Partida Rol por web

Forgotten Fragments

Interludio

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04/02/2016, 23:55
?


"Esta es la historia que todos, en cada rincón de Kysut, conocen. Ya todos la saben, ¿o no? Quizá seas un extranjero. ¿O simplemente no pueden rememorarla del todo? Presten oído, entonces...

Una vez, hubo terror. Han pasado quinientos años desde que por las tierras, aquellos que recibieron la belleza desde el cielo caminaron por estas tierras. Ellos se veían como los recordabamos, pero habían perdido sus colores. Eran belleza, eran pureza...y aún así, eran terror.

No niño. Ella ya no es tu madre. No valiente enamorado, ella ya no es tu dulce amante. No, valientes amigos, ellos ya no son los que conocieron. No importa que hablen igual, o dirijan las mismas miradas. Han cambiado, y no volverán a ser lo que eran. La Bella Enfermedad los ha reclamado.

De forma segura y lenta, con la confianza de lo inexorable, fueron ocupando nuestras tierras. Pero, la necesidad forja héroes, y de esos tiempos de crueldad, horror y belleza, surgieron ellos. Cada uno de las 4 regiones, enviaron a Alanku a su campeón, uno elegido de lo mejor de lo que les quedaba. 

Edgar, el Honrado...La rectitud y la fortaleza en su máxima expresión. Un guerrero sagrado de Paladión, un ícono para Shrae que entrenó con los misteriosos Unnash del Desierto Cambiante y quien era el primero en cargar hacia el peligro delante de los otros con su blanca armadura, enorme escudo, y lanza en mano. El defensor de la cuadrilla, el protector benevolente que todo paladín o similar devoto a los dioses aspira a ser, y hasta el día de hoy sigue inspirando a jóvenes reclutas de la divinidad.

Lyreasil, la talentosa y estricta espadachina de las nieves. Una duelista de precisión, que esgrimía una llamativa hoja hecha de hielo del pico más alto de Zanda. También conocida por sus compañeros como "La Reina de Hielo", nada más ni nada menos que la aristócrata que ocupaba el trono de las tierras blancas en ese entonces.

Sentey, el engañoso estafador, un elfo que pasó de esperar la horca en Orem a leyenda en esta compañía. Palabras rezumantes de miel, o a veces con una lengua afilada como las dagas que escondía en su ser. ¿Cinco? ¿Diez? ¿Un centenar? Nunca nadie sabrá exactamente cuántas tenía consigo, ocultas en pliegues inocentes en apariencia de sus rebuscadas ropas. Quizá por ser de la tierra de los amigos de los dragones, fue que entabló amistad con una enorme wyverna roja. Eventualmente sería conocida como Agry, y la leyenda del jinete pícaro y su montura es la que cuento el día de hoy.

Y la preciosa y provocativa Ibin, la hechicera de seis colas. Una gitana perdida de Idú, que terminó ganando cierto renombre por su magia, sus reveladoras túnicas y su característica risilla delicada que acompañaba explosiones de fuego sobre sus enemigos. Muchos hombres y bestias se volvieron mansos ante su magia, y la caricia de las peludas extremidades zorrunas.

Esta dispareja comitiva hizo su camino entre varias aventuras y peligros, en su búsqueda de la raíz de todo. Ninguno de ellos habló nunca de que encontraron en el final de su búsqueda, pero se volvieron los héroes más famosos de estas tierras al acabar con la fuente de aquellos tiempos aterradores. Y, tan de súbito como se reunieron, se separaron. La mayoría volvió a su patria, pero la duelista nunca retornó. El misterio fue guardado celosamente por los ahora conocidos como La Cuadrilla Roja hasta el día de hoy..."

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01/03/2016, 00:07
Directora


Un copo de nieve en la nariz de un niño en la calle fue el primero de muchos en comenzar a descender sobre la ciudad. La tarde terminaba de morir para dar paso a una noche despejada, y el chico que debía llevar el último pan del día a casa antes de que anocheciera si no quería ser regañado se quedó de pie. En Zanda una nevada era moneda corriente, pero aún así, se detuvo a observar el cielo, que despejado no podía estar ofreciendo nieve. En lo alto e inalcanzable del mismo, donde mucha gente en la misma calle y vecindad también asomaba, o salía de los locales que estaban por cerrar con curiosidad.

Un bardo vanara miraba inconforme desde el piso superior de una posada el espectáculo en el que esta vez él no era el centro de atención, para seguidamente salir disparado a buscar un mensajero.

Un viejo acaricia con afecto la cabeza de su compañero mono en la calidez de su humilde hogar.

Una granjera entrada en años de Shrae cierra la puerta del corral de gallinas tras recolectar huevos en una canasta de mimbre, y se distrae mirando las alturas. Reaccionó rápido, apurando el paso dentro de casa y llamando a la familia con premura. La pequeña de la casa salió primero, para señalar el cielo emocionada y animar al resto a salir.

Detrás de las murallas fantásticas de Blanz y en los pisos superiores del castillo real, una muchacha joven llamaba la atención del taciturno guardaespaldas para que se acercara a los ventanales junto a ella, observando el fenómeno en el cielo con intensa curiosidad e inquietud junto con el resto de la gente tanto dentro como fuera de la ciudad bendecida. Uno de los pocos que no veían era el escriba de mayor confianza del lugar, acercándose con la misma urgencia que el papel que portaba apremiaba. 

Incluso más allá, algunos enanos de los que no temían caer al cielo infinito por abandonar su amada piedra, emergían desde el interior de las montañas a través de las puertas de piedra.

En algún rincón olvidado, una sonrisa de torcida felicidad afloraba en labios resecos.

Un grupo de bandidos en la yerma y cruenta tierra de nadie contaba el botín de la caravana que habían conseguido asaltar, una jugosa presa para bocas hambrientas como las suyas, en aquel sitio donde cada día la vida parecía ser más dura. El más robusto y enorme de sus integrantes removía el fuego con aire amenazante mientras discutían sobre el reparto, cuando levantó la cabeza abriendo un poco más los ojos, con una expresión de sorpresa que rara vez afloraba en sus temibles facciones.

Un viejo observaba el mar, recordando un amor perdido mientras dejaba sus penas en el fondo de una botella de vodka mientras un perro viejo y fiel ladraba con inusitado vigor hacia el cielo, haciéndole reparar en él.

Algunos niños de las calles de distintas ciudades, grandes y pequeñas, observaban también.

Y muchos más. Una camada de goblins jóvenes, el fantasma de un hombre olvidado, un padre perdido, un tirano, una mujer de gabardina roja y ojos como brasas, un joven pastor y muchos más, dedicaron largas miradas con sentimientos encontrados a medida que observaban como hermoso como una bendición ofrecido en un espectáculo a sus ojos. Hermosas y delicadas partículas descendían desde el cielo sobre sus cabezas, como si una estrella del cielo estuviera sangrando. Pero, el cometa que atravesaba el cielo parecía estar más vivo que nunca, y a medida que se desplazaba entre las nubes, cantando junto al viento y la oscuridad, derramaba aquel polvo de estrellas.

Alguna gente ofreció rezos hacia las alturas agradeciendo a sus dioses aquel fenómeno. De distintos cultos, secretos y no tan secretos. Algunos amantes confesaron amor mutuo bajo aquel cielo perfecto y hermoso.

Y un viejo elfo, en alguna parte, lanzó a una pared la copa de vino que degustaba, que estalló en mil pedazos.

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07/04/2016, 06:33
Directora

¡Bienvenidos a La Mariposa Dorada! Somos una de las posadas más extensas y elegantes de Blanz, y naturalmente los ​mejores servicios y personal. En este anuncio podrán chequear los mismos y sus costes. 

Menú recomendado

Especial con sorpresa de la casa: 2gp.
Pollo al horno con papas: 1gp (entero) 5 sp (medio)
Caviar: 50 gp (porción)
Langosta cocida con ensalada: 1 gp
Carne de res con frijoles: 8 sp
Pasta con albóndigas: 9 sp
Ensalada primaveral: 5 sp

Postres
Por porción excepto que se especifique lo contrario.

Torta de chocolate/crema/mermelada/dulce de leche: 4 sp (porción) o 3 gp (entera)
Manjar Blanco: 3 sp
Flan: 4 sp 
Panqueques con miel de maple: 5 sp
Muffins: 2 sp (media docena)

Otros

Agregar crema de leche a un postre: +1 sp
Leche: 1 sp (vaso)
Té: 1 sp
Galletas con pasas o chispas de chocolate: 7 cp
Chocolate caliente espeso (dulce o amargo): 1 gp
Miel: 1 gp (media libra)
Miel de Maple: 1 gp (b
Yogurt: 1 sp


Bebidas alcohólicas
¡Los precios de bebidas son por jarra!
Toda nuestra reserva viene directo de Zanda.

Cerveza: 2 sp
Cerveza negra enana: 3 sp
Kumis: 5 sp
Whiskey: 2 sp
Whiskey "Oldlaw": 3 gp o 20 gp (botella)
Vino: 1 gp
Vino especiado de cosecha antigua: 2 gp
Vino "Sealord": 2 gp o 15 gp (botella)
Tepache: 2 sp
Mead: 1 sp u 8 gp (galón)
Cauim: 1 gp
Baijiu: 1 gp o 10 gp (botella)
Absinthe: 3 gp o 30 gp (botella)
Applejack: 1 sp o 6 sp (galón)
Rumboozle: 1 sp
Pulque: 2 sp u 8 sp (odre)

Estadía por noche y misceláneas

Habitación normal: 6 piezas de oro.
Suite pequeña: 10 gp
Suite estándar: 20 gp
Suite Dorada: 34 gp
Baño Frío: 1 sp
Baño Caliente: 2 sp
Agregar sales aromáticas y jabón de calidad al baño: 2 sp extra.
Lavandería: 1 sp (ropa lista en la mañana)
Lavandería instantánea: 1 gp (ropa lista en pocos minutos)
Enfermera: 1 gp por día.


Tabla de información

Postres

Manjar Blanco: Crema dulce aromatizada con canela y piel de limón que se toma como postre. Se prepara con pechuga de pollo, almidón de arroz, azúcar, almendras, y leche por supuesto, entre otros.
Flan: Postre compuesto de huevos, leche y azúcar.
Panqueues con miel de maple:  Pan plano redondo dulce, cuya masa base contiene leche, mantequilla, huevos, harina, levadura y otros, con miel de maple por encima.
Muffins: Pequeños postres dulces de harina, rellenos con mermelada, crema o dulce.

Comidas

Caviar: Huevecillos de peces, salados y translúcidos, y todo un manjar exótico. Por lo general se comen con galletas, huevos duros, pan, pasteles, verduras,o cualquier otro acompañamiento que se prefiera.
Especial con sorpresa de la casa: El especial varía cada día, ¡por favor pregunte para informarse! ¿Porque la parte de "sorpresa"?...bueno, es una sorpresa, ¿no? Pero podemos prometer que la experiencia de saborear esta comida será mágica, jujuju★...

Bebidas alcohólicas

Cerveza negra enana: Nuestra receta es preparada por una maese enana, ¡y es secreta naturalmente!
Kumis: Hecho a base de leche fermentada de caballo, tiene aproximadamente la misma potencia que la cerveza típica. Se sirve frío.
Whiskey "Oldlaw": Este whisky de malta se hace con una receta de hace dos siglos, y es la bebida alcohólica favorita de los antiguos soldados por todas partes. También se le llama nostalgia líquida.
Vino: El vino se elabora a partir de jugo de fruta fermentado, generalmente de las uvas, pero también a veces las bayas, manzanas, o incluso arroz (sake), especifique de que variedad desea probar al momento de pedirlo.
Vino especiado de cosecha antigua: Este es el vino de mejor calidad, para paladares refinados, con dulces sabores del cuidadoso sazonado con miel, frutas y almendras entre otros.
Vino "Sealord": Este vino, en sus versiones tinta y blanca, se elaboran con viñedos que crecen en zonas costeras. Tiene un particular sabor agridulce muy valorado por paladares nobles. 
Tepache: Esta bebida ligeramente alcohólica se hace de la cerveza, la piña (u otra fruta tropical proveniente de Shrae), azúcar y canela, luego es fermentado unos días y se sirve frío con un poco de chile en polvo. Es dulce y agradable, un clásico en tierra Shraerense.
Mead: Esta bebida alcohólica se hace mediante la fermentación de la miel y el agua, con añadido de especias y frutas secos.
Cauim: Esta bebida similar a la cerveza es hecha de raíz de mandioca.
Baijiu: Esta bebida alcohólica clara, destilada a partir de sorgo, es extremadamente potente, y de sabor corrosivo. Para estómagos fuertes o alguien en busca de "nuevas experiencias" en términos de sabores.
Absinthe: Esta bebida alcohólica verde y de gusto anisado, hecha de ajenjo, se rumorea para mejorar la creatividad. Es la favorita de muchos artistas famosos.
Applejack: Sidra concentrada, hecha a base de congelar la sidra y tomar lo mejor de ella una vez comienza a descongelarse.
Rumboozle: Una bebida potente que contiene ron, vino, cerveza, huevos, azúcar y especias, se sirve caliente, y es una bebida extremadamente fina.
Pulque: Esta nutritiva bebida alcohólica de color leche es fermentada desde el corazón de la planta de agave o planta del siglo.

¡Beba con moderación! Cualquier altercado violento está vetado del establecimiento.

Estadía detallada

Habitación normal: Una buena cama mullida en una habitación amena con muebles.
Suite pequeña: Una suite pequeña posee un dormitorio como el anterior mencionado y una sala privada extra, además de una chimenea que puede solicitar sea encendida cuando desee.
Suite estándar: Un dormitorio más grande y con comodidades superiores, además de una sala privada un tanto mayor.
Suite Dorada: Lo mejor de lo mejor, nuestras suites más lujosas, que consisten en un glorioso dormitorio, superficies enmoquetadas, toda tela es seda de la mejor calidad, y se puede apreciar una vista fenomenal de la ciudad. Además de esto, posee otro dormitorio menor para acompañantes o guardaespaldas, una sala de estar con chimenea y un baño personal. Adicionalmente podrá encontrarse una serie de campanillas para solicitar cualquier servicio que necesite, como ser mensajería, limpieza, asistencia para vestirse o solicitar comida.

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11/06/2016, 12:36
Directora

La noche había pasado con demasiada ligereza para la joven. La nueva realidad delante de sí y la claridad de la noche, no le permitieron dormir demasiado bien. Pero, una vez secadas las lágrimas secretas, en aquellos minutos previos al mediodía, buscaba componerse de forma desesperada. La sala donde se encontraba, daba a la balconada donde debía aparecer para el anuncio, lo suficientemente pertinente como para ser ella misma quien debiera darlo. Se sentó en un sillón un momento, y volvió a pararse. Se miró a sí misma en un espejo, y frotó los ojos con delicadeza. Pero, fueron las voces conocidas las que le tranquilizaron. Su asistente más cercano, y su caballero, que jamás se separaban de ella, naturalmente estaban allí. Le recordaron lo esencial con pocas palabras, sin perifollos ni formalidades, y con ello encontró foco y abrió las puertas de la balconada, dejando atrás la mirada cálida y las palabras suaves que usaba con sus cercanos.

Kendra Emerald se alzaba en toda su dignidad en su metro con 66 centímetros, y tiene una mirada estricta y altiva. En Orem el luto se lucía en blanco, y por ello lucía un sencillo pero no menos hermoso vestido níveo. A pesar de que dejaba los hombros descubiertos, no tenía un ápice de cosas como escote u otras indecencias. Los hombros, de todas formas, estaban resguardados por una capa blanca con el interior rojo. Portaba un cetro de oro blanco en sus manos, con una esmeralda en su punta, que normalmente llevaba consigo. Las hebras de cabello que conformaban la melena destellaban con un reflejo del sol de mediodía de forma única, y una corona menor se posaba con temple sobre la cabeza, en conjunto encandilando con el aura de sublime majestuosidad.

Ella sabía su rol y su papel, y lo ejecutaría siempre con noble orgullo, y cumplir todas las expectaciones que gente conocida y no conocida, cercana, lejana, o incluso invisible o ya retirada de este mundo tenían de ella. Kendra Emerald era la heredera de un antiguo linaje que entrelazaba sus raíces con dragones y leyendas. Era la sucesora del trono de Orem, una de las tierras más fantásticas del mundo cuyas historias cruzaban los mares. La Joya de Orem, una princesa perfecta a la vista de todos, cuyo destino era gobernar con esplendor y justicia, y ser el objetivo de deseos, miradas, admiración y complots. 

-Primero y antes que todo, me gustaría inmediatamente pedir un gran aplauso para los soldados que protegieron la ciudad y ayudaron a purgar el palacio de intrusos. Ellos son verdaderamente héroes todos los días manteniendo segura a Blanz y merecen nuestro agradecimiento.

Liam estaba junto a ella, sosteniendo cerca una esfera cristalina para que su voz llegara a todos los rincones de la plaza, y apenas comenzó a hablar, el silencio se hizo presente, pero no por demasiado ya que antes de que ella misma diera la primera palma, una catarata de aplausos agasajó a la guardia, llenando sus corazones de una agradable sensación por el reconocimiento. Orem rara vez escatimaba en aprecio a sus soldados, hombres y mujeres casi anónimos que velaban por la paz y ser un guardia de Blanz era un honor de los más altos. Era sencillamente palpable para un extranjero comprender porque la lealtad corría espesa en las venas de los Oremitas.

-Y a todos aquellos que junto con ellos colaboraron de forma directa o indirecta a mantener el orden, mis sinceras gracias. Lamentablemente, debo moverme a un asunto más doloroso ahora...

Un momento de silencio templó a la audiencia con inquietud. Kendra cerró los ojos un momento, con gesto solemne, pero en realidad solo estaba controlándose a sí misma para no ser desbordada por sentimientos. No debía permitir ninguna grieta asomar en su impecable y estable imagen. A pesar de que era su ciudad, estaba garantizado que un par de oídos no amigables estarían escuchando, y un par de ojos inquisidores buscando puntos débiles a explotar.

-Con el pesar más profundo de mi alma, debo anunciar que mi madre, nuestra Reina, ha muerto ayer en el ataque. Su salud ha sido delicada durante los últimos años, pero desde que Alanku ha comenzado sus campañas belicistas, su profunda amistad con los D'Thire le llevó a diversos intentos de negociación y tensa paz. Sin embargo, el día de ayer, sus buenas intenciones fueron retribuidas con un ataque traicionero a gran escala enfocado al castillo, que cobró su vida, así como la de tantas otras buenas personas dentro de los muros del palacio, como todos sabrán. Por ella y por todos los hombres y mujeres buenos que ayer abandonaron este mundo, hagamos un minuto de silencio.

La princesa de esmeralda guardó esta petición junto con la multitud. Ni una tos se hizo audible en ese tiempo, compartiendo el gesto de luto. Kendra retomó palabras con diligencia y, eventualmente, con creciente y contagioso fervor.

-No tomaré ninguna corona hasta cumplir con mis obligaciones como actual regente, tanto con mi familia como con cada uno de ustedes. Este gesto es mucho más que un agravio. Puso a nuestra ciudad en peligro, y daño de forma irreparable a mi querida familia. Me gustaría ser muy clara respecto a lo que sucedió y sucederá:

Ayer, fuimos agraviados, y nuestros vecinos, humillados. Ayer en los pasillos del castillo, he visto a la realeza de Shrae que no solamente han sido asesinados, sino además sus restos mortales profanados y usados como armas. 

Es imposible para mi el aceptar ser intimidados y atacados cobardemente, pero más aún el hecho de que se haya llegado a un extremo tan despreciable. Esto, no irá sin represalias. Somos Orem, quedarnos de brazos cruzados mientras la capital rompe treguas y esparce su locura campante en tiempos donde deberíamos estar unidos, es algo que no nos permitiremos. No destruiremos la vida creando masacres innecesarias, pero no aceptaremos menos que extinguir a Alanku como reino por todos sus crímenes. ¡Aquí y ahora, declaro en nombre de Orem, la guerra contra Alanku!

Los vitoreos y fieros alaridos se levantaron junto con el cetro de Kendra. Un casual rayo de sol cruzó la esmeralda del cetro, dándole un pálido y momentáneo destello, y la multitud parcialmente enmudeció al apreciar que al gigantesco dragón emblemático de una de las torres, se movía como si tuviese vida propia. Los forasteros quedaron mudos, pero los que conocían su ciudad sabían que cuando un Emerald declaraba hostilidades, eso era natural en el monumento. El coloso se movió poco, simplemente trepando a lo alto de la torre y adoptando una postura de ataque antes de volver a petrificarse.

-Finalmente -hizo una breve pausa para dejar bajar el entusiasmo sonoro- quiero recordarles que el tesoro más preciado de Orem son sus gentes, todos y cada uno de ustedes. Y nuestros amigos y aliados de otras tierras. Estamos firmes gracias a los lazos que compartimos los unos con los otros. Ahora, comencemos a cargar por esta senda, para restablecer la paz en el continente. Si confiamos en que uno proteja al otro, no tenemos nada que temer. Y si los pasos de alguno fueran a detenerse, es seguro que otro le dará su hombro para apoyarse. ¡¡Porque nuestros corazones son uno!! 

Y con ello, finalizó su hablar. La atronadora aprobación resonó en sus oídos mientras Liam cerraba la puerta tras de ella, y el símbolo de su pueblo emitía un suspiro largo. 

-¿Confía en esa gente, señorita?

Liam había estado dando vueltas a esa pregunta desde ayer, y ella lo sabía. Se refería al grupo de extraños que habían venido a ella con esa historia increíble, y que Sentey había confirmado aunque le costase revelar su fallo pasado.

-Lo hago. Puedo leer las mentiras en los rostros de las personas, y ellos no fueron deshonestos. Tampoco usaron magia para burlar mis sentidos. Y, la sobrina de uno de mis más confiables Filoletal va con ellos. Se veían capaces, pero si fallan tendré que lidiar con eso cuando suceda. Por ahora, debemos concentrarnos en la guerra delante de nosotros.

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04/07/2016, 08:46
???

Primer Honor


El hombre enmascarado recorrió con pasos lentos la fila de nuevos reclutas, de un lado a otro sin mirar más que al frente en su andar, y la profunda y oscura capucha en la que escondía sus facciones ayudaba a esta labor. Estaba orgulloso de cada nuevo ingreso, pero no deseaba saber de ellos, no recordar sus rostros o que ellos supieran sobre él más de lo que deberían. Habló con voz diligente, pero solemne, aquello que había explicado cientos de veces a distintas camadas.

"La humanidad...no, la vida mortal en general y en su estado actual, ha existido por casi un de millón de años. Sin embargo, sólo el último período de 50.000 han sido de alguna importancia. El verdadero principio de nuestra historia.

Entonces, ¿qué hemos hecho en todo el tiempo fuera de ese margen?

Nos acurrucamos en cuevas y alrededor de pequeños fuegos, temerosos de las cosas que no podíamos entender. Era algo más que explicar por qué sale el sol cada día, o como la magia funciona. Era el misterio de artefactos de origen desconocido, de enormes pájaros con cabezas de hombre y de rocas que cobraban vida. Así que los llamamos "dioses" y "demonios", rogamos su perdón, y oramos por la salvación.

Con el tiempo, sus números disminuyeron y los nuestros se alzaron. El mundo comenzó a tener más sentido cuando había menos cosas que temer. Sin embargo, lo inexplicable no puede nunca realmente desaparecer, como si el universo exigiese el absurdo y lo imposible."

La máscara se detuvo en el centro de la fila, en sus distantes metros de la misma, y giró hacia los presentes. Un brillo blanco podía avistarse tras las cuencas oculares.

"Los mortales no deben volver a ocultarse atemorizados. Nadie más nos protegerá. Tenemos que luchar por nosotros mismos.

Mientras que el resto de ellos habita en la luz, nosotros debemos estar de pie en la oscuridad para luchar contra ella, contenerla, y protegerla de los ojos del público, para que otros puedan vivir en un mundo sano y normal."

Él lo sabía. Y sabía que ellos sabían. Que muchos encontrarían cosas peores que la muerte esperandolos más adelante. Que sus objetivos de ahora en más dejarán en risa a cualquier cosa que hayan visto hasta ahora. Y que a pesar de toda preparación y entrenamiento, nada se compararía con la experiencia real. Por eso estaba orgulloso: porque de entre lo seleccionado para las pruebas iniciales, aquellos que en ese mismo momento hincaban una rodilla al suelo para recibir su primer honor en el clan, habían decidido ser el escudo de todos los que estaban bajo el sol. Separó los labios, y junto a él, todos ellos al unísono repitieron el lema que llevarían por siempre sobre su corazón.

Nosotros aseguramos.
Nosotros contenemos.
Nosotros protegemos.

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19/12/2016, 15:05
Directora

El hombre más poderoso de Alanku miró con furia al mensajero, algo que este ya había visto antes, pero temía que esa vez le valiera su cabeza.

-¿PORQUE no han entrado en Blanz aún?

-...mi Señor,  los planes aéreos no están funcionando. Las defensas de Blanz son perfectas, y la cima de los muros está repleta de magos y arqueros que frustran cualquier intento de pasar volando las murallas o escalarlas.

-¿Los enjambres de cristal?

-Liquidados señor. A-además...sobre la misiva enviada a la princesa que envió...

El hombre bufó con dignidad al ver que se le alargaba un elegante sobre con el sello dracónico de la casa Emerald. Habían demasiados hilos políticos envolviendo a las distintas naciones, acuerdos y tratados de paz antiguos que le prevenían de estúpidos intentos de declaraciones de guerra y rebeliones de los otros reinos. Una inmadura y envalentonada declaración de guerra de una pequeña e insignificante muchacha que acababa de asumir mandato sencillamente estaba destinada a ser retractada. Tras enviar en un recordatorio escrito los diversos acuerdos y documentos que evidenciaban el legítimo derecho real de Alanku a invadir, y actuar en otros territorios si consideraban lo mejor para el continente, era obvio que la respuesta no tardaría en llegar, de forma diligente.

-Al menos debo concederle que es veloz a la hora de responder a diplomacias. Retírate por ahora.

Agradecido por conservar aún su cabeza, el mensajero huyó disimuladamente de la sala del trono, caminando con la mayor rapidez posible. Bebió largos tragos de vino de su copa dorada, relajándose con el sobre en la otra mano, y dejando ir su estrés sobre Orem al respecto, secretamente feliz de que el asunto llegara a su conclusión de forma tan veloz. Consideró incluso que quizá había sido demasiado duro con una jovencita que probablemente acababa de salir de su sueño de vestidos, flores y fiestas para entrar en el mundo de los adultos aún sin ser ella misma una del todo. Pero, alguien debía recordarle su posición y los límites de lo que no podía hacerse. Era mejor que comprendiera pronto que Alanku no era el trono del reino por nada. Dejó la copa, abriendo el sobre con avidez, encontrándolo sorprendentemente ligero. Preveía varias hojas con intentos de disuadirle y otras tantas con profusas disculpas. Sin embargo, su expresión sosegada comenzó a cambiar cuando se encontró con solo una hoja de elegante diseño. Y más aún, una hoja casi en blanco que solo contenía una línea y una firma en cuidada caligrafía:

Puedo hacer lo que quiera.

Kendra Zeraphine Emerald.

La copa de oro que acababa de volver a tomar se resbaló de sus manos, y el rostro cambió de color evolucionando de la sorpresa e incredulidad a la indignación. Pero no llegó más lejos, debido a que una voz suave interrumpió sus emociones.

-Rey D'Thire.

-¿¡QUIEN OSA...oh!? -nuevamente hubo sorpresa en su expresión al girarse- ¡Mi Diosa! Lamento mi tono de voz...es un mal momento.

-¿Lo es? Mis disculpas. Pero, hay cosas que me preocupan un poco y quisiera discutir, temo que afecten nuestra noble cruzada. Es sobre...

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16/03/2017, 18:51
Directora

El capitán avanzó con firme confianza por el pequeño e inusual pueblo. Siendo oriundo de Shrae, nunca había hecho otra cosa para con las inútiles tierras de Idu que no fuese mirarla con desprecio. Pero ciertamente tenían algo que ofrecer, y era escondites recónditos para aquellos que buscaban perderse. Pero nadie podía permanecer oculto cuando había una mano divina señalando. Miró la mano izquierda, convertida en brillante cristal que emulaba perfectamente el color de su piel. 

No por nada se le llama la enfermedad hermosa. Nos esculpe como versiones bellas de nosotros mismos. Más fuertes, más resistentes. Nunca teniendo que padecer enfermedades.

El sendero traicionero se había llevado a algunos hombres, y la subida por las montañas no había sido sencilla. Fueran o no maravillas para la vista, las Montañas Coloridas solo eran otro obstáculo natural molesto. Pero habiendo sido sorteados, de forma decepcionante solo encontraba un pueblo vacío.

No, esa persona sigue estando ahí.

La voz que actuaba como su intuición, suave como una caricia de terciopelo, le guió a él y a sus tropas directamente a la casa que dominaba aquella villa.

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16/03/2017, 18:55
Keo

Desde el momento en que el particular grupo había partido, el hombre sabía que algo así iba a suceder eventualmente. Había planeado marcharse hoy, apenas terminando de enviar por grupos a las preciosas existencias de su pueblo, a esparcirse por los cuatro reinos con la preparación necesaria. Eran su legado para el mundo. Sus preciosos...niños, a los cuales debía proteger como prioridad. 

Pero incluso habiendo cambiado sus contingencias varias veces y tomando toda precaución necesaria, era evidente que sencillamente no podía escapar a la mirada de una diosa, que posiblemente conocía cada movimiento que hacía. Había tratado de escapar por distintas rutas al percibir a kilómetros de distancia la compañía viniendo hacia allí, pero "misteriosamente" sus distintos métodos iban siendo bloqueados o arruinados. Pronto supo que no iba a permitirsele escapar, así que priorizó evacuar a todos los residentes. Incluso a Morganite, que se había resistido a marcharse hasta hacía pocos minutos. Con tranquilidad, y aferrando una gema de esmeralda en su mano, y una bolsa de cuero en otro. Apresuró el paso, escuchando los multitudinarios pasos de sus cazadores en el piso superior, y llegó a su gran almacen. Contempló un momento la estancia, antes pulcra e intacta, que había dedicado las últimas horas a destruir con todo el dolor de su corazón. Tomó los dos últimos frascos existentes en ese almacén y probablemente en la casa, y guardó la preciada gema dentro de la bolsa. La puerta se abrió tras de sí en ese momento, y un par de flechas se enterraron en la espalda, saliendo del otro lado y tiñendo ropas de rojo. Apretó los dientes, aguantando el soltar lo que tenía en las manos.

-No trates nada. -dijo una voz- Por ordenes del rey D'Thire, perteneces a Alanku ahora.

Giró la muñeca, bloqueando la visual de esto con su cuerpo  y vertiendo el contenido de uno de los frascos sobre el cuero manchado de rojo. Y este desapareció. Se volteó entonces de forma lenta, con el frasco vacío, en una mano, y la poción sin usar en la otra. El extremo opuesto a si mismo se había llenado de gentes con uniformes y arcos, apuntando en su dirección.  Y una figura que destacaba del resto, mirándole fijamente.

-Ya veo..me llevarán a la capital, ¿verdad?

-Correcto. Sabemos que ha ayudado a distintos grupos que se oponen al rey, y a la providencia divina. Sus habilidades a partir de ahora serán usadas para bien.

-Debo negarme.

El capitán frunció el ceño, pero hizo una mueca burlona al hablar.

-Lamento informarle que no tiene elección en el asunto.

-Ya...veo...

Reflexionó un segundo. Durante todos esos años, siempre había tenido miedo de que terminara su tiempo de vida. Y en ese momento, seguía temiendo a la muerte. Aún no había terminado de vivir. Aún tenía brebajes que destilar, cortes de cabello que hacerse, y leyes físicas que doblar. Pero era probable que de ser llevado, jamás cumpliera ninguna de estas cosas de todas formas. Y entonces dejó ir el frasco, y con el dejo ir su vida.

-¡Cuidado! -más flechas fueron disparadas, pero no llegaron. Se incineraron por el camino, junto a todos y todo en la sala, cuando el frasco se quebró contra el suelo.

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16/03/2017, 19:59
"Jeff"

Edwin observaba, en un punto distante de las planicies inertes que componían Idu, como una gran columna de humo negro se elevaba por encima de las montañas de distintos colores que había visitado una vez. Parecía tener sentimientos encontrados en su expresión.

-Hiciste algo sabio. -dijo una presencia invisible que conocía bien- Iban a llegar de todas formas, ¿porque no sacar algo de provecho de eso? Tu madre necesita donde vivir, y ahora tienes dinero para proveerle una casa y más. Todo por sencillamente advertirles de unos pocos pozos de ácido y saber negociar.

Bueno, después de todo ya se iba a ir al infierno. Al menos podía tratar de vivir en grande mientras aún estuviera arriba.