Dos cacerías entre los desiertos de Utah y las montañas de Nevada. Cabos sueltos y cosas mucho peores que los bandidos en las tierras hostiles del Extraño Oeste.
Dakota, el mestizo perseguido por el gobierno confederado, y Frank, vaquero sin lazos afectivos ni conciencia, abandonan la calida Arizona en persecución de un cabo suelto que es también un enemigo terrible: el charlatán licántropo cuya traición supuso la maldición eterna de cuatro almas.
Stephen Boyle, tercer miembro del cuarteto maldito que fuera sexteto antes de las muertes de Predicador y Danny Chang, deja al también embrujado Charles Eckhardt en Tombstone y parte hacia el noroeste en reencuentro de indio y vaquero. En una breve parada en Bronco Pueblo — antes, Purgatory; antes, Bronco Pueblo, y antes de eso, Purgatory — se encuentra con dos amigos y un no-tan-amigo recién salidos de la tumba. El mediochino Danny Chang, su traidor y ladino secuaz Bill y el fiel cochero Hank Bully saben de la misión de Dakota y Frank, y saben también que el enemigo al que se enfrentan les destruirá si no lo impiden. Las calles desiertas del pueblo tres veces renombrado no habían visto tanta animación desde que un tren a rebosar de piedra fantasma abandonara su estación hacía ya unos cuantos días...
Un pie tierno inglés, un vaquero de mala reputación, un mestizo indio exiliado... Han pagado un alto precio por purgar las Tierras Muertas, y ahora vagan por el Extraño Oeste en busca de venganza, descanso... o simple supervivencia.
Desenlace de la partida terminada con éxito Tombstone: Dead Lands