Partida Rol por web

Te marchas del Central Perk y te dijirijes a tu nuevo piso. Allí te encuentras solo y además sin maletas hasta que Carol te envíe toda tu ropa. Pero claro, ella no sabe aún dónde te la tiene que mandar ya que encontraste el piso hace solo unas horas.

Sentado en el sillón del amplio salón te pones a pensar en todas las cosas que te han sucedido durante el día, en Carol, en tu nuevo hijo, en Rachel, etc..

Pasaste una noche un tanto extraña, sin poder conciliar el sueño a la perfección ya que estabas dándole vueltas a todo lo que había sucedido durante el día: te habías quedado sin mujer, habías ganado un hijo y además, habías vuelto a ver a Rachel, tu amor de juventud. No dejabas de pensar en ella, en su cambio de imagen, ahora parecía más guapa que hace años y además dentro de unos días era su cumpleaños, una excusa perfecta para regalarle algo bonito y camelarla.

Te levantaste temprano para ir al trabajo y avisar a Carol de dónde debía enviarte tus cosas ya que ibas solamente con lo puesto.

Como cada mañana, Ross bajó a la estación de metro para tomar la línea que le llevara al trabajo. Sabía conducir, por supuesto, aunque nunca se había propuesto en firme comprarse un coche. El tráfico de Nueva York siempre había sido infernal y no te animaba a pelearte con él. Antes de bajar y perder la cobertura del móvil, le dejó un mensaje a Carol indicándole dónde vivía ahora para que le enviara sus cosas. Luego pasó gran parte del trayecto pensando en Rachel. Es verdad, su cumpleaños se acercaba. Trató de rebuscar en su memoria algún dato que le ayudara a determinar qué regalo era el más indicado para ella.

Carol recibió tu mensaje correctamente y te mandó un sms al móvil:

- Ok Ross, tngo la direcc.Sta misma tard t llegarán x mensajería todas tus cosas. Salu2.

Llegas por fin a tu puesto de trabajo,el museo en el cual pasas tanto tiempo ordenando y catalogando nuevo material y dando charlas a grupos de visitantes. Hoy el ambiente está algo revuelto por allí, todos los trabajadores no paran de cuchichear entre ellos. Escuchas a la de la limpieza decirle esto al conserje:

- No creo que nos manden ni a ti ni a mi, mandarán a uno de esos enteradillos que hay por aquí. Míralos, puede ser cualquiera.

Ross escucha el comentario de los empleados y se dirige hacia algún colega de profesión que encuentre por el museo.

-Ey, ¿que está pasando hoy aquí? Está todo el mundo muy intraquilo...