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Final Fantasy: El destino del héroe

Prólogo

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15/07/2022, 06:58
Saphir Ihma

Moverse entre el gentío era algo complicado — o mejor dicho, molesto — pero en cuanto el grupo encontró su lugar en la plaza, Saphir pudo desentenderse mejor de la comitiva y dedicarse a admirar sus alrededores. Definitivamente nunca había visto un ambiente tan colorido y florido, además de que la arquitectura le pareciera curiosa. Ya tenía ganas de cerrar el asunto que les había llevado hasta allí para poder perderse por la ciudad el resto de días que les quedaban antes de volver. Quería poder visitar los centros culturales y religiosos más destacados, vivir de primera mano la rutina del lugar y sus festejos y compartir ideas con los lugareños. No podía esperar quitarse a Baadu y los demás de encima por unos días. Pero mejor centrarse en la tarea y dejar las ensoñaciones para cuando todo hubiese terminado. 

Se dedicó por entero a observar la tarima con atención, esperando ver de un momento a otro a los líderes de aquella comunidad. En cuanto los localizase, esperaría a un buen momento para pedir una audiencia con el señor de las tierras, el consejo o algún mísero representante con quien tratar asuntos de Estado, como mínimo.

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15/07/2022, 10:01
Lavinia

Tio Amet era dado a las muestras de cariño de puertas para dentro, así que el abrazo le pilló por sorpresa; allí, delante incluso de la comitiva problemática. Aguantó el tipo, pero se propuso hablar con él sobre el tema al regresar.

Y, con ese pensamiento, “regresar”, se olvidó de su propósito. Porque se había hecho a la idea de que, con toda esa gente, se perdería el pregón inaugural y las funciones callejeras. Las mesas y la cola auguraban actividad hasta la mañana siguiente de manera interrumpida. Lavinia tardó poco en regresar a la cocina a asegurarse de que nada se quemaba antes de irse, colgó el mandil en el perchero, recogió su cayado y bolso, y se marchó tras darle un beso en la mejilla a Amet por sorpresa mientras estaba distraído con otra mesa. Su particular venganza.

— Que te sea leve la noche —le deseó.

El ambiente al salir a la calle cambió radicalmente. No solo las flores tenían vía libre para tomar las fachadas pintándolas de vivos colores; sino que hasta la hierba podía crecer entre los adoquines sin que nadie la arrancara de un puñado. La marea de colores vivos de buganvillas desembocaba en la plaza, a punto de florecer. Los aromas se confundían entre jazmines y damas de noche, y la fusión de todo aportaba al aire una frescura nueva que eclipsaba por completo a la civilización.

Lavinia nunca se había sentido tan entusiasmada. Ni siquiera le molestaba la multitud, tan agobiante entre las cuatro paredes de la taberna, y que en la calle apenas dejaba espacio para avanzar. Parecía que, como abejas, todos iban al mismo punto, a la plaza central.

Ella no iba a ser menos.

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15/07/2022, 21:42
Kallista Skyfall

Había cometido doble falta, primero había hecho sentir viejo al hombre que le pidió ayuda, aunque no llegara del todo a entender porqué. Eran tiempos en dónde la gente tenía hijos desde muy temprana edad, ya varias veces su familia le había advertido que en vez de trabajar tanto debería estar pensando en formar una familia. La segunda falta fue con el Lalafell, y luego se quejaba de Dronn, ella misma que no había podido distinguir a un niño de un mago, al menos ahora entendía el gracioso gorro negro. En otra ocasión se hubiese reprendido por sus errores por un largo tiempo pero ahora tenía cosas más importantes que hacer.

- Pequeño no te alejes demasiado- se acercó al niño y tomó su mano con firmeza- así es más seguro, hay mucha gente y es fácil perderse. Por cierto ¿Cómo te llamas?

En el centro de la ciudad  el paisaje resultaba tan mágico que incluso Kallista se dejó embriagar por el, los colores, las formas y el aroma de las flores que se mezclaba con el paisaje nocturno le dieron un breve respiro. Observó a su entrenador junto a ella y al pequeño al que pronto ayudó a subir a algún lugar alto para que disfrutara mejor del espectáculo. 

- No creo que exista una ciudad más hermosa que esta- el corazón de la guardia se llenó de calidez- Somos realmente afortunados.

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15/07/2022, 23:14
Raven Drannor

Notas de juego

Por cierto, la parte donde se entiende de que le dieron por viejo, es más bien porque el no cree tener aspecto de alguien bueno quien tendría una familia.

Dato

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16/07/2022, 12:00
Mortimer Bals

Debía reconocer que el festival era muy bello. Su cara no lo expresaba, pero su alma y su corazón de lalafell estaban bailando y saltando, al ritmo de la música de la naturaleza. Y eso se contagiaba a su pie derecho, palmeando ligeramente el suelo mientras contemplaba las flores de las paredes.

Supongo que es inevitable ser quién eres realmente.

Por mi lado pasa la guardia con el criajo el cual me confundió con otro niño ¡Sombrero de pico negro! ¡No muchos niños lo pueden llevar! Además, los niños lalafell son mucho más monos. Suspiro, un pelín harto de la gente, aunque, esta vista me conmueve.

Justo donde estaba él, en el centro de la plaza se encontraba la camarera de la taberna. Esa mujer me había caído en gracia.

Vamos Morti. Habla con ella, aunque sea humana.

Decido acercarme, despacito, caminando de lado. Cuando estoy cerca suya, mis manos se balancean y comienzo a silbar bajito una canción lalafell que pensé que se me había olvidado.

... Echo de menos mi pueblo.

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16/07/2022, 16:16
Lavinia

Las conversaciones entre la muchedumbre vibraban en el aire como abejas en torno a las flores. Lavinia procuraba no meterse en ninguna de ellas, no entender las palabras, sino mantenerlas de fondo al igual que un riachuelo en medio de la naturaleza viva.

Hasta que un pequeño ruiseñor canturreó a su lado. Lo buscó con su mirada de un solo ojo, pero en lugar de encontrar un pájaro, halló otra pequeña criatura vestida por completo de negro.

Prestó atención a la melodía de su silbido. La melodía le traía imágenes consigo del calor del hogar de la taberna, el olor a jabón de sus mantas en las noches de invierno, el canto de los pájaros en el alfeizar de la ventana de su habitación… Rememorarlo ensanchó su sonrisa.

— ¡Hola! —en parte le saludó en contra de su voluntad. A Lavinia le hubiera encantado seguir escuchándole, pero había algo en él que le resultaba muy familiar y no quería parecer maleducada —. ¿Qué canción es?

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17/07/2022, 11:10
Mortimer Bals

Una voz familiar interrumpe mi silbar y mi recuerdo del pueblo. Cuando alzo la mirada, me topo con la camarera de la posada, cuyo ojo derecho estaba también tapado por un parche ¿Una maga negra? Nah, no era propio de los magos negros vestir así y dedicarse a servir birras en una posada. Aún así, me sonríe. Y me ha preguntado por la canción que estaba silbando. Mi yo interior sonríe.

- No... no tiene título. Es una canción infantil que nos enseñaban en mi pueblo. Estábamos  en mitad del campo y los críos solíamos salir a correr por las cercanías del bosque, las praderas. La canción evoca todo eso... - hago una pausa, mirando al suelo. Y sonriendo.

- Tiene letra. Di... dice así:

Oh bosque, acógenos,

oh llanuras, acógenos.

Bosque, junto a los mus.

Llanuras, junto a los chocobos.

¡Pero ojo con adentrarse en el bosque!

¡Pero ojo con extenderse por las llanuras!

Termino de cantar y lanzo una medio sonrisa. Hacía muchos años que había entendido el significado de la canción.

- Así se repite una y otra vez. Éramos niños, inocentes. No creíamos que los monstruos se acercarían tanto a nuestra aldea. Que no lo hicieron. Pero allá en el bosque... Allá en las llanuras, los había. A montones.

Cuando termino de hablar, la sonrisa se ha desvanecido de mi rostro. Pero no iba a quedar así la conversación. Mi madre no me crió para que fuera un mal conversador.

- Gr... gracias por servirme la cerveza. Te dejé algo de propina...

Notas de juego

Como solo me escucha Lavinia pues... ^^U

A propósito, esto es un mu:

P.D.: ¿Vosotros veis la imagen? Porque yo desde la vista fuera del editor no la veo y sin embargo en el editor SÍ la veo...

P.P.D.: Al fin se ve!!! He estado a punto de explotar. 

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17/07/2022, 20:11
Lavinia

Lavinia cerró los ojos y evocó las imágenes en su mente. Desconocía el aspecto de unas llanuras y tuvo que remitirse a la descripción que leyó una vez en un libro. Hasta se atrevió a tararear un poco, a pesar de que no era algo que se le diera especialmente bien.

Pero mencionar el bosque era atraer un pitido a sus oídos. Así que acabó abandonando su empeño en imitar a su recién conocido amigo y atendió a su explicación.

— Lo siento mucho —y lo sentía, de verdad. Le había visto demudar de expresión y ella no quería que cambiase su ánimo por su culpa, mucho menos en un día de festejos como aquel. Le invadieron las ganas de darle un abrazo, pero no dejaba de ser un desconocido y no quería hacerle sentir violentado. ¿Qué podía hacer para ayudarle en ese momento de vulnerabilidad? —. Si te sirve de consuelo, te entiendo.

Más de lo que podía admitir. Pensó en el bosque, en su primer recuerdo. Se deshizo del pitido continuando con la conversación:

— ¡Gracias por la propina! Yo espero que estuvieras cómodo con nosotros —le tendió la mano —. Me llamo Lavinia, por cierto. ¿Y tú?

Notas de juego

Anda que no maté de esos en el Crystal Chronicles xD

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18/07/2022, 12:41
Mortimer Bals

Lavinia... Qué bonito nombre ¡Agh, Morti! ¡Eres un mago negro! No hay nada más bonito en el mundo para ti que la magia negra.

Pero debía reconocer que era muy bonito el nombre. Aprieto mis pequeños puños hasta que cojo aire y me relajo, soltándolo. La miro, con una ligera sonrisa en mi rostro, observando su mano. La cual agarro con suavidad y le choco.

- Mortimer Bals, mago negro. Encantado - le digo, en un susurro.

¡Morti tonto! ¡A lo mejor no te ha oído!

¡Cállate, cerebro! ¡No tiene que oírme!

Sí, tenía que oírme. Si iba a ser mi nueva amiga, debía saber mi nombre.

¿Amiga? Hmmm sí, quizás...

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18/07/2022, 12:58
Lavinia

Un mago negro.

¡Un mago negro! Lavinia no recordaba haber tenido nunca antes a uno de su clase delante. O al menos, que lo admitiera tan abiertamente. Pero si había escuchado las gestas que cantaban los bardos, los relatos de los viajeros que habían sido testigos del inconmensurable poder que portaban consigo. No podía ni imaginarse la carga mental que debía suponer conocer tantos hechizos y saber manipular la energía mágica. Apenas pudo disimular que se había quedado algo boquiabierta con su presentación. Ella tonteaba también con la magia, sí, pero desde luego no a ese nivel.

Sin embargo, no era un mago negro sin nombre que había arrojado una lluvia de meteoritos contra un monstruo que amenazaba al mundo. Tenía nombre y apellido. Con un agarre de mano firme que contradecía su diminuto aspecto. Y que además, silbaba muy bien.

— Estas muy lejos de tu hogar, entonces, Mortimer. Si necesitas guía, o alguien con quien hablar, me ofrezco voluntaria.

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18/07/2022, 17:13
Mortimer Bals

Se queda ligeramente embobada antes de volver a hablar.

Vaya, parece que ya tienes una fan.

¡Calla, cerebro!

Pero, al decir que se presenta como voluntaria para hablar o ser mi guía... no puedo evitar sonreír ligeramente. Bajo la cabeza para ocultar mi cara con el ala del gorro. Me había puesto rojo ¿Era así cómo se sentía el cariño ajeno? Se me había olvidado de tantos años en la academia, nada más que viendo rivales y enemigos por todas partes.

Cuando subo la mirada, había logrado contener mi rubor. Aunque aún sonreía. Y mirando su cara, ahora me daba curiosidad su parche ¿Sería maga? Nah, no creo. Los magos negros teníamos los ojos amarillos. Probablemente estaba enferma o incluso ciega de un ojo. En todo caso, debía ser educado.

- Gr... gracias. Por cierto ¿Por qué llevas parche?

¡¡¡MIERDA MORTI, TÍO!!!

- ¡N... no quería preguntar eso! Disculpa...

Notas de juego

Perdona master si esto te supone una molestia. Es un poco mi culpa, mis disculpas ^^U

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18/07/2022, 18:00
Lavinia

Lavinia no esperaba esa salida, sin duda. Le cambió el color de la cara al rojo sanguino y, sin poder controlarla, se le escapó una mueca parecida a la que pondría cualquier al morder un limón. Por perder, perdió hasta temperatura, que se le escapó por los pies.

El ojo. Miró hacia otro lado. No estaba molesta, solo sin palabras, por eso tardaba en responder. ¿Qué podía decirle? ¿Así nací? No, porque no recordaba su infancia ni adolescencia. ¿Se lo hizo alguien? Tres cuartos de lo mismo. Era un misterio para ella, y decirlo en voz alta era invitar a la gente a que hiciera sus hipótesis.

Hipótesis que, en lugar de tranquilizarla o quitarle importancia, le suscitaban más preguntas.

Por otro lado, estaba incómoda porque ella misma se había metido un poco donde no la llamaban. Ella le había preguntado por la canción y había removido algo doloroso dentro de Mortimer.

Un secreto incómodo por otro secreto incómodo. Sería lo justo, ¿no?

Se agachó quedando fuera de la vista del gentío, abrazándose las rodillas. Hablar a esa altura le daba la impresión de que hacía más difícil para los demás escucharles. Que quedaba entre los dos.

— Me falta un ojo de verdad. —le susurró en el oído —. Llevo el parche para no asustar a la gente. Da bastante impresión.

Ella se había fijado en el suyo, pero bastante habían removido por el momento. Si preguntaba, se sentiría obligada a admitir algo más. En su lugar, le tendió el puño apretado levantando el dedo meñique.

— Parece que somos colegas de parche.

Un buen observador se daría cuenta de que le temblaba un poco la mano. Pero la afianzó con una sonrisa que gritaba a los cuatro vientos: “por favor, no te asustes”.

Notas de juego

¿Y la vidilla que le estamos dando a esto?

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18/07/2022, 23:38
Raven Drannor

Había salido tranquilo de la posada, con el chico en manos de un soldado estaría más que tranquilo y le permitiría disfrutar el lugar con tranquilidad.

- Sin duda es impresionante... Diría en voz alta y cerraría los ojos para respirar profundo disfrutando del olor a naturaleza que impregna el aire alrededor, los colores y los sonidos que inundan los sentidos en armonía. Disfrutarías las vistas un poco más y luego me encaminaría entre la multitud hacia la plaza central donde comenzaría el evento principal que el el discurso del señor de Tafeld mientras miro las personas a mi alrededor y todo lo que la ciudad pueda ofrecer.

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19/07/2022, 10:19
Director

Aún tardaron unos cuantos minutos más en ultimar todos los detalles, hasta que finalmente todo estuvo listo y el señor de Tafeld se levantó de su asiento para tomar posición en la tarima, frente a todos. El hombre, cercano a los cuarenta años, tenía el pelo largo y lacio, cayendo a ambos lados de la cabeza de manera algo desaliñada. Tenía una barba y cejas bien pobladas, con la primera comenzando a presentar canas por la edad. Sin embargo, lo más destacable de su aspecto eran sus ojos, de color claro y profundos, que ahora estaban clavados en la multitud.

— Bienvenidos a todos, ciudadanos de Tafeld y forasteros por igual. Me complace recibirles en nuestra amada ciudad en unas fechas tan señaladas como estas. En días como estos nos reunimos todos para celebrar la paz de la que gozamos. - Dejó que el mensaje fuera calando entre la muchedumbre, que poco a poco fue bajando su tono de voz hasta apenas un murmullo de fondo. — Mi nombre, como ya sabrán, es Rheagan Lohman, primer heredero de la casa Lohman y "Señor de las flores". — Hubo algunas risas entre el gentío al oír su presentación, probablemente de aquellos extranjeros que no conocían de la ciudad ni sus costumbres, pero el hombre permaneció impasible en el estrado. — Quizá algunos de ustedes rían al escuchar tal título, pero puedo asegurarles que es el mayor orgullo que jamás he tenido en vida. Después de todo... ¿qué otra nación puede jactarse de celebrar un festival como este? ¿Han visto alguna vez una ciudad tan bellamente construida como esta? Me temo que he de dudarlo. 

Rheagan continuó con su discurso, ensalzando aún más la ciudad y los que habían construido sus edificios. En todas sus palabras se notaba el profundo amor y el orgullo por Tafeld, aunque la mayoría de las veces ponía su esplendor en manos de otros. Alabó a los arquitectos, a los jardineros, floreros y constructores por igual. Destacó la encomiable labor de los comerciantes y taberneros, que se ocupaban de que a nadie le faltara nada en festividades como aquella. Casi parecía que quería dejar todo el mérito en los escalafones más bajos, dejando más de lado en sus palabras a la nobleza y a la realeza, a la que él mismo pertenecía. Aquello hizo que Baadu, el miembro más importante de la embajada diplomática de Beyam, frunciera el ceño con algo de confusión evidente. Se giró un momento para cuchichear algo con sus compañeros, pero tras unos minutos, pareció relajarse. Incluso sonrió ligeramente ante el discurso de Rheagan. ¿Quizá era el primer humano con juicio del que podía fiarse? Casi podía verse en su rostro la expectación por reunirse con él y su consejo.

El discurso del señor de Tafeld continuó por otros derroteros, mencionando la paz que tenían la suerte de disfrutar, y lo mucho que deseaba que aquello siguiera así. El festival de Primavera se conmemoraba en honor a la alegría y la felicidad, y la paz era un elemento imprescindible en aquella ecuación. La gente cada vez estaba más inmersa en su monólogo, hipnotizados por sus palabras. Tenía un carisma extraño de ver en una persona de tan alta cuna, y quizá aquel choque entre realidad e imaginación era lo que hacía que tantas personas estuvieran embobados, escuchando todo lo que tenía que decir.

— Finalmente, pero no menos importante, solo me queda dar comienzo oficialmente al festival. Estoy seguro de que muchos de ustedes ya lo habrán hecho por su cuenta en bares y tabernas. — Más risas del público, reconociendo la realidad. — No obstante, tendrán más tiempo para festejar sin límites, pues el festival se extenderá hasta dentro de tres días. ¡Larga vida a Tafeld! ¡Que comience el festival de Primavera!

La gente comenzó a rugir y aplaudir, mientras del cielo empezaron a llover pétalos de flor, inundando toda la plaza con su fragancia. La gente reía y vitoreaba, siguiendo un coro de "Larga vida a Tafeld" o bien "Larga vida al señor de las flores". Las campanas de palacio empezaron a repicar con fuerza, probablemente sumándose a la festividad. Sin embargo, al oír estas, Rheagan se apresuró a descender del palco, con una expresión intermedia entre confusión y preocupación. Baadu intentó acercarse a él, pero el señor de Tafeld había puesto rumbo a palacio seguido de una escolta de guardias numerosa. 

— ¿Por qué tendrá tanta prisa? Dichosos humanos... - refunfuñó la rata, sintiéndose frustrado en su intento de acercamiento.

Por otra parte, el chiquillo que estaba aún sujeto a la mano de Kallista reía de pura felicidad, intentando alcanzar los pétalos de flor que caían de arriba con la otra mano. La miró con los ojos brillantes y una expresión de jovialidad. — ¡Qué bonito! No me he enterado de mucho pero... ¡Qué chulas están las fiestas! - gritó entonces, girándose hacia Dronn para lanzarle unos pocos pétalos al cuerpo, riéndose por la broma. — ¿Qué hacemos ahora? Mi papá seguirá durmiendo seguro, y tampoco quiero que sigan acompañándome. Seguro que tienen cosas que hacer... - terminó por decir, volviendo a la realidad. A pesar de todo mantenía una sonrisa enorme en la cara, probablemente feliz de no haberse perdido el comienzo del festival de manera oficial.

Notas de juego

Fecha y hora límites: Viernes, 22 de Julio a las 20:59.

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19/07/2022, 11:21
Mortimer Bals

Al parecer, revolví en una herida pasada pero... Parecía que no se acordaba de por qué le faltaba el ojo ¿Le borrarían la memoria? Sé que hay hechizos para eso, pero son de los más avanzados. En todo caso, es igual, ya que se agacha hasta mi altura y se abraza las piernas. Eso era gesto, en todas las razas, de incomodidad... ¡Creo!

- Ya... Siento haber preguntado - y realmente lo sentía. Aunque también siento cierta empatía. No me caía mal. De hecho, era la primer persona que me caía bien en mucho tiempo. Eso hace que mi boca se tuerza ligeramente en una medio sonrisa cuando veo cómo levanta el meñique. Una promesa. Hago el mismo gesto que ella y nuestros meñiques se encuentran, agarrándose con suavidad.

- Colegas de parche - le temblaba la mano ligeramente, pero intento transmitirle mi inusual calma. A pesar de que estaba muy nervioso pero... Mi parche me ayudaba a calmarme. Quería contarle sobre mi parche pero... Demasiado pronto. Si se lo contase, se alejaría de mi. Me consideraría un monstruo. Aunque tampoco es que nos fuésemos a ir de aventuras a campo abierto.

Cuando le suelto el meñique, pongo mi mano en su hombro y asiento - No... No estés nerviosa. No debes estarlo nunca. Sé que es muy fácil decirlo. Pero créeme, no debes dejarte llevar por los nervios. Aunque a veces yo lo hago porque me llaman bajito y me confunden con un niño - debía admitir que eso era gracioso.

¡No, no lo fue!

Cuando  separo mi mano de su hombro, asiento ligeramente y me pongo muy rojo.

- Bueno, eso es lo que le diría a una amiga.

Entonces, un humano que parecía importante se pone a dar un discurso, al cual atiendo.

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19/07/2022, 11:27
Mortimer Bals

El discurso es muy ensalzador. Al parecer, todos los habitantes de la ciudad "querían" a este tal Señor de las Flores, Rheagan. Atiendo a todo el discurso, incluso a sus gestos, lo que es más importante. De vez en cuando le echo una mirada a la mujer de al lado mío (Lavinia) para ver cómo era su reacción.

Entonces, el discurso termina. Y empiezan a sonar las campanas. Y la cara de Rheagan cambia totalmente. Es como una preocupación disimulada, mientras baja del escenario.

Osea que las campanas no son parte del festival. Algo está pasando.

Intento mirar a mi alrededor. Pero no había más que humanos, humanos y... bueno, hombres rata. Le toco la pierna a la humana y le señalo hacia fuera de la multitud, hacia el palacio, como diciéndole "Voy afuera". Me abro paso entre la miríada de piernas humanas, refunfuñando de rabia.

- Paso... Paso...

Cuando llego fuera, intento buscar señales de "algo inusual".

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro Advertir/notar

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19/07/2022, 13:46
Lavinia

Sus palabras tranquilizaron el corazón de Lavinia, abandonando los temores por completo.

— Yo no voy por ahí haciéndome colega de parche con todo el mundo, ¿sabes? Solo con amigos —exageró mucho un guiño. Con un ojo, era la única manera de que la gente se diera cuenta de que se trataba de un guiño y no de un parpadeo normal y corriente.

No pudo añadir nada más, porque comenzó el discurso y volcó toda su atención en la tarima desde la cual daba lugar el pregón. Tomó nota mental de los halagos a los taberneros. Seguro que al tío Amet le haría ilusión saber que se les tenía en cuenta incluso en una situación como aquella, tan embebidos en los quehaceres de una ciudad de trasiego.

— ¡Larga vida a Tafeld! —coreó Lavinia con el resto de la muchedumbre —. No ha estado nada mal, ¿verdad, Mortimer?

Aplaudió como el que más, hasta que escuchó las campanas retumbar. Hasta el suelo bajo sus pies vibraba, aunque bien podría ser imaginación suya por la impresión. Sintió que el color escapaba de sus mejillas.

— Eso no es… normal —farfulló.

Los aplausos y los vítores habían dejado paso a los murmullos y el revuelo fue aumentando a gran velocidad. No cundía el pánico todavía, pero la gente se aprestó a salir de la plaza en tropel. La huida de Lohman los había disuadido de permanecer mucho rato más por la zona. Lavinia tardó en reaccionar. No recordaba la última vez que habían sonado las campanas, si es que lo habían hecho alguna vez desde que ella llegó. Sintió un contacto en la pierna, y para cuando quiso darse cuenta, Mortimer se alejaba, aunque la masa se lo ponía difícil.

— ¡Espera!

Le costaba medir la distancia que había podido sacar de ventaja el Lalafell, y cada centímetro que Lavinia avanzaba iba acompañado de disculpas atropelladas. Consiguió alcanzarle y le ayudó a abrirse paso entre el mar de gente que no se ponía de acuerdo sobre la dirección a la que ir. Estiró los brazos a modo de barrera, como si nadase.

— No te separes, Mortimer.

Lavinia no quiso expresar en voz alta su temor. Que hubiera una estampida de gente que se lo llevase por delante. ¿Dónde estaba la guardia intentando contener la situación?

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19/07/2022, 15:23
Raven Drannor

Vería a las personas terminar los arreglos sobre la tarima y la verdad es que no le sorprende, un festival así requería muchísimo trabajo y más al ser algo que el pueblo necesitaba. Tal vez fue algo apresurado o sobre el tiempo ya que necesitaban mantener la moral alta de los ciudadanos de Tafeld. 

- (Cuando las cosas se hacen así puede significar que hay problemas bajo el telón sin resolver...) Puede que sea por mi tendencia a desconfiar o la consistencia de asoladas experiencias pasadas el que me hagan desconfiar de los discursos o simplemente de las palabras que buscan despertar emociones o convencer pero optaría por solo cruzarme de brazos y mirar directamente a Rheagan Lohman a los ojos digiriendo sus palabras.

No sería de los que se reirían al escuchar su título pues ha estado en muchas ciudades y solo esta cuenta con tan magnífica exuberancia y belleza, los constantes agradecimientos a la casta baja habían sido un detalle llamativo en su discurso que seguro aún se recordará con los años pues para un trabajador es causa de orgullo y emoción que el señor de la ciudad elogie su trabajo frente al pueblo de cualquier forma posible. 

- Vaya . . . Levantaría la vista viendo los pétalos caer y la frescura del aroma que desprenden sería apreciado por mis sentidos, sin embargo el estridente sonido de las campanadas junto a la expresión del señor Rheagan fuera de lugar me darían indicios de que algo estaba fuera de contexto aquí y me lo aseguraría su partida hacia el castillo.

- Por ahora debería salir de la multitud... Sea cualquier cosa lo que esté ocurriendo, prefiero estar fuera de una estampida si es que sucede. 

Salgo de la multitud e intento hacer memoria a ver si conozco el significado de estas campanadas de la ciudad de Tafeld.

- Tiradas (1)
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19/07/2022, 18:35
Kallista Skyfall

Como cuando tenía cinco años, los ojos de Kallista se iluminaban  y su pecho se llenaba de orgullo al escuchar las palabras del señor Lohman. A los ojos de la guardia, aquel hombre era un ejemplo de nobleza, belleza, madurez y armonía. Manos le faltaban para aplaudir cada vez que se daba la oportunidad. No se atrevió a pronunciar palabra mientras lo escuchaba en su lugar hacia callar a todo aquel que estando cerca osara interrumpir tan inspirador discurso. 

Por supuesto todo lo bueno termina, recibió entre sus manos algunos petalos embriagandose con su fragancia, hasta le causó gracia la travesura de su pequeño protegido.  Las palabras del niño pasaron desapercibidas por un momento cuando el repicar de las campanas obligó a Kallista a levantar su mirada, el señor de Tafeld se retiraba apresuradamente y eso levantó alguna de las alarmas de la mujer. Sin embargo acercarse para asegurarse de que todo estuviera bien no era un buen plan. Con tanta gente  buscando volver a las celebraciones sería nadar contra la corriente.

- Pues si tu padre sigue durmiendo, yo puedo llevarte a tu casa- respondió Kallista a las preocupaciones del niño.- ¿Hay algún familiar que pueda acompañarte?- hice una pausa para escuchar su respuesta- Bueno primero salgamos de la plaza o nos van a arrastrar.

Mientras caminaba para alejarse de la muchedumbre, iba guiando a la gente e instandola a que fueran cuidadosos, empezar las festividades con una accidente no sería bueno para nadie. El pequeño Lalafell de más temprano pasó por su lado dándole apenas tiempo para esquivarlo. Detrás de él iba Lavinia, Kallista quizo llamar su atención inutilmente. "Es mejor concentrarme en mi trabajo" pensó, además tenía a un niño del cual hacerse cargo "supongo que así se debe sentir ser madre"

- Por aquí porfavor, no se empujen y no corran.- señaló en voz alta- recuerden la celebración debe ser hecha con responsabilidad y discreción.

Se subió sobre unas bancas para tener más altura y subió con ella al niño no fuese a ser que lo arrastraran y se perdiera.

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20/07/2022, 02:10
Saphir Ihma

Saphir escuchó con atención el discurso de lord Lohman y apreció su arte para satisfacer el criterio de sus súbditos con aquellas palabras. Si era sincero o no, no podía saberlo, pero por lo menos quedaba bien. También se fijó en la reacción de su superior, y es que ver a esa vieja rata conforme con algo era una visión tan extraordinaria como el despliegue estético del festival.
Una vez acabado el discurso observó con satisfacción el inicio bombástico de los festejos y cómo a todo el mundo parecía llenarles de alegría. La marcha repentina del señor de Tafeld, sin embargo, la dejó algo inquieta. Tampoco sabía qué podía significar el repiqueteo de las campanas en ese contexto, y menos si no era su cultura. En cualquier caso suponía que algo de mayor importancia requería de la atención de lord Lohman como para recibirles de inmediato, aunque le molestase tener que seguir esperando.
Excelencia —dijo acercándose a Baadu e intentando hacerse oir entre el ruido de la masa— Si os parece podemos intentar entrevistarnos con los otros nobles... —A la par que terminaba la frase intentó fijarse en los espacios más convenientes para los aristócratas, en caso de que estuvieran visibles y aproximables. De igual forma trataba de seguir manteniendo al grupo unido ya que, aunque fuesen fácilmente reconocibles, la marea de gente los podía arrastrar sin que se dieran cuenta en cuestión de segundos.