El hombre se rascó la barbilla.
— Va usted a creer que estoy loco, señorita—respondió el hombre pero al cabo de un segundo continuó—. Era como una especie de globo que flotaba por el aire suavemente. Claro en cuanto lo vi cerré la puerta de golpe y puse el pestillo, pero aquella cosa atravesó la pared, como un fantasma. Me senté en la cama, paralizado, viendo a esa cosa pasearse por la habitación. Entonces vi otra cosa. Era algo... como una pompa de jabón pero con garras y algo alargado como tentáculos. Yo también habría gritado de haber podido, pero tenía tanto miedo que casi no podía respirar. Esa cosa abrió sus horribles fauces y fue en ese momento cuando Fink gritó y esa cosa atravesó la pared entrando en el apartamento de Fink. Poco después todo volvió a la normalidad, ¡pero no olvidaré esa cosa en lo que me queda de vida!
El ceño de Viv se frunció en seguida, mientras sus pupilas se clavaban en la del hombre, incrédula a lo que estaba escuchando. Clavó la punta del bolígrafo en el papel y se quedó petrificada.
Parpadeó al final del relato y cogió aire con una bocanada, había contenido la respiración del espanto que le había suscitado el hombre, tenía un relato vivo frente a sus ojos.
—Es usted un milagro... que esté vivo, quiero decir. Fink le salvó la vida... a cambio de la suya propia—movió los labios y carraspeó, llevándose la mano que sujetaba el boli, en un puño a sus labios un segundo. En seguida y a toda mecha, tomó apuntes de todo lo que Augustus le había contado, a modo de lista porque no podía ni creerlo. Nada de lo que estaba escuchando y apuntando tenía sentido, el horror de un asesinato atroz aún podía asimilarse, un horror hecho por el ser humano, pero las esferas flotantes... Apretó los labios y miró al hombre, ya algo dudosa.
—¿Sabe por qué fue hacia usted esa... esfera?
- Se que pensará que quizás estaba dormido, o que estoy ya muy mayor y veo cosas, pero le digo la verdad-insistió el hombre-. No se porque esa cosa vino hacia mi, pero esa cosa abrió la boca y vi aquellos dientes afilados... Estoy seguro de que me hubiera devorado. Jamás he pasado tanto miedo en toda mi vida y ni siquiera sé que demonios era eso-dijo el hombre. Después, claramente alterado por rememorar aquella escena, se disculpó con la periodista.
-Me temo que no puedo ayudarla en nada más. No se si Fink me salvó la vida, ni que tiene que ver todo eso con el señor Preston, pero espero que cuando descubra la verdad la haga pública. La gente tiene que saber que está ocurriendo-dijo antes de cerrar la puerta.
Si quieres puedes preguntarle algo más antes de que cierre la puerta :)
Vale, su cuento era un poco... excéntrico, pero ¿Qué no lo era en aquel edificio? Todo era una auténtica locura, aunque el cuento del Sr. Williams era de locura extrema.
En cuanto el hombre comenzó a hablar, era normal que le dijera lo que ella podría estar pensando de él, es que no era para menos. Viv se apuró cuando vio la intención del hombre, de querer despacharla.
—¡No! Espere espere espere, dígame, ¿Tenía usted alguna relación con el Sr. Fink o con Preston? ¿Desde cuando les conoce? ¿Sabía que el Sr. Preston estaba comprometido y que estaba trabajando en un aparato? —soltó atropelladamente, empujando suavemente la puerta para que le respondiera antes de que le diera de bruces en las narices con ella.
-No tenía mucha relación con ninguno de los dos. Con Fink había hablado un par de veces, era un tipo agradable. El tal Preston... bueno no me suelo juntar con los de su clase, aunque parecía un hombre respetable. No sabía que estaba comprometido, aunque alguna vez sí que le vi en brazos de una joven negra como él-respondió el hombre confirmando la relación de pareja entre Violet y George-. Pero no se a que se dedicaba, ni se que tiene que ver eso con lo que le acabo de contar. Le aseguro que lo que vi fue tan real como usted lo es ahora mismo.
Vivian tuvo suerte de que el Sr. Williams respondiera adecuadamente a esa última pregunta, antes de que le diera con la puerta en las narices. Lo escuchó manteniendo el contacto visual con él, ya luego cogería apuntes. La periodista apenas apretó los labios, que parecía un gesto natural casi de respiración, mientras realmente se estaba conteniendo por el racismo que claramente se escuchaba en sus palabras. Pero al menos había hablado, era lo que quería.
— Le creo, Sr. Williams, por eso su testimonio es muy importante para mí en este momento. Le agradezco su tiempo enormemente.
Ya no supo si ahí le iba a dar con la puerta en las narices o no, pero sabía que para hombres como él, la educación también era un punto a favor, y el respeto a los mayores. Y ella además, lo tenía de naturaleza y profesión.
El hombre asintió con la cabeza.
- A usted señorita, espero que publique todo lo que está ocurriendo aqui. Tenga un buen día-dijo el hombre despidiendose de la periodista si no tenía nada más que preguntarle.
No le queda mucho más por decir, si no tienes mas preguntas para el pues se despide y ya me dices tu por donde quieres continuar tu investigación :)
PD: Recordatorio de que tienes la escena del cuaderno de Viv para apuntar lo que quieras, que como pasa tanto tiempo lo mismo se olvidan detalles
Vivian alzó las cejas cuando se despidió de ella así, aunque luego sonrió y asintió como él, con la cabeza.
— Le deseo lo mismo.
Echó un paso atrás y miró alrededor, si había alguien más que hubiera escuchado algo de lo que habían hablado en la puerta del Sr. Williams. Tras eso, observó el pasillo y caminó hacia el apartamento de Preston.
El señor Simpson cogió las llaves y fue a abrir el apartamento del señor Fink cuando Viv se lo dijo.
-La policía ya ha terminado de buscar aquí, pero aún no han venido a limpiarlo-comentó mientras abría la llave.
La periodista entró y echó un vistazo al interior seguida por el encargado del edificio. No había gran cosa digna de mención, salvo una enorme mancha de sangre en el suelo y varias salpicaduras en las paredes y en la cama.
Simpson continuó hablando mientras observaban la sangrienta habitación.
-Era imposible salvarlo estando en un estado tan grave-comentó-, llamé inmediatamente a la policia claro pero estos ni se molestaron en llamar a un médico, el forense se llevó el cuerpo directamente al depósito.
Se nos ha ido la pinza, el apartamento que revisaste fue el de George Preston. Así que voy a suponer que, despues de lo que te han contado los vecinos, has ido al apartamento de la víctima, el señor Fink.
Cuando el Sr. Simpson dijo que aún no lo habían limpiado, se temía lo peor. Asintió con la cabeza, se puso recta y se preparó para entrar en la estancia.
Cuando entró en el apartamento, sus ojos viajaron alrededor pero sin poder evitarlo, sus pupilas se fijaron en los rastros de sangre. La enorme mancha y las salpicaduras. Suspiró y tragó saliva, al imaginar que poco tiempo atrás había sucedido un horror como ese a una persona de a pie.
Frunció el ceño cuando el hombre explicó que llamar a una ambulancia era absurdo —Puedo... puedo hacerme una idea... ¿No le parece algo horrible?—dejó ver un rastro de humanidad y horror en su voz y expresión facial, girándose hacia el hombre que se había comido ese primer encuentro.
—¿Cómo se llega a algo así?
Es verdad, ha pasado mucho y ha sido una ida de pinza XD no pasa nada, apartamento de Fink.
- No lo sé, señorita-respondió negando con la cabeza-. A saber que tenía en la cabeza el señor Preston para hacer algo así. Desde luego nunca había visto nada tan horrible, como si hubiera pasado por una trituradora. Al menos la mitad del señor Fink. Pero yo no sé de esas cosas, bastante tuve con no vomitar hasta la última papilla. Supongo que la policía llegará al fondo de esto y sabrán que le ocurrió, para eso están los forenses-el hombre se encogió de hombros y le hizo un gesto a la periodista para dejarla paso para salir del piso ya que allí no había mucho más que hacer-. Eso si, lo de esa mujer que salió corriendo antes... no se quien sería, pero le agradecería que no lo mencionase a la policía, no me gustaría que pareciera que cualquiera se puede colar en mi edificio-le pidió discreción mientras pasaba el pañuelo por la nariz para secar la humedad.
El gesto de descomposición que Vivian puso cuando escuchó a Clarence especificar, que el cuerpo de Fink parecía haber pasado por una trituradora, fue indiscutible e inevitable. Miró de reojo toda la escena, girando la cabeza lentamente, aún con la nariz arrugada y el labio levemente levantado.
Tragó saliva y echó un último vistazo al lugar. Quizá podía peinar más, mirar cada ínfimo detalle, pero con todo lo que le habían contado los vecinos, ya no estaba tan insensibilizada, y el cuerpo le pedía un descanso.
Finalmente, accedió a salir del edificio, mientras se atusaba el cabello y arreglaba la ropa como signo de recomposición. Se colocó recta y estrechó la mirada al decir que no le contara a la policía lo de la señorita. Tardó un poco en responder, su mirada paseó por la figura del Sr. Simpson. En cuanto, pudo, regresó a sus ojos y sonrió con cordialidad.
—Por supuesto. ¿Recuerda a la mujer? Físicamente, si llevaba algo identificativo. Qué lástima que me torcí el tobillo —lamentó al final.
Perdona el retraso! he estado de vacas en Semana Santa.
-Lamento mucho que se haya hecho usted daño-dijo el hombre-. No debería correr por las escaleras con ese calzado, menos mal que no se ha roto nada-continuó mientras la acompañaba-. Me temo que no me ha dado tiempo a fijarme mucho, ha sido todo muy rápido y yo estaba detrás de usted. Parecía una chica joven, algo más que usted creo. No creo que llegase a los 20 años-dijo el hombre. Pero Vivian si recordaba el color de su pelo oscuro y su vestido blanco. Pocas dudas había de que aquella chica debía ser Pearl la mujer que había mencionado Fuller. Aunque no entendía que podía tener que ver ella en todo esto.
-Mire-dijo el hombre señalando la puerta. Al otro lado se podía ver aparcado en la acera un distintivo taxi amarillo- ese debe ser su taxi.
Tranqui, la parte mala es que yo pillo vacaciones la semana que viene pero solo serán 3 días.