Si te concentras, (gracias a una mezcla entre la ira provocada por el dolor y la determinación por querer salvar tu mundo y tus seres queridos), podrás despertar el poder del Gran Invocador.
Como Gran Invocador podrás hacer una tirada de Job con tu dado más alto para invocar a Bahamut en un poderoso alarde de energía que fulminará todo lo que esté a tu alrededor y determines que es tu enemigo.
En tu siguiente post deberás narrar tu despertar como Guerrero de la Luz, vencedor de la oscuridad de los mundos. Y lo más importante de todo, sin la necesidad de un cristal. Sientes que hay alguien más apoyándote.
Si te concentras, (gracias a una mezcla entre la ira provocada por el dolor y la determinación por querer salvar tu mundo y tus seres queridos), podrás despertar el poder de la gran guerrera Berserker.
Como Gran Guerrera Berserker podrás hacer una tirada de Job con tu dado más alto para invocar al espíritu del gran Rey Behemoth, derrotado por tu clan en el pasado, liberando en ti un gran potencial que te permitiría arrasar con aquello que esté a tu paso.
En tu siguiente post deberás narrar tu despertar como Guerrera de la Luz, vencedora de la oscuridad de los mundos. Y lo más importante de todo, sin la necesidad de un cristal. Sientes que hay alguien más apoyándote.
Si te concentras, (gracias a una mezcla entre la ira provocada por el dolor y la determinación por querer salvar tu mundo y tus seres queridos), podrás despertar el poder de la Lancera Suprema.
Como Lancera Suprema podrás hacer una tirada de Job con tu dado más alto para invocar a los ocho dragones legendarios, los cuales canalizarán su poder para ser la Caballero Dragón definitiva, ese potencial te permitiría arrasar con aquello que esté a tu paso.
En tu siguiente post deberás narrar tu despertar como Guerrera de la Luz, vencedora de la oscuridad de los mundos. Y lo más importante de todo, sin la necesidad de un cristal. Sientes que hay alguien más apoyándote.
En ese momento no estaba asustada. Mi mente no tenía tiempo para plantearse el terror de afrontar la muerte porque estaba demasiado ocupada en el insufrible dolor que sentía. Una mezcla de desesperación y frustración hicieron presa de mi espíritu mientras me rendía a las llamas y caía de bruces al suelo.
Ya no había dolor, pero para mi sorpresa no fue por el abrazo de la muerte. Sentía algo dentro de mí, algo poderoso que había despertado en mi interior. Era como si una luz oculta en lo más profundo de mi alma hubiera despertado y me otorgara fuerzas para continuar. Sentía cómo el calor de esta luz me devolvía las fuerzas, y una parte de mí sintió una profunda vergüenza porque al contrario que mis compañeros nunca llegué a creer en la profecía y los Guerreros de la Luz.
Y sin embargo aquí estaba, escapando en el último momento de las garras de la muerte gracias a un poder al que no mostré respeto en su debido momento. Con una disculpa en mi mente a aquellos que vinieron antes de mí por haber dudado de su poder di las gracias mientras dejaba que su luz me envolviera. También pude sentir en esa luz la sabiduría de mis ancestros Cahan, sus luchas del pasado y todo el conocimiento acumulado por el clan de guerreros ahora a mi alcance.
Supuse que mis compañeros estarían en una situación parecida a la mía. Tenía sentido. Por un lado me seguía sintiendo la misma, pero por otro todo había cambiado, como si ahora fuera más fuerte y más sabia. Comencé por apoyar mis puños en el suelo de la azotea para apoyarme de nuevo sobre mis rodillas. No íbamos a caer, no ahora, no tras lo que acabábamos de conseguir. Garland tuvo una oportunidad de oro para acabar con Sláine Mhic Cahan, pero no podría acabar con una Guerrera de Luz.
Con un esfuerzo que antes no era capaz de hacer, hice un ademán de ponerme en pie.
Todo había acabado, estabamos perdidos, y ya nada iba a salvarnos. Según la profecía que mentaba a los cristales, ibamos a ser la salvación de nuestro mundo, ibamos a ser la luz que venciera a la oscuridad... Igual el mundo ya estaba a salvo antes de destruir los cristales y este era nuestro castigo a tomar. Un castigo más que merecido por, en lugar de destruir la oscuridad, la liberamos.
Sin embargo la muerte no llegaba a arrebatarnos la vida... Era extraño cuando el dolor ceso, solo esperaba lo que muchas veces la gente contaba como era la muerte, y sin embargo, una luz calida fue la que me rodeo, haciendome ver aquello que nunca en la vida pude soñar ver. El milagro que me daría las fuerzas suficientes para proteger a mis amigos, la fuerza suficiente para proteger nuestro mundo y los distintos que quedaran vivos según Bariday mencionó... El poder para derrotar a Garland.
Ahora sentía como aquella fuerza recorría mis venas y todo mi cuerpo, haciendome sentir los siguientes pasos a dar en la batalla final. Ahora tenía el poder de una caballera de la luz. No me equivocaba, no ibamos a perecer, somos los guerreros de la luz y como tal...
-¡GARLDAN! ¡ESTE ES TU FINAL! - Grité entre aquella luz que me rodeaba intentando buscar al susodicho, pues esta vez, no iba a derrotarnos. Nuestros poderes en conjuntos iban a derrotarle. Confiaba en ello al igual que en mis compañeros. Por eso aproveché para convocar aquel poder que me había sido otorgado.
-Antiguos dragones de las leyendas os lo ruego, concedme vuestro poder para extinguir el mal que asola nuestro mundo. - Y comencé a convocarlos según levantaba las manos.
Dragón Rojo. Dragón de Hielo. Dragón Aureo. Dragón Calavera
Dragón Tormenta. Dragón Sagrado. Dragón de Tierra. Dragón Azul
¡INTERCED A TRAVES DE MI!
Finalmente, fui cargando con todo aquel poder en dirección a Garland, pues no le dejaría pasar una sola mas
Motivo: Dragones de leyenda
Dificultad: 0
Habilidad: 4
Tirada: 9 9 10
El dado ha explotado: 9 10 10
El dado ha explotado: 4 8 10
El dado ha explotado: 1 2 6
Total: 36 +4 = 40 Éxito
Lito
Ninguna podía entender el dolor que en esos momentos consumían a Laymbra. Ya no sólo era el hecho de estar siendo devorado por las llamas, siguiendo su curso por su carne y expandiendo el dolor por cada centímetro de su cuerpo, sino la lucha interna que sus “amigos celestiales”. Ellos también sufrían, querían salir empujando con fuerza las paredes de la conciencia del invocador, provocándoles heridas internas que peligraban con destrozarle por completo, como si fuera una jarra resquebrajada a la cual iban llenando de agua rápidamente, condensando todo en su interior.
No sabía si la llama de su vida se apagaría antes por culpa de Garland o de sus invocaciones, escupiendo unas gotas de sangre mientras seguía luchando, pero sin apenas fuerzas.
Creía que iba a ser su último aliento hasta que el tiempo, al menos para él, se detuvo por completo. Sus compañeras seguían gritando, intentando escapar del fuego para sobrevivir, pero él estaba helado por dentro, notando un sudor frío en su espalda, el frío de aquél que está frente a alguien con poder, siendo Garland a su lado una hormiga.
Alzó el rostro mirando a la nada, a un ambiente azulado que se había generado a su alrededor mientras los segundos en el mundo real eran horas para él, un estado de ausencia completa mientras las voces se callaban.
Silencio.
Sí, era lo que había estado queriendo desde que comenzaron esa lucha, pero ese silencio era el respeto o temor de los que se callaban cuando una presencia infinita se presentaba ante ellos. Entonces escuchó su voz con total claridad, un tono áspero y grave que se adueñaba por completo de sus pensamientos.
A pesar de todo Laymbra dudó.
Había oído cientos de historias de invocadores, sus experiencias y remedios para paliar con el sufrimiento y el poder que llevaban en el interior, motivo de sus continuos viajes por el mundo. En algunos de esos lugares, sobre todo en enclaves ocultos en las profundidades de la civilización había leído un par de leyendas sobre ésta entidad, tan enigmática y temible como la describían. No sabía si el hecho de ser tan pocos los escritos se debía a que no todos eran aptos de tal poder o, los que habían podido invocarlo, no vivieron para contarlo.
Aunque no la viera notaba el cálido aliento en su hombro, el olor a ceniza y las uñas de sus garras clavándose en su cuerpo, apresándolo para que le hiciera caso. Incluso creyó ver una enorme sombra batiendo las alas detrás suya, como si fuera una pesadilla a punto de emerger.
Sabía que tenía razón, que el poder de Garland escapaba de ellos y sólo algo tan temible y grandioso como el hombre podría combatirlo.
Si miraba a su alrededor todavía podía ver a sus compañeras ardiendo. ¿Estaban muertas? Poco importaba ahora, serían víctimas indirectas de una catástrofe global que debían detener, quedándose únicamente como héroes que recordarían futuras generaciones.
Laymbra cerró los ojos dejando que el fuego siguiera su camino aunque, en esta ocasión, las llamas se tiñeron de color oscuro, casi negro, que ocultaba por completo el cuerpo del invocador.
Escuchó en su interior la carcajada de aquél que va a ser liberado de su prisión incorpórea, gruñendo de placer mientras se adueñaba de todo lo que le rodeaba, devorando por dentro la carne del invocador.
El joven mostró dolor en su rostro, uno que no podía explicar con palabras mientras la agonía le consumía y daba un par de pasos hacia atrás, quedándose justo al borde de la azotea decidiendo así su destino.
Bahamut.
Antes de que pudieran decir nada más o sus compañeras siquiera se movieran, echó su cuerpo hacia atrás dejándose caer al infinito vacío mientras rememoraba toda su vida. Los recuerdos de los viajes, su infancia, el poco tiempo del reencuentro, el orfanato...
El silencio se formó tras la “aparente” suicidio del invocador pero, ¿eso era lo que había hecho? ¿Había sucumbido a Garland prefiriendo quitarse la vida? No tardaron demasiado en conocer la respuesta, apareciendo del mismo vacío una gran corriente de fuego que giraba en su propia base, formándose un torbellino de increíbles dimensiones.
De nuevo una carcajada gutural que todos pudieron escuchar, esta vez sin estar en la mente del invocador, surgiendo del mismo fuego un gigantesco dragón del tamaño del propio edificio.
Motivo: Invocación Bahamut
Dificultad: 0
Habilidad: 4
Tirada: 2 3 3
Total: 3 +4 = 7 Éxito
Ya que tus compañeros han tirado ya, deberías hacerlo tu también para representar tu ataque y el post describiéndolo
¡Ahora toca lucirse!
Mientras me levantaba pude ver cómo mis compañeros habían experimentado un despertar parecido al que yo sentía en mi interior y se habían lanzado al ataque. No podía retrasarme más, pero había algo que debía hacer.
No es que ya no sintiera dolor, era que había encontrado una forma de canalizarlo, emplearlo en lo que realmente importaba en ese momento que era el combate. Igual pasaba con mi rabia, mi frustración, mi desesperación por no perder mi honor o a los que me importaban. Todas esas emociones separadas de mi mente y mezcladas en un torbellino de puro instinto de batalla.
Ser un guerrero del clan Cahan era saber canalizar de forma efectiva todas estas emociones, y no hubo momento en mi vida en que sintiera un vínculo tan cercano con la pura esencia de mis ancestros. Había oído de los ancianos las historias sobre cómo los fundadores de mi aldea habían derrotado a una bestia más antigua que el propio tiempo, dominando su espíritu para crear así nuestro estilo de combate. Ahora podía sentir cómo ese estilo, cómo el poder de esa bestia, se esparcía por cada fibra de mi ser y me daba fuerza. Al igual que mis ancestros había dominado la voluntad de Behemoth.
Sobrevivir no era algo que me importara ya. Había alcanzado la perfección marcial a la que cualquiera de mis hermanos podía aspirar. Mi universo entero estaba hecho para este momento, y aunque me redujera a cenizas merecería la pena con tal de saber que eliminé a mi enemigo sin dejar de él ni el más mínimo recuerdo. Con un grito que salía de lo más profundo de mi alma salté hacia la figura de Garland.
Motivo: Behemoth
Dificultad: 0
Habilidad: 3
Tirada: 2 8 10
El dado ha explotado: 4 5 7
Total: 17 +3 = 20 Éxito
Ante la arrebatadora demostración de poder, Garland retrocedió
- ¿Cómo puede ser posible? - dijo mientras se aferraba a su espada rúnica, sus ojos estaban abiertos de par en par al comprobar como aquellos tres aventureros se habían convertidos en los guerreros de la profecía que realmente traerían el equilibrio al mundo, acabando con el ser de oscuridad plena cuyo único fin es el de devastar cualquier rincón que estuviese bajo sus pies.
- Os debí haber retorcido el cuello en la cueva, pero no volveré a cometer un error así - en ese momento alzó de nuevo su arma con intención de seguir canalizando su estremecedor poder, su resistencia era inhumana, como la digna de un Dios, pero fue entonces cuando aquella presencia que sentíais que os acompañaba se manifestó.
Una silueta espectral se materializó justo detrás vuestra, no sin antes dirigiros una mirada casi oculta por una máscara. Aquellos ojos os resultaban familiares... ¿Zerion?
El caballero espectral coloca la espada a un lado de su cuerpo dispuesto para luchar...
- Ahora te arrebataré tu alma...- aquella voz aunque tenebrosa tenía el mismo timbre que la de vuestro amigo, la de vuestro hermano... ¡desde el más allá había regresado para canalizar su poder junto al vuestro! ¡Los cuatro guerreros de la luz!
***
El poder desatado pasaría a los anales de la historia:
Bahamut, la invocación suprema.
La fuerza de los 8 dragones legendarios.
La implacabilidad del Rey Behemoth
y... la espada devora-almas.
Surcos de sangre recorrieron el cuerpo de Garland como si fuese un macabro dibujo que auguraba una muerte dolorosa, justo cuando los ejecutores volvieron a tocar el suelo, Garland explotó en una corriente de sangre, dejando tras de si un cadáver que comenzó a desintegrarse y a formar parte del propio aire que estaba a vuestro alrededor.
Estabais exhaustos
Bahamut regresó a su plano al igual que desapareció su invocador...
La lanza de Tanya se rompió...
El arma absorbe almas se desvaneció junto con su portador...
y la fuerza descontrolada se debilitó...
Habíais ganado aquella batalla pero... ¿cual había sido el precio? habíais sentido el verdadero poder bajo vuestra mano, pero ahora os lo habían arrebatado, ¿significaba que realmente esa fuente de poder era vuestra?¿o tan solo fue un préstamo por parte de vuestros antepasados?
Aquello marcaría vuestras vidas para siempre, diferenciando entre aquellos que se sentían orgullosos de haber tenido aunque fuese de manera temporal aquel poder, y aquellos que ansiaban volver a tener ese control para sus propios fines.
Debéis narrar vuestras impresiones, ¡Garland ha sido vencido!
¡DEP Laymbra!
No estábamos solos. Zerion luchaba a nuestro lado. Era posible que incluso nos hubiera acompañado durante todo nuestro viaje. Eso era lo que no alcancé a comprender: daba igual el tiempo y el espacio, incluso la muerte, estábamos unidos entre los cuatro. Nunca estábamos solos. Nunca luchábamos solos.
Me sentía elevada. Seguía siendo yo misma pero a la vez no lo era, era algo más. Sentía fluir por mi cuerpo el poder de los Guerreros de la Luz que vinieron antes que yo, y también era capaz de sentir dentro de mí a los ancianos de mi clan. También estaba ahí la bestia que ellos mismos sellaron, prestándome su poder.
Mi gente encuentra su sitio en el apogeo de una batalla. En un combate así, decidiendo el destino de infinitos mundos enfrentándonos a un enemigo con un poder casi ilimitado, me sentía como si estuviera en el mismo centro de la existencia. Por mucha fuerza que tuviera Garland no podría ser capaz de soportar nuestro poder combinado. Nuestro enemigo fue derrotado y su cuerpo se esparció a los cuatro vientos.
Había acabado. Tomé aire de manera pesada. El poder se había replegado y volvía a sentirme como antes de la batalla. Una parte de mí sentía un gran vacío, pero nos enseñan desde pequeños que el poder sin un propósito no sirve sino para corrompernos, y mi propósito estaba cumplido. Por un momento pensé en lo que debería hacer ahora, probablemente lo mejor que podría hacer era volver a casa a relatar tamaña historia para que los ancianos la incluyeran en los anales. No podía permitir que una batalla tan importante cayera en el olvido.
Entonces me di cuenta y todo cambió. No había rastro de Laymbra. Sabía por experiencias previas que los invocadores pagaban un alto precio por convocar a poderosas entidades, y que Laymbra acababa de invocar a la más poderosa de todas. No tenía forma de saber si había caído por la azotea o si su vida ya se había perdido al llamar a Bahamut. Ni siquiera era capaz de comprender si su alma había quedado intacta o de si descansaba en paz.
Cuando vi a Tanya a mi lado, por una vez, me permití dejarme llevar. Abracé a mi amiga de la infancia mientras lloraba la pérdida de otro de nuestros hermanos. Quedábamos dos y ya no teníamos cristales, pero la aparición de Zerion nos demostró que no los necesitábamos para sentir que no estábamos solos.
Aunque había saltado antes de tiempo, vi como alguien más nos empezó a ayudar apareciendo casi de la nada. De seguro podía notar que era Zerion. Había venido del mas alla para combatir una última vez con nosotros, para darnos un empujón y exterminar de una vez por todas a Garland. Era increible el solo hecho de pensarlo. Los cuatro estabamos juntos, cumpliendo una leyenda, una profecía... Salvando el mundo.
Una vez nuestros poderes convergieron en la derrota de nuestro enemigo comun, yo volví al suelo siendo que mi lanza se quebró en mil pedazos. Aún así no bajé la guardia, miré a Garland el cual estaba desapareciendo poco a poco hasta que nos dimos la oportunidad de descansar ya que no volvería a aparecer. Miré al resto de mis compañeros pero... Laymbra también era otro de los que estaban desapareciendo - ¡LAYMBRA! - No podía creerlo. A pesar de todas las enseñanzas que nos habían dado, verlo era mucho más arrebatador que saberlo.
Los invocadores estaban destinados a usar su cuerpo como vasija para los espiritus más poderosos, siendo que el mayor de todos podía quebrar al invocador y consumir su cuerpo. Mis lagrimas ya estaban saliendo cuando miré desconsolada a Slaine la cual fue hacia mis brazos, y yo correspondí al mismo apretando con fuerza. Ahora teniamos a dos compañeros a los que recordar y honrar.
Una vez todo se calmó me retiré de Slaine y le pedí con voz quebrada - Deberiamos... hacer honor a su espiritu, junto a la tumba de Zerion... - Lo que habiamos pasa era digno de contar, pero para mi más importante era Zerion y Laymbra, los cuales ahora solo podrían estar allí descansando y en nuestros corazones por siempre
De repente un chico joven apareció en escena, tenía marcas de hollín tanto en el rostro como en la ropa. Estaba impresionado ante la escena dantesca que vio allí: cenizas, marcas de destrucción y un cuerpo carbonizado.
El chico entre lágrimas se fue hacia lo que quedaba de Cid. Se arrodilló ante él y dio golpes en el suelo.
- Abuelo... abuelo has hecho todo lo que pudiste... - comentaba con una voz desgarradora.
- Ellos han llegado aquí gracias a ti... tu nieto Mid está orgulloso... - siguió llorando al cuerpo. Parecía que aquel joven era también víctima de Garland, el propio nieto de Cid también estaba involucrado en aquella locura interdimensional.
Lentamente, os intentó dirigir una mirada. Él os había reconocido, sabía que erais las guerreras de la luz, o por lo menos lo que quedaba.
- Ya ha acabado, por fin nuestro tormento ha acabado... - miró unos instantes más el cuerpo inerte de Cid a la vez que una voz bastante extraña retumbaba por el edificio.
Sistema de Autodestrucción Activado, diez minutos para la evacuación del personal
Sistema de Autodestrucción Activado, diez minutos para la evacuación del personal
- No hay demasiado tiempo, debo acabar con todo esto, toda la estructura es el claro ejemplo del mal, aquí está la tecnología que permite viajar entre mundos y no debe seguir usándose para fines como éste... yo... yo tengo el corazón lleno de alegría de saber que los antiguos guardianes de los cristales siguen latentes en vuestro interior... - se levantó torpemente.
- Vuestro mundo está a salvo, por lo menos de Garland... os abriré un portal de regreso, será lo último que haga, será la manera de expiar los pecados de mi querido abuelo y los míos. Él no quería que yo traicionase también a Garland y me dejó al margen aunque contribuyese con la construcción de esta tecnología... no quería ponerme en peligro... pero mi conciencia me reclama que use todo lo que sé para salvar todo lo que esté en mi mano - cogió torpemente la mano ennegrecida de su abuelo.
- El poder que habéis liberado forma parte de vuestra zona de límite potencial próxima... lejana a la real que tenéis ahora... pero que tarde o temprano alcanzaréis... de hecho estoy seguro que lo lograréis... ahora por favor, bajad a la sala de abajo, no creo que nos quede demasiado tiempo - la voz indicaba que quedaban menos de 7 minutos, no sabíais cuanto tiempo era, pero estaba claro que no debería ser mucho si Mid, el nieto de Cid, estaba así de apresurado.
Mid os guió de nuevo hasta la sala de ordenadores, con una especie de llave en forma de tarjeta ganasteis acceso a una sala más pequeña pero bastante más ruidosa.
Contenía un artefacto muy extraño para ustedes, rodeado de cables y emitiendo una luz azulada que era totalmente atrayente.
El rostro de Mid a pesar de la situación era de alegría.
- No lo olvidéis... intentad que en vuestro mundo no se repita una historia así, los mundos no deben sufrir las consecuencias de la avaricia humana... en los corazones debe existir generosidad, bondad, amistad, amor... no odio ni afán por controlarlo todo... el poder es un arma de doble filo - pulsó unos cuantos botones tras dejar el cadáver de su abuelo a su lado y la maquinaría comenzó a emitir un ruido aún más insoportable.
- Vamos, entrad, ¡¡¡entrad ahora mismo antes de que todo esto salte por los aires!!! ¡Vivid de nuevo vuestra vida pero sabiendo que tenéis que aprovechar todas vuestras oportunidades para seguir creciendo... no os dejéis embaucar por la desesperación - os mostró una sonrisa afable, la sonrisa que tendría un hijo despidiéndose de su familia.
- Nos veremos allá en otra vida, este es el final de mi fantasía - y en gesto brusco empujó a cualquiera que intentase quedarse allí haciendo uso de las pocas fuerzas que le quedaban a un crío como él.
Lo último que pudisteis ver fue los brazos de Mid cubriendo su rostro ante una inminente explosión, después solo hubo vacío, oscuridad, una oscuridad parecida a la que presenciasteis en la cueva de los cristales... ¿pero sería una oscuridad eterna? no..., aquella oscuridad tan solo era el puente hacia una nueva luz cargada de esperanzas y nuevos objetivos.
Las verdes praderas ahora habían sustituido a las artificiales columnas de metal, la tranquilidad ahora reinaba ante el caos de la tecnología.
Aún no podíais creer todo lo que habíais vivido en un periodo tan corto de tiempo... y la gran pregunta que quedaba era... ¿ahora qué?¿cual será vuestro siguiente paso? Tanto Cid como Mid os habían brindado la oportunidad de que existiese realmente la oportunidad de que siguierais escribiendo vuestra historia, lejos de falsas profecías, lejos de entes malvadas...
Había comenzado el siguiente capítulo de vuestra historia, no como salvadores del destructor de mundos, sino como artífices de vuestro propio destino.
~~ FIN ~~
Ahora debéis narrar el que será vuestro último mensaje en la partida, podéis explicar como os sentís después de todo lo vivido y sobre todo cuales serán vuestros próximos pasos ahora que sabéis lo que es el poder, y también las consecuencias de perder el control sobre él.
Espero haber representado lo mejor posible la magia y la fantasía que transmite Final Fantasy.
Espero haber estado a la altura de vuestras expectativas con una partida así.
¡Gracias por haberme elegido!
PD: Sigo dejando a Laymbra como destinataria para que lea, ¡que tiene derecho!
Abrace a Slaine y no la solte, hasta que llego el chico hablando inicialmente con su abuelo fallecido. Fue cuando reparo en nosotras que me incline a modo de disculpa - Sentimos tu perdida - aquella extraña voz empezo a hablar y solo pude asemejar lo que decia a las criaturas de fuego Bom a lo que decia que iba a ocurrir en 10 minuos - Tenemos que salir de aqui - dije para ser interrumpido por el chico el cual quiso devolvernos a nuestro mundo
Le segui de cerca mientras estaba junto a Slaine. Ahora eramos las dos, las unicas en quienes podiamos confiar y aunque el chico parecia bueno y tranquilo como su abuelo, no conociamos mas que lo que habiamos visto de este mundo. Todo lo que nos conto, hizo que sintiera lastima y compasion por el pequeño, sabia que no podia dejarle alli, al menos no para morir. Por eso cuando estuvimos en aquella sala y nos dijo de atravesar el portal, me detuve - Ven con nosotros - le ofreci - la obligacion de hacer un acto malvado no te hace culpable de dicho pecado. Tu historia no tiene porque acabar aqui. Vive un poco mas, por tu abuelo, por todos los que han caido, y por los que estan por venir - alce la mano para que la tomara, sin embargo el chico tenia muy claro que hacer pues nos empujo siendo que atravesamos el portal viendo el fin del chico
No pude mas que quedarme en el suelo maldiciendome a mi misma de impotencia por no poder salvar a nadie mas. Siendo que estando mas calmada le pedi a Slaine de volver juntas a la tumba de Zerion...habia un ultimo detalle mas que resolver antes de volver a nuestras vidas
Ahora cada dia que pasa me es imposible dejar de pensar en ellos, en Zerion, Laymbra, Slaine... Aunque acordamos vernos mas a menudo allí donde nos conocimos y criamos, la mayor parte de dias me las paso vagando por el mundo ayudando a la gente en peligro que encuentro en los caminos, resolviendo injusticias y realizando misiones del gremio de caballeros dragontinos... Aquellas palabras del chico nunca se me irian de la mente, y cierta parte de la actitud de Laymbra no la podia despegar de mi, sintiendo que si lo hacia, lo abandonaba de mi interior... Cada vez me sentia menos sola vagando por las llanuras y montañas, y cada vez mas era menos reticente a tener un compañero, siendo que me sentia mas protectora con todos los que tenia alrededor.
Mi destino ahora era, solo afianzar que el bien prevaleciera sobre el mal, alla donde fuera
Seguía fundida en un abrazo con Tanya cuando nos interrumpió un joven presentándose como el nieto de Cid. El anciano se había sacrificado de la forma más honorable y sin su ayuda esta victoria hubiera sido imposible. Quise hacérselo saber, pero nos interrumpió una especie de aviso mágico que indicaba que todo el edificio iba a destruirse por sí mismo. ¿Cómo era posible tales sortilegios? No tuvimos tiempo para pensar en ello porque el chico nos guió a través de la estructura hasta una habitación llena de las máquinas más extrañas que jamás vería. Aun luchando contra el tiempo, el muchacho dominó las máquinas para mandarnos de vuelta a nuestro mundo. Tanya le ofreció que viniera con nosotros, tendió su mano para atraerlo al otro lado junto a nosotras, pero Mid rechazó esa oferta diciendo que sus pecados en el pasado le pesarían. Aun si no estaba de acuerdo con su decisión, me vi forzada a aceptar su sacrificio. Me prometí que intentaría no olvidar a Cid y a Mid mientras viviera.
Más allá del portal primero vimos una negrura que parecía infinita, pero al fin reconocimos los verdes campos de nuestro mundo. Todo, desde los colores del paisaje hasta los sonidos de los pájaros y el mismo aire eran diferentes. Todo tenía un toque de hogar. Tanya cayó de bruces, maldiciendo haber sido incapaz de salvar a nadie. Intenté consolar a mi amiga:
- Mi gente dice que no debemos afligirnos por aquellos que se enfrentan a la muerte con gallardía y con una sonrisa. Tanto Mid como... Laymbra - mi voz se cortó al recordar a nuestro compañero. - tomaron una decisión porque sabían que había algo mucho más grande que ellos en juego. El mejor honor que podemos rendirles es recordar su historia y vivir una vida según los ideales ante los que dieron su vida. - Tanya me había ofrecido ir a la tumba de Zerion a rendir homenaje a nuestros dos hermanos caídos, y no sería yo quien rechazara esa oferta.
Volvimos a casa y el tiempo pasó. Cada una reemprendimos nuestros deberes lo mejor que pudimos. Cada cierto tiempo lográbamos obtener un poco de tiempo más allá del deber, momento que aprovechábamos para reunirnos de nuevo en Hagand y contarnos nuestros viajes, siempre con ese mismo sentimiento de hermandad que no se debilitaría con el tiempo o la distancia. Eventualmente mi pueblo me ofreció uno de los mayores honores del clan Cahan y me convertí en una rememoradora. Al parecer mis viajes me habían hecho merecedora de añadir mis experiencias a las historias de honor que formarían a los Cahan del futuro, y una vez más cumpliría con mi deber por cuanto tiempo viviese. No hay día en que no recuerde a mis hermanos del orfanato y de aquellos que se sacrificaron para detener a Garland, y yo misma me encargué de que nadie en mi tierra olvidara los nombres de Mid, Cid, Zerion, Tanya y Laymbra.