo del dolor de aquel sonido

- Ahhh -tomó violentamente aire cuando ella abandonó su interior.

La oscuridad tomó forma en el umbral de la puerta. Kel le conocía, era él; lo había visto en su sueño, en el de ella en realidad. El ser hizo crecer la sombra de su figura, tratando de dominarles, de subyugarles de nuevo, de condenarles a ese sufrimiento eterno, pero ellos ya no tenían miedo; ya no.

Clara arremetió contra él y el resto la siguió. Las figuras de luz se abalanzaron abruptamente sobre la que acababa de aparecer en el umbral y la engulleron con violencia. Kel escuchó los gritos, las súplicas desesperadas; pero tampoco sintió lástima y simplemente les dejó hacer, les dejó devorar a su verdugo y llenar el vacío de su existencia con la satisfacción de la venganza. Tomó aire de nuevo y entonces todo acabó, liberando la presión en su pecho. 

"Gracias"

El sonido se escuchó en las mentes de todos, estuvieran donde estuvieran. Ya hubieran seguido a la capitana o hubieran decidido esperarla en la taberna.

Kel sostuvo la petaca que llevaba en la cadera derecha y destapándola con los dientes la apuró de un trago. Se levantó necesitaba más.

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No volvieron a verla esa noche, ninguno de ellos, la capitana desapareció en la noche de Amaris, tratando de mitigar con alcohol un dolor que no se apagaba. Intentado en vano borrar de su recuerdo aquellas dos pupilas amarillas.

Notas de juego

Vuelvo a la carga. Me he tomado la libertad de interpretar a Roy ya que el jugador está sobrepasado y por ahora deja la partida. Hemos decidido dejar su pj por si en algún momento quiere volver. Por ahora se va traumatizado a su patria.

* Valak te pongo un privado.

** Podéis seguir a Kel y Astaroth si queréis y podéis ver todo lo que ocurre en la casa. Lo que es inamovible es que ella desaparece esa noche, ya que esa parte está enlazada con un prólogo que ya está escrito.