Partida Rol por web

Ante la llamada de atención de Cerion, la chica de cabellos azules se acercó a él para ver mas de cerca lo que quería mostrarle.

Se fijó en las baldosas coloreadas  y levantó las cejas mientras las seguía con la mirada. Si, parecía que seguían un camino y ella ni siquiera se había dado cuenta.

- Ah... es verdad...- Parpadeó dos veces para luego mirar a Cerion. Pues salgamos de este laberinto. - Sentenció siguiendo a su compañero.

Tras haber podido descifrar la "trampa" dentro de aquel laberinto sin final, Ziba y Cerion pudieron continuar explorando aquel complejo subterráneo. Por suerte para ellos hacer el camino atrás fue mucho más sencillo gracias a las indicaciones de las baldosas de color oscurecido. El rastro os llevó hacia otros pasadizos esta vez bastante más estrechos aunque en ningún momento faltó el aire.

Al final, tras mucho caminar llegasteis a una última sala, no era tan grande como aquella que provocó la activación del techo corredizo, pero si que tenía algo que hizo que vuestros ojos se abrieran de par en par. Justo en mitad de la sala y junto a un altar enmohecido había un inmenso tomo, un gran libro de tapas doradas y relucientes sostenido sobre un pequeño pedestal. Permanecía cerrado y tan solo tendríais que andar hacia él para que estuviera a vuestro alcance ¿se trataría de otra trampa?

Vaya dije al llegar a esa sala. No era magnífica, no era grande, pero era ese libro. Había algo en él que me llamaba la atención, siendo totalmente atractivo.

Como un estúpido, levanté la mano y fui a dar un paso. Pero una pequeña voz me detuvo. Miré por todos lados con suspicacia.

Cuidado. Puede ser una trampa. Vayamos con cuidado hasta el libro

Las biblioteca en ruinas de Starheaven era el objetivo más suculento que habíais alcanzado en las últimas semanas. No sabíais exactamente que encontraríais allí, quizás oro, es posible que alguna reliquia abandonada, armas de antiguos guerreros caídos durante la invasión de los monstruos que ocurrió aquí años atrás o algún libro que contenga información de alto valor en buenas manos.

El hombre que os dijo como llegar aquí era alguien misterioso, pero el trato era bueno, tan solo 100 monedas por conocer la ubicación exacta de las ruinas y como sortear las innumerables trampas que protegían el subterráneo: techos que se desprendían, laberintos para disuadir a los más despistados, ¡infinidad de artimañas! pero ningún desafío para vosotros conociendo los secretos de antemano.

Finalmente tras mucho andar, llegasteis a la que podría ser la sala más profunda en aquellas ruinas, era una inmensa sala repleta de estanterías y... ¿un momento?¿un gran libro de tapas de oro en el centro?

Sonaba realmente interesante de no ser por el hecho de que alguien se os había adelantado, allí había dos personas más, un chico y una chica que han llegado a esa sala antes que ustedes ¿también habrían comprado la información al tipo misterioso?

Ziba no pudo decir nada, estaba demasiado impresionada hasta para articular un simple "Woow". Sus ojos se centraron en el pedestal que sostenía el gran tomo de páginas doradas, la muchacha presentía que allí podían  encontrar las respuestas a sus orígenes. Entonces miró a Cerion con el rostro algo cohibido, no estaba segura de lo que iban a descubrir.

- Si... no quiero mas trampas. - aseguró la mujer de cabellos azulados y caminó lentamente del lado de su compañero para dirigirse hacia el libro. También miró a su alrededor para asegurarse de que no tuviesen problemas.

A simple vista la sala parece segura, no hay ningún mecanismo extraño que os llame la atención, el libro tan solo estaba a unos cuantos pasos de poder llegar a vuestras manos, el brillo de sus tapas era totalmente atrayente pero hubo una sensación que provocó que detuvierais vuestros pasos.

Notabais que estabais siendo observados, una rápida mirada hacia atrás pudo aclarar las sospechas, había dos personas más en la entrada de la estancia, un hombre y una mujer... ¿os estaban siguiendo?¿o formaban parte de la seguridad del lugar?

Al encontrar al tipo ese que nos habló de las ruinas y sus innumereables trampas pensé que por fin nos había sonreido la suerte en forma de un trabajo cómodo y sin riesgos.

A medida que avanzamos las palabras del hombre misterioso resultaron ser de gran utilidad pues nos permitieron avanzar rápido, sin pérdida de tiempo y sobre todo sin ningún peligro para nuestra integridad física.

Tras inutilizar una de las trampas miro a Coren.

- Realmente el tipo ese sabía de lo que hablaba. - susurro con una sonrisa.

Finalmente alcanzamos lo que parece ser la sala más profunda de las ruinas la cual está repleta de estanterías.

- ¿Qué es eso? - susurro señalando el centro de la estancia. ¿Un libro con las tapas de oro?

De repente algo más llama mi atención. No estamos sólos en la sala. Ahí dentro hay otros dos tipos.

- ¿Como han llegado ahí? - le digo entredientes a Coren dándole un amistoso codazo en las costillas.

La información de las ruinas parecia ser muy acertada, el tipo que nos lo vendió deberia haber regateado un poco mas, pero bueno,  oro que nos ahorrabamos. El camino hasta la sala central no habia supuesto un gran peligro gracias a los datos dados.

Cuando veo el libro lo observo fascinado,  tenia que obtener ese libro como sea, sin embargo dos personas se nos estaban adelantando, asi que habia que actuar deprisa.

---Eso parece- digo respondiendo a ambas preguntas al mismo tiempo- deberiamos acercarnos a ver que planean hacer y que hacen aqui.

Le hago un gesto a mi compañera y avanzamos poco a poco para escuchar a escondidas.

Algo hubo que cambió todo, creíais durante todo este tiempo que estabais solos en la sala, a simple vista no parecía que hubiera ninguna trampa adicional o mecanismos extraños aunque aún os quedaba examinar a fondo aquel libro recubierto de oro, pero algo más amenazante que las trampas parecía surgir de las sombras.

Si mirabais hacia atrás pudisteis comprobar que había dos personas más en el mismo lugar, intentaban ser cautelosos pero vuestros sentidos estaban más alerta. Era un hombre y una mujer ¿cómo habían logrado llegar hasta allí?

Aunque para vosotros fue toda una sorpresa encontraros a más personas dentro, había un hecho que no sabíais si iba a traer problemas o no, pero parecía que aquellas dos personas que estaban cerca del suculento libro recubierto de oro se habían percatado de vuestra presencia y también estaban sorprendidos, ¿qué deberíais hacer?¿eran amigos o enemigos?¿sortearon las trampas por sus propios méritos o contaron con esa ayuda adicional?