¡Muy buena pregunta!
Por lo que se ve, solo uno se encargará de apresaros, el resto vigila.
Todavía no han comenzado a esposaros, pero se ven las intenciones.
Por lo que se ve, solo uno se encargará de apresaros, el resto vigila.
Todavía no han comenzado a esposaros, pero se ven las intenciones.
¿La magia la ven? En caso negativo, ¿sabemos que la magia no la ven? Lo digo por atacar con magia, claro xD
Ustedes la magia la veis ¿la verán ellos también? ¡quien sabe!
Ziba miró a sus compañeros, ella había dejado a sus pies su arma y no podía realizar ningún movimiento hostil sin que aquellos extraños hombres dispararan con esos extraños artefactos. Se fueron acercando a ellos para apresarlos, o eso parecía. Los miró preocupada y sin poder evitarlo dio un paso atrás.
- ¿A donde nos llevareis?. - Preguntó tratando de ganar tiempo a sus compañeros.
---Eso no importa ahora, no pongais resistencia, es lo mejor si quereis seguir con vida- digo mientras extiendo las manos para que pudieran esposarme y que viesen que iba con intención de colaborar.
Algo me decía que, en cuestión de atacar, sólo me seguiría Storm. Frunciendo el ceño, deseché la idea de hacerlo.
Mejor cuando nos encierren, así podremos escapar pensé con algo de esperanza. Solo quedaría encontrar las armas después, pero de eso no me iba a preocupar ahora.
Me encogí de hombros y espere a que se acercaran a nosotros.
Permanezco quieta, sin moverme. Al fin y al cabo tienen superioridad numérica.
- Ya os pillaré uno a uno. -pienso.
Los soldados al comprobar que no ofrecisteis resistencia comenzaron a poneros una especie de grilletes en las muñecas, en aquella situación era imposible que os pudierais defender, estabais totalmente a su merced ¿qué será de vosotros ahora?.
- Os llevaremos a un lugar donde no daréis problemas, vamos, andando - dijo uno de ellos mientras os guiaba para que caminarais a través de aquellas instalaciones.
Los grilletes que llevabais eran realmente extraordinarios, no necesitaban cadenas, era como si hubiera magia en ellos, sin lugar a dudas habíais entrado ahora en una situación muy difícil de superar.
Comenzasteis a andar a través de aquel edificio, os disteis cuenta que a cada cosa nueva que descubríais era cada vez más impactante, era como si allí viviese un rey, o mejor dicho, un rey de reyes ya que cada mobiliario, cada elemento decorativo era inusual para vuestros ojos.
Poco más tarde entrasteis todos a través de una puerta, el recinto de ahora era muy frío, más neutro, bastante menos llamativo...
¿Queréis decir o hacer algo en especial?
Ziba miró a sus compañeros, no quería entrar en ese lugar, tenía la impresión de que se iban a quedar allí por siempre pero ella no tenía ninguna capacidad mágica ofensiva que los ayudara para salir airosos de esa situación. Dio un leve resoplido e hizo caso a esos soldados.
- ¿Que pasará con nosotros?
Los lugares por donde pasaban eran magníficos. Se me hubiera abierto la boca con cada uno de ellos, pero no era el momento. Tenía que evitar que pensaran que era un forastero, que no sabía qué tipo de magia estaban usando. Sin embargo, en algún que otro momento se me escapó algún suspiro de admiración.
Tan pronto que ni me di cuenta, Ziba hizo la pregunta que me rondaba la cabeza pero no dejaba que saliera por mi boca.
Eso, ¿qué pasará? pensé. Realmente, me temía lo peor. Ese hombre parecía que nos había tendido una trampa y habíamos picado.
Francamente, quedo verdaderamente maravillado ante las edificaciones que veo pasar, sin duda estos dominaban una magia muy superior a la nuestra, si se pudiera conseguirla quizas estas cosas no nos pasarian....
Finalmente nos llevan a una sala y quedo bastante decepcionado, era una sala normal y corriente y muy sosa, habia que añadir, asi que mientras pensaba un posible plan de huida me siento a esperar a que vengan a por nosotros...
Sigo a mis compañeros sumida en el más profundo de los silencios. Observando todo lo que acontece a mi alrededor en busca de alguna forma de escapar de este extraño lugar donde nos encontramos.
No tardasteis en llegar a un pequeño recinto que parecía una... ¡una prisión!.
Os empujaron al interior de una celda, pero con una particularidad, aquella no tenía barrotes, era como si hubiera un cristal o una barrera transparente que impedía que salieseis al exterior.
Uno de los soldados callado hasta entonces no dudó en responder ahora a las cuestiones de Ziba
- Pasará que os quedaréis una buena temporada encerrados, por precaución. Marchémonos chicos - comentó al resto de sus compañeros.
Ahora os encontrabais en un pequeño espacio donde no cabrían más de 5 personas, era algo asfixiante para ustedes. La barrera transparente no cedía ante vuestros golpes cargados de impotencia. ¿Qué pasaría realmente ahora con vosotros?¿Este iba a ser ahora vuestro final?¿Debisteis haber luchado cuando tuvisteis opción?
¿hay alguien al otro lado del cristal?
---Maldita sea... esta situación se nos está llendo de las manos- pienso mientras descargo un puño sobre el cristal, aunque ya sé que es inutil completamente aquello debia estar reforzado con magia poderosa- Ahora sabemos de donde provenia nuestro misterioso hombre encerrado en los cristales, me sorprende de que nuestros "predecesores" consiguieran encerrarle en los cristales si poseian semejante poder....
Visto que es completamente inutil, me siento en una esquina tratando de mantener la calma
El lugar era frio y pequeño para los que estaban alli, la muchacha se abrazó a si misma mirando la estancia con preocupación que aumentó cuando esos hombres les dijo que estarían alli una buena temporada, ¿pero porque?, ¿que habían hecho?, eran inocentes, no se merecían tal trato.
- ¿Y ahora?... ¿vamos a quedarnos aquí?... ¿se acabo?- preguntó angustiada llevandose una mano al cristal para agarrarlo con fuerza tratando de que aquello le diese algo de paz y tranquilidad
Tenemos que intentar escaparnos de aquí dije dando unos pasos, alejándome del cristal.
Apartáos, voy a intentar una cosa. Esperé que los demás se apartaran lo suficiente.
Alcé las manos haciendo un amplio arco con cada brazo. Una vez juntas, formé un triángulo con ellas. El espacio entre mis manos se volvió azul y empezó a crecer. Cuando alcanzó el tamaño de mi cuerpo, empezó a asomar una espada que, en pocos segundos, se lanzó contra el cristal.
Motivo: INvocación
Dificultad: 0
Habilidad: 15
Tirada: 1 8 8
Total: 8 +15 = 23 Éxito
En el momento que la espada impactó contra aquel muro mágico, se generó una explosión de energía que os hizo desplazaros hacia atrás, chocando contra la pared.
No estabais heridos por aquello, pero aquellas pequeñas contusiones os hicieron saber de primera mano que atacar el muro invisible que os separaba de la libertad no era tan buena idea.
Falta Storm por postear.